Partida Rol por web

Si pensabais que al abrirse las puertas del complejo os iban a brindar una preclara imagen de lo que habríais de hallar en tan inhóspito lugar, os habíais equivocado por completo. Nada más abrirse las puertas, lo primero de lo que se percataba uno era de que la visibilidad quedaba mermada a causa de una espesa nieblina, un sofocante vapor húmedo que emana de las aguas que conforman la mayor parte del complejo.

Bendal Dolum posee sin duda un estilo arquitectónico distinto a nada que vuestros ojos hubiesen podido contemplar hasta entonces. La ciudad no es Maya. Quizás fue erigida por alguna cultura precolombina hasta aquellos momentos desconocida.

Dentro de las barreras y alrededor de todo el complejo, así como en su interior, existe una especie de pequeño lago de aguas estancadas y fétidas. Parece bastante profundo, y en sus aguas crece una vegetación desconocida de un color verde enfermizo, con motas rojizas por todas partes.

Se ven diversas construcciones, desde pequeños cobertizos hasta grandes pabellones, todos ellos rodeados de agua pero unidos unos a otros por una serie de intrincadas rampas resbaladizas y bastante estrechas, algunas tanto como para obligaros a tener que cruzarlas de uno en uno.

Según entráis podéis ver un par de árboles de aspecto retorcido que nacen en el lago y se alzan tan altos como las puertas. No pertenecen a ninguna especie que conozcáis, aunque para ello quizás habría que haber contado con un botánico a mano, un experto en la materia.

El camino de entrada, el más amplio sin duda (podrían cruzar hasta 3 personas juntas sin mayores problemas) llega a un fin en que se ramifica en dos direcciones, un camino hacia la izquierda y otro hacia la derecha. Frente a vosotros hay una puerta de reja cuya cerradura oxidada parece rota. No obstante, está claro que Lockly y los otros han cruzado por allí. Como regalo os han dejado un gruesísimo tronco tirado, trabando la puerta y haciendo su acceso imposible desde ese lado, no al menos sin emplear una fuerza bruta descomunal para destrabarlo.

El camino de la derecha lleva a un pequeño complejo cuya puerta abierta os muestra la oscuridad reinante en su interior. El de la izquierda tuerce 90º, por lo que no podéis ver la puerta de entrada a la minúscula salita a la que conduce.

Y al otro lado de la plataforma podéis ver una pirámide de colosal altura. La plataforma que separa la pirámide de la reja en que os halláis parece una enorme plataforma de culto, posiblemente de alguna religión desconocida hasta la fecha. No es maya, no es azteca, no es nada que hubiese sido encontrado hasta el momento a lo largo y ancho de América.

Algo le hacía pensar que cuando descubrieran por fin aquel lugar vería torres de oro y zigurat de plata, y en vez de aquello habían venido a dar con sus huesos a un extraño templo que parecía más un pantano que cualquier lujo milenario que pudiera imaginarse.

Contrasto aquella idea, por el contenido en oro que había visto en el interior de la anterior fortificación, y seguramente por aquello se esperaba algo con mejor aspecto.

Las putrefactas aguas que cubrían todos los lados no ayudaban a querer internarse en aquel extraño lugar, ni siquiera  bajo la promesa de oro y joyas de valor incalculable. Si alguien era tan necio como para querer llegar allí, tenía que ser por otro motivo.

Y eso no era todo. Estaba dándole vueltas mientras los demás empezaban a moverse inquietos, en que los indígenas habían comandado la expedición hasta este Bendal Dolum, o cómo diablos se llamara, porque aquí residía el humo negro.

Podría ser el mismo humo negro que habitaba el pozo del otro lugar. Podían siquiera estar conectados por algún tipo de canal acuático subterráneo. No parecía posible, pero el cazador anoto mentalmente en su tabla de peligros cualquier cosa que oliera tan fétidamente como el pozo que había expulsado el humo la primera vez. Si algo tenía ese olor, sin duda era un lugar peligroso.

Lo sorprendente era darse cuenta, que se habían auto convencido para rescatar a Denisse y a su padre, yendo de cabeza a un peligro que si guardaba una similitud lejana con el dichoso humo negro, sería una muerte segura.

Y sin duda tras revisar las pocas sendas por las que podían discurrir, aquel lugar era una trampa mortal. Entonces cayó en cuenta de que quizás si alguien caía a esa agua putrefacta fuera sumido a sus profundidades como si se trataran de arenas movedizas, y empezó buscando una cuerda.

¿Quien tiene la cuerda?. Deberíamos de atarnos los unos a los otros, un paso en falso en este lugar puede dar con nuestro huesos bajo esa agua emponzoñada. Creo que cualquier precaución es poca.  

Aquella expedición estaba siendo deo más peculiar, y para seguir, un Bendal Dolum inimaginable. Era un lugar a la vista de Gianna, de lo más desagradable y con pinta de aguardarles horribles circunstancias en su interior.

La idea de la cuerda era de parvulario y quizás un tropiezo de alguno podría arrastras a casi todo el equipo pero más vale algo que nada y como dice Quarter, toda precaución es poca.

La visión que tuvieron del interior de aquellos muros, tras abrir las inquietantes puertas, no mejoró lo más mínimo de lo que habían visto hasta el momento. Incluso empeoró drásticamente.

Aquello era un paisaje de pesadilla y solo provocaba más terror en el ánimo de Gloria. Troncos retorcidos, aguas putrefactas, edificios intimidantes... No, aquello no era para nada un paraíso!

-No toquéis nada!- dijo la periodista- Solo falta que al tocar el agua, las paredes o lo que sea, "algo" despierte y acabe con nosotros.

La idea de Quarter nole gustó a Gloria. Solo faltaba que, por culpa de la torpeza de alguno de los miembros del grupo, todos acabaran en el fondo de aquellas aguas asquerosa. Pero tampoco tenía ganas de acabar perdida entre aquellas inquietantes paredes o solo entre las ramas de aquellos árboles que parecían cobrar vida una vez los dejabas de mirar.

-Yo tengo una cuerda. Algo de luz nos ayudaría a tener algo más de "perspectiva" de lo que nos rodea.

Gianna tiene una cuerda con la que los miembros del grupo pasan a seguir el plan ofrecido de boca de Quarter.

Por otra parte, Heket, mientras se deja amarrar a los demás, contempla su entorno con curiosidad.

-Si quiere luz, señorita Trace, no tiene más que tomar una rama de uno de los árboles de la entrada, o dos si le place. Yo puedo cargar con una tea si lo precisa. Con un par de ramas prendidas podríamos improvisar dos excelentes antorchas. ¿Le parece bien?

Mientras le amarran la cintura, se seca el sudor de la frente con un pañuelito de tela bastante sucio. Lo ha empleado ya una docena de veces para tal menester desde que presenciaron el episodio del humo negro.

-Señor Quarter, por si nos amenazase el peligro, preferiría que sus dos manos fuesen libres de cara a poder empuñar su escopeta sin problemas. Yo, que no sirvo para mucho en el caso de una problemática amenaza, puedo cargar una, y la otra quizás pueda llevarla Mr. Jones o una de las dos damas. ¿Les parece bien la idea?

Era evidente el temor que todos presentaban ante el escenario que les esperaba. Nadie quería dar el primer paso para avanzar en lo que parecía una muerte segura...y nada apacible. Quién deseaba morir entre aquellos asquerosos arbustos? O en las putrefactas aguas? Nadie!

Pero solo tenñian una opción: caminar y salir de aquel lugar.

-De acuerdo, alguien tiene que ser el primero- dijo Gloria amarrándose bien la cuerda a la cintura.

Expirando sonoramente el aire que llenaba sus pulmones, agarró con fuerza la antorcha improvisada y avanzó hacia el camino que iba en dirección derecha. Quería averiguar que había en aquella sala oscura. Fuera bueno o malo... "Que sea bueno...", se autocorrigió la perdiodista.

-Todos bien atentos y que nadie la cague!- Y comenzó a susurrar unas palabras. Gloria estaba rezando???
 

Gloria Trace se amarra la cuerda en primera posición. Tras ella se apresura a unirse Quarter, y detrás de ellos prosiguen Stasi, Jones y Heket.

Una vez todo el grupo se hubo unido, comenzó a avanzar con tiento hacia la sala de la derecha, una de las dos vías posibles. El suelo era resbaladizo, muy resbaladizo.

-Con cuidado. Lo que nos faltaba era caernos en estas aguas inmundas a estas alturas de la película. Vigilad dónde pisáis.

-Este suelo resbala mucho... Mucho... Demasiado...

Intento no caer, pero es difícil. El camino es harto resbaladizo, está muy húmedo y es tan, tan estrecho... Mantengo la mirada firme a ambos lados, intentando no tropezar...

Gloria, en cabeza, intentaba encontrar puntos donde el terreno fuera menos resbaladizo...pero aquello era más difícil de lo que pensaba. Pero poco a poco, se sentía más segura en su avance.

-Mirad donde pongo los pies y seguid mi camino.

Prácticamente a la vez, a causa del resbalosísimo y angosto suelo, Jones y Heket resbalan, cayendo al suelo. El egiptólogo había caído al suelo, pero el anticuario, desafortunadamente, fue a dar directamente con sus huesos a las extrañas aguas que rodeaban todo el complejo.

Como Jones, el que acababa de caer al agua, iba delante de Heket, éste se vio literalmente arrastrado hacia el líquido viscoso, cayendo a la par que su compañero.

El peso de los dos cuerpos en el pantano hizo caer a Stasi, que de pronto se vio acercándose más y más a las aguas.

Al verme arrojada contra el borde del camino, a punto de caer, no pude evitar gritar con todas mis fuerzas. Me daba igual que pudieran oírme Lockly y sus prisioneros o que dejaran de hacerlo. Lo que quería era evitar verme arrollada hacia el fondo de aquellas aguas negruzcas.

-¡¡¡¡¡SOCORROOOOOOOOOOOO!!!!!

El terror se apoderó de los presentes al ver emerger de las aguas estancadas a los dos hombres que acababan de caer. Jones fue el primero en salir a la superficie de nuevo. Heket solo fue visto un instante antes de ser engullido de nuevo por el pantano.

Y mejor así, porque lo que pudisteis ver en Jones se grabaría en vuestras memorias por toda la eternidad.

El hombre emergió de las aguas. Su cuerpo, su cabeza, sus extremidades... Todo su cuerpo estaba siendo envuelto por una especie de planta acuática que lo aprisionaba como no habría podido hacerlo la mejor de las sogas.

El hombre intentó gritar mientras pugnaba en vano por soltarse, pero al abrir la boca, la planta profanó su boca con violencia, entrando tanto por ésta como por sus fosas nasales y sus orejas. Cada vez más y más látigos vegetales se introducían a la fuerza por sus orificios, hasta el momento exacto en que su cabeza se infló como un globo para reventar a continuación, salpicándoos con lo que otrora fueron los sesos y órganos de Henry Jones.

Y el peso muerto de los dos cuerpos seguían arrastrando a Staci hacia el borde del estrecho camino. Y unidos a los dos cuerpos y a ella aún os hallábais vosotros dos, Quarter y Trace, amenazados con seguir el mismo camino.

Me tiré al suelo inmediatamente, lanzándome contra Staci y sujetándola fuertemente por un brazo. Pero el problema es que no contaba con nada más que con mi propio peso para sostenerme, pues nada había a lo que aferrarse.

-¡Trace, por lo que más quieras! ¡Corta la cuerda que nos une a ellos! ¡Deshaz el nudo, haz lo que sea o moriremos los tres!

Intentaba sujetar a la mujer, pero poco a poco sabía que, si no soltábamos el peso muerto, los tres íbamos a caer... De momento aún seguíamos aferrados a la vida, pero sin nada a lo que asirme, nada tangible a lo que aferrarme para no verme arrastrado, acabaría como los demás... No sin ver primero cómo la delicada Staci corría segundos antes el mismo atroz destino que parecía aguardar por mí...

-¡Vamos! ¡Haga algo! ¡Ya tengo a Staci sujeta! ¡Pero debemos deshacernos del peso muerto!

Es triste hablar de nuestros compañeros y prácticamente amigos de esta forma, pero... ¡Es mi vida lo que está en juego!