Partida Rol por web

Ruth continúa corriendo sintiendo la rpesencia de Scoot detrás suya. Puede ver como el hombre ha sido rodeado por un par de zombies que le han cerrado el paso, pero hábilmente se desace de ellos dejándolos atrás y continuando con la marcha.

-El coche no puede estar muy lejos-dice mientras continúa su marcha.

Ruth se gira a mirarle y al volver la vista ve frente a sí a un zombie y no es capaz de esquivarlo. El zombie trata de morder la piel clara de la muchacha con sus putrefactos dientes. Scoot vuelve a estar entre dos zombies tratando de librarse de ellos.

Roy escupió al suelo, parecía extremadamente concentrado, con la mirada clavada en la puerta de la cocina. La pierna aun le propinaba punzadas de dolor que recorrían todo su cuerpo, pero no estaba dispuesto a que aquellas cosas le comieran como a un pollo. No al menos sin defenderse y llevarse algunos por delante.

Preparado para cualquier cosa, mantenía el bate listo para partir cabezas si era necesario.

- Quedaros detrás de mi. Increpó a Tony y a a Es. - Y manteneros atentos a Ruth. Si las cosas se complican, tendremos que salir pitando de aquí...

Roy parecía transmitir una cierta aura de calma, como si aquella situación no afectara a sus nervios. Aunque estaba claro que estaba muy preocupado por su supervivencia.

-¡Tenemos que llegar...!- grito algo desesperada mientras observo impotente como Scoot también es rodeado. Ni siquiera le conozco o le tengo aprecio pero aún así resulta alarmante y tenso verle en esa situación... aunque no se puede decir que la mía sea mucho mejor.

Repentinamente ahogo un grito de horror al verme asediada por un zombie demasiado cercano, la adrenalina se me dispara y procuro apartarle con toda la energía de la que dispongo. "Se acabó Ruth, ahora viene cuando te quedas sin brazo".

Asombrado Ruth ve como el puño del brazo que no estaba agarrado por el zombie vuela hacia la cara de éste y de un tirón consigue soltarse. Siente la piel pegajosa donde ese ser le ha cogido con sus manos y aunque sigue corriendo no para de mirarse el brazo para ver si tiene alguna herida o arañazo, pero no tiene nada.

Scoot consigue librarse también de sus captores y Ruth puede ver como reparte a diestro y siniestro mientras corre detrás de ella.

-Allí, mira, allí está el coche-dice mientras señala sin dejar de correr.

Llegan al coche y entran después de que Ruth lo abra con las llaves que le dio Es. Sobre el capó comienzan a golpear los brazos de los zombies y pronto comienzan a ver como las caras se pegan a las ventanillas.

-¡Mierda Ruth, mete la puta llave en el contacto de una vez!-le grita Scoot aleterado.

Empiezo a pensar que me caí de pequeño. Eso, o se me han fundido los plomos ahí arriba, una de dos. Porque no es normal que me importe taaaaaan poco estar en el piso inferior de una casa rodeada de gente enfermísima con serios problemas de interacción social y tan alta agresividad. ¿Será la adrenalina? ¿Instinto de supervivencia? No lo sé, ni me importa.

ELGÄ parece que también está tranquilo. Sinceramente eso me extraña menos: teniendo en cuenta que la parte menos fibrada de su brazo tiene el tamaño de mi muslo, yo también estaría bastante calmado si fuera él.

Me acerco cuando me habla mientras con la vista busco un palo o algo (entendido palo como un objeto contundente y sólido), vigilando siempre cómo se desarrolla la situación en el exterior.

-Vigile la puerta, Sr. Ulrich -digo con calma-. Yo me encargo de vigilar a los de fuera.

-Dios, ¡lo hemos conseguido...!- exclamo triunfalmente mientras cierro la puerta aunque en realidad casi se me están saltando las lagrimas de miedo -Ya voy, ¡no me pongas más histérica!- ambos nos gritamos, nerviosos, pero ni me doy ni cuenta de ello porque dada la situación no parece que levantar la voz sea algo muy destacable.

Las manos me tiemblan, inevitablemente, pero al segundo intento introduzco las llaves y consigo arrancar. Creo que nunca me había alegrado tanto de oír el sonido de un motor funcionado... Después de eso no me lo pienso dos veces, frunzo el ceño y piso el acelerador para atropellar a todo "bicho" que se ponga por delante antes de que sean demasiados como para aplastarlos, procurando llegar hasta el porche para frenar frente a él y recoger a los cojos.

Ruth pisa el acelerador pero el coche no se mueve del sitio. El sonido del motor resuena bajo los alaridos de esos seres que golpean los cristales del coche dejando manchas de sangre en los lugares que golpean.

-Ruth, mete la marcha, ¡por Dios!-exclama Scoot fuera de sus casillas.

Parece que los nervios gastan malas pasadas, pero Ruth temblorosa mete la marcha. Pisa el acelerador y el coche se cala. Los dos se quedan en silencio mientras los gemidos y golpes de los zombies suenan fuera del coche.

-Esto no puede estar pasando- digo en voz alta con la mirada perdida en ninguna parte hasta que un nuevo golpe, esta vez en mi propia ventanilla, me hace reaccionar. Doy un pronunciado respingo, esta vez empezando a llorar en silencio de miedo e importencia, y dado que no tenemos muchas opciones me limito a intentar arrancar una vez tras otra.

Si pudiera salir a toquetear el motor la historia sería distinta...

En la cocina se empiezana  oir bastantes gemidos y el arrastrar de pies sobre el suelo. Es parece mantener la calam y Roy, aparentemente, también. Tony y Maria se mantienen juntos detrás de Roy.

Es puede ver por la ventana que los zombies se van hacia la parte de atrás, aunque algunos se mantienen en la parte delantera de la casa. No parece que haya vistas de Ruth y Scoot por ningún sitio, el coche no aparece.

De repente la puerta de la cocina es golpeada por uno de los zombies del otro lado mientras escuchais sus gemidos. MAris nerviosa empieza a gemir y a emitir pequeños gritistos cada vez que uno de los zombies golpea la puerta. Tony tiembla y suda.

Aún podeis escuchar como los de arriba continúan gritando y llamando la atención de estos seres.

- Mierda, ya están aquí... No pienso esperar quieto a que me arranquen un brazos los jodidos rabiosos estos. Tan rápido como pudo con su pierna herida, Roy se abalanzó sobre la puerta cerrada de la cocina. Con todo el peso de su cuerpo, y sin soltar la única arma que poseía, intentaba que los enfermos no pudieran abrir la puerta.

- ¿Veis la furgoneta? Espero que no tarden, porque la cosa se está poniendo jodida...

No tenía ni idea de cuantas cosas de esas habían entrado por la ventana, ni cuanto tiempo podría aguantar las envestidas de los enfermos contra la puerta. Aun con todo, los músculos del leñador se tensaron, preparados para ser forzados cuando fueran necesarios.

Muchos veces gira Ruth la llave con pulso tembloroso mientras los enfermos golpean los cristales del coche. Un consigue romper el cristal del copiloto y agarra fuertemente a Scoot.

-¡Mierda Ruth! ¡Haz que arranque!-le chilla mientras trata de desasirse de los brazos putrefactos de ese ser.

Ruth ansiosa sigue girando la llave en el contacto con algunas lágrimas de impotencia en sus ojos. Ya estaba por rendirse cuando el coche asombrosamente arranca. Esta vez mete la marcha y arranca rápidamente mientras el zombie no sulta a Scoot que sigue en una ardua pelea con él.

Casi no le da tiempo a Roy a apartarse cuando la puerta de la cocina se abre dejándo paso a un par de zombies. Roy recula, Tony y MAria se mantienen detrás suyo meintras Es continúa mirando por la ventana a ver si se acerca el cocho. Parece que Ruth y Scoot tardan demasiado.

Roy protege con su cuerpo a Maria y Tony cuando escuchan un disparo y la voz asustada de Caroline chillando y previniendo de que han entrado dentro de la casa. El disparo da de lleno en la pierna putrafacta del primer zombie. Detrás de los dos primeros veis que hay dos más y otro que comienza a colarse por la ventana rota. Luego oís como los pasos de Caroline se pierden hacia arriba de las escaleras y avisa a los de arriba de las circustancias.

Parece que el caos comienza a adueñarse de la situación.

-¡Scoot! Vamos, ¡puedes con él!- intento animarle mientras tiro fuertemente de su camiseta hacia mí pero en realidad no tanto como querría, suficiente esfuerzo me supone el seguir pisando el acelerador y girar hacia el volante por donde parece haber menos afluencia de zombies mientras nos acercamos a la casa.

"Si no me matan ellos me matará mi histeria" pienso para mis adentros mientras me aferro con más fuerza al volante en un intento de conservar la sangre fría.

- Es, es hora de darnos el piro. La cosa se está poniendo muy mala!!  Roy rugía furioso sin apartar la mirada de los dos zombies que avanzaban hacia ellos.

Tenía el bate preparado para mantener la distancia entre ellos y los dos seres.

- ¿Como está la cosa tío? Abre la puerta y salgamos de aquí ¡Ya! No tardaran en entrar muchos más! No podemos esperar!

Vale, Roy tenía la pierna fastidiada, y la herida no le ayudaría a escapar, pero no le gustaba la idea de quedarse atrapado en una ratonera. Al aire libre, con suerte, tendrían más oportunidades de escapar.

-Está tan bien como lo estará nunca, cierra la cocina y salgamos -digo girándome hacia Roy y poniéndome en pie. Es un todo o nada.

"Quiero a mi hermano, quiero a mi hermano, quieroamihermano, quieroamihermanoquieroamihermano..." se repita en mi cabeza como un mantra en repeat. Podría subir. Abrirles a estos la puerta y dejar que les pase lo que quiera que les va a pasar. Correr, subir a por mi hermano y que, lo que nos ocurra, nos suceda juntos.

-Cuando tú me digas -le anuncio a Roy con una mano puesta en el pomo.

Es se mantiene junto a la puerta decepcionado porque, aunque la vez anterior cuando tapiaron puertas y ventanas no encontraron nada con lo que poder defenderse, de nuevo ve que no hay nada lo suficientemente grande como para poder enfrentarse a esas cosas. Sus ojos pasan de Roy a la calle en dónde, aunque no hay muchos, algunos de esos enfermos caminan hacia la casa, parece que la mayoría se encuentran en la aprte de atrás o intentantdo entrar por la ventana de la cocina.

Mientras tanto, los zombies ya atravesaron la puerta de la cocina acechando a Roy que mantiene detrás suyo a Tony y a Maria que llora desconsolada. Echando un ojo por encima del hombro del zombie, Roy observa que en la cocina ya se pueden contar ocho zombies.

-Larguemonos de aquí, larguemonos de aquí-susurra mientras tiembla tras la espalda de Roy mientras con sus manos tira de la camiseta de este-. ¿Por qué no viene Scoot ya? ¿Larguemonos!

Ruth conduce como puede mientras ve como Scoot se pelea por soltar a ese enfermo de su brazo.

-¡Mierda Ruth, va a morderme!-chilla histérico mientres Ruth trata de atropellar algunos zombies.

Scoot no consigue librarse del zombie y Ruth, tal vez por la histeria, casi choca contra una farola que ocultaban tras de si un grupo de enfermos.

-¡Aaaaaah! ¡Sueltame, cabrón!-chilla mientras Ruth ve como le da fuertes golpes en la cabeza, pero el zombie no le suelta.

-¡Cerrad la cocina! ¡Qué los demás no se encuentren con eso si tienen que bajar! -les grito- ¡Vamos, vamos, hay que salir echando leches!

Y, tras esperar a que cierren dicha puerta, abro yo la de la entrada, listo para lo que me pueda encontrar.