Partida Rol por web

La oscuridad deja paso a la claridad del sol. Abres los ojos y te encuentras tumbado boca abajo sobre la arena de una playa. Todos tus recuerdos de la noche anterior son confusos. A tu mente acuden imágenes de una tormenta. De haberte perdido en el mar mientras intentabas el loco proyecto de dar la vuelta al mundo. Ahora los restos de tu barco te rodean y te encuentras solo y perdido en una isla desierta en medio de ninguna parte.

Abro lo ojos, aturdido, con un profundo e intenso dolor de cabeza, la boca seca y a la vez demasiada salada, seguramente de la cantidad de agua de mar ingerida durante la tremenda tormenta...

Me encuentro practicamente desfallecido, tumbado boca arriba en una inmensa playa de a saber que isla, a saber que mar...  a saber que coordenadas...

La cegadora luz del radiante sol provoca un picor en mis parpados que, como un acto reflejo, tienden a abrise, pestañeando no una, ni dos sino unas cuantas veces hasta poder focalizar en condiciones...

Saco fuerzas de flaqueza y logro reincorporme.... observo lo que fue mi elegante velero esparcido por toda la playa... buffff, esto no pinta nada bien.... saber como voy a salir de aqui.... espero que los lugareños me indiquen algo...

Intento levantarme, pero en una primera instancia me mareo sobemanera, he de sentarme de nuevo... Lo vuelvo a intentar, esta vez lo consigo, pero me encuentro completamente mareado, lleno de rasguños, algunos de ellos son mas que rasguños, algo feas esas heridas, pienso...

Me quito lo que me queda de camiseta, y la hago jirones, y me ato uno de ellos alrededor de mi brazo izquierdo para oprimir algo la herida... no es demasiado importante... pero es fea...

Empiezo a recordar todo lo ocurrido, eso es bueno, pienso, no tengo contusiones graves...

Deambulo para aqui y para allá, buscando entre mis esparcidas cosas, un botiquin, agua dulce, algo de comer... para poder sobrevivir... Continuo andando, con paso lento y pesado, bajo el sol cegador y abrasador, a lo largo de la playa... Hasta donde alcanza mi vista, esta playa no parece acabarse, y de momento sigo viendo partes de mi barco... sigo andando....

Buscas entre los restos y debes estar de suerte. Encuentras flotando la neverita portátil que guardabas en el barco con todo su contenido intacto. Sanwiches, tiras de bacon frías, refrescos de lata, botellas plásticas de agua, ¡hasta encuentras un par de cervezas! Hubiera sido mejor si hubieras encontrado la cocina del barco, pero bueno. Calculas que si lo racionas bastante bien, tendrás para tres o cuatro días.

Exploras la playa en la que estas. Mide casi dos kilómetros de una punta a la otra y en medio desemboca un rio de agua fresca. Sin embargo parece una cala cerrada puesto que ambas puntas de la playa acaban en unos promontorios rocosos que tendrías que escalar si quisieras seguir la línea de la costa. O podrías internarte en la desconocida jungla siguiendo el río.

Recojo la nevera, la abro y veo todo lo que hay.... Mi primer pensamiento es zamparme todo lo que hay, estoy hambriento y sediento... Pero un segundo mas tarde pienso en lo impredecible que puede ser mi futuro mas inmediato... por lo que decido reprimir mis impulsos, y racionar la comida... Ahora apenas cojo un pequeña tira de beicon y bebo un poco de agua, si desperdiciar nada....

Cargo con la nevera hasta el centro de la playa donde desemboca el pequeño riachuelo. De momento no tengo fuerzas para escalar nada, ni el suficiente valor para internarme en la espesa jungla.... Si hay un riachuelo, a algun sitio llevará.... quizás a algun poblado, quien sabe....pienso.

Mientras camino hacia el rio, observo la inmensidad del mar, e intento observar si se ve algo mas... otra isla, algun barco, cualquier cosa....

La playa en la que te encuentras traza una media luna bastante cerrada y solamente puedes ver lo que tienes directamente enfrente que es el mar azul y verdoso. Para ver algo más tendrías que ir a una u otra punta y buscar un sitio alto.

Continuo andando hasta el riachuelo que desemboca en la playa... Observo con atención todo lo que me rodea... Estará esta isla desierta? me pregunto...

Cargando todavía con la nevera, sigo el curso del riachuelo hacia el interior, no me interno demasiado, unicamente avanzo un poco para ver si puedo encontrar algun indicio de civilización en este lugar...

Sigues el curso del riachuelo internándote en la jungla hasta que no puedes ver la playa. El curso del pequeño río continúa adentrándose en la selva en dirección hacia unas montañas que puedes ver entre las copas de los árboles. Desesperanzado, ves que no hay indicios de vida ni civilización por ninguna parte. Ni siquiera oyes ruidos que podrías identificar como pertenecientes a algún lugar urbanizado, aunque sea un pequeño pueblo. No hay carreteras, ni pistas forestales. Tu única compañía son las aves de la selva a las que oyes trinar y cantar entre las ramas.

La noche empieza a caer. Pienso que no es muy buena idea internarse demasiado en la selva en la oscuridad de la noche, por lo que decido volver a la supuesta seguridad de la playa....

Llego nuevamente a la playa, y me aposto de momento cerca del riachuelo...

Regresas a la playa y acampas cerca del riachuelo junto a unos árboles. Recoges ramas caídas aquí y allá y logras encender una alegre hoguera que te proporciona un medio para combatir contra el frio nocturno. A pesar de las tensiones vividas, al dejarte caer en la arena y sentir el calor del fuego, caes dormido inmediatamente.

A la mañana siguiente, un fuerte ruido te despierta sobresaltado. Parece provenir del cielo y cuando alzas la vista no te puedes creer lo que estas viendo.

Me despierto de un salto, alarmado por un estruendoso sonido ensordecedor... Observo el cielo y veo como un avión se parte en dos y cae precipitadamente, aunque no sé exactamente donde.... Oculto la nevera cerca del riachuelo y de la playa, en el limite con el comienzo de la selva, vuelvo a la playa y comienzo a correr desesperadamente hacia el lugar donde intuyo que ha aterrizado, por decirlo de alguna forma, la parte delantera del avion... Internarme en la selva me da demasiado respeto de momento...Cuando llego al final de la playa intento ver si hay otro camino mas sencilla antes de tener que escalar el promontorio rocoso...

Observas atento hacia dónde han podido caer las diferentes partes del avión y calculas que una de ellas ha podido aterrizar cerca de la costa. Te percatas que la punta sur de la playa posee un terreno menos escarpado que la norte (la norte acaba directamente en una montaña), así que decides bordear la costa por el sur con la confianza de poder encontrar los restos del avión siniestrado. Cargas con la neverilla y llenas las botellas de agua en el río cercano. Confías en que alguien haya podido sobrevivir al menos para no estar solo en esta isla.

Cuando llegas al final de la playa, ves que tu camino discurre por un camino escarpado en el acantilado que bordea el mar dando un giro, no puedes ver qué hay más allá pero el paso no parece peligroso si tienes cuidado en donde pones los pies.

Comienzo a subir lentamente, sin precipitarme, pero nervioso por lo que acabo de ver....

Lo que parecía un paso seguro se ha convertido en algo más difícil de lo que esperabas. De pronto pisas sobre unas rocas sueltas que caen precipitándose al mar. Notas como pierdes pie e intentas agarrarte a algo desesperadamente. Te quedas colgado de las dos manos sobre el acantilado mientras el mar ruge a tus pies deseoso de engullirte.

Lentamente y usando toda tu fuerza, logras izarte lo suficiente como para que tus pies encuentren un asidero y consigas subir de nuevo al saliente. Una vez arriba, te recuperas del susto durante unos momentos. Afortunadamente la nevera está volcada cerca tuyo. Es una suerte que no haya caído al mar. Después de recuperar el aliento, terminas de bordear el acantilado para descubrir una nueva playa que se extiende por la costa durante unos cuatro o cinco kilómetros. Más a lo lejos descubres más líneas de arena antes de que la isla haga un nuevo giro. Si no fuera porque tienes la sensación de estar encaminándote hacia una parte concreta, dirías que estás una y otra vez en el mismo sitio.

Prosigues la marcha un poco más esperanzado, ya que ahora no estás colgado como un cangrejo en las rocas, mientras atisbas el horizonte a ver si pasa algún barco. Pero no ves nada, ni una vela, ni otro avión. Nada. Lo único que descubres son otras dos pequeñas islitas pero están lo suficientemente lejos como para desaconsejar llegar ahí a nado y además no crees que te aportasen nada.

A mediodía haces un alto en el camino. Has llegado al final de la playa y ante ti se levanta otro promontorio rocoso, pero este no parece tan peligroso como el anterior y confías en cruzarlo sin problemas...