Partida Rol por web

Mientras decidís que hacéis Garin da instrucciones y varios de sus hombres entran en la antigua posada, y en los dos edificios de la plaza que aún no habían sido explorados. Al poco rato salen haciendo señales de que no hay nadie en su interior y comienzan a sacar trastos para construir más barricadas.

De pronto se escuchan el sonido de cuernos, tonos largos procedentes desde la muralla norte, que acallan de repente, mientras se escuchan gritos procedentes desde esa zona. Al poco se escucha una gran explosión procedente desde el oeste y el mismo tipo de sonido de cuernos.

-¡Los nuestros deben de haber conseguido superar las defensas! ¡que todo el mundo se prepare!

Los Piratas amontonan trastos rápidamente para construir de forma apresurada una barricada, que ocupan la zona norte, sur y oeste. Todo el mundo se prepara.

-¡Muchachos!, nadie ha entrado en el almacén. Explorarlo y si encontráis a alguien acabar con él, no quiero tener sorpresas en mi retaguardia- les ordena a unos cuantos de sus hombres.

Entiendo que yo estaba cerca del edificio donde pretendíamos entrar así que le digo a los piratas que van a entrar que dentro  hay doce personas en camastros (presumiblemente enemigos heridos), unos cuatro aldeanos prisioneros a los que tienen bajo coacción, como mínimo un orco que es el que estaba gritando y unas tres o cuatro personas más que no he conseguido ver y por lo cual no se si son aldeanos, enemigos o una mezcla de ambas cosas. Entro con los Piratas y quién sea que me acompañe.

-¿Cuatro aldeanos?, interesante -dice uno de los Piratas. Cruza una mirada con sus compañeros y hace señales a Garin.

Al ver que quieres ir con ellos vuelven a cruzar miradas.

-No hace falta que vengas, te agradecemos la información, nosotros nos hacemos cargo de la situación.

Bueno, tampoco me interesa que maten aldeanos así que entro con ellos intentando vigilar tanto a amigos como enemigos.

- No, entraré con vosotros ya que conozco la ubicación de todo. - Dicho esto me adentro directamente en el edificio suponiendo que me seguirán, espada en mano y vigilando también un poco mi espalda, no vaya a ser...

-No tan raudo orejas picudas, ¡yo iré contigo!

-Yo también voy, estoy cansado de estar aquí medio escondido. Además, cuatro orejas picudas oyen más que media docena humanas

-¡Un poco de respeto hacia el orejas picudas, Tharkin! ¡Venimos contigo, Mellongaladh! -exclamo jovial. Al menos habrá alguien para apoyar al otro enano y hacer pared para que haya flechazos por doquier. El plan de entrada es evidente en mi cabeza: dos enanos haciendo de pared para que los elfos y demás arqueros queden protegidos y hacer una pequeña masacre de siervos del mal.

-¡He sido más que respetuoso con el orejas picudas!, ¡aún sigue teniendo el cráneo intacto! -exclama con cierto enfado para luego lanzar un gruñido y mascullar por lo bajo

En cuanto te das la vuelta y le das la espalda a "Los Piratas", ves que hacen señales entre ellos, movimientos de cabeza que parece referisen hacia ti y gestos de asentamiento. No sabrías muy bien el motivo, pero no te gusta nada. Todo esto antes de que tus compañeros dijesen nada.

-Si insistís en venir, por nosotros vale siempre y cuando no molestéis-dice el soldado que habló al principio con Mellongaladh, tras lo cual sigue al elfo, seguido por sus compañeros.