Partida Rol por web

Me acerco a Wulf y le comento que nosotros encontramos unos aldeanos en el edificio (se lo indico) y que los Piratas intentaron matarnos para poder matar a los aldeanos que quedaban vivos.

-¡Vaya!, ¿qué tienes que decir a eso Garin?, ¿también se trata de un error?, porque no sé tú, ¡creo que la pinta del elfo difiere de la de un orco!. ¡Llevaoslos!

Se gira hacia ti

-Si queda alguien de "Los Piratas" dentro llevarlo junto a los demás, me da igual si están heridos o no, ¡que se las apañen como puedan por traidores!. Acompañar a los aldeanos al edificio principal. Estarán protegidos y serán atendidos mientras acabamos de asegurar la aldea. En cuanto los dejéis, podéis ir a saquear y matar a vuestra conveniencia. -Se aleja pero tras dar unos pasos se detiene y se gira- Buen trabajo elfo -y reanuda su camino.

Intento disimular mi cara de sorpresa y vuelvo dentro para decirles a los demás que ya pueden salir los aldeanos, ayudar a Thinion a llegar a un médico y dejar los cadáveres de los Piratas junto al resto de los de fuera.

- Y qué sepáis que Wulf me ha dicho que habéis hecho un gran trabajo, eh Maeglin, al igual hoy te dejan dormir tranquilo en la Compañía Negra.

Maeglin pone mala cara ante los comentarios de Mellongaladh. "El Pirata" malherido sigue gritando, tapándose su inexistente ojo, mientras los aldeanos sigue agazapados en un rincón, aunque han dejado se sollozar y os miran con cara de sorpresa y cierta desconfianza.

Varios soldados entran y se llevan al "Pirata" malherido a rastras, otros han venido a escoltar a los aldeanos a un lugar seguro, aunque estos no se fían.

Dado que es poco probable que en el almacén este se guarde nada de valor, me uno a la rapiñ... saqueo, ¿saqueo? ¡búsqueda de botín! y a acabar con la vida de aquellos que todavía se resistan a las fuerzas invas...libertadoras de los humanos libres. Sí, eso.

Sale del almacén y sigues a un grupo de soldados, los cuales, sin pretenderlo, te van abriendo paso ya que se van encargando de los enemigos que os encontráis, los cuales caen con facilidad. Registras escrupulosamente algunos cadáveres que encuentras y entras en algunas de las casas realizando una inspección detallada, pero se nota que Deveney ha sido saqueada en varias ocasiones y que posiblemente en sus tiempos de bonanza no habría albergado una gran riqueza. Encuentras algunas monedas sueltas de bronce, algunos utensilios de hierro y estaño que recoges por si puedes sacar algo de ellos y alguna que otra arma de calidad normal. Tu mejor recompensa son dos monedas de plata que encuentras en el cuerpo de un mercenario enemigo. Para transportar mejor tu botín, usas un saco de tela que encuentras en una de las casas de la aldea.

Talin, tras comprobar que todo esta en orden en el almacén sale para unirse al saqueo de la aldea. Mellongaladh ayuda a Thinion en lo que  puede. La herida ha dejado de sangrar gracias al vendaje que el propio Thinion se ha aplicado, pero tiene pinta de que no le conviene moverse mucho. En ese instante entra Tharkin.

-Hey, ¡os estáis perdiendo la fiesta de ahí afuera!, ¿no os venís a saquear la aldea?, parece que ya no quedan enemigos, o los que quedan huyen ante nuestra presencia, ¡jajajajajajaja!

Un soldado entra. Parece ser que el combate ha finalizado y se ha tomado la aldea. Os informa de que se el almacén dónde estáis se habilitará como enfermería. Al poco tiempo entran más soldados y comienzan a llevarse a los muertos mientras llegan los primeros heridos. Thinion, dado su estado, se queda sentado en un rincón y al cabo de un tiempo es atendido por un curandero. Le echa un rápido vistazo, le cose la herida, le aplica un ungüento y se va. Tendrá que reposar toda la noche.

Maeglin y Tharkin, tras ayudar a colocar a los primeros heridos salen del almacén, y no los volvéis a ver hasta la noche, al igual que Talin, el cual aparece cargado con un saco de tela con varios objetos.
 

No encuentras gran cosa, aunque por lo que observas, parece ser que aún así eres afortunado porque otros compañeros no han obtenido nada. Encuentras algunas monedas de bronce, alguna que otra arma, como espadas, arcos, flechas o dagas, y algunos utensilios domésticos como platos, vasos, etc., que si bien no son lujosos, podrías venderlos y obtener algo. También algunas ropas, pero salvo que haya algo que busques en especial, no las coges, siendo en su mayoría ropas de aldeano. Lo que encuentras lo metes todo en un saco que coges de una casa abandonada.