Partida Rol por web

Mucho gusto señorita- dice  el hombre- toca muy bien, ¿donde aprendió?

La música me envuelve durante los quince minutos que dura la melodía de Tartini, y mientras la toco, al principio con los ojos cerrados, siento que ocupa cada parte de mí y no hay nada más  en este mundo, vuelvo a amar cada nota de la melodía, cada desvió, cada cambio ese cumulo de emociones desde el bajo hasta el más alto, lo siento y la amo.

Hasta que claro, al abrir los ojos y verme rodeada  por otros siento un ligero sonrojo, aunque continuo tocando hasta que al terminar y escuchar sus halagos siento una alegría natural,  agradezco con una sonrisa a aquellos que me felicitan y bajo el violín, mientras veo como un último hombre se nos acerca, el intercambio de palabras con  Pietro Santano me dice que se conocen- halagándome con su referencia a mí por un segundo- y sonrió ante la presentación, aunque me sorprende el tono ligeramente seco, opto por no preguntar y miro a Jacinto Granados.

-Igualmente, señor… El concepto y su evento son muy atractivos- contesto con una sonrisa  aunque no por ello me alejo de Santano: no es miedo, pero entre dos desconocidos, prefiero al que me trajo aquí, al mismo tiempo que suelto el obligado elogio al lugar, que no por ello es menos sincero: es sorprendente y subyugante y ni siquiera yo puedo negarlo del todo, aunque me de miedo; pensando en ello opto por contestar a su pregunta académica- Aprendí en la escuela rusa de música y luego pase al conservatori del Liceu –informo, esperando que la referencia lo satisfaga… ambas son escuelas reconocidas después de todo. 

Una mujer sorprendente es usted, su arte harían brillar las estrellas apagadas seguramente- dice de maner algo demencial pues parecia bastante emocionado de escucharte, es más parecia un poco atontado en cierta forma como si estuviera admirado de tu forma de tocar. Pietro Santano lo miraba serio, parecía ponerle un muro. Realmente aprecio que toque de esa forma, no dudo que es una tremenda candidata a ganar el premio- y mira a Santano- debo aceptar que tu invitada es esquisita...
 

Asiento amable a lo que me dice el señor, aunque un escalofrío me recorre el cuerpo poniendo mi bello en punta -cuando guste señor, estaré por aquí tomando fotografías, solo tiene que decirlo y volveré a tomarle alguna mas- le dedico mi mejor sonrisa y me aparto del grupo curioso y a la vez extraño, hecho una mirada a ver si veo a Margaret, desde luego, el grupo es tan raro como ella, pero no le doy demasiada importancia.

Busco con mi mirada de donde viene la hermosa música, quizá es un momento que inmortalizar, aunque la música me relaja bastante. Al recorrer la sala, doy con ese apuesto muchacho, que aunque no le he visto el rostro, me lo he imaginado muy apuesto, me llama tanto la atención, quiero saber quien es, como es... se encuentra entre el escenario de donde viene la música y yo, así que creo que es una buena oportunidad para avanzar hacía el entre el gentío, con la excusa de acercarme al escenario.

Agarro la cámara fuerte, no sea que se me caiga, y me acomodo las ropas, asegurando que todo está en su lugar, me decido a andar, aunque el primer paso me cuesta darlo, una vez dado el primero los demás vienen seguidos llegando hasta el lado del muchacho, y disimulando intento sacar fotos hacia el escenario. 

Observo al hombre sintiéndome un poco sorprendida por la emoción en sus palabras, evidentemente es un hombre fascinado por el arte y quizás muy apasionado a la hora de expresar su opinión… por un segundo me parece que exagera pero inevitablemente correspondo a sus palabras con una sonrisa de agradecimiento, después de todo es bonito que te admiren… y de manera tan poética, suavizo la mirada antes de hablar.

-Gracias, es muy amable… me alegra saber que le ha gustado - contesto al final, relajando los hombros, antes de mirar a Santano; las últimas palabras de Jacinto Granado han sido para él y aunque el alago continuaba nombrándome   supuse que él también le contestaría. 

Sacas la foto rápidamente,  pero por un instante sientes que pasó algo extraño, cuando estas  a punto de pensar que fue lo que tus sentidos vieron que no estaba el hombre  al que admirabas en secreto como sabiendo que  le mirabas se voltea y te llama.

Quiero tener un recuerdo memorable de esta escena-  el hombre voltea y llama a una de las fotografas (A Karen). Señorita, ¿podría tomarnos una foto con esta hermosa artista?, dice él de manera  encantadora.

De repente se voltea hacía Pietro Santano y  le dice con cierto tono de ironía: ¿nos acompañas en la foto Pietro?

El hombre estaba serio, mirando al otro hombre como si lo retara y contesta: No gracias, no me gustan las fotos. Dice de manera seria.

Como quieras- dice el  acercarndose a Darla y poniendo sus brazos sobre su hombro- Vamos... una buena foto.

Por un momento me quedo petrificada, pero al momento reacciono sacudiendo levemente la cabeza -eh... si... claro- ahogo un suspiro, mordiendo mis labios algo nerviosa, incluso podría perder un pelín la profesionalidad, pero coloco la cámara con intención de disparar un par de fotos en varios ángulos y saco fotos de Darla y chico. 

Miro de reojo al señor Prieto -que poco le gustan las fotografías a este hombre- y vuelvo la atención al chico y a Darla, saco unas cuantas fotos mas -han quedado estupendos - les dedico una bonita sonrisa. 

-Si quieren tomarse mas fotografías solo tienen que pedirlo...- 

Estupendo, Es usted una fotografa hermosa- dice de manera seductora a Karen- y se nota que toma en serio su arte, me encantaría ver esa foto cuando la entregue, será memorable..

Memorable...  se rasca la garganta- claro.... Jacinto, ¿puedo hablar contigo un segundo?

El hombre acepta con adecuadas maneras y se aleja, dejandolas a las dos solas.

-Vaya...-murmuro por lo bajo cuando me dedica esas palabras -mi nombre es Karen- me presento, como si fuera una obligación hacerlo en este momento, aunque realmente no se porque lo hago -las fotos estarán al final de la fiesta, aunque tendré que revelarlas todas, supongo que en un par de días las tendrá Sor Jorge- le comento bastante intimidada y acalorada por el rubor de mis mejillas. 

Ha sido maravilloso escucharte- le comento a Darla con una dulce sonrisa, algo mas tranquila ahora que los hombres no miran -tocas de genial- y es verdad, que me ha encantado escuchar como tocaba la chica. Mientras hablo con ella, no dejo de hacer fotos, a mi alrededor, a la gente que habla, al decorado, todo un poco... 

Las cosas habían ocurrido tan rápido que estaba sorprendida, pero opte por sonreír ante la foto sin negarme aunque internamente estaba sorprendida por la…  actitud de aquel hombre, que casi terminaba por intimidarme por completo... y por la continua negativa de Pietro a que le tomaran fotos, observe una vez más a la fotografa, tras que Pietro y Granados se retiraran a hablar… lo que fuera que tuviesen que hablar y observe a Karen que parecía ligeramente sofocada, la comprendí: la presencia de Granados parecía llegar más allá de sí mismo y su actitud completaba un cuadro difícil de resistir.

Le sonreí cuando empezó a hablarme, aunque parecía ocupada en tomar fotos, tal como era su trabajo.

-Oh gracias –conteste con mi tono más dulce colocando, al fin, el instrumento dentro de su estuche una vez más, acercándome un poco a ella y observando sus movimientos, sin violar su espacio personal, por supuesto - de verdad, gracias… es bonito que me lo digan… -comente echando un poco el cabello atrás sintiéndome de repente más tranquila- temía que la melodía fuese demasiado larga, pero veo que no…   Por cierto, creo que no nos hemos presentado –dije cayendo en la cuenta- soy Darla, Darla Torrance, ¿tú eres Karen, verdad? –sonreí -Gracias por tomarnos las fotos... -termine dulcemente. 

No ha sido demasiado larga, ha estado genial, incluso me habría gustado escuchar mas- me río ante el comentario, dude un segundo si extender mi mano para estrecharle la suya, pero decidí hacerlo, eso inspira confianza supongo- si, soy Karen, un placer señorita Torrance- evito mi apellido, no por nada, si no, porque no me suelen gustar tanto las formalidades y prefiero que se me llame por el nombre. 

La acompañan dos apuestos caballeros, que envidia - bromeo bajito mientras me río, claramente me refiero a los dos chicos que se fueron a hablar, me llaman mucho la atención, y me gustaría saber un poquito mas de ellos... 

Recibo su mano y la estrecho en el saludo sin perder la sonrisa, observando su gesto, en cierto modo agradecida con sus palabras.

-Igualmente… Karen, por favor llámame Darla, así yo podre llamarte Karen sin sentirme culpable ¿te parece? –pregunte con mi sonrisa más agradable, liberando su mano de mi toque y escuchando lo que dice, rio solo un poco, casi por compromiso cuando nombra a los dos hombres con los que me había hallado.

-Es verdad- reí un poco- esta noche he tenido suerte aunque en realidad hasta hace poco solo era uno….- respondo sonriendo y con los ojos brillando ligeramente divertidos y observo por apenas un instante por donde se han ido antes de mirarla- el señor Pietro Santano, el hombre con el que ingrese, fue muy amable al invitarme a la fiesta –comente suponiendo que querría saber quiénes eran y continúe-  y el joven con quién me tomo la foto es… quién al parecer organizo el evento, Jacinto Granados- sonreí un poco extrañada observándola, después de todo ella estaba allí sin duda contratada, seguramente lo conocería.

-Debe de ser emocionante tomar fotos en un escenario como este ¿verdad? –pregunte, refiriéndome a la decoración, el fondo al estilo “infierno” sin duda debía darle algún tipo de atractivo a sus fotos. 

Dalra- le repito sin perder la sonrisa -así que tu compañero es Pietro Santano, y el otro chico es Jacinto Granados, vaya... no los conozco, pero supongo que son gente importante aquí- lo comento bajito, no sea que me escuchen, la verdad es que son hombres que llaman la atención sobre todo Jacinto, a mi me ha llamado mucho la atención y me gustaría saber un poco mas de el, pero debo seguir trabajando por ahora... 

-La verdad es que si, para mi es todo un privilegio fotografiar todo esto...- vuelvo a disparar con la cámara alrededor, antes de que me echen del trabajo por quedarme de chachara... 

Darla si no te molesta y me disculpas, te veo mas tarde... que tengo que hacer unas cuantas fotos...- sabiendome fatal, le dedico la mejor de mis sonrisas disculpandome, me da pena pero no me queda otra... 

Sigo sacando fotos por todo... 

-Deben serlo, pero en honor a la verdad realmente no lo sé- conteste con una sonrisa de disculpa, puesto que era en cierta medida ignorante de la importancia de cada uno, aunque si, podía sospecharse.

La observo, notando que continua tomando fotos, cosa que en cierto modo admiro, cuando se disculpa, pongo una expresión un poco decepcionada, puesto que habría querido hablar con ella un poco más, pero la comprendo y tampoco puedo retenerla más tiempo, es verdad que ella está aquí trabajando.

-No te preocupes, nos vemos luego- sonrio tranquilamente y ladeo un poco la cabeza – un gusto hablar contigo- comento antes de que se vaya.

Uno mis manos sosteniendo el estuche por su asa, y continuo mirando a mi alrededor mientras espero a Pietro Santano.