Partida Rol por web

Viernes, 08 de octubre de 2011

Ha sido una noche agotadora y te diriges hacia tu hogar en un taxi que tomaste en cuanto abandonaste los estudios donde estas grabando, no pagan mucho pero es apenas o necesario...

Es una noche fria y los sucesos que se avecinan cambiaran al mundo..

La radio suena a todo volumen y Ed Murrow, el periodista del momento y quien no tiene pelos en la lengua habla acerca de una nueva ley que esta en proceso y que los acoge a todos los periodistas. A diario escuchas sobre esto y como a cada momento se vuelve mas peligroso cumplir tus funciones como heroe.

El Acta de Registro de Superhumanos es una realidad y creo que todos, incluyendo a su humilde servidor estamos de acuerdo en que debe hacerse efectiva y cumplirse a todo rigor. Estamos cansados de que los enmascarados se tomen la justicia con sus propias manos y se haga a un lado los entes del Estado...

No, no, no....estamos cansados de tipos como Fran Castle o mas conocido como El Castigador, tipos como este son asesinos mas que heroes. Estamos cansados de no saber quien cuida nuestra espalda mientras dormimos, como saber si leen nuestras mentes o quien sabe que mas pueden hacer...

Vamos Señores Senadores de Nuestro Pais...hagan cumplir nuestra legislatura, y ustedes señores escondidos, den la cara...

Ed Murrow para el Mundo....ahora un poco de musica

Y una lenta melodia de Jazz empieza a sonar mientras que la lluvia lenta acompaña toda tu ruta sin mucho contratiempo...

Mientras marchaba hacia casa, Glenn escuchaba irritado la radio del taxi. "No puedo creerlo" pensaba intranquilo mientras apoyaba su cabeza contra la ventanilla, sintiendo la vibración del coche y el frescor del cristal en la sien. "Dedico mi vida a ayudar a la gente, a intentar mejorar las vidas de los que me rodean y quieren tratarme como a un delincuente".

Pero rápidamente, la emisora comienza a entonar una suave melodía de jazz, su música favorita, permitiéndole relajarse un poco. Desde que había comenzado su carrera en el doblaje, ya hace mucho tiempo, Glenn había aprendido a modular su voz de múltiples maneras, algunos acentos pero, sobretodo, el recurso vocal que más apreciaba, era su capacidad de no mostrar sus sentimientos mientras hablaba -¿Qué opinas sobre el Acta de Registros esa?- preguntó como desinteresado, con su grave y potente voz al taxista. -La verdad es que yo no sé que pensar sobre ello- a pesar del desinterés que mostraba su voz, Glenn estaba ansioso por conocer las opiniones de quienes le rodeaban. 

El taxista apenas te mira por el espejo retrovisor y levanta los hombros, por su color de piel puedes deducir que como la mayoria de los conductores de la ciudad, es de procedencia arabe y lo mas seguro apenas pueda entablar conversacion o pronunciar palabra.

el taxi continua rodando hacia su destino mientras que por tu mente rondan las ideas en cuanto a la Ley de Registro y quienes estaria en pro y quienes en contra.

Pronto desciendes del automovil a unos metros de distancia de tu residencia cuando el grito de una dama rompe con el silencio de la noche, y cuando diriges tu atencion puedes ver a un par de punks rodeando y golpeando a una chica

¡Ya Callate, perra!!

"Este es un barrio de mala muerte" fue el único pensamiento que surgió en la mente del hombre mientras comenzaba a correr hacia el lugar en donde se producía la agresión. Con un potente grito, Glenn se abalanzó hacia el punk que estaba más cerca con la intención de golpearlo con su puño, pero debido a la velocidad que llevaba, no pudo apuntar bien, por lo que el ataque fue directo contra la pierna derecha del tipejo. 

El Golpe lanza al chico contra una pared cercana y obviamente le has roto la tibia por lo que gime y chilla como una gata en calor. Ante esto el otro toma a la chica y la pone como escudo entre ambos amenazandola con degollarla con un gran cuchillo afilado.

¡Dejame maldito hijo de mierda!!! Exclama bastante alterado ¡Dejame o la mato!!

Las luces de la calle son un poco leves por lo que casi no puedes verle el rostro ni el de la mujer que tiene como rehen

Glenn dió un paso hacia adelante, mostrándose decidido, casi tenebroso. -Piensa en lo que haces- dijo con su profunda voz, como salida de un pozo. -Si se te ocurre hacerle el menor daño a la chica, tanto tú como él- dijo haciendo una ademán con la cabeza hacia su dolorido compañero. -¡Moriréis!- esta última palabra la dijo con mucha decisión, pero se oía extraña, como si la hubiese siseado, dándole un aspecto aún más terrorífico a ese concepto.

Tras unos instantes, Glenn dió otro paso. -Márchate y llévate a tu compañero y no os haré daño, quédate y muere... la decisión es tuya- al terminar de hablar, levantó su mano derecha, indicándole que ahora era el turno de decidir. "Hijo de mierda me llama" pensó Glenn de forma entre asqueada y jocosa, "si supieras lo que puede hacer contigo este hijo de mierda no serías tan gallito".

El hombre al notar tu tono de voz se calma un poco y sonrie mientras ve que todo esta poniendose en su contra

Vamos, maldito..no quiero problemas...solo estamos esperando a nuestro proveedor...Mozart quedó de enviarnos una nueva droguita y nosotros la venderemos a capullos ricos como tu.... Comenta con odio y manteniendo a la dama en medio Solo nos estabamos divirtiendo mientras llegaba....ya sabes....distrayendonos...

La noche es bastante fria y el otro punk solo chilla en el suelo lamentandose de su rodilla

Glenn permaneció quieto, mirando fijamente a aquella escoria mientras éste daba estúpidas explicaciones sobre lo que estaban haciendo. "Malditos desgraciados" pensaba el hombre, mientras sus ojos permanecían clavados en los del joven de la navaja. "Hasta este punto ha llegado la sociedad" sentía una oleada de tristeza y odio a la que ya estaba acostumbrado.

-Me da igual lo que estabas haciendo- dijo con su potente voz una vez el punk terminó de hablar. -¡¿Vendes droga?¿Te drogas tú?! Eso me da igual- su voz sonaba amenazadora y decidida. -Pero deja a esa mujer... márchate y llévate a tu amigo. No voy a haceros nada- "Parece que hay un tal Mozart que está controlando el suministro de droga en esta zona, buscaré información sobre él... pero no esta noche".

-No te lo pienso repetir- volvió a decir. -¡Lárgate!- la lluvia poco o nada incomodaba a Glenn, estaba acostumbrado a todo tipo de situaciones, simplemente se quedó quieto, mirando fijamente al punk a los ojos, esperando que reaccionase.

De pronto y sin que hayas intervenido o algo extraño hubiese sucedido, el punk que amenaza con cortar el cuello de la dama cae al suelo y la sangre salpica a la mujer que entra en llanto mientras que el otro punk asombrado apenas se cubre el rostro y grita aterrado de la muerte de su amigo vandalo.

Ahhhhh!!!.... grita la dama ante este evento extraño.

El punk cae al suelo y no parece mostrar signos de vida. Rápidamente logras notar una silueta en lo alto de un edificio cercano que desaparece tras un muro pero eres consciente que por mas que intentes seguirlo te lleva distancia y altura.

-¡¿Pero qué coño...?!- soltó Glenn al ver lo que acababa de ocurrir delante de él. "Ese tío era un mierda, pero nadie se merece morir así..." pensaba mientras se dirigía hacia el cuerpo del punk, pero inmediatamente decidió ocuparse de la mujer. -¿Estás bien?- le dijo con una voz mucho más suave que cuando hablaba con el agresor. -¿Estás herida?-

Mientras trataba de atender a la mujer, no podía parar de pensar en la figura que había visto en lo alto de un edificio. "¿Un francotirador?... ¿qué necesidad había de esto?" la idea de ir en su búsqueda le pasó por la cabeza, pero lo mejor sería ayudar a la mujer, puesto que había pasado por un gran trauma.

Si, estoy bien..gracias...gracias....me voy....mi familia Sin mas la chica detiene un taxi y sin decir mas sube a el perdiendose en medio de la noche mientras que los chicos quedan en el suelo.

De pronto logras notar algo en la nuca del chico que cayó sin vida, son unos cortes que le seccionaron la columna vertebral dejando entrever las vertebras. Parecen ser garras muy afiladas las que hicieron el daño...pero que?

Que o quien es Mozart?...

"Esto es increíble", pensó Glenn preocupado al observar la herida del punk. -¿Cómo es posible... ha sido demasiado rápido?- susurró mientras se apartaba del cadáver y se dirigía al otro punk, el cual tenía la pierna rota. -Toma esto- dijo mientras le tiraba encima 10 dólares. -Llama a algún taxi y ve a un hospital... y no vuelvas por esta zona nunca... pero antes...-

Mientras hablaba, acercaba su cara cada vez más a la del delincuente. -¿Quién es Mozart y como lo encuentro?- al terminar la frase, su cara estaba a unos escasos veinte centímetros del joven, estaba tan cerca que podía notar su aliento. -Si no me dices lo que necesito no necesitarás un hospital... ya me entiendes- 

El chico con la pierna completamendete destrozada en dos partes no hace mas que chillar y gritar, aun mas viendo a su colega vandalo muerto a unos metros de el. Cuando siente tu extrema cercania empieza a temblar y puedes casi oler sus pantalones

Mo..Mozart...esta...si..si...está en el Bar Xtremo...en Nueva York...si..pero no le digas que te dije.....!!!! El niño se cubre el rostro y llora sin cesar mientras que alguno que otro transeunte nocturno se acerca curioso y le ayuda.

"¡En Nueva York!", Glenn abandonó el lugar y se dirigió a su casa fascinado y emocionado. -Esto tengo que investigarlo... pero no ahora-

Entró en su hogar, no era lujoso pero no podía quejarse de la vida que llevaba. Pensativo, se preparó una cena sencilla, la cual devoró ansioso. Preparó una bolsa con ropa, en la que incluyó su capa de Kishar, "Mañana tendré que llamar al trabajo para pedir unos días libres... de todas formas tampoco estamos en una época muy activa".

Se metió en la cama, pero le costaba dormirse. Por la mañana se subiría a un tren camino a Nueva York... "Bar Xtremo..." pensó justo antes de quedarse dormido.

Pronto, y antes que te dieras cuenta viajabas hacia la gran ciudad pensativo y algo intranquilo ya que eran tierras lejanas y poco conocidas por ti, desconoces los peligros que en sus calles abundan, los villanos que la azotan ni los heroes locales.

Por tu mente se cruzó que podias aprovechar la estancia para pasar algunas hojas de vida y conocer alguno que otro publicista.

Finalmente y caida la noche llegas a la estación, hay multitud de personas que van y vienen chocandose entre ellas sin dirigirse por lo menos una mirada.Conseguir un mapa no fue dificil ni localizar la ubicacion del Bar Xtremo. Es solo tomar un taxi y en unos minutos estarias alli

Glenn se registró en un motel bastante austero. Allí guardó varias mudas de ropa que había traído y su cartera, llevando consigo algo de dinero para alguna emergencia. Guardó su túnica en una bolsa de papel y se marchó hacia el Bar Xtremo en taxi.

En cuanto el taxi llegó al lugar, se colocó la túnica, era bastante fácil porque la llevaba por encima de su ropa de civil. Se acercó hacia el Bar Xtremo y comenzó a buscar una entrada trasera o una ventana en un baño por la que entrar. "Veremos que me espera aquí" pensó emocionado ante lo que podría pasar...

Para tu sorpresa ves una pequeña y abandonada puerta en el lado oeste del edificio totalmente abandonada pero con un par de chicuelos cobrando a los que deseen colarse cualquier dolar.

Kishar se acercó a los jóvenes lentamente, analizando la situación y, al no encontrar peligro alguno, habló directamente con uno de ellos. -Quiero pasar- sonó una voz rasgada, mucho más tétrica que la voz de Glenn, desde el fondo de la oscura capucha al tiempo que del interior de la túnica salió una mano que sujetaba un billete de 50$ y se lo daba a uno de los chavales. 

Casi sin esperar a que el joven aceptase el billete comenzó a pasar. -Y recordad... no habéis visto nada- esto último lo dijo sin girarse, comenzando a entrar por la puerta.

Ingresar ha sido facil.

Ahora te encuentras en una gran sala de unos doscientos metros cuadrados totalmente ilumindad por luces de colores y centellas que van de aqui para alla asi como una cruenta musica a todo volumen que excede en gran parte los limites auditivos.

La visibilidad es poca y tan solo la multitud de personas brincan automatas y parecen drogados o bastante llevados por el alcohol mientras que algunos al verte con el traje empiezan a rodearte formando un circulo alrededor tuyo y hacen corro mientras aplauden y te gritan palabras que no alcanzas a comprender. Otros simplemente bailan.