Partida Rol por web

Los pueblos libres de la Tierra Media

Las extrañas gentes

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19/09/2009, 13:30
Director

Primavera del 2799 de la Tercera Edad.

Bree era un antiguo pueblo localizado en pleno centro de Eriador, en el cruce del Camino del Este y el Camino Verde. Era la mayor población de las tierras que llevan su nombre, una pequeña región civilizada que comprende otras tres aldeas: Entibo, Archet y Combe. Desde la segunda mitad de la Tercera Edad, en la villa y la región coexisten pacificamente los hombres de Bree con un grupo numeroso de extrañas gente que se hacen llamar a si mismo hobbits. Aunque los hombres los llaman medianos, por que miden la mitad que un hombre común.

Bree se eleva en la vertiente oeste de la Colina de Bree, cerca del Bosque de Chet. Al pie del monte se encuentra un centenar de casas de hombres, construidas con ladrillo, madera y piedra. Más arriba en la loma se encuentran los agujeros Hobbit. El pueblo está rodeado por una empalizada semicircular de madera. Dos puertas guardadas se abren del lado oeste y sur respectivamente. Al ser un cruce de caminos importante, Bree canaliza buena parte del comercio de Eriador, y es una parada obligatoria de todo viajero. Por ello hay varias posadas en el pueblo. Una de ellas, la de La Media Pinta.

Aquella posada no era de las mejores de Bree, se encontraba algo alejada del centro de la ciudad, y el dueño era un hombre rudo de aspecto desagradable y mal caracter. Un joven mozo solía tocar música subido en una especie de banquetas y además se comentaba que tocaba de maravilla.

Eddran entró dispuesto a hacer tiempo allí para pasar la noche en una de sus habitaciones y a la mañana siguiente partir en dirección al sur, siguiendo la pista de su amigo desaparecido.

Tres extranjeros llegaron a la posada. Una mujer y dos hombres. Uno de los hombres estaba muy malherido y entre el posadero y el otro hombre lo subieron rapidamente a una de las habitaciones de arriba. Edrran contemplaba la escena desde su mesa apurando su primera pinta de cerveza.

Los extranjeros eran hombres sureños, más altos que un hombre de Bree, y de cabellos rubios, muy rubios. Vestían cotas de malla manchadas de sangre y capas hechas jirones. Estaban mugrientos, con las caras negras y llenas de pequeñas salpicaduras de sangre reseca.

A pesar de todo aquella mujer rubia era muy hermosa, tenía una cara delgada, unos ojos azules como el cielo. El pelo mugriento le caía suelto por la cara, sus labios eran carnosos y su rostro suave y delicado. Pese a su inmensa belleza su mirada era triste. Subió las escaleras tras el posadero y sus compañeros y salió de la escena.

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21/09/2009, 09:55
Edrran

Las pistas que hace unos días le habían dado sobre su amigo habían llevado a Edrran a Bree, una prospera y bulliciosa localidad en la que el comandante nunca había estado antes y, que era, practicamente de paso obligadopara todo viajero ya que se encontraba en una verdadera encrucijada de caminos.

"Seguramente el viejo tambien se detuvo a descansar en una de las posadas del pueblo antes de seguir su camino, ¿por qué desaparecería así?..."

Estaba pensando Edrran mientras apuraba una pinta de cerveza sentado en una de las mesas de la taberna de la posada. Justo en ese momento hicieron su aparición en la posada tres nuevos "clientes", eran dos hombres y una mujer, uno de ellos estaba herido, al parecer de gravedad ya que tuvo que ser ayudado por el posadero cuando tuvo que subir las escaleras que daban acceso a las habitaciones. El otro componente del grupo era una mujer, esta se paró un momento antes de seguir a sus compañeros al piso de arriba, dando tiempo a que el comandante admirara su gran belleza, a pesar del estado en el que se encontraba, llena de polvo y sangre de la más que evidente escaramuza.

Bree parecía un sitio tranquilo y la situación despertó la curiosidad de Edrran, era poco probable que aquello tuviera que ver con los asuntos que hasta allí le habían llevado, pero los rasgos de las tres personas decían que eran del sur, era una buena oportunidad de seguir buscando el rastro de su antguo compañero y mentor.

El problema ahora era como abordar la situación, probablemente aquellos hombres estaban huyendo de alguién y él no tenía la autoridad que poseía en su tierra. Al final decidió que iba a subir al piso de arriba a ver lo que pasaba, al pedir la cerveza había acordado con el posadero que dormiría allí esa noche y ya le había asigando una habitación así que haría como si fuera a ella e intentaría enterarse de algo. Dejo un tiempo prudencial y observó la reacción del resto de la gente que estaba en el local. Cuando vió que la cosa volvía a estar tranquila se levantó y comenzó a subir las escaleras, expectante...

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21/09/2009, 16:12
Director

El tabernero bajó instantes después y lo primero que hizo fue dirigirse a músico, que en ese momento estaba recogiendo las jarras vacias de algunas mesas y pasando un tramo humedecido por la mesa de la madera. Lo apartó a un rincon y habló en voz baja con él.Su cara demostraba la poca alegría que le daba haber recibido a esos nuevos clientes del sur y se mostraba molesto.

Después se dirigió a la barra y se sirvió un trago de whiskey para él mismo. Se quedó sentado en un taburete con cara de malas pulgas.

La gente ya no miraba a la puerta y seguían distraidos a sus cosas, unos jugaban a las cartas, otros entonaban canciones alegres, y la gran mayoría continuaba bebiendo.

Era el momento perfecto para subir. Edrran apuró la jarra de cerveza y se dirigió a la escalera, con el rabillo del ojo comprobó que nadie le seguía ni se había percatado de su movimiento. Comenzó a subir las escaleras cuando se topó de bruces con la mujer rubia que bajaba las escaleras distraida mirando el suelo y estuvieron a un palmo de chocarse.

Oh...Disculpeme caballero. Dijo sin apartar su triste mirada del suelo y haciendose a un lado para dejar paso al hombre de Gondor.

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21/09/2009, 22:48
Edrran

El comandante no esperaba encontrarsela así, de repente, por eso baciló unos intantes... habían estado a un palmo de chocarse en la estrecha escalera y desde aquella distancia Edrran vio su preciosa cara por segunda vez. Cuando ella se hizo a un lado para dejarlo pasar creyendo que el militar iba a su habitación él se decidio a hablar, aún a muy poca distancia

- En realidad subía a hablar con usted- empezó medio avergonzado por el echo de encontrarse tan cerca de aquella mujer -no he podido evitar percatarme de lo delicado de su situación y la de sus amigos., no se quienes son pero no parecen bandidos, les aseguro que podría serles de gran ayuda, ¿podemos subir y hablar en un sitio más tranquilo? no me fio del posadero- acabó señalando con la mano derecha hacía el piso de arriba con seguridad, como quién sabe de lo que está hablando.

Con la mano izquierda y sin que ella se percatase casi podía tocar la daga escondida en su espalda, no creía que aquella mujer fuera peligrosa o fuera a reaccionar mal, pero nunca se sabía y él había pasado demasiadas como para caer en una posada de mala muerte a manos de una desconocida.

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21/09/2009, 23:43
Leowyn Naeth

La mujer le miró de manera desconfiada cuándo Edrran comenzó a hablar, pero mientras este lo hacía, se fijo en sus ropajes caros y nobles y descubrió en ellos el simbolo de Gondor.

¿Es usted Gondoriano? Preguntó controlando la euforia y analizo los rasgos del hombre para asegurarse de que no se trataba de una treta del enemigo.

No parece ser un dunlendino. Dijo tranquilizandose después de estudiar su cara.

Miró a ambos lados. Mi compañero está cuidando de mi otro compañero... ¿Tiene una habitación en la posada? Preguntó la bella mujer, que pese a todo no parecía fiarse mucho de Edrran, pues no despegaba su mano izquierda del pomo de su espada, aunque trataba de hacerlo de forma disimulada.

Necesito papel y pluma. ¿Tiene usted? Por cierto, mi nombre es Leowyn Naeth, soy de Rohan.

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22/09/2009, 08:29
Edrran

Con un leve asentimiento de cabeza, Edrran respondió afirmativamente a las preguntas de la mujer, se veía que el militar no quería estar allí parado hablando, así que comenzó a subir las escaleras seguido por la mujer hasta que llegaron a la habitación.

-"Leowin Naeth... de Rohan... su cara a cambiado cuando a descubierto que era de Gondor, parece ser de fiar y sin duda necesita ayuda"-

Una vez allí Edrran miró hacía el pasillo para comprobar que no había nadie y entraron. Nada más traspasar la puerta el comandante comenzó a hablar con voz grave.

-Efectivamente provengo de Gondor señora, me llamo Edrran- hizo una pequeña pausa y la miró a los ojos - necesitan ayuda y es evidente que se ha alegrado al ver el escudo de mi tierra ¿puedo saber que es lo que les ha ocurrido?, haré lo que este en mi mano para ayudarles- El comandante tuvo que girar la cara unos segundos para apartar los pensamientos que en aquel momento asaltaron su mente, no era el momento de pensar en aquello. Espero la repuesta de la mujer y que era lo que quería escribir en un papel tan insistentemente.

 

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22/09/2009, 16:29
Leowyn Naeth

Leowyn se sentó en un butacón que había en la habitación y pareció agotada, como si hubiera tenido que soportar un enorme peso hasta aquel momento.

Verá, viajabamos mis compañeros y yo por las Tierras Brunas, bueno... antes eramos más. Dijo con lamento. Pero cerca de Tharbad un grupo de dunlendinos nos emboscaron y mataron a la gran mayoría... Entre ellos estaba mi hermano. Hizo una pausa para tragar saliva, pero más pareció una pausa obligada por el recuerdo reciente para poder hablar. No obstante intentó disimularlo y sus ojos no soltaron ninguna lágrima a pesar de humedecerse ligeramente.

Uno de nosotros, como pudo ver, está gravemente malherido. No creo que pase de esta noche... Solo nosotros dos conseguimos retener el ataque en condiciones y huir de aquel lugar. Incluso perdimos los caballos en la refriega... no entiendo como logramos sobrevivir.

Un hombre nos trajó desde Tharbad hasta aquí y solo nos quedaba dinero entre los dos para hospedarnos en esta posada de mala muerte, ahora necesito mandarle una carta a una elfa amiga mía, sé que está cerca de aquí y puede ayudarme.  

Sus palabras eran sinceras y Eddran supo que no le estaba mintiendo, pero no obstante notó que había algo que había omitido en la historia. Era muy raro, pensó el experimentado dunedain, que unos rohirrim cabalgaran por las Tierras Brunas, hogar de sus aferrimos enemigos los dunlendinos.

- Tiradas (1)
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22/09/2009, 17:44
Edrran

Edrran esperaba mirando con la la mirada perdida escuchando la historia de la mujer, intentandole buscar sentido, cuando ella acabó, el comandante comenzó a hablar -Comprenderá señora, que si voy a aqyudarles me tenga que contar la historia con todas sus partes, ¿que hacían en las tierras brunas? ¿que harán ustedes mientras yo entrego esa carta?¿que tipo de mensaje le llevaré a la elfa?-

Eran las únicas preguntas que deseaba conocer antes de acceder a hacerle aquel favor, a parte de las le iba a hacer sobre su particular misión - En otro orden de cosas, necesito saber si en su camino hacía el Norte han visto algo extraño en el camino, busco a un hombre mayor, aunque no anciano, de porte regio, muy fuerte y grande, sería de gran ayuda si me dijera cualquier cosa que su grupo pudiera haber apreciado- se puso a esperar un poco ansioso las respuestas de la sureña.

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22/09/2009, 22:26
Leowyn Naeth

Eran muchas preguntas en poco tiempo y la mujer intentó contestarlas lo mejor que pudo.

No me mal interprete, no quiero que lleve usted la carta a la elfa. Se la daré a un mensajero. Solo necesito un pergamino y una pluma para escribirla. En la carta solo pondrá que necesito su ayuda nada más.

Verá el motivo de que estuvieramos por alli... Su voz comenzó a quebrarse mientras decía esas palabras y la ultima de ellas apenas fue un susurro imperceptible. Por sus mejillas corían un par de lagrimas y la mujer se levantó y se acercó a la ventana para que no le viera el rostro humedecido.

Disculpeme, el dolor aún es demasiado reciente... Han pasado muchas cosas en muy poco tiempo...

Restregó una de sus mangas mugrientas por su cara manchada y volvió a mirar al hombre. Las lagrimas le habían dejado marcas oscuras al mezclarse con la suciedad de su cara e incluso así, seguía siendo tremendamente bella. Como una delicada doncella maquillada que ha llorado toda la noche y su maquillaje ha quedado embadurnando su bella cara.

Sobre lo que usted me pregunta. Dijo recuperando la compostura. Vimos a un hombre caminar hacía el sur por el camino, en las Tierras Brunas, un par de días antes de la emboscada, pensamos que se trataba de un dunlendino y tomamos precauciones, pero al verlo de cerca supimos que no lo era. Quizá fuera otro hombre de Gondor. Se parecía a usted. En cierto modo. Le dimos una cantimplora de agua, porque dijo que había perdido la suya y cada uno continuó su camino. Él no nos preguntó a nosotros ni nosotros a él.

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23/09/2009, 08:28
Edrran

Edrran supo que la mujer hablaba de su compañero en cuanto le dió la información. Estaba atravesando las tierras brunas él sólo... aquello era sin duda buena señal, el viejo sabía cuidarse, pero estaba claro que huía de algo, algo gordo de lo que el comandante Edrran no tenía ninguna información

Sus pensamientos volvieron de repente a lo que estaba ocurriendo en aquella habitación, ¿la mujer sólo quería pergamino y una pluma?era extraño confiarle la historia a alguién si no requieres su ayuda; bueno tanto mejor, así el podría partir a primera hora de la mañana siguiente en busca de su amigo. Edrran miró en la pequeña y mugrienta mesa que además era el único mobiliario a parte de la cama y allí estaba, un viejo tintero, una pluma y un amarillento trozo de pergamino. El hombre de Gondor lo cogió y se lo ofreció a la mujer.

- Aquí tiene señora- al mirarla una vez más y verla así de triste, Edrran no pudo resistirse a ofrecer su ayuda de nuevo -¿están seguros de que no me necesitan para nada más-

 

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23/09/2009, 15:55
Leowyn Naeth

Gracias. Dijo cuando le tendió el pergamino y la pluma. Rapidamente se pusó a escribir en el amarillo papel con unas letras elficas que dominaba correctamente y además escribía con una caligrafia de muy bella factura.

Pues... Dijo levantando la vista del papel. Necesitamos volver a Rohan. Tal vez la ayuda de la elfa no sea suficiente para cruzar las Tierras Brunas. Podría acompañarnos en el viaje.

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23/09/2009, 16:00
Edrran

El gondoriano quedó algo sorprendido por la propuesta que le hizó la mujer, viajarían hacía el sur, hasta Rohan, allí era donde Edrran creía que iría el viejo. Además estaría acompañado, eso era una ventaja para cruzar las peligrosas tierras brunas y los obstaculos que le pusiera el largo camino hacía el Sur...

Tras estar unos segundos pensando su respuesta Edrran le contestó -Creo que de esa forma podriamos beneficiarnos ambos, aunque puede que incluso yo saliera ganando si conocen parte del camino- dijo a modo de broma con una leve sonrisa en la cara- todos ganariamos seguridad en nuestro camino al sur, aceptaré su propuesta- terminó sonriendo y tendiendole la manoa además de para sellar el trato para ayudarla a levantarse del butacon.

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25/09/2009, 15:38
Leowyn Naeth

Trato hecho. Dijo estrechandole la mano a aquel gondoriano y mirandole seriamente con una media sonrisa en la cara. Nos vendrá muy bien su compañia, señor... Edran, Hombre de Gondor. Ahora ire a buscar un mensajero, usted puede presentarse a mi compañero Fhengel, está en nuestra habitación. La primera al doblar el pasillo. Digale que Leowyn Naeth le envía y no creo que desconfie. Nadie sabe mi nombre en estas tierras, ni si quiera el posadero.

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29/09/2009, 13:04
Edrran

Edrran recogió las pocas cosas que tenía en la habitación y se preparó para una posible salida rápida de la posada, en cuanto estuvo listo acompaño a la mujer a la puerta - tenga cuidado con el mensajero al que elije, y aún no se lo he dicho pero tampoco me fio del posadero, si les persiguen deberiamos partir cuanto antes-

Acto seguido Edrran dejó a la mujer y se encamino a la habitación que le había señalado, al llegar toco suavemente a la puerta y hablo en voz baja a la vez que miraba alternativamente a ambos lados del pasillo-Me envía Leowin Naeth, he venido a ayudarles- El comandante se quedó esperando una respuesta desde el interior de la habitación-

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29/09/2009, 21:42
Leowyn Naeth

La mujer le miró con seguridad y contestó de la misma forma.

No te preocupes por mi. Se cuidarme sola y tengo buen ojo para la gente. Mostró una debil sonrisa y salió por la puerta con la carta escondida en la manga.

Tras ver como se alejaba, subió rapidamente las escaleras y fue a la habitación que Leowyn le había indicado. Llamó a la puerta y esperó una contestación...

Notas de juego

Debes esperar un poco.