Partida Rol por web

Maeglin carrega l'arc novament i apunta, a la vegada que va caminant en direcció als fugitius per eliminar distància. Es prepara per cobrir la possible fuita d'algun d'ells.

Siguen huyendo. Podéis observar que el que ha lanzado la lanza coge la de su compañero herido y se prepara para volver a atacar.

Que no queden rastos de la antorcha o de haberla encendido puede deberse, simplemente, a que la encendieran y apagaran con magia; lo que también podría explicar porque los guardias se quedaron dormidos y no oyeron nada... eso o les han pagado muy bien para mentir Cuando digo esto último miro a los guardias con cara de "Lo de la magia para dormiros no me lo creo ni yo" O es que tenéis por costumbre dormir durante las guardias?

Tras mirar por la terraza, Thinion encuentra restos de lo que parecen ser yesca y pedernal, cerca de donde se supone que  se vio la antorcha, pero no sabría decir si son recientes o de hacer algún tiempo. Tras esto se planta ante el primer mercenario del Hacha Mellada que tiene más cercano y por unos instantes deja de ser un muchacho ante la seriedad de su rostro y el fuego de su mirada, mostrando el poder de los miembros de su raza.

-¡¡¡Sí, lo confieso, solemos dormirnos en las guardias!!! -afirma el mercenario casi entre sollozos y con evidentes signos de estar asustado-

Sigo avanzando junto con Maeglin, mientras cargo el arco con otra flecha y cuando ya esté, disparo al que aun se mantiene en pie.

Alcanzas al hombre que os iba a atacar, pero no antes de que realice su ataque. Alcanza con su lanza a uno de vuestros hombres, atravesándole el brazo. Uno de vuestros compañeros que se encontraba cerca de él, le asiste.

Y quien os paga por dormir durante la guardia? o simplemente sois tan cabezahuecas que no entendéis la importancia del trabajo?

Has conseguido impactar en el brazo izquierdo de quien os ha atacado. Ante la situación se retira junto con sus dos compañeros, aunque como uno de ellos cojea, lo hacen lentamente. En ese momento vuestros compañeros montaraces atacan y tres de ellos alcanzan con sus flechas a vuestros adversarios, haciéndolos caer. Los montaraces rápidamente se aproximan, uno de ellos se detiene junto al hombre que fue alcanzado por Maeglin y el resto junto a los otros tres. Os hacen señales para que os aproximéis. El hombre alcanzado por Maeglin está paralizado de cuello hacia abajo, y aunque una flecha le atraviesa el cuello, aún está vivo. Dos de los hombres yacen muertos en el suelo y un tercero está muy malherido, al haber sido alcanzado en un brazo y en un costado.

-Nadie nos paga, se lo aseguro señor, simplemente nos hemos dormido, solemos hacerlo en las guardias, y no somos los únicos. No somos grandes soldados y dejamos mucho que desear. Cuando no tenemos trabajo sobrevivimos robando y saqueando, ya sea a ricos o pobres.- Dice antes de hundir el rostro entre sus manos.

Maeglin s'apropa ràpidament cap als caiguts. Amb una ràpida mirada intenta identificar la possible procedència o exèrcit dels ferits, situant-se a pror del caigut que té la fletxa al cos. Després, preveient que Mellongaladh l'interrogarà, s'agenolla a prop i preparant l'arc de nou vigila el bosc davant la possible presència d'altres incursos, cobrint el sargent per a que es pugui dedicar tranquilament a "treure" informació.

Descarto al de la flecha en el cuello porque lo que me interesa es que pueda hablar, así que me dirijo hacia el tercero que está muy malherido. Si tiene alguna arma cerca la retiro, me arrodillo a su lado y le observo intentando calcular la gravedad de sus heridas para saber que tiempo tengo antes de que se desmaye o muera. Mientras, le pregunto en común para quién trabaja, qué hacía en el bosque, quién le enviaba la señal desde la torre y cual era el objetivo de su misión. Si es reacio a contestar, aunque por un breve instante le concedía el beneficio de la duda, suponiendo que tenga la flecha en el brazo y/o en el costado la retuerzo hasta que me conteste.

Me aparto de los soldados y me dirijo a Cuthalion Debo volver a mi puesto a informar al sargento o me necesitáis aquí señor?

La sombra a la espada del montaraz que suponía el bulto del enano sargento meneó la cabeza en ademán de negar cuando el soldado confesó sus pecados. Un campamento relativamente bien surtido a pesar de su desidia tenía un razón de ser: el saqueo. Eso, por alguna razón, no le extrañaba demasiado.

-Será mejor que volvamos abajo, los exploradores tendrían que hacer una batida, a ver qué encuentran. Wulf sabrá qué hacer con estos dos... -dijo señalando con el dedo gordo a los soldados, pues ya empezaba a descender las escaleras- Y a menos que sepan algo que pueda interesar a nuestro señor, me parece que van a renovar su concepto de la palabra "castigo".

En ese momento aparece lord Camiel, seguido de Halfen, Cúthalion y un par de sus soldados. Tras dar un rápido vistazo a la azotea y asomarse desde el lugar dónde se supone que se realizaron las señales, se dirige hacia vosotros.

-No hay rastro de la antorcha y al pie del muro -señala hacia dónde Camiel se había asomado- hay rastros de yesca y pedernal y las losas del suelo presentan lo que parece ser quemaduras. Supongo que quien haya realizado las señales encendió la antorcha aquí arriba para no llamar la atención, debió de hacer las señales y se fue tras apagar la antorcha, aunque no hay señales de como pudo hacerlo. -Señala a los dos soldados del Hacha Mellada- ¿Habéis interrogado a estos dos?

El hombre a quien interrogáis presenta dos heridas, una en el brazo y otra en el torso, cerca del costado derecho. La del torso aún conserva parte de la flecha.

-Mmmmmmmmmm...¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!, ¡¡¡basta por favor!!!....-dice para acto seguido desmayarse-