Partida Rol por web

- Muchas gracias, Billy- digo dejando una generosa propina en el platillo.

Salgo hacia mi auto para volver al motel.

- Allí nos vemos, doctor Moses- saludo con un gesto de la mano. - Señorita Barnes...- digo sujetando la puerta del coche para que pueda entrar y cerrándola tras ella.- Rumbo al motel, pues.

Arranco el coche y tomo el camino de vuelta

Gracias Edmund, es usted todo un caballero comento cuando el galan me abre la puerta del vehiculo mientra sle dedico la mejor de mis sonrisas.

¿quien me habia dicho que en America son todos unos salvajes sin educación?

Cuando llegamos al motel abro la puerta a la señorita Barnes para que pueda bajar del coche. 

- Señor Moses, señorita Barnes... creo que este afortunado encuentro bien merece un brindis. Tengo en mi habitación una botella de scotch añejo que estoy seguro sabrán apreciar. Aunque el mobiliario es escaso, quizá tengan que traer su propia silla de la habitación, jajaja- bromeo- Podemos continuar con la velada allí si no están muy cansados.

- No puedo decir que no a una buena conversación, ni tampoco a un buen scotch. ¡Son mi debilidad! Aunque vine a esta zona para buscar tranquilidad y alejarme de todas las distracciones sociales, una velada tan refrescante como la de hoy merece un buen cierre. Y, admito, me ha levantado curiosidad esas historias del lago. Son ustedes las personas más interesantes que he conocido en mucho tiempo. - respondo con ánimo y cierta excitación, aunque se puede vislumbrar algo de culpa por dejarse llevar por el deseo que por el deber.

Qué escandalo, una mujer joven y soltera bebiendo alcohol con un par de hombres a los que acaba de conocer en una habitación de un motel de carretera..... y en un pais donde el consumo de alcohol esta prohibido...

Vale

Dios mio, ¡¡¡debo estar loca!!!! pero esto es América, aqui las cosas son distintas. Y realmente son unos caballeros, nada puede salir mal. Y ¿quien va a enterarse?

Realmente hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien y vosotr.. ustedes han sido muy amables conmigo.

Si me vieran mis padre me matarian... whisky.. oh, dios mio, lo rebajaré con agua.. o soda... ¿tendrán soda?

No quiero que piensen que... verań, yo soy una mujer decente y ... y al cuerno, no estamos haciendo nada malo. Hacia meses que no tomaba una gota de alcohol y años que no hablaba con casi libertad plena de mi profesión sin miedo a que era carne de frenopático.

que... que nada. Voy a buscar mi silla

- Estas europeas no se andan con remilgos... -comento al doctor cuando Margot sale por la puerta.- Eso me gusta. Algún día las mujeres de este país también podrán sentirse libres de compartir velada y whisky con un par de caballeros sin temor a que se ponga en duda su reputación.

Vaya... no hay vasos...- digo contrariado. Tomo el teléfono de la mesilla y marco el número de recepción para preguntar al señor Brophy si puede traernos unos vasos. Espero a que el señor Brophy responda al teléfono, si es que está...

Yo creo que las americanas no se andan con remilgos Pienso mientras retorno con la silla y unas tazas para el te que encontré en mi habitación.

Eso me gusta. Algún dia las mujeres británicas podremos sentirnos libres de compartir velada y ginebra con un par de caballeros sin temor a que se ponga en duda nuestra reputación

1920... no hay telefonos en las habitaciones. Y posiblemente en recepción tampoco, no habeis visto siquiera poste de señal. No llega la electricidad siquiera, la iluminacion va con lamparas de aceite.

Pero cada habitacion tiene una minicocina con un hornillo a gas y lo basico para hacerse una sopa. Eso incluira alguma taza para el te y al memos un vaso para el agua, no hay problema

Al final pienso que es mejor no molestar al señor Brophy a estas horas de la noche y decido buscar un poco mejor por la habitación. 

Al final acabo encontrando un vaso y una taza que ha conocido tiempos mejores. Voy al baño y cojo el vaso del cepillo de dientes. Ya tenemos tres. Arreglado.

- Scotch de 30 años, caballero- comento al doctor Moses mientras esperamos a la señorita- Pocas veces habrá probado algo igual- digo alargándole la taza.

Suelto una sonora carcajada ante los comentarios de mis compañeros de velada.

- No se preocupe, señorita. Nadie cuestionará su reputación. Podemos decir que este es un encuentro puramente intelectual. Además, ¡no creo que nadie nos haya visto!

Recibo la taza con whisky me la acerco a la nariz.

- ¡Qué maravilla! Reconozco que no he probado nada así antes. Tiene usted una buena arma para socializar - alzo la taza y miro primero a la Srta. Barnes, seguidamente al Sr. Swift, y digo alegremente - ¡Por las nuevas amistades, y por los nuevos misterios!

Saboreo el whisky durante unos segundos, con los ojos cerrados para captar mejor los sabores y aromas. Cuando los abro, retomo la conversación.

- Y bien, ¿cuánto tiempo tienen pensado estar en la zona? Sr. Swift, ¿qué sabe usted de esa serpiente que "no existe"? En mis paseos por la zona, admito que no he encontrado nada interesante, aunque supongo que es lo normal para quien no está buscando. Lo único que merece la pena son las ruinas de un antiguo asentamiento al otro lado del río. Puede que sean las viviendas a las que se refirió Billy. ¡Podríamos ir a verlas mañana! Quizás con una perspectiva distinta podamos encontrar algo interesante.

En cuanto la señorita Barnes entra por la puerta, la recibo con un vaso lleno. 

- ¡Por las nuevas amistades y los nuevos misterios!- secundo el brindis del doctor.

Doy un sorbo a mi vaso y lo dejo en la mesa mientras me levanto para buscar algo en mi maleta.

- Me parece una idea magnífica visitar el asentamiento, doctor. En cuanto a esa serpiente que "no existe"...- pienso un momento con una sonrisa divertida en el rostro y le muestro al doctor la imagen de la serpiente emplumada en el libro que traía en mi maleta.

Por las nuevas amistades y por los galanes del Nuevo Mundo.

Miro con los ojos como platos la ilustración del libro que muestra edmund,

Pero si es Quetzalcoatl, de los mitos mesoamericanos... sería interesante alquilar una barca y dar un paseo por el lago y visitar esos asentamientos

- No estoy familiarizado con dichas leyendas. Qué raro, algo mesoamericano en esta zona... - mi rostro se pone algo más serio, mostrando algo de incertidumbre y preocupación. - Y respecto a lo que saben de la misma ¿entiendo que estamos buscando fósiles, no? ¿la fuente de esta imagen, es fiable?

- Lo mismo pensé, doctor. ¿ Una criatura propia de una cultura precolombina tan al norte? ¡ Tenía que investigarlo!.- exclamo entusiamado-  En cuanto a la fiabilidad de este tomo... es lo que vengo a averiguar, pero le puedo asegurar este es un libro bastante codiciado por aquellos pocos que nos dedicamos a buscar criaturas... que "no existen". El anticuario al que se lo compré aseguró que la persona que se lo vendió había conseguido encontrar una de ellas con las indicaciones del libro... y luego se deshizo de él , horrorizado por lo que encontró. Aunque lo que sí pongo en seria duda, caballero, es la fiabilidad del anticuario. Estoy convencido de que no fue más que una treta de ventas, jajaja- bromeo.

Secundo el brindis de la señorita y le respondo:

- Y sí, me encantaría dar una vuelta por el lago y visitar ese asentamiento. ¿ Qué tal si nos vemos a las 8 en recepción?

A las 8? estaba agotada por el viaje y con el whisky, que aunque estoy rebajando con agua, se me sube un poco a la cabeza,. no creia ser persona tan temprano.
Por contra veia a mis compañeros tan excitados con la posibilidad de encontrar un fosil en el lago y entrar por la puerta grande en la historia de la paleontologia que ansiaba unirme a ellos

uffff... vale... tampoco tenias nada que hacer en lo que regresa el doctor Saunders

En todo caso, un viejo grabado en un viejo libro no es prueba de nada, y si no hay nada al menos pasaremos una mañana muy agradable, si el tiempo acompaña

- Estupendo, a las 8 a.m. nos vemos. Les recomiendo que lleven ropa cómoda. Hay un paseo bastante agradable. - recupero el ánimo y muestro entusiasmo por los planes del día siguiente - Antes de cerrar la noche, y continuando el desarrollo de misterios, Srta. Barnes, ¿podría contarnos algo de la naturaleza del descubrimiento en el que está trabajando junto con el Dr. Saunders? - pregunto distraídamente mientras cojo la botella. Miro a Edmund y hago un gesto, solicitando permiso para servir otra ronda - Señor Swift, ¿damos un último trago esta noche, o lo reservamos para celebrar los descubrimientos?

- ¡ Adelante, doctor! ¡ Sirva!- le digo adelantando también mi vaso para acompañarle en una nueva ronda.

Acto seguido, me quedo mirando intrigado a la señorita, mostrando mi interés en que responda a la pregunta del doctor. 

Acerco mi vaso para que me sirvan otro poco de scotch, creo que se me está subiendo a la cabeza.

Ójala pudiera contestarles con facilidad. El doctor Saunders me envió una carta. Escueta pero plagada de ilusión. El doctor Saunders había encontrado un descubrimiento único del que la quería hacer partícipe, algo que haría volver del revés a las mas racionalistas teorias antropológicas y que volvería el mundo del revés, hablando escuetamente de la prueba de la existencia de arcaicos seres primigenios que habitaban en las mas ominosas profundidades abisales oceánicas, horrores helados que yacían en las montañas antárticas o de criaturas de mas allá de nuestra imaginación provenientes de Plutón o incluso mas allá colonizando las mas altas cumbres del planeta.

Margot!!! No deberias contarselo a nadie!!!! idiota idiota idiota!!! vana pensar que eres una chiflada, a ver como lo suavizo

El doctor Saunders no es un charlatán de feria. Es profesor de la universidad, y aunque su aspecto pueda ser algo excentrico con sus pelos de loco y su bigote breton, es un investigador muy muy reputado