Partida Rol por web

Evidentemente mi intento de ocultar mi desagrado hubiese funcionado, no que hubiese sido muy profundo, Anticona dijo que podía ir acostumbrandome o elegir un refugio comunal.

Lo que no entendí muy bien, por lo que la miré solamente, al tiempo que la seguí por la casa en dirección a una cocina bastante bien arreglada, parecía haber cambiado de ambiente y eso me hizo tranquilizar, al menos ese lugar no parecía haber salido de la mente de Norman Bates, hasta que claro ella hablo y me mostró aquello.

Aun si hubiera querido evitarlo habría sifo imposible, retrocedí un paso los ojos presos de la... De... Eso. Cerre un segundo los ojos, para calmarme y luego la miré con lo que esperaba fuese calma... Aparente al menos.

-y me lo querías mostrar para? - pregunte.

Bastardo pensó Blanca sin apartar su mirada asesina de la del otro.

Le odiaba, profundamente, pero era cierto lo que decía, el vampiro tenía más poder pues tenía conocimientos, saberes que ella aun no poseía, tenía que aprender, lo que pudiera, y luego, no mucho tiempo después, iría a por el cuello de ese hijo de puta.

Voy a matarte, le repitió de nuevo, quizás no hoy, quizás no mañana, pero te juro ahora que así será y créeme, soy alguien que no olvida y tengo una voluntad inquebrantable.

Soy una campeona y soy una líder, dijo Blanca levantando el mentón orgullosa, y la herida que llevas en tu cuello, indico señalando al otro risueña, es una prueba clara de lo que digo.

Pues, siguió, si siendo humana pude hacerte eso, imagina lo que puedo hacer ahora.

El hombre te mira por un instante en que su cara muestra más seriedad frente a tu amenaza

Sabes me estan dando ganas de no entrenarte.  Dice el hombre con sarcasmo. eres una llorica que no entiende el regalo que te he hecho, así que creo que si planeas matarme pues... sonrie... no entreno a mis enemigos, porqué esa amenaza que me haces va en contra del sabbat... estas comportandote como una infiel, es una lástima, dice  con simpleza... terminarás realmente muerta...

Alza los hombros

Creo que no has entendido nada... deberias guardar  tu odio a tus reales enemigos.

El hombre parecía dispuesto a entrenarte pero tu actitud lo ha desanimado, a pesar de mostrarse tranquilo.

Supongo que no quieres aprender nada... así qué...

Es gelatina!.... el olor no es congruente con la forma, !esta mujer te estaba mostrando un cerebro de gelatina!

¿No es adorable?

Dice con una mueca

Mira este otro...

¡Hijo de una gran p…!.

Blanca se llevó una de sus manos a la cabeza y a continuación se masajeo la sien mientras intentaba concentrarse.

Tranquila Blanca, pensó, piensa, necesitas al maldito, necesitas aprender de él, serénate, tranquila.

Y era cierto, le necesitaba, ok, está bien, perdona, le susurrando evitando mirarle a los ojos más por ira que por vergüenza, entiendo, un “regalo”, puntualizo.

Que debo aprender, ¿Qué vas a enseñarme?, le pregunto sin dejar de masajearse la frente.

El hombre te miró por un instante mientras te miraba masajearte la cabeza, aunque era claro que no confiaba en ti, debía hacer esto.

Eres una chica testaruda, posiblemente esa sea tu bendición y tu maldición

¿sabes que eres?... ya sé que él sacerdote te lo ha dicho, pero seguro no te ha dicho a que haces parte.

Eres una gangrel... como yo

Dice claramente

Los gangrel solemos aceptar nuestro ser animal, aunque...¿sabes que eres igual que yo?, ¿que te he legado mis sangre y mis poderes?...

Hace una mueca...

Eres una gangrel, la rabia esta en tu interior, pero eres distinta al resto, naciste dentro del sabbat y eso te hace especial porqué eres parte de algo, muchos de los nuestros no son parte de nada...vagan por el mundo...

¿tienes alguna pregunta sobre tu naturaleza?

Aquello capto la atención de Blanca quien automáticamente dejo de masajearse la frente.

¿Gangrel?, ¿Qué era eso de Gangrel?.

Recordaba, eso sí, que cuando había sido atacada por los dos vampiros ambos eran muy diferentes el uno del otro. ¿Tendria aquello que ver con esto que ahora le decía Eduardo?.

Que es…Gangrel…dijo dubitativa al no sabe cómo emplear aquella extraña palabra ¿un grupo dentro del Sabbat?, ¿un tipo de…de…”vampiro”?, dijo aceptando su actual naturaleza con pudor.

"gelatina" la palabra toma forma en mi mente al caer en la cuenta de la consistencia y el olor y no se sí suspirar de alivio, mientras la observo, elevando con cuidado una ceja casi sin darme cuenta, "¿adorable?" me pregunto, adorables son los gatos, los cachorros de perro, un puerco espín, algunas actrices del teatro, o incluso una taza de chocolate, pero no aquello.

-Si tú lo dices -dije al fin, sin negarlo pero sin aceptarlo, arrepintiéndome casi enseguida, al ver el nuevo modelo, lo observo con franca, sincera y clara sorpresa, ¿Cómo diablos lo ha hecho? -¿Cómo los haces? -pregunte sin contenerme, en verdad, ¿cómo los hacía? 

Mira es simple- dice tratandote de explicar- los vampiros tienen distintos origenes, hace muchos años los hijos de Cain  fundaron los clanes, y cada uno le dió su ¿como decirlo?- hace una mueca- su toque especial.

Te explica algo de historia mientras lo hace.

Ennoia,  fue el fundador de los gangrel, que son un tipo especial de vampiros, es como decir que se es Blanco o negro, nosotros nacimos siendo grangrel...

Una cosa es el clan, y otra la secta, la gran mayoría de cobardes  no creen en nada y no siguen a nadie, fueron primero traidores  uniendose a la camarilla, pero ahora muchos son mediocres y dicen ser independientes, yo, tu siré escogi mi secta, y soy sabbat, como tu eres por cumplir el rito de inicio.

Los gangrel tenemos algo de animales - muestra sus garras- y es más, somos muy animales...

Es mi arte, además de muchos otros- te dice de manera demencial- recuerdas que te hablé de que era una artista que buscaba orientacion... pues eso...

Dice no dandole importancia e ignorando tu actitud de inquietud

Bueno, - guarda el de la cabeza- queria mostrarte esto...- te muestra el cerebro de gelatina- ¿qué ves?

Le devolví la mirada, no había contestado a mi pregunta, pero guarde silencio, entre muchas otras cosas porque no me veía a mi mismo discutiendo la viabilidad de dicho arte, que era, desde un punto de vista menos sensible, bastante realista y sugerente, lo aceptaba, pero por otro... 

En todo caso ella no parecía importarle demasiado mi tensión al respecto,  volvió a mostrarme el... ¡es un cerebro de gelatina Nathan! me dije a mí mismo, pero esa mujer... 

En todo caso vi el cerebro... y me quede sin ideas, así de simple.

-Veo un cerebro de gelatina -contesté - uno muy realista -termine con un suspiro resignado, realmente me había inquietado la primera vez, e incluso ahora...  -Demasiado - termine, apartando los ojos del postre hasta ponerlos sobre ella. 

"demasiado para mi gusto"

“¿Lo sabía?” en cierto modo aquello me confundía, nadie que yo conociera habría pensado que yo fuera capaz, ni siquiera yo, siendo sinceros… pero lo había hecho y eso e había llevado hasta allí, en verdad quería resignarme rápido y sin luchar, porque era algo que se me daba bien hacer, pero cuando dijo que comenzara por el principio le mire sin querer comprender ¿Había un principio? Por supuesto lo había y una pregunta central que yo podía hacer tanto como olvidar, ambas cosas me causaban inquietud, porque en cierto modo no creía que fuera a ser la pregunta correcta.

Pero al final las palabras salieron solas.

-Yo... no sé porque me... eligió -o lo que sea que haya hecho conmigo-  y realmente dudo que pueda entenderlo ahora, sinceramente apenas puedo entender las cosas que pasan –explique sin saber si mis palabras eran lo suficientemente claras –así que optare por no demorarme en eso, lo que quiero saber es… Lo que soy… ¿Cuánto de las leyendas es verdad? –Pregunte al fin – Si las debilidades que las leyendas dicen sobre los… vampiros son ciertas o no – baje los hombros -y si estamos realmente condenados.

Dude un poco más antes de hacer la otra pregunta.

-También… el hombre que nos habló, a los otros y a mí, dijo algo que no entendí… ¿Quién es Caín?

Mi querido, si es un cerebro que se lo terminará comiendo alguien, o nadie, pero  es importante que lo observes.

Dice la mujer

En el cerebro suceden muchas cosas, concéntrate en él.

El hombre sonrie, ¿recuerdas a Cain y Abel de la biblia?, pues Cain, es ese mio, quien fue "en teoria" maldecido por Dios por no arrepentirse del asesinato de su hermano, fue el primer vampiro, aunque hay muchas teorias al respecto, lo cierto es que  él  abrazó a varios, y estos formaron a su vez sus propios clanes, por ejemplo nuestro clan es Lasombra, es en mi concepto lo mejor que existe, somos inteligentes, intelectuales y especiales- te mira de manera extraña- como tú, aunque no creas que lo seas...

Te vi en varias oportunidades, te vengo siguiendo y  estoy seguro que no me equivoque contigo... y sobre la maldición, "y el estar condenados" eso es en mi concepto algo muy religioso, no hay condena querida, eres especial y   tienes la capacidad de ser mejor...

Hace un gesto con la boca.

No importa eso de estar condenados, no creas en lo que te dicen... ser vampiro no es una condena, es un regalo, entiendelo...

Santano sonrió y lo observe inquieta, tenía la misma sonrisa de antes, agradable a la vista y que sin duda debía atraer a muchas personas hacía él,  podría haber pensado otras cosas al respecto pero él comenzó a explicarme lo de Caín, y yo le escuche asintiendo ante algunas partes e inquietándome ante otras, la historia de Caín y Abel era, en cierto modo, evidente, que la maldición fuese hasta tan atrás en el tiempo solo sirvió para dejarme claro una cosa: era una maldición casi tan vieja como el tiempo, si creía en lo que me había contado.

Me quede callada, asustada en cierto modo ante la… antigüedad de aquello, quizás absorbida por lo mismo, y le miré, asintiendo cuando dijo aquello de los “clanes”, cosa confusa, clanes... entonces estabamos separados probablemente, tambien hablo un poco de la naturaleza del nuestro, Lasombra, no es que fuera un nombre muy alegre, como no era alegre saber que había sido vigilada sin saberlo, y que tenía sobre mi cabeza algo que no entendía, lo que él esperaba de mí, baje los ojos ante su mirada, con todo él decía que no era una condena, lo que me aliviaba un poco,  y quizás con un poco de tiempo yo pudiera creerlo, un regalo, un regalo… bien, podía repetírmelo hasta creerlo, era una versión más amable que la otra.

Volví a verle y asentí sin mayor dificultad, mirándole.

-Comprendo – logre decir – gracias por aclararlo – continúe pero mi voz salió tan suave que calle de vuelta por unos segundos

-¿pero que hay de lo otro?… ¿el sol? ¿Los espejos? ¿Las cruces? ¿El ajo?... ¿la sangre?–pregunté y luego callé un tanto avergonzada, ¿Qué era lo que más temía de todo aquello? En realidad, tras la muerte, mi única preocupación era la condena de mi alma… pero también necesitaba crear una base de seguridad sobre la que poder actuar, saber dónde me movía, por seguridad, aunque fuera solo mental.

-¿Hay algo especifico que debería saber? - pregunte con la mirada clara, dejando claro que estaba dispuesta a aprender, quizás porque no se me ocurría otra cosa que hacer. 

Al igual que mis compañeros, yo también me despedí de ellos, aunque me encontraba un tanto despistada, y sumida en mis pensamientos cuando todo paso. Recibí el abrazo de Blanca, y le dediqué una sonrisa.

-Todo irá bien- le murmuré al oído, dejándola marchar, después acogí el abrazo de Nathan con cariño, como si lo conociera de toda la vida, en realidad, lo conocía de toda la "no vida" que acababa de empezar, así que supongo que es un cariño como el que se siente por unos hermanos, y por último solo quedaba que Darla y yo nos abrazáramos también, así que sin dudar, también la abrace -nos vemos prontito- dije en voz alta y con una sonrisa despreocupada, aunque por dentro estaba demasiado preocupada, aún así había que disimular. 

Dicho eso, me monte en la camioneta y cerré la puerta, forcé un suspiro y realmente me extrañó mucho que no me pusiera a llorar, simplemente aguardé en silencio a que me llevará a mi destino. 

Entro en el edificio guiada por "ese" que no se quien es, que no me ha dirigido la palabra, ni yo a el, simplemente me guía, y voy observando todo lo que me rodea, me monta en el ascensor y marca el numero 6, y una vez ahí me deja para que yo suba, le dedico lo mas parecido a una sonrisa que me sale, y me mantengo en silencio "gracias" pienso, pero no se porque, prefiero no agradecerle nada hasta que no esté segura de donde estoy. 

Salgo del ascensor y me encuentro en un lujurioso ¿apartamento? ¿despacho? no sabría muy bien decir que es, pero es precioso, está todo muy limpio y ordenado, y demasiado bien decorado, es bonito, sin duda. Entonces escucho la voz, es una voz que me da la bienvenida, lo busco con la mirada y doy con Jacinto.

-Bu... buenas y gracias supongo- fue lo único que pude decir a su saludo. 

Comenzaba todo a tomar mas forma pero aun había zonas grises pues, si Cain era el padre de todos los vampiros y sus primeros hijos habían creado, a su vez, distintos clanes, ¿Cuántos clanes de vampiros había entonces?.

Blanca se intereso mucho en aquella tal Ennoia. El hecho de que fuese una mujer la fundadora del clan al cual ahora pertenecía le sentó bien, para que negarlo, ¿Cuál sería la historia tras aquel nombre extraño y seductor?, ¿Qué fue de Ennoia?, ¿Cuáles seria los, “toques especiales”, que Ennoia les había dado?.

Cain era otro nombre que le atraía a Blanca, pero el único Cain que conocía era uno que salía en la biblia Cristiana, ¿sería ESE Cain o tal vez fuera otro del que hablaba Eduardo?.

Tomo asiento en una de las sillas que allí había y luego de acercarla hasta estar muy próxima a Eduardo, le miro por un instante a los ojos con los suyos, seductores y felinos, antes de preguntar finalmente:

Cuéntame de Ennoia, por favor le pidió, quien fue ella, que fue de su existencia y cuales los “toques especiales” que les lego a sus hijos.

Le devolví la mirada, escuchándola hablar, la idea que expresaba era como poco... ¿lógica? pero eso no quitaba que era macabra... aun así ella dijo que debía observarlo, ¿Qué podía ver en un cerebro de gelatina? Comenzaba a sentir una molestia baja sobre mi cabeza.  

"En el cerebro ocurren muchas cosas" dijo e incline la cabeza un poco para ver el cerebro, obedeciendo a lo que ella dijera "concéntrate en él" y la mire de reojo un segundo ara luego volver a ver el ¿postre? e intentar concentrarme. 

Bueno, en realidad fue él-  dice serio-  era un hombre que podia unirse con la naturaleza y nos dejo ciertas habilidades- se levanta-  sigueme... te mostraré.

Y al decir esto te lleva a una especie de salón de entrenamiento que hay cerca, esta vacio.

¿dime una cosa?, ¿porqué los gatos pueden ver por la noche?