Partida Rol por web

Los secretos de "El Roblón"

Donde mora el Ojáncano

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27/10/2014, 13:14
Alicia

Notas de juego

Gasto la taba de inteligencia..... no se que puede ser.

Normal mujer, que en la historia habrán pasado unas horas, pero en la vida real....Mucho :D Ahora te lo escribo

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27/10/2014, 13:28
Director

Alicia estaba desesperada, no conseguía meter la mano allí. Era como si algo invisible se lo impidiese...¿Había terminado ya todo? Entonces, como venido de la nada, la niña oyó en su mente el recuerdo de la voz de la Anjana, unas horas atrás.

Debéis encontrar sus huevos. Son del tamaño de un huevo de oca, de color rojo sanguinoliento y, las leyendas dicen que suelen ponerlos en un agujero en la tierra, que el mismo demonio cierra con una puerta invisible. Para abrir esa puerta necesitaréis una llave de oro. ¿Dónde encontrarla? No lo sé, pero sin duda en vuestro camino encontraréis a quien lo sepa.

Así pues, con toda probabilidad la llave que tenía el ojáncano no era la del cofre...Era la de la puerta invisible que ahora les impedía el paso...

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27/10/2014, 22:09
Alicia

Alicia comenzó a rascarse la barbilla, su hermana lo hacía siempre que se quedaba en blanco en mitad de una historia. Creo haber escuchado una advertencia sobre esto… pero… ¿Dónde? La niña empezó a descartar opciones: los monitores era imposible; de Fliz también, la pequeña mezcla de gato y rata solo charlaba y charlaba pero decía pocas cosas interesantes; el musgogo ni siquiera hablaba…. ¿de quién?

Claro la Anjana, ¿Cómo lo había olvidado? Dijo la niña en voz baja.  Necesitamos una llave de oro para poder abrir la puerta mágica invisible…. Seguro que la tiene el ojancano. Dijo señalando al monstruo. Hay que quitársela.

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27/10/2014, 23:07
Guillermo

Notas de juego

Gasto una taba física para esquivar la patada.

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28/10/2014, 17:41
Lucio "Uzo"

Estaba claro que el pequeño Uzo habíale buscado las cosquillas al ojáncano (nunca mejor dicho). La reacción de pequeño muchacho sólo buscaba, precisamente, provocar de aquella forma al monstruo. Cuando se deshizo del pequeño, éste tragó saliva al ser mirado por el ojáncano tan lleno de rabia: aquellas cosquillas en la punta de la barba... Y luego se extrañó de aquella obsesión como por encubrir esos dos mechones de pelo que tenía.

¡Guillermo! -le dijo el chico-, ¡Hay que tirarle de los dos mechones blancos de su barba! ¡Creo que es su punto débil!

Esperé a ver que respondía el compañero, y si se atrevía a hacerlo, Uzo intentaría sacarle los mechones blancos.

Notas de juego

Claro la Anjana, ¿Cómo lo había olvidado? Dijo la niña en voz baja.  Necesitamos una llave de oro para poder abrir la puerta mágica invisible…. Seguro que la tiene el ojancano. Dijo señalando al monstruo. Hay que quitársela.

No entiendo muy bien este comentario de Alicia. Se supone que ya sabíamos que la llave la tenía colgada al cuello el Ojáncano, ¿¿no??

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29/10/2014, 12:34
Guillermo

Uzo tenía razón, algo había asustado al monstruo y eran los dos mechones blancos de su barba.¡Eran su punto débil! Guillermo pensó rápido en como alcanzarlos, el Ojáncano era demasiado alto para él y tendría que saltar para alcanzar su barba, tendría que saltar mucho.... como un jugador de baloncesto, uno de la NBA.... como Jordan. 

Desde pequeño le había visto jugar, sus saltos, sus mates, sus tiros con canastas imposibles. Cuando no había nadie en el patio había intentado saltar hasta llegar a la canasta, pero ni siquiera había logrado llegar a la red y eso que era de los más altos de su clase. Sin embargo hoy era el día que debía lograrlo, saltar y enganchar uno de esos mechones era el objetivo. Así que imaginándose estar en los Bulls con el veintitrés en la camiseta, Guillermo saltó y en el aire extendió la mano hacia el mechón, en su mente el cronómetro desgranaba los segundos hacia atrás... cuatro, tres, dos...

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30/10/2014, 19:09
Lucía

Tenían la caja delante pero seguían sin conseguir la llave, aunque... Había algo más extraño aún en aquel agujero, por más que intentaban meter la mano siempre tropezaban con algo invisible. Lucía miró a Alicia cuando habló de la llave.

-Claro, la llave que están intentando conseguir Uzo y Guille... Sólo espero que el Ojáncano no les haga daño y puedan cogérsela.

El tiempo corría en su contra y necesitaban los huevos ya o sino no verían la próxima luz del día. Escuchó a Uzo gritar algo sobre unos pelos, seguro que escondía la llave detrás de ellos.

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30/10/2014, 19:26
José Sánchez "Panes"

Por mucho que Panes intentó e intentó llegar a la caja había algo como una especie de cristal que le impedía cogerlo. Alicia también se dio cuenta y les explicó la situación, tenían que conseguir la llave del cuello del Ojáncano fuese como fuese.

El niño se giró para lanzarse a correr en ayuda de Uzo y Guillermo, pero en cuanto dio dos pasos una piedra del suelo se le clavó en el pie, recordándole que había dejado su zapatilla en el suelo cuando se quitó los cordones para poner la trampa al monstruo.

Ignorando la molestia continuó su invisible camino hacia el peludo gigantón.

Notas de juego

Supongo que estoy lejos y tardaré en llegar, sino Panes se lanzá también en ayuda de los 2 niños.

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30/10/2014, 21:11
Lucio "Uzo"

Uzo se quedó petrificado mientras miraba a Guillermo con cara de concentración. Parecía como si fuera un atleta o un jugador de baloncesto. Sólo le faltaba vestirse con una equipación y ponerse a dar saltos por toda la cueva. El chavalín entendía que Guillermo quería arrancarle los pelos, pues lo había entendido perfectamente, y Uzo no hizo sino mirarle, mientras daba pasos hacia atrás, como para coger carrerilla: si su compañero fallaba, él no podría quedarse quieto, pese a su tremendo miedo. Saltaría también, pasase lo que pasase.

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01/11/2014, 13:23
Director

Tanto Uzo como Guillermo habían logrado esquivar los golpes y aplastamiento del Ojáncano, antes de que este se pusiera en pie. Aquello había sido una suerte, puesto que, con toda probabilidad, si el Ojáncano hubiese aplastado en su movimiento al pequeño Uzo, este no hubiese podido contarlo. 
Mientras tanto, Panes se acercaba poco a poco hasta el Ojáncano, cuando comenzó a desarrollarse otra escena que bien hubiese podido ir a cámara lenta. Guillermo, el orondo muchachito se lanzó corriendo contra el Ojáncano que le miró confuso y saltó. Saltó lo más alto que había saltado en su vida en dirección a la barba del Ojáncano. Sin embargo, los siglos que había vivido el malévolo ser le habían hecho ganar mucho en astucia y pudo ver la maniobra de Guillermo mucho antes de que este se acercara a su barba. El Ojáncano esquivó al niño con asombrosa facilidad apartandose del camino (y del camino del pequeño Uzo, quien dio un pequeño y agotado salto) por poco aplastando a Panes (aunque nadie fue consciente de ello salvo el propio Panes), que andaba con los pies magullados. 
Pero no todo era malo. Estaba claro que habían descubierto el punto débil del Ojáncano ya que se le veía furioso...y asustado. Antes de que nadie pudiese decir o hacer algo más, el horrendo ser sacó una flauta y tocó una pequeña melodía.
—Malditos y pequeños bastardos... Os creéis muy valientes. Veamos si lo sois tanto cuando venga la monuca.— mientras decía eso, lanzó una mirada de odio a las niñas, que estaban petrificadas ante el cofre.

Notas de juego

*Guillermo, te lo cuento como "imaginación" y a la vez no. Porque realmente es más "motivación" que imaginación así que das el pedazo salto (y es muy alto, el mas alto que has dado nunca) pero sin gastar taba blanca, solo una física por eso de cansarte ;)

*Si alguien quiere saber que es la monuca, taba de inteligencia. Decirlo por el off para que lo veamos todos :P

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02/11/2014, 19:44
Lucía

Aterrorizada y muy preocupada al ver cómo sus amigos tenían que esquivar los golpes que les enviaba el Ojáncano, Lucía estaba paralizada al lado del agujero, sin saber muy bien qué hacer ya que, sin la llave, no podrían abrir ni el cofre ni saber qué era eso que les impedía seguir introduciendo la mano.

A punto estaba de decidirse a ir a ayudar a los chicos cuando el Ojáncano comenzó a tocar la flauta, pero lo peor no fue eso, fue oír cómo decía que llamaría a la monuca. ¿Monuca? ¿Dónde había oído hablar antes de esos seres?

Se acordó de golpe de uno de los libros que había estado ojeando en el campamento, en él salían animales muy raros y fantásticos, y la monuca era uno de ellos, una mezcla de garduña, como Fiz, y gato montés. Era un bicho muy malo que chupaba la sangre a los corderos y a los niños.

Lucía se estremeció sólo al recordar algunas de las cosas que había leído, sobre todo que odiaba a las mujeres y, tanto Lucía como ella, eran mujeres a las que seguramente les intentaría arrancar los ojos. Por eso el Ojáncano las había mirado a ellas tan mal.

-¡Oh no! La monuca es un bicho muy malo que nos chupará la sangre y nos arrancará los ojos, sobre todo si somos mujeres. Los hombres les gusta, si podéis coger una y la lleváis a casa tendréis suerte, lo que no sé es si los niños también lo pueden hacer. Les gusta chupar la sangre de los niños... pero si sois hombres... ¡Uy, menudo lío! Pero si aparece ese bicho no se puede acercar a nosotras. No, porque nos hará mucho daño.

Lucía había hablado a toda velocidad y de manera un tanto atropellada. Tenían que pensar algo rápido y quizás lo mejor fuera que los niños intentaran capturarla, si era verdad que los hombres podían hacerlo, ¿por qué no ellos? Mientras tanto Alicia y ella podrían buscar la manera de entretener al Ojáncano para robarle la llave. Quizás ahora que estaba ocupado tocando la flauta....

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03/11/2014, 20:16
Lucio "Uzo"

¡La monuca! -sonaba extraño de la boca del ojáncano, pero mucho más terrorífica era la explicación de Lucía-. ¿Chupar la sangre? ¿En serio? -se decía el pequeño Uzo-. Sin embargo, cuando la niña comentó eso, se acordó de porqué estában allí: estaban buscando un antídoto, un antídoto para el veneno que llevaban por dentro. ¡Veneno!

Cualquier veneno pasa por la sangre -dijo Uzo en alto-. Luego miró al Ojáncano. Llama a quien quieras con esa birria de flauta, esa amiga tuya no podrá chuparnos la sangre. ¡Ni se atreverá! -le espetó el muchacho-, si se bebe nuestra sangre le dolerá la tripa como si hubiera comido una bolsa de caramelos de Halloween, o de las que uno puede llegar a formar después de la cabalgata de los Reyes...

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04/11/2014, 13:41
Alicia

¿La monuca? ¿Quién narices era “esa”? A la niña le recorrió un escalofrió cuando Lucia explico de que se alimentaba la “bicha” esa. Pero lo importante no era la monuca era la llave, necesitaban la llave para poder conseguir los huevos y escapar de la cueva. ¿Pero cómo conseguir la llave? Seria mucha suerte que al Ojancano se le callera la llave. ¿Pero cómo podía soltarla? No podía llegar hasta ella, el Ojancano era muy alto, si pudiera moverla con la mente como hacia ese mago de la tele que podía doblar cucharas, o las brujas de la tele. La vecina siempre la llábana “Brujilla”, puede que la llamara así porque tenía algo de sangre de bruja, y si tenía sangre de bruja podría lanzar hechizos como estas y mover cosas con la mente. La niña se fijo en la llave, frunció el ceño y entorno los ojos, concentrándose en que la llave se soltara y callera al suelo.

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06/11/2014, 23:06
Guillermo

Guillermo estaba sudoroso y sofocado después del enorme esfuerzo realizado, miraba con odio y resquemor al monstruo que tenía muy cerca. Había estado a punto de lograr aferrar su punto débil, no obstante su maligna inteligencia le había salvado... de momento. Cuando oyó como llamaba a la tal monuca y la explicación atropellada que del ser, daba Lucia, no pudo menos que estremecerse. Antes había un monstruo, ahora habría que luchar contra dos. No importaba, estaba preparado.

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08/11/2014, 19:36
José Sánchez "Panes"

Caminar descalzo no había sido tan buena idea como le había parecido al muchacho en un primer momento. Las pequeñas piedras se clavaban en sus pies impidiéndole moverse tan deprisa como de costumbre y por poco el monstruo casi le aplasta sin darse cuenta.

Decidió que si quería ayudar a arrancarle el pelo canoso tenía que recuperar su zapatilla, en seguida volvió al lugar donde había dejado su cordón a modo de trampa dispuesto a recuperarlo y volver a atársela.

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09/11/2014, 23:46
Ojáncano

¿O creéis que le afectará? Las ardillas comen setas venenosas pero cuando yo me trago las ardillas no me pasa nada.¡JA! ¡JA! ¡JA! ¿Y creéis que, incluso en el caso de que la afectase, la monuca sabrá que estáis mordidos por el gusano? Pequeños e ignorantes ilusos...os chupará la sangre y arrancará los ojos a vuestras amiguitas dijo señalando a las niñas. Mientras el Ojáncano se reía señalando a las niñas Alicia entrecerró los ojos mirando su barba y algo comenzó a temblar bajo ella. Antes de que el terrible ser pudiese reaccionar la llave se soltó de la cadena con un fuerte click y cayó al suelo. Con un fuerte pisotón, el Ojáncano la piso, hundiendola unos centímetros en el suelo y miró amenazantes a los niños. ¿De verdad creéis que será tan facil? Agarrando el cayado que tenía a su espalda y, sin moverse del sitio, lanzó el cayado contra los niños en trayectoria contra GUillermo...y contra Panes, que corría a por su zapatilla. Aunque claro, el Ojáncano no era consciente de su presencia y tan solo atacaba al que se le había lanzado encima.
Mientras tanto, se empezó a oír un ruido de pisadas y hierbas moviéndose por la parte de arriba de la cueva, justo donde estaba el único agujero que dejaba pasar algo de luz.

Notas de juego

Alicia pierde una taba blanca
Guillermo y Jose pueden gastar taba verde o roja. Recordad a menos tabas verdes, mas cansados estáis. A menos tabas rojas más heridas.

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11/11/2014, 12:54
Lucio "Uzo"

Antes de que cualquier "zurriagazo" como el que su tía le daba al "melón" de su primo, el pequeño Uzo corrió hacia la llave que había caído al suelo. No lo podía creer. Una cosa era hacer desaparecer a alguien con una capa o llamar a una legión de murciélagos, pero otra muy distinta era mover cosas con la mente. Aunque os parezca mentira, al pequeño Uzo ya le habían hecho similares trucos (su primito, como no), acerca de poder transportar algunos objetos por el aire.

Una vez, el primo de Uzo le dicho al muchacho que saliera al huerto, estando los dos en su pueblo. Tenía allí colocados en fila muchos juguetes (la mayoría humanos colocados de pie), pero uno era especial: un monstruo híbrido, cual quimera, apoyado, misteriosamente, sobre un taburete. Por supuesto, éste sobresalía de entre los demás, y el primo de Uzo le dijo a éste que eligiera un juguete, pues lo movería con la mente, sin tocarlo...

Por supuesto, el pequeño niño eligió la quimera, y su primo sonrió "por lo bajini". Entonces, se puso delante del objeto "made in china" y empezó a hacer aspavienteos con sus manos, delante de él, como si le echara polvos mágicos y de entre sus dedos en constante movimiento saliera éste. Entonces, el muñeco de plastico comenzó a moverse, a tambalearse en el aire, y a elevarse ligeramente.

El rostro de Uzo era un poema, sorpresa total.

Entonces su primo retiró el taburete donde se apoyaba la quimera, pero seguía moviéndose en el aire ¡sin tocarlo!

Tras unos segundos el muñeco cayó al suelo súbitamente, haciendo todavía el primo la parafernalia con las manos (de la que Uzo no se había percatado, por supuesto). Ésto, cabe decir, estuvo acompañado de un cuerpo que cayó desde el cielo, con el correspondiente grito de miedo y dolor. El cuerpo era el del primo mayor de Uzo (hermano del anterior), que se encontraba asomado (y escondido) en la ventana del piso superior, sujetando con unos hilos de pescar de su padre el muñeco por dos puntos de apoyo. Desde arriba estaba haciendo el paripé, cuando perdió el equilibrio al querer hacer con la quimera una cabriola, y se despeñó cuatro metros, hasta aterrizar en "la pila" de juguetes.

El primo mayor se partió la pierna. Su hermano, lejos de llamar a algún mayor, se despachó a gusto de risa, y el pequeño Uzo no entendía la situación. Claro que, cuando vino su tía vio "el percal" del asunto y tras llevar al hospital al hijo mayor, el famoso primo de Uzo fue debidamente castigado, por reirse del chavalín en su cara.

Por supuesto, no por ésto Uzo quedó impresionado del poder de Alicia, sino porque, semanas después, vio un programa de David Cooperfield en televisión moviendo objetos, y entonces creyó a ciencia cierta este poderoso hecho.

Notas de juego

Uzo intenta correr para coger la llave.

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11/11/2014, 18:58
José Sánchez "Panes"

Panes no vio venir el cayado centrado como estaba en recuperar su zapatilla. El golpe le hizo perder el equilibrio y caer boca abajo cuan largo era. Si hubiesen estado alguno de sus padres cerca seguro que habría llorado un poco, unas lagrimitas, en busca de recibir su atención y cuidados, pero al estar solo y sin nadie que pudiera consolarle se levantó inmediatamente en busca de su zapatilla y sus cordones.

Notas de juego

Pierde tabas rojas.
 

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12/11/2014, 18:10
Alicia

¡Bien! Grito para sus adentros la niña, tengo sangre de meiga. Aunque no sabía si eso era bueno del todo había odio que en algunos pueblos quemaban a las brujas.

Pero el plan no había salido del todo bien, el ojajncano había pisado la llave y no podían cogerla. ¿Cómo podría hacer que se moviera? Habría que engañarle otra vez. La niña se movió hacia la entrada de la cueva, que estaba medio taponada por las rocas, y grito. Bicho tonto, la entrada está tapada… tu monuca no va a poder entrar. ¡Las piedras nos protegen de ese bichejo! La niña grito con la esperanza de que el ojancano creyera que la cueva estaba totalmente tapiada y se acercara a comprobar que esto era así. Su hermana había usado muchas veces ese truco para robarle el sofá del salón, le gritaba desde la cocina que las palomitas ya estaban hechas, ella se levantaba del sofá para comprobarlo y cuando volvía se daba cuenta que su hermana ocupa su sitio.

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13/11/2014, 14:09
Guillermo

Guillermo no pudo esquivar el cayado lanzado con acertada puntería por el Ojáncano. Recibió el golpe con entereza y a pesar de notar unas lagrimillas pugnando por salir, se hizo el fuerte y apretó mucho los dientes; tanto que estos comenzaron a rechinar y de repente le salió toda la rabia del interior, dio un grito muy fuerte del que él mismo se asustó:

- ¡Ya me has cansado bicho estúpido!

Notas de juego

Pierdo una taba roja.