Partida Rol por web

Thinion sale de la sala de interrogatorios y se dirige a buscar a los enanos, mientras entráis en la sala con vuestro prisionero. La sala de interrogatorios no es muy amplia, dispone de una mesa con varias sillas, un potro de torturas y un poste para dar azotes, y caben, justo con los instrumentos, unas cuatro personas bien apretadas. Dos guardias se quedan en el exterior. Sentáis al prisionero en una de las sillas y os quedáis en silencio mirándole.

Me acerco discretamente a Tharkin y, sin mirarle y murmurado Has herido al espia? porque el oficial ese esta disimulando una herida

- interesante... maese Talin le hirió con su ballesta... - murmuro también a nuestro discreto amigo y me giro hacia Talin.

Per ser exactes, Maeglin ferma el presoner al potro de tortures. Si havien de fer-li interrogatori no volia haver d'estar pendent de si es resistiria.

Sense somriure, i amb cara totalment apàtica, comença a examinar els instruments de tortura, agafant el que pareix més addient per tallar dits. Llavors es gira cap al presoner. Amb veu àtona i avorrida, li explica breument la situació.- Mira, sé que penses "no em treuran res, resistiré" i també penses que realment no ens atrevirem a fer-te mal. Bé, doncs, desengane't. Pensa que sense tenir permis de Lord Camiel ja li vaig tallar un dit tranquilament a un dels teus companys... i ara tenc permís explícit de Lord Camiel per fer el necessari, així que... No, no resistiràs, i sí, si et farem mal. Tu tries quantes parts del teu cos vols perdre abans de contestar. Només és qüestió de temps...- 

Dit això, espera pel si el Sargent vol dir res més, mirant amb cara impassible el presoner. No era una amenaça, era una promesa de dolor.

-Sólo fue un roce, pero ahora mismo vamos a ver cómo reacciona... -digo también en susurros.

Y ni corto ni perezoso comienzo a cargar mi fiel ballesta mientras dejo escapar una sonrisa con cierto deje de sadismo.

Talin, ni corto ni perezoso comienza a cargar su ballesta, mientras sonríe, con cierto toque de sadismo, mirando hacia los dos oficiales. Estos, se percatan de su acción y uno de ellos (1) se dirige hacia él.

-¿Qué haces enano?, ¿por qué cargas tu ballesta?, ¿es que no tienes otra cosa que hacer y te aburres tanto que te dispones a cargar tu arma dentro de la torre?. ¡Hazlo afuera, no sea que se te dispare y causes algún mal!

Tras lo cual se gira y regresa junto a su compañero, el cual esboza una sonrisa, pero sus ojos delatan que tiene cierto nerviosismo.

-Tranquilo, seguro que al enano no se le dispara la ballesta, pero por si acaso vamos a apartarnos un poco-dice el oficial mientras se lleva a su compañero.

a oficial (2) Sin sonreir y con cara de "sinceramente me importa un bledo" Porque os doleis del costado buen hombre? Se os ha indigestado la cena?

OFICIAL 2

-A mí no me duele nada mozalbete, además, lo que me pase no es asunto tuyo- afirma retrocediendo un paso y con la mano aún en un costado.

-¡Sois unos desgraciados!, ¡exijo hablar con el capitán Bergond!, ¡esto no es un trato para un miembro del "Hacha Mellada"!, ¡menudos aliados sois!, ¡dejáis como buenos a los orcos, desgraciados!-grita

Una vez acabada de cargar la ballesta, todavía con la sonrisa sádica en la boca, levanto la ballesta y apunto a nuestro sospechoso.

-Si no queréis salir herido, yo de usted me apartaría -digo dirigiéndome al oficial humano que había salido en  defensa de nuestro sospechoso- Ese que ha llamado mozalbete a Thinion, y que probablemente no hubiera nacido cuando él ya sabía cazar, resulta que, o mucho me equivoco, o es el traidor al que conseguí rozar con un virote de esta ballesta. Esta vez no voy a fallar si le da por huir. Palabra de enano.

Oficial 1

El primer oficial no sólo no se aparta sino que se interpone entre la ballesta de Talin y vuestro nuevo sospechoso

-Ha estado todo el tiempo conmigo planificando las tareas de mañana, así que te has equivocado, enano-esto último con cierto tono de desprecio-Estoy hasta las narices de que vosotros, desde que habéis venido sólo nos habéis dado problemas, ¡no sé quien os pensáis pero ya está bien!-dice con cierto enfado.