Partida Rol por web

Los ojos de Tlaloc

III. Tierra a la vista

Cargando editor
23/05/2022, 15:04
Mark ''Ahab'' Ahabensson

Pese a no haberse hecho mucho daño con el caída, pocas cosas hieren más que un golpe de realidad. Y eso sí le dolió. Se encontraba en el suelo, impotente ante aquel ser. No le había vencido el miedo, pero ella sí.

Nublado por la rabia, asimilando que poco o nada podía hacer contra ese espíritu, se levantó y se quedó erguido fijándole la mirada. Sabía que su fiel arpón no iba a servir de nada, pero no lo soltó.

 - Nosotros no venimos a saquear tumbas... venimos a poner a salvo una reliquia de Tlaloc... un encargo de su devota gente... -no sabía si los fantasmas podían leer la mente, pero no iba a soltarlo todo de primeras.

Esperó a que Hernando hablase. Había sido su idea de dialogar la que les dio un momento de calma, pues cesaron los ataques de momento.

Cargando editor
23/05/2022, 18:44
Hernando González

Una vez que paso el dolor de la pedrada, y tras ver como de nada servían los ataques físicos contra algo incorpóreo, que además empujo a Mark sin esfuerzo. Quedo totalmente claro que de allí solo un buen uso de las palabras podrían sacarles. Pero el, el pobre Hernando, no era ningún erudito. Dado que Fink se había quedado pasmado con la visión, y Mark rabioso por no poder dañar al espectro, le tocaba tratar de intentar sacarles de aquella complicada situación

-Castellana, no venimos a molestarte, sino que más bien nuestra misión que es la de poner a salvo las reliquias de un antiguo dios, lo que muy bien de paso podrían hacerte libre y otorgarte paz. Haz de saber que un chaman nos indicó que los ojos de Tlaloc deberíamos recoger de esta tu tumba, y llevarlos a una lejana isla. Y se supone que esto sería para beneficio de tu pueblo.-La verdad es que no sabía como proseguir o si aquel espectro pudiera tener algún interés en los problemas de los mortales. Así que trato de añadir algo más, en señal de su buena voluntad.

-Y además, ya que aquí estamos, dinos si hay algo que por ti podamos hacer, y si esta a nuestro alcance, no dudes de que lo haremos. No buscamos tu perjuicio, te ayudaremos si podemos.-

Calmo un poco a Monolito, que tras ver tanto oro, ahora estaba medio muerto de miedo, era un cagado de mucho cuidado. Menudo pirata que estaba hecho, a poco más y le manchaba sus ya sucias ropas. Así que le acarició con cuidado, de la forma en que sabía que le tranquilizaba, y de paso el también se calmaba un poco, que esto de hablar con los muertos no le era cosa de gusto. 

Cargando editor
23/05/2022, 22:12
Espíritu de Mallinali

Mientras Fink seguía alterado y paralizado, Mark trató de poner en situación a aquel fantasma. Sus palabras fueron rematadas por el discurso de Hernando, quien añadió la honorable intención de no venir a hacer daño a nadie, sino sólo por aquellos "ojos".

Pareció que el espectro femenino se calmó un poco.

No sois los primeros que llegan a ese lugar, aunque que hace casi dos siglos que no veo castellanos delante de mi antiguo ser... Os contaré: tras varios temblores que hicieron desplomarse parte de esta tumba, arribaron a este sepulcro algunos marineros capitaneados por una mujer... Entiendo que no sois vosotros -añadió-. No sé cómo dieron con la isla, o si alguna vez quisieron hacerlo pero... una vez aquí, trataron de tomar las dos esferas de Tlaloc, sobre las cuencas de sus ojos. Sin embargo, sólo lograron llevarse uno, puesto que fueron atacados y perseguidos por los Bofos... -¿a quién o qué se refería aquella aparición? ¿tal vez las malévolas criaturas que os atacaron y al campamento de la playa?-. Por ello, huyeron antes de perpetrar el hurto completo. Según Malinalli, la mujer que comandaba a esos hombres hacía llamarse... Read.

La mujer hizo una pausa, y después el espectro dio paso a la advertencia final.

Tlaloc enviará al fondo del mar al que se atreva a jugar con lo que es suyo -añadió-, sin embargo, no soy yo quien os impida marchar con el ojo restante, si es que vuestras intenciones no son perturbar este sueño eterno mío... -la aparición, que hablaba con un idioma como común para todos (¿tal vez resonara en vuestras cabezas cada uno en su lengua?) contenía además un acento propio de los nativos de aquellas tierras nativas-.

Tras estas palabras, el espíritu de la mujer nahuatl se desvaneció sin más. Fink pareció volver algo en sí, con gran esfuerzo.

Notas de juego

Con vuestro siguiente post concretadme si os lleváis el orbe, os vais sin él, tratáis de llevaros oro, dais otra vuelta por el mausoleo, etc. (lo más claramente  posible ) ;)

Cargando editor
23/05/2022, 22:29
Mark ''Ahab'' Ahabensson

Mark parpadeaba tan fuerte que casi podía escucharse el movimiento de los párpados. Una vez desapareció el espíritu, calmó su respiración y se quitó el yelmo para ponerlo otra vez en el cinto. Miró a su alrededor, pero todo en calma.

 - ¿Qué mierda acaba de pasar? -pensaba que pocas cosas le podían ya asombrar, pero este encuentro era la prueba de que estaba equivocado- ¡Fink, Fink, espabila saco de huesos! -zarandeó al inglés al ver que parecía recuperarse.

 - Una mujer llamada Read... ¿os dice algo? -preguntó con curiosidad, debía de ser alguien al menos tan relevante como el capitán Barbeau- si se llevaron un ojo... ¿eso quiere decir que llegamos tarde?

Se acercó a un cascote desprendido recubierto de oro y lo levantó entre sus brazos. Hizo una pausa. Esperó a comprobar que ese acto no levantaba la furia del espíritu durmiente.

 - Deberíamos echar un vistazo por si acaso a ese foso, no es especialmente profundo, y tal vez ella se equivoque y el orbe se les cayera de las manos. Tenemos antorchas y cuerda, por los calzones de Malayedra que no voy de aquí sin asegurarme de que no está.

Salió de la habitación con el oro ente los brazos y bramó.

 - Por cierto, ¿el que hemos escondido nos lo llevamos? Si esa gente vuelve de nuevo podría caer en sus manos y poseer los dos, y no creo que eso le alegre al capitán.

- Tiradas (1)

Notas de juego

dejo una tirada de erudición para ver si me suena esa mujer que comandaba a los piratas, esa tal Read

cojo oro desprendido por los temblores (no intento romper el que esté intacto en paredes), mi intención será llevar el orbe, y del mausoleo sí me gustaría cerciorarme de qué hay abajo; tenemos utensilios como para no morir de una caída (espero, creo, supongo, imagino, confío XD)

Cargando editor
23/05/2022, 22:53
Fink 'El Viejo'

Fink estaba al borde de que le diera un sincope, y tal vez le dió. Por fortuna hubo de ser justo cuando Mark lo agarró y zarandeó sin ninguna delicadeza, lo que evitó que se cayera al suelo. Los meneos que le hicieron crujir sus huesos y los ojos dejaron de estar en blanco lo terminaron de espabilar.

El viejo tenía los ojos muy abiertos, y la mirada clavada donde había estado el fantasma. Se giró varias veces para cerciorarse de que realmente se había marchado, y se sentó tembloroso en un cascote cercanl. Con una mano igualmente temblorosa extrajo una de las botellas de ron y le dio un largo, largo tiento.

— Ay... ay... ay... — consiguió lamentarse mientras volvía en sí. Miraba el sarcófago con ojos de loco mientras se balanceaba hacia atrás y hacia delante— Un espanto. Eso era un espanto... A mi edad ver un espanto no es sano. Yo tendría que estar cuidando de mi huerto, tranquilito. Sembrando patatas. Cogiendo naranjas... No aquí. — decía como para sí mismo — ¿Read? ¿Read? ¿Quién es Read? No conozco ningún Read. ¡No sé leer! ¡ Ja ja! — rió tontamente. Luego se puso muy serio  — Nos lo llevamos. Nos llevamos la bola. Nos dijeron que nos la lleváramos. Miramos lo que brilla en ese agujero, recogemos la bola que hemos escondido y nos vamos, pero... ¿y si vienen los Bofos a por nosotros? — dijo de pronto muy asustado y empezó a llorar.

Pero de pronto el llanto del viejo se convirtió en una risa histérica.

¡Read! ¡Una mujer capitaneando un barco! ¡Lo que me faltaba! ¡Ja ja ja...! — pero la risa se convirtió en llanto de nuevo. Cuando por fin se estabilizó, miró suplicante a sus compañeros — ​​​​​​¿Nos vamos ya?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro yo también erudición por si sé algo de la capitana Read.

Cargando editor
24/05/2022, 08:54
Hernando González

Finalmente Fink se espabilo, y comenzó a volver a la normalidad. No tenía ni idea de quien podía ser esa capitana Read, ni porque motivo buscaría los ojos de Tlaloc, pero era posible que se hubiese llevado una de aquellas esferas. 

-Tenemos una esfera, la otra podría encontrarse en el pozo que dijo Mark o tal vez se la hayan llevado. No perdemos nada por mirar en ese pozo. Y habrá que coger algo de este oro, no es cuestión de dejarlo tirado por el suelo.- La idea de Hernando es coger algún trozo de oro de los que se han desprendido de la pared y del techo. Y por supuesto llevarse la esfera que han escondido. para eso han venido. SI encuentran la otra, también habrá que llevársela. Otra cosa es hasta donde podrán llegar.

-Tendremos que volver con cuidado a la playa, a ver si nos nos atacan esas bestias, y una vez allí, haber si vuelve nuestro barco. Ya que de no volver, no podremos abandonar esta isla.- Y aquello no le hacia ninguna gracia, ya que no parecía un buen lugar para vivir. Muchas criaturas agresivas y ningún barco, aquella no sería vida para un pirata. Con un poco de suerte, el barco se habría alejado por algún motivo y pronto regresarían a por ellos. Aunque muchos habían sido los compañeros y amigos que habían perecido en aquella extraña isla.

-Manolito, si salimos de esta podremos cogernos unas buenas borracheras.-

Cargando editor
24/05/2022, 15:01
Comodoro

Al escuchar ese nombre Fink se acordó de que, por extraño que pudiera parecer en aquel vasto mar, una mujer capitaneaba un barco (mejor que muchos hombres), gobernando con mano de hierro a sus piratas. Si Gunther estuviera con vosotros en ese momento seguro que podría deciros algo más sobre ella. Se llamaba Mary Read, y era una jovencísima londinense, para mas señas, que se decía que vestía como un hombre, pero que era fría y mortal sobre el mar o sobre tierra...

Entonces tomásteis algunas piezas de oro del recubrimiento que tenían los trozos lanzados por el espectro con tra vuestra persona, y con al menos ese valor en el bolsillo desandánsteis vuestros pasos, justo por los mismos sitios y baldosas que antes pisásteis. Pasásteis a recoger el orbe (escondido en el cuerpo del pirata caído), y después continuásteis hacia la salida.

Os detuvísteis en el pozo en el que antes Mark arrojó una antorcha. Era profundo y oscuro (no se veía el fondo).

Notas de juego

Estáis en la sala 3 de los mapas que puse.

Si queréis descender al pozo, ya tenéis la cuerda, y con ello entiendo que descendería uno de vosotros y el resto aguantáis el peso con dicha cuerda. Los que tiren tendrán que hacer una prueba de FUE (dif. 11), y al menos uno de ellos superar la tirada. En caso fallido de ambos, el que penda caería al fondo.

Si pasáis de exploración, narraremos la salida del mausoleo sin problemas.

Cargando editor
24/05/2022, 16:48
Hernando González

Cuando llegaron hasta aquel pozo, aprovechando que tenían la cuerda, Hernando pensó en bajar a echar un vistazo. No le hacía ninguna gracia pensar en coger una esfera, pero pensó que sería el más adecuado de los tres para bajar.-Sujetar bien la cuerda, que bajo a ver que es lo que hay en este pozo. Por cierto, estad atentos y sacarme rápido si os lo indico.- 

A continuación comenzó el descenso con una antorcha en una mano, mientras que sujetaba con la otra la cuerda, aun atada a su cintura, para no caer en caso de susto o ataque inesperado. Ayudándose con la linterna, trata de atisbar en aquella oscuridad, para ver si hay algo. No sin cierto temor a lo que en un lugar así, podría encontrarse.

Manolito hacía tiempo que había salido volando, no era  amigo el loro de aquel tipo de peligrosas misiones. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
24/05/2022, 17:22
Mark ''Ahab'' Ahabensson

 - Ahí abajo -dijo señalando con una morcilla por dedo- ahí vi el reflejo.

Acto seguido, lanzó otra antorcha al fondo, con un poco de suerte se quedaría encendida y Hernando podría vislumbrar el fondo.

 - Con cuidado, no te preocupes que yo te sujt... -su argumento se vio interrumpido por un resbalón- ¡MIERDA!

Vio cómo se deslizaba la cuerda, como un rayo la enganchó y frenó el descenso del pobre Hernando.

 - Uff... Perdón, perdón, tengo la bota llena de los asquerosos gusanos de esa sala -se disculpó alzando la voz para que el español pudiera oírle desde el agujero.

- Tiradas (3)

Notas de juego

EDIT: uy por los pelos XD

Cargando editor
24/05/2022, 20:01
Fink 'El Viejo'

Fink se dejó llevar por sus compañeros. Aunque había recuperado más o menos la cordura se le había quedado el cuerpo cortado de tamaño susto. Seguramente le habría salido alguna cana más en su ligeramente canoso cabello, sin contar que le habían recortado algunos años de vida... Y encima, recordó que, en efecto, surcaba los mares una mujer llamada Read, sí. Eso le llenó de disgusto, además de todo. 

Y allí estaba, pensando en sus cosas, agarrado distraídamente de la cuerda con dos manos flojas, huesudas y artríticas. Se sentía tan viejo, tan cansado, tan asustado, tan inútil...

De pronto, Mark maldijo por un resbalón, y con un chillido de rata Fink tiró de la cuerda con una fuerza sorprendente para su frágil aspecto. Sus brazos canijos y llenos de manchas por la edad se tensaron como dos cuerdas de cáñamo. Notó que se le iban a salir los hombros, y la cuerda le quemó un poco los dedos, pero logró aguantar sin que el español acabara espachurrado contra el fondo del pozo.

 ¡Hernando! ¡Maldita sea, viejo carcamal, pareces más flaco cuando no estás agarrado a un cabo! ¿¡No llevarás a ese loro tuyo encima!? ¡Enjabonensen! —llamó a Ahabensson — ¡Ayúdame... que se nos mata!

Estaba allí tembloroso, que en cualquier momento se le iba a escurrir la cuerda, pero por suerte Mark consiguió recuperarse del resbalón y tiró con esos brazos de arriar sacos de mejillones.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tranquilos, el brazo fuerte de Fink no permitirá que un fiel compañero se piñe.

Cargando editor
25/05/2022, 09:18
Comodoro

Un pequeño tirón en la cuerda hizo tambalear a Hernando un segundo, rebotando un instante sobre su propio peso. El pirata miró hacia arriba, y Mark se disculpó por el resbalón... Éste y Fink, acto seguido, poco a poco iban cediendo cuerda hacia abajo, tratando de mantenar suave el descenso a Hernando. ¿Tendríais cuerda suficiente? Cuando ésta estaba a punto de terminarse, Manolitó dio un salto y... ¡Plof! Se posó en algo en el fondo, tal vez en el suelo. Sin embargo, resonó metálico.

Instantes después Hernando puso el pie en el fondo. Estaba a una profundidad de seis o siete metros. Entonces le pasásteis una antorcha y el pirata del fondo la recogió al vuelo, pudiendo ver qué había en aquella profundidad. Entonces el pozo oscuro perdió su negrura y brilló tanto o más como la sala del sepulcro. Vísteis entonces que sus paredes también estaban labradas y eran perfectamente circulares.

Sus botas pisaban ahora cachivaches de diferentes tamaños, y también... ¡MONEDAS DE ORO!

Hernando pudo comprobar de primera mano cómo estaba pisando un auténtico arsenal de monedas, joyas, collares, piedras de gran tamaño y preciosidad y algún que otro cofre malgastado por el tiempo, que guarecía medioabierto sortijas doradas y cuentas verdes (como las que os dio Chiczahuila en alta mar)... ¡¡AQUELLO ERA UN VERDADERO TESORO!!

Manolito entonces comenzó a saltar de uno a otro lado, subiéndose en los pequeños montones de monedas que allí yacían y saltando a otros con pequeños impulsos.

Notas de juego

Habéis encontrado un gran tesoro. Tal vez incalculable para la época.

Eso sí, es imposible subir todo eso, ya que no disponéis de herramientas, poleas, ni ningún sistema de alzamiento. Tal vez Hernando pueda coger algunas monedas y subir. Y tal vez podáis repetir el proceso de bajada si queréis más oro (con las mismas mecánicas de tiradas). De momento el orbe está con alguno de los de arriba, entiendo.

Cargando editor
25/05/2022, 09:42
Hernando González

Tras algo de emoción en la bajada, por fin llego al fondo, y con ayuda de la antorcha descubrió un verdadero y enorme tesoro. Cogió algunas monedas, pero sobre todo, gemas y joyas, que sabía eran mucho más valiosas. Y tras llenarse los bolsillos, para que no les faltase de nada a los cuatro, cualquiera le decía a Manolito que el no tendría una parte. Se puso a buscar por allí, a ver si encontraba la otra esfera.-Busca Manolito, a ver si esta por aquí la esfera.-

Tras un rato aviso a los de arriba para que le subieran, si había encontrado la esfera, con esta y si allí no estaba, pues sin ella.

-Señores, vamos a ser ricos. A ver si logramos que llegue ahí arriba sin problemas.-

- Tiradas (1)

Notas de juego

Antes de subir registra muy bien aquello, ha bajado en busca de la esfera que falta. Y además de grande, es una cosa muy llamativa y con una energía especial. A ver si entre el y Manolito logran encontrarla. 

Cargando editor
25/05/2022, 12:47
Mark ''Ahab'' Ahabensson

Mark hizo un silbidito al ver a Hernando rodeado de tesoros.

 - Manolito, te compraremos un bonito sombrero para que las fulanas te tiren piropos -rugió desde arriba con una risotada.

Fue tirando fuerte pero con suavidad de la cuerda para hacerle subir.

 - Sabemos llegar aquí, si hace falta venir a por más ya vendremos con más medios.

 - Guardad el orbe y las joyas en el saco de provisiones, no queremos que caigan de un bolsillo si tenemos que correr de aquellos engendros del demonio -desató la cuerda que les había estado uniendo, sujetó el arpón en una mano y la antorcha en otra- saquemos nuestros traseros de aquí.

Notas de juego

yo no tentaría a la suerte haciendo más viajes, no vaya a ser que nos pillen en mitad de la faena o con demasiado peso para correr XD

Cargando editor
25/05/2022, 21:19
Fink 'El Viejo'

A Fink casi se le pasó el disgusto de la locura transitoria que sufrió por la visión de la aparición. Sin duda aquel oro podría ayudarle a las terribles pesadillas que le esperaban.

— ¡Ooooh! Tenemos que sacar todo lo que podamos de ahí, ¿pero cómo? — se preguntaba ceñudo.

Entonces, como dueño de una mente preclara y afilada para menesteres cirujanos, de mecanismos y también de asuntos de piratería, tuvo una idea.

Corrió hacia el cuerpo del pobre desdichado que había muerto atravesado por los virotes y, santiguandose por lo que iba a hacer, se  puso a sacarle las botas a tirones, luego los pantalones, el cinturón y por último la camisa ensangrentada. Si había más allá, que lo había, aquel pirata muerto sabría que no era nada personal. Seguro que él hubiera hecho lo mismo.

Regresó con la ropa en las manos y una sonrisa, dejando tras de sí el cuerpo desnudo y despatarrado del difunto pirata de Mary Read. Al llegar al borde del pozo los lanzó hacia abajo.

— ¡Eh, Hernando! ¿Ves por ahí la esfera? Ten, toma estos trapos viejos que me he encontrado por ahí, uh, tirados  Haz un hato con ello y mete todo lo que puedas. ¡Ya lo repartiremos cuando salgamos de aquí! — dijo frotándose las manos.

Cuando Hernando terminó, hizo como que ayudó a Mark a izar a Hernando con la cuerda, agarró su mosquete y se dispuso a salir de allí con sus fieles compañeros, dejando por supuesto que ellos cargaran con todo.

Notas de juego

A ver si con el hatillo conseguimos llevarnos más tesoro! A donde no lo sé, igual nos lo comemos en la playa hasta que nos hagamos viejos... xD más viejos

Cargando editor
26/05/2022, 09:55
Comodoro

Manolito saltaba y saltaba, pero no hacía caso a su amo. Se dedicaba a divertirse saltando entre montículo y montículo de aquel fulgurante brillo de las joyas y monedas. Desde luego allí no se encontraba el otro orbe (por mucho que Hernando pudiera comprobar); asique, tras llenarse los bolsillos (mientras Fink se marchó un instante y volvió con ciertas prendas), Hernando pudo elevarse de igual modo, mientras Manolito tomaba una moneda en su pico y se subía al hombro de su dueño.

Mark tenía prisa por salir de allí, lo cual no era para menos, mientras que Fink había preparado un hatillo para llevar (o hacer que llevaran) la mayor cantidad de joyas posible... Y tal que así, cuando salísteis de allí por el mismo acceso que habías llegado (ahora mucho más ricos que antes, y el triple de ricos que vuestros compañeros de la Liebre Parda), la luz del sol os golpeó en el rostro.

Ya no había nubes, lo cual era harto extraño, y por contra ahora lucía un gran clima sobre vuestras cabezas.

Cargando editor
26/05/2022, 10:02
Manolito

Manolito, entonces guardó su moneda bajo el pañuelo de la cabeza de Hernando, aleteó y echó a volar. Vísteis cómo se alejaba de allí, a las puertas de aquel gigantesco mausoleo. ¿Habría visto algo el inteligente pájaro? Tras unos minutos volvió volando y se posó en el hombro de su amo.

¡Capitáaaan! ¡Capitáaaaan! ¡El Capitáaaan! -decía insistentemente-.

No hicísteis pues sino seguir la dirección en la que Manolito se había marchado volando y había regresado. Dicha dirección era justo la contraria desde la que habíais caminado antes hasta ese lugar.

Cargando editor
26/05/2022, 10:02
Comodoro

Asique, mientras andábais ya cuesta abajo, escuchásteis un crujido terrible... Un estruendo digno de un cañón, tal vez, pero con menos eco y gravedad, y mucho más largo. Tras mirar a vuestras espaldas, pues aún vísteis el mausoleo tras ellas, vísteis que la estructura de éste comenzó a desplomarse...

La gran cabeza de la mujer esculpida, que bien tendría el tamaño de un barco o dos, cayó hacia delante tras el resquebrajar de su cuello... Cayó de la ladera contraria, por lo que si hubiérais descendido por tal lugar quizá os hubiera aplastado; por otro lado, uno de sus brazos también se resquebrajó por el hombro, y cayó hacia abajo, quebrándose en mil pedazos al golpear contra los árboles y arbustos (y el suelo) de la selva... Y así con toda la figura, cayendo ésta y derrumbando toda la estructura del mausoleo, la entrada incluida... Vosotros corrísteis asustado, mientras Manolito volvió a echar a volar, avanzando en paralelo a vosotros pero desde el aire. Una fina capa de polvo os alcanzó, fruto de los restos del derrumbe...

Sin daros casi cuenta, pues el avance en aquella ladera hacia abajo estaba copada de arbustos y ramaje alto, apartásteis con vuestras manos la última vegetación hasta que aparecísteis en la playa, de repente, y allí estaba anclada la Liebre Parda, a unos ochenta o cien metros de la costa...

Por otro lado, algunos de vuestros piratas y marineros compañeros (diez en concreto) cruzaron corriendo, transversalmente, por delante de vosotros, lanzándose al agua, en puro momento de huida o carrera sobre la playa. No tardaron en lanzarse al agua y comenzar a nadar hacia el barco, allá a lo lejos; y es que no os habían visto, y vosotros a ellos sí, por lo que girásteis la cabeza y entendísteis toda aquella situación: un grupo de bofos, esas criaturas del demonio con los que antes habíais luchado y aspecto terrorífico, les perseguían. Corrían muy a lo lejos hacia su posición (y ahora  la vuestra), y aquello no era una pequeña manada, si no una terrible peste...: decenas y decenas de esos seres pisaban la arena con fuerza y rapidez, con sus bocas abiertas y desencajadas, y sus cuerpos maltrechos y desprovistos de carne... ¡HABÍA QUE HUIR! ¡Y que nadar!

Notas de juego

La situación es un símil de esta escena (no sé si habréis visto las películas de Jack Sparrow):

Bien, este será vuestro último post en la aventura: se trata de la huida de la isla, mediante nado, hasta llegar a la Liebre Parda.

Para ello debéis nadar un pequeño trecho. Para ello haced una prueba de Supervivencia (dificultad 11 si os desprendéis de las joyas, es decir, las tiráis antes de lanzaros al agua, o dificultad 14 si lo hacéis con ellas). Sea cual sea, si falláis, podéis hacer una prueba de INS+DES (dif. 11) para evitar que los tipos os atrapen. En caso de salvarse, habríais de hacer una tercera y última tirada final de Supervivencia (de nuevo, con la misma dificultad de Supervivencia antes elegida)), para llegar hasta el barco (cuyos resultados serían llegar o perecer bajo el agua. Podéis usar doblones, ya sabéis ;)

Damos por supuesto que todos tomásteis una cantidad suficiente del tesoro como para retiraros de la vida pirata y vivir lujosamente durante una grandísima temporada. No obstante, si elegís desprenderos de la carga siempre quedará algún doblón adherido en algún bolsillo que pudo aguantar la huida ahí oculto ;D

Tras el resultado añadiré un post final.

Cargando editor
26/05/2022, 15:18
Mark ''Ahab'' Ahabensson

Su primer instinto fue luchar. No era muy bueno haciendo cuentas, eso se lo dejaba a Fink, pero no había que ser un lumbreras para ver que aquellos eran demasiados. Su segundo instinto fue correr; ese sí parecía acertado.

 - ¡Vamos viejos! ¡No pienso compartir esto con esos engendros!

Se acercó a la playa con largas zancadas.

 - ¡EH, MAMARRACHOS! -gritó a la tripulación que ya estaba nadando, e intentó decirlo alto para que incluso en el barco les escucharan- ¡DISPARAD A ESAS BESTIAS!

Cuando estaba cubierto hasta la cadera, echó a nadar. Su poblada melena y barba le daban un aspecto de oso nadando río a través en busca de salmonetes incautos. Con unos brazos del tamaño de remos, cada brazada era pesada pero le permitía recorrer grandes distancias en poco tiempo. No había mucha distancia hasta el barco, pero se le hizo eterno.

Por el camino, adelantó sin problema a Risbert que con su gordo culo le costaba nadar, y cuando llegó al barco comenzó a subir. No perdió ni un segundo, soltó la carga para moverse con agilidad, le quitó un mosquete a alguien que tenía al lado y comenzó a disparar a los demonios para darles cobertura a los que todavía seguían en el agua.

- Tiradas (1)
Cargando editor
26/05/2022, 17:51
Hernando González

Nada más salir aquel templo se derrumbo, ya no podrían regresar a por tantas riquezas como allí habían quedado. Y hasta tuvieron que correr para salvar sus vidas, ya que aquellas rocas podrían aplastarles con facilidad.

Estaban escapando de aquel desastre, y Manolito se había ido, algo había visto el canalla. Al poco volvió, parecía haber encontrado al capitán, así que para allí fuimos. Y justo nos plantamos en mitad del peligro, menudo olfato el nuestro. Allí había muchos, demasiados monstruos como para pensar en nada que no fuese correr y nadar hasta La Liebre Parda.

-¡Maldita sea! Menuda situación, corred o nos devoran.-Pero era más fácil de decir que de hacer, según llego al agua, cayo al fondo como un ancla, llevaba demasiado peso encima, y desde luego no quería dejarlo. Tuvo que esquivar a aquellos engendros que ya estaban llegando hasta su posición. Y en el proceso muchas fueron las joyas y monedas que al agua fueron, y más que el tiro, ya que entre el oro y la vida, tendría que elegir la segunda, sin la que de nada le serviría aquel tesoro. Aligerado, con lágrimas en los ojos, y escuchando las terribles maldiciones de Manolito, que se podían escuchar en toda la isla, logró nadar y alcanzar el barco. Cosa que con todo el peso que llevaba, no habría podido.

-¡HERNANNNDOOO HIJO PUTAAAAA, VIEJO CABRÓN INÚTIL! ¡MI TESOROOOOO, HIJOOOOO PUTAAAAAAA! ¡MIIIII TESOOOOROOOOOOO!- Ya se calmaría el maldito loro, le costaría un tiempo, pero todo llegaría. De momento estaban vivos, y eso era mucho más de lo que habrían podido esperar. Y alguna joya y moneda, aun le quedaba, poca cosa, pero para alguna fiesta ya tendrían.

-¡Caya ya de una puta vez Manolito! ¡Loro del demonio! O crees que a mi me ha resultado fácil, cacho cabrón, deja ya de cagarte hasta en mi sombra.- Estaban vivos y era para celebrarlo. No para llevarse un disgusto por lo perdido, por mucho que esto fuera. Estaban en el barco, en el mar y con los amigos, estaban vivos. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Salvado por los pelos, si llega a ser codicioso, muere ahogado. Menudo rebote cogerá Manolito.

Cargando editor
26/05/2022, 18:16
Fink 'El Viejo'

Pocas visiones habían dado tanta alegría a Fink como la de la Liebre Parda, que les esperaba como una madre dispuesta a acogerlos con sus gordos y tintineantes hatillos. Hasta Fink llevaba el suyo, tan aquejado de la espalda como estaba. Pero con oro las cosas duelen menos.

Pero poco duró la alegría al pobre pirata, que se horrorizó al ver a los perseguidores. Mark rugió que corrieran, así como Hernando, y el viejo hizo lo propio detrás de ellos con sus piernas arqueadas, pero bien agarrado a su oro.

— ¡Que vienen los befos... que vienen! — chillaba 

Chapoteó por la orilla hasta que no pudo correr más, momento en que se lanzó al agua y empezó a mover frenético sus piernas de pollo, temiendo que una mano despellejada le agarrara el tobillo y se lo comiera allí mismo.

El peso del tesoro le tiraba hacia el fondo de aquel mar embrujado, y fue un milagro que no le diera un jamacuco allí mismo de tan acelerado que tenía su ancianito corazón.Pero ah, ¿qué no era capaz de lograr el poder de la ilusión? ¡Llevaba tanto oro encima como para retirarse los años que le quedaban! Además, nunca había tocado tanto oro en su vida. No iba a soltarlo ahora, ya se hubiera con él.

Finalmente, porque los dioses así lo quisieron, Fin Queeney, alias "El Viejo" llegó tras una eterna travesía a nado, empapado, jadeante, pero con un brillo en los ojos que le hacían parecer mucho más joven. Trepó por los cabos que habían dispuesto y cuando llegó a cubierta volvió a abrazar el hatillo con fuerza. Se inclinó y besó las tablas de madera.

— ¡Lo hemos logrado! ¡Lo hemos logrado! ¡Jajaja!  ¡Todos a bordo, zarpemos, muchachotes! — exclamó junto a sus dos fieles compañeros, a pesar de que todavía quedaba gente en el agua. ¡Pero él no, demonios, que él tenía por delante una jubilación que quemar! No así Hernando, cuyo loro dejó claro la desgracia que acababa de ocurrirle. — Vamos viejo. ¡De nada te servía ese oro si te quedabas sin pellejo! Te... hum, te puedo dar, ya sabes,— se acercó confidente,con cierto esfuerzo y sin soltar su hatillo— un poquito de mi parte. Compartir, esas... esas cosas. A fin de cuentas, ya sabes, lo hemos conseguido un poco gracias a, hum, gracias a tí. Si quieres, eh, que si no quieres no pasa nada. Respeto tu decisión.—se apresuró a añadir, esperanzado.

- Tiradas (1)