Partida Rol por web

Una vez cumplido mi cometido informador, vuelvo a mis tareas en la fortaleza, en estos momentos limitadas a vigilar desde la distancia "discretamente" al sospechoso de manera que "salte la liebre". No tiene que parecer que ahora que ya sabemos que lo va a intentar le vamos a dejar hacerlo fácilmente, tendrá que escabullirse y así se sentirá seguro cuando los compañeros del exterior lo ajusticien. Parece mentira, tanto esfuerzo para atrapar a quien ya sabíamos que era un traidor...

Me voy con el otro montaraz comentado "que habrá hoy para comer?" y nos separamos para ir cada uno a su posición cuando estemos lejos de la torre.

Tras pensarlo brevemente, Tharkin decide que poco va a hacer escondiéndose detrás de un matorral que no sea llamar la atención, así que vuelve al interior, siguiendo con sus tareas y manteniendo vigilado al soldado.

Pasan las horas y llega la noche, todos os encontráis en posición. Los montaraces en el exterior, los cuales en esas horas no habéis visto nada raro, y los enanos en el interior, que han continuado con el seguimiento del sospechoso, el cual, aparentemente ha tenido un comportamiento de lo más normal y en ese momento se encuentra en sus aposentos. Todo está muy tranquilo, las antorchas extienden su luz sobre las murallas y la torre, mientras se oyen las voces de aquellos que pueden disfrutar de un descanso. En la lejanía escucháis la voz de alguien que canta, al cual identificáis con vuestro compañeros Nolenn Notwins, que no será muy diestro en la pelea, pero sí a la hora de entretener a vuestros compañeros.

Es cerca de la medianoche y os encontráis en posición. Tanto Maeglin como Thinion pueden ver sin problemas a Mellongaladh, lo que indica que no se ha ocultado muy bien, y todos si no os veis, al menos intuís dónde estáis, al igual que vuestros compañeros montaraces.

En un momento dado os parece ver una sombra que se acerca por la muralla y va hablando con los soldados que la custodian, varios de ellos parecen retirarse, quedándo sólo esta sombra.

Os habéis puesto en posición en el patio, cada uno de vosotros a cierta distancia y apartados el uno del otro, para vigilar los movimientos de vuestro sospechoso. Tharkin no puede ver a Talin, pero este puede ver perfectamente a Tharkin, lo que demuestra que su compañero enano no ha sabido ocultarse y es perfectamente visible.

En un momento dado vuestro sospechoso sale a hurtadillas de la torre, se esconde, mira para un lado, mira para otro, y disimuladamente anda hasta doblar una esquina. Se dirige hacia el este.

Sonrío, pero más para mis adentros que para el exterior. Me atuso la barba y a la vez echo una mirada hacia mi compañero enano, para ver si se ha dado cuenta. Hay que darle al humano traidor un par de minutos de ventaja para que pueda huir, no serviría de nada sorprenderlo en lo alto de la muralla... Luego ya lo cazarían al otro lado de la muralla, cuando estuviera claro que él es un traidor. Todo va bien. Porque todo va bien, ¿verdad?

Vuestro sospechoso desaparece entre las sombras y mientras tanto esperáis. Tharkin no ve que Talin haga ningún movimiento por lo que queda a la espera (1).

Cuando han pasado un par de minutos, la sombra en cuestión retira un par de antorchas cercanas, dejando ese tramo de la muralla bastante oscuro, por lo que es difícil distinguir a la sombra. Afortunadamente es noche con luna, y aunque no está llena, al menos os aporta algo de luz.

Al haber perdido de vista al soldado, espero en mi posición, pendiente de lo que pueda pasar. Si en unos minutos no se produce ningún movimiento, me dirijo a llevar a cabo mi obligación como soldado de montar guardia en la muralla, no sin antes pasar casualmente por el último lugar donde he visto al sospechoso.

Después de inspeccionar ràpidamente el lugar, voy hacia (también casualmente) un punto de la muralla que esté cerca (aunque lo suficientemente lejos como para no levantar sospechas) de las posibles vías de escape.

Todo apunta que Tharkin y Talin, casualmente, se van a encontrar en lo alto de la muralla. Talin con una ballesta cargada por si puede acertar a ver al traidor y fugitivo. Y si acierta a verle, también tratará de acertarle de otra manera...

Cuando veo que la sombra ya va a escapar por la muralla hago una señal a Maeglin para atraparla y me dirijo también hacía allá sigilosamente.

Por esas coincidencias de la vida ambos salís a la vez de vuestro escondite persiguiendo a vuestro sospechoso. Al llegar al último punto donde lo visteis no observáis a nadie, lo cual os desconcierta, aunque por la dirección que ha tomado creéis que se dirige hacia la muralla. Tras intercambiar brevemente unas palabras para determinar vuestra próxima acción os dirigís hacia la muralla, cada uno por un lado para disimular y rodear al sospechoso.