Partida Rol por web

—¿Estriper yo? No. Pero bueno podría ser. Si hace falta lo hago. De todo he hecho por mi familia. Siempre hay alguie que se quiere abusar de los zombis. Por eso siempre les digo que se queden esperándome en lugares concurridos.

—Pero espere... ¿Dijo que a Celedonio lo metieron aquí dentro? ¡Didí! ¡Voy a matar a es bruja! Habíamos acordado que con mis hijos no se iba a meter.

La zombi sacó algo de su cartera, parecido a esas barritas proteicas que comen los deportistas.

—Toma Ani, cómete esto y espérame en la puerta de la estación. Mamá tiene que matar a una bruja y luego va a buscarte.

Luego miró a Noemí a los ojos.

—Gracias. No tengo cómo retribuirle su ayuda, señora. Y ahora debo volver a entrar para rescatar a mi otro hijo.

Y sin más palabras giró y marchó escaleras arriba.

Cuando Florencio abrió la puerta el vampiro hizo un gesto con la mano y la puerta se cerró sola, evitando que salga

—¿Tan rápido se van? Charlemos un minuto. Eeeh... ¿Baño? Ay, sí, por favor. Pasa por ese de ahí. Ya sabes, ser dueño del lugar tiene sus privilegios, en forma de baño en mi bacón privado. Además es más limpio que el baño público de abajo, que las chicas de limpieza se esmeran más en este porque ninguna quiere recibir una reprimenda en privado, jus jus.

Dejó que Pepe pase al baño, si es que de verdad quiere ir, una puerta en la punta opuesta del balcón.

—Y para gustos, yo no discrimino. Chicas, chicos, flacos, gordos, jóvenes, viejos... Como decía una canción de cuando era joven, "en la variedad está la diversión".

—Pero acerquense que no muerdo. Al menos no por la fuerza. Pueden coger las bebidas que quieran, y si nos hacemos amigos puedo darles un pase libre para la barra de la pista, ser amigo del vampiro tiene sus privilegios.

Pues que te vaya bien matando brujas.

-Pero a ver, ¿qué  sucede ahí dentro? ¿Qué pasa con los zombis? -Insistí. Que vale que a su hijo no quisiera que lo tocasen, pero daba la impresión que no le importaba una m... lo que hiciesen con los otros.

¿¿Señora?? Casi que le suelto una ostia. En vez de eso sonreí con muchos dientes, más falsa que Judas. -No me tienes que retribuir con nada, si Anita y yo ya somos como viejas amigas, hemos compartido cabezas de pollo -de forma virtual- Tú solo cuéntame de qué va esta movida. Y si pillas algo de valor, te lo agradeceré con infinita gratitud. Y de paso cuida de mis colegas, que andan despistados, no sea que se resfríen.

En la barra había muchos tragos con nombres alusivos. Además del famoso bloody Mary podía encargarse un whisky sangriento, daikiri de hemoglobina, licor de ultratumba, etc. Mucha granadina, jugo de tomate, pulpa de frutillas y similares.

Cogieron sus bebidas y dieron otro paseo por la pista. Iban entrando más personas, aunque aún faltaba para que se llenaste. Mucha gente parecía venir directamente de los festejos del campeonato sin haber pasado por sus casas.

Ya iba pasando mucho rato y no tenían noticias de sus compañeros que habían subido por la otra entrada.

si claro tomemos algo para disimular le respondió con un guiño. Necesito esa copa y muchas más para olvidar lo que he visto

un bloody Mary para mí y lo que el quiera yo invito le gritó al de la barra para hacerse oír, tras im rato mirando para encontrar a sus compañeros le susurró al oído a Pablo oye no les veo, demos un vistazo por arriba, si nos encontramos alguien tú haz como que nos enrollamos.

—Didí, la bruja, ella exclaviza zombis para el dueño de este lugar. Yo recurrí a ella en una emergencia, y ahora estoy comprometida de por vida. Pero ella prometió que no se metería con mis hijos.—Susurró a gritos desde el segundo escalón e inclinándose para que Noemí escuchara claramente.—Ahora, si quieres ver lo que pasa sígueme, tus amigos ladrones tendrán suerte de que no los zombifiquen si tocan alguna de las antigüedades de Didí. Las riquezas del dueño... Supongo que las tendrá en una caja fuerte o algo así. Nunca las ví, aunque en su balcón tiene algunos objetos lujosos.

Eh... Dame una sangría para mí. Gracias Jenny. No puede ser que esto me esté pasando. Vamos Pablo, déjate llevar y no pienses en lo que será estones un juego sólo por esta noche. A las doce se acaba todo como en el cuento de la cenicienta. Mientras tanto guarda cada detalle en tu memoria.

Abrazo a Jenny de lado por la cintura con la bebida en la otra mano. Vamos Jenny. Subamos a ver qué sucede en esos balcones. A último momento casi me arrepiento de pasarle el brazo por la espalda, pero ya iniciado el movimiento detenerlo sería más evidente. Sólo espero que no haya notado el titubeo.

—Claro, amigos... en realidad eso es una pequeña utopía. A lo largo de la historia los humanos y los vampiros no se han llevado muy bien. Siempre hemos sido presas fáciles. Y como comprenderás tenemos algunas reticencias. Personalmente, nunca hubiese imaginado que había vampiros en Madrid. Y sí, sería interesante ser amigos, ya he visto que en estos momentos tienen una gran “pantry”de donde alimentarse. Y eso me deja algo aliviado.

Ademas no queremos ser groseros, aceptaremos gustosos el pase libre para la barra de la pista ¿verdad Floren?

La mente de Pepe funcionaba a mil por hora, las ideas de cómo y porqué las instituciones de Madrid y los Vampiros se habían aliado en contra de los zombis le estaba empezando a derretir el cerebro, incluso empezó a notar la necesidad imperante de ir al vampibaño.

Un puñetero vampiro y con poderes, aquello escapaba a lo que Floren se esperaba encontrar. A pesar de que hablaban de la cueva del vampiro, no se esperaba que justo tras la primera puerta que abrieron, se encontrasen con uno. Aquello le dejo, en shock, y tardo un rato en volver a poder pensar con claridad. Menos mal, que Pepe había encajado mucho mejor que el, aquella sorpresa.

-Disculpe si mis modales no han sido los mejores, pero la verdad es que no me esperaba encontrar a un vampiro aquí. Algo había leído y también oído, pero es la primera vez que me encuentro con uno, y lo cierto es que tranquilo no estoy. Así que si a usted no le parece mal, una vez que hemos hablado un rato, nos gustaría ir a ver el resto del local, y tomar unas copas, tampoco nos vendría mal.-

No sabía que es lo que podría hacer contra aquella criatura, pero desde luego que antes de que les hincase el diente, trataría de defenderse. Justo tras la primera puerta, y bingo, un vampiro. Era mucho lo que desconocía, demasiado.

Esclaviza zombis. Qué dramático. Yo sigo fumando. -Tu madre es una dramas, Anita. Me cae bien, parece defiende a los suyos.

¿Seguirla? No, que va. No tengo tanta curiosidad. Brujas, zombis, doctores maléficos. Final del mundo de fútbol, joder vaya día. 

Aunque eso de la caja fuerte...me tienta...mucha tentación para la Number One de las ladronas de lo que queda de la Vieja Europa. Pero no puedo entrar con Anita, y con lo despistada que es la niña, si la dejo, lo mismo se me va a la Gare du Nord de París. Y luego está el loquero Miguelez que quiere a la enana, seguro que es un pervertido de la ostia. Mira, si me lo encuentro, se lo echo al trasto que le de un buen mordisco.

-A ver, preciosa, cómete la barra de proteínas. Va. Ven, dame la mano, nos vamos de tapeo, unas barras y esperamos a tu madre en la estación. Que tengo sed. Y allí hay mucho guiri, con esto de la final, seguro que nos hacemos de oro. 

Me largo con la nena, es lo mas sensato. Mientras, les hago una llamada grupal.

-Eh, tíos. La mandamás es una bruja, Didí. Esclaviza a los zombis para otro tipo. La mami de Anita va para allá, en busca del Cele y de cargarse a la brujota. Mejor os vais saliendo antes de que os transformen en podridos con la varita mágica. Si de paso encontráis la caja fuerte, traedla, que yo la abro. Nos vemos en la estación, que tengo una cita. Agur.

En cada planta había un pasillo con alfmbras en pisos paredes y techo que daban paso a varios balcones. La mayoría de esos balcones estaban cerrados y e ellos se podía escuchar música de diferentes estilos. En un par había músicos tocando en vivo para un público reducido. Unos pocos balcones tenían las ventanas abiertas permitiendo unavista privilegiada de la pista y el escenario.

Iban subiendo la escalera que llevaba al tercer nivel de balcones cuando una voz ronca los llamó.

—Ea, ustedes dos. Dónde van?—El guardia los llamaba desde el pasillo, cuatro o cinco escalones por debajo de ustedes. Estaba comiendo un consomé que también seguía el mismo tema que los tragos: una salsa rojiza con trozos de algo que asemejaba cerebros.

—Los balcones de allí arriba son el área exclusiva. Si no tienen pase VIP no deberían subir.—cerró la frase llevándose otra cucharada a la boca.

Los sentidos de Pepe estaban muy agudizados para observar cada detalle y cada gesto del vampiro. Claramente estaba jugando con ustedes. Hambre no podía tener cuando acababa cenarse una zombi, y además tenía todo un cargamento más que le habían bajado del camión. Años de comida fácil habrían rebajado sus ganas de pelear para conseguirla, pero aún así los miraba a ustedes con ojos ávidos, como se mira a un postre de esos que no se consiguen fácilmente. ¿Quizá pretendía cambiarles sangre por bebidas? Probablemente si ustedes no se regalaban, en algún momento él se conformaría con algo más fácil de conseguir.

El vampiro se levantó y volvió a la barra.

—¿Tan obvia es mi condición?—Se pasó la lengua por uno de los colmillos más desarrollados—Deberé decirle a mi maquilladora que se esfuerce un poco más. ¿Quieres un wisky? Con hielo. El wisky es escocés, el hielo es noruego, de un glaciar. Eso si les creemos a los proveedores. Toma.—Le extendió el vaso a Florencio y al hacerlo aproximó rápidamente la cara a su hombro, tanto que Floren ya esperaba el mordisco; pero no sucedió. El Vampiro inspiró profundamente.

—El problema con los zombis es el olor. Tienen su ventaja, claro. Si pierdes el control y no sabes detenerte a tiempo, nadie vendrá a preguntarte por un humano muerto. Toma, otro wisky para ti—dejó el vaso para Pepe sobre una mesita, pues este ya estaba cerca del baño.—¿Saben que una de las cosas que más influye en la calidad del whisky es el agua que usan para hacerlo? Por eso el hielo que le pongas debe ser el mejor. Échale un hielo de agua del grifo y su olor arruinará la bebida. Eso es lo malo con los zombis.

—Yo no soy malvado, no pienso mataros. No quiero problemas con inspectores sanitarios ni policías. Sólo una probadita, de ustedes o algún amigo o amiga. Nombren su precio. Porque si algo aprendí en mis... muchos años de vida, es que la amistad tiene un precio.

A todos os llega un mensaje de audio de Noemí

-Eh, tíos. La mandamás es una bruja, Didí. Esclaviza a los zombis para otro tipo. La mami de Anita va para allá, en busca del Cele y de cargarse a la brujota. Mejor os vais saliendo antes de que os transformen en podridos con la varita mágica. Si de paso encontráis la caja fuerte, traedla, que yo la abro. Nos vemos en la estación, que tengo una cita. Agur.

Decid si lo escuchais frente a quien tengáis cerca, o describid qué hacéis para escucharlo en privado.

Anita cogió de la mano a Noemí para cruzar la calle.

—¿Sabes que parte de las proteínas de esta barrita son cesos de cerdo? Dicen que todo lo que sobra del cerdo porque los humanos no se lo comen, lo procesan para hacer "proteínas". No sabe tan rico, pero llena igual. Mamá cuando se aleja largo rato de nosotros siempre consigue muchas de estas. ¿Las estripers consiguen muchas barritas de estas?

-Tu mamá no es stripper, o eso dice. -cruzamos a la otra calle- A los humanos siempre nos han metido mucha caca en los alimentos. Eso, entre otras cosas, ha provocado nuestra degeneración.

Y a saber si son sesos de cerdo o de personas. Que no me extrañaría que metan zombis en las barras estas. - A ver 

Huelo la barrita y se la devuelvo. -Apesta un poco, ¿no lo notas? -Que vas a notar si tú hueles a alcantarilla.

-No pierdas el amuleto, Anita -ahora ya me encaja en todo este asunto.- Oye, y tú y tu familia, ¿ cómo os habéis transformado en zombis?¿Hace mucho, dónde pasó, y tu papá?

Yupiii!! sonó el tono de un mensaje en su teléfono. Pepe lo había elegido porque le hacía gracia, pero no era de los más populares. Sacó el móvil de su bolsillo y lo miró delante de su nuevo amigo. Pudo leer: audio de Noemí.

Noemí estaría en problemas, pero en ese momento no quiso saber nada de lo que decía, ellos estaban en problemas también y en la balanza de la existencia, su propia vida era más importante que la de los demás.

—Perdón — dijo después de mirar el teléfono — ¿una probadita? Se refiere a mordernos y beber... no, no, no..., gracias, pero me gusta ser humano, y además no creo que su amistad nos sea lo suficientemente interesante para sufrir una transformación. Pero podríamos mandarle al alguien, estamos aquí con un grupo de amigos, tal vez a alguno le guste las emociones fuertes. Déjenos salir y le mandaremos a alguien.

Miró entonces a su compañero, e hizo un medio gesto con la cabeza, para indicarle que no se dejara morder, aunque él era el que tenía la última palabra.

Cuando aquella cosa, vampiro al parecer, se le acerco tanto para ofrecerle la copa. Al pobre Floren hasta le temblaron las piernas, pero logró reponerse, sin que apenas se notase.

Se aparto un poco, era insano estar tan cerca de un vampiro, y le dijo. -Como le ha comentado mi compañero, hemos venido con un grupo, y puede que haya alguien a quien no le moleste. Pero a mi, desde luego que no me gustaría una cosa así. No estoy preparado, y tengo muchas cosas por hacer. Si nos disculpa, iremos en busca de nuestros amigos.-

Noto una vibración que le indicaba que le había entrado un mensaje, así que se aparto y lo escucho apartado, evitando en lo posible que el vampiro pudiese escucharlo. 

Listo, era ahora o nunca, las instrucciones de ella habían sido caras, "si nos encontramos a alguien...", y este encuentro cuadraba. La tomé de los hombros y le dí un beso. Estaba tenso. Llevaba más de cinco años sin besar a otra mujer que Claudia, había perdido práctica. Pero debía intentar relajarme para no pasar papelones.

Pero luego nos interrumpió el mensaje de Noe. Debía llegar a un lugar tranquilo para escucharlo. Claro que tenemos pase VIP. Los que no tienen pase VIP no pueden subir esta escalera. Por lo tanto quienes suben la escalera sí tienen pase VIP, por contrarrecíproco. Si los que suben la escalera tienen pase VIP y nosotros subimos la escalera, de ahí se deduce que nosotros tenemos pase VIP. Es completamente lógico. Nunca había entendido, hasta ahora, de qué servían las clases de lógica en el curso de álgebra.

Cuando empezaron a subir Jenny notó la mano de Pablo en su cintura – joder que le pasa a este se ha cuento monje, habrá que animarle – Pablo hostias que se supone que nos vamos a enrollar, baja la mano a mi culo que no me voy a asustar.

Subían las escaleras mirando hacia todos los lados, donde cojones nos estámos metiendo, en su mente seguía aterrorizada por lo que había visito, cuando oyó la voz de aquel hombre o zombie.

Rápidamente hundió sintieron sobre el cuello de Pablo y comenzó a besarle con pasión mordiendo el cuello de Pablo con sus carnosos labios, fingiendo una tórrida pasión.

Solo buscamos un sitio tranquilo  cariño,  prometo que tardaremos poco , soy muy aplicada le dijo picaronamente. Esperaba que aquello colase, oyo el móvil pero no era hora de hacerle caso hasta que estuvieran solos.