Partida Rol por web

Luego de una noche…digamos curiosa, la muy habituada a entregarse a su pereza pero no así a los brazos del sueño se encontraba contemplativa en el marco de una de las ventanas del castillo, sentada mientras fumaba una pipa de delicada hechura cuyo humo olía más a incienso que a cualquier tipo de tabaco o estupefaciente (implicando que el incienso en si no era uno); a esa hora su sonrisa era existente, como casi siempre, pero expresada en menor medida, pues la claridad del alba incluso amainada le provocaba cierto repelús…

Bajo su túnica color púrpura, la pequeña mujer no llevaba nada más que cubriera su piel pálida, y aunque eso en principio no era como si le importara mucho, cuando aquel rayo descendió sin previo aviso una natural reacción instintiva la llevó a agazaparse y por ende a cubrirse con la inmensa tela, partiendo en búsqueda de las delgadas tiras que usaba por vestimenta apenas pudo…

— ¿Quiénes han llegado? — preguntó luego de escuchar a Leviathan pues seguía con él luego de su reunión nocturna — ¿Defender la tierra? ¿Contar con nosotros…conmigo?...fufufu — sin ánimos de burlarse de aquel, Astartea no pudo evitar reír, puesto que creía que era obvia su falta de real habilidad para luchar como la que si tenía Einar, por ejemplo — como no sea para predicar será un poco difícil — reveló — pero está bien, haré lo posible en nombre de nuestro Señor, el Rey Oscuro, pues una victoria para él es una victoria para nosotros ¿no? — ya más compuesta sumó a la temporal preocupación en su cara una más normal sonrisa — no sé qué quiera tanta luz en tierra de oscuridad, pero no me gusta, hace que mis ojos duelan… —

Pensaba que aquella bestia iba a ser una presa fácil pero no solo habló con una gran elocuencia para ser una especie de anfibio, sino que ademas sus ojos brillaron al mirarme directamente. Mi corazón se saltó un latido y durante un segundo me sonrojé, aflojé el látigo el cual soltó el cuello de la bestia y yo me giré avergonzada hacia Eli.

-¡Maldita niña! ¡Te has equivocado!- Le grité a mi acompañante mientras le daba un capón en la cabeza - ¡Esta noche te espera una sesión doble de torturas! - Después de la bronca me giré de nuevo hacia la rana - Estamos buscando un monstruo que le robó a la voz a la chica y lo confundimos con usted, ¿no habrá visto algo parecido por aquí?- dije de forma interrogatoria pero demasiado respetuosa para mi carácter habitual.

Había pasado una noche... realmente tranquila, agradable quizás... y eso siempre me asustaba. En mi razonamiento... siempre que yo estoy disfrutando medianamente de algo, o ni siquiera disfrutarlo sino simplemente no sufriendo algo... la cosa siempre irá a peor para mi... y ocurrió -¡AHHHHHHHHH!- pegué un enorme grito despertándome de golpe... pegando tal bote en la cama que me caí al suelo dándome un golpe bastante fuerte que seguramente sonara en todo el castillo... pero no tenía tiempo para llorar de lo que me dolía... ¡como fuera un ataque y mi amo no me viera preparado me mataba!

Cogí mi bolsa de libros y fui corriendo hasta fuera del pasillo, viendo a mi amo asomarse por la ventana... cosa que me asustó horrores -¡¿PE-PE-PERO QUE E-ES E-ESO MAESE LEVIATHAN?!- pregunté alarmado viendo aterrado el rayo de luz que golpeaba el mar y el polvo dorado que caía del cielo... ¡¿porque llovía oro?! ¡ESO SEGURO NO ES BUENO PARA LOS PULMONES! Si una uva casi me mata... ¡SEGURO QUE ESO ME REMATA!

Y desde luego las palabras de mi amo no me aliviaban en nada... ¿llegar? ¡¿ALGUIEN HA LLEGADO?! ¡NO TIENE PINTA DE QUE SEA PARA ALGO BUENO! Entonces, una idea se me pasó por la cabeza -Maese Leviathan... ¿e-e-eso e-es... e-el... ju-juicio?- le pregunté realmente asustado a mi amo, antes de que diera la orden de defender nuestra tierra -¡Co-como o-ordene Maese Leviathan!- dije con los nervios a flor de piel, mientras que los demás podían ver como mis manos se recubrían de un brillo y esencia claramente mágico de color cambiante, preparado para lanzar hechizos de ser necesario... porque si, me daba miedo lo que sea que nos vayamos a encontrar... ¡pero más miedo me da no obedecer a Leviathan!

Con miedo y nerviosismo al mismo tiempo que una expresión de tristeza, negué agitadamente con la cabeza antes de señalar de nuevo al sapo - Vox... Ayudame por favor. No puedo hablarle a mi dueña, pero ambos sabemos que es ese la bestia. Por favor - Intenté rogar a la voz de mi interior mientras con gestos trataba de hacerle entender a mi dueña que el sapo era la bestia a la que buscamos

Pero como sería capaz de creerme si ese dichoso ser no parecía una bestia en si mismo. - Si tan solo pudiera explicarselo con palabras... Pero no, haré daño a la gente si abro la boca...

   Ve señorita Schwi... solo parece haber sido un mal entendido...- perdiendo esa leve seriedad para que la mi compañera dejara de estar tan a la defensiva ... ¿ por qué la golpea ? ... ¿ seran costumbres ?...

   Acercándome al curiso par de señorita para evitar estarnos gritando de un lado de la calle a otro ... así es as fácil...

    Hummmm... Hummm...  Monstruo... monstruo... - meditaba mientras jugueteaba con mi bigote ... Creo que ya había escuchado esas palabras para referirse a mí... - por lo que me a dicho la señorita Schwi, entiendo que tengo una apariencia un tanto particular... ¿ pero robar ?, Jajaja... Eso jamas... solo me interesan... ¿ cómo dijo que se decían ? - mirando a Schwi - ¿ Tratos ?, ¿ peticiones ?, ¿ a.. acuerdos... ? cualquier interacción que me permita saber lo que están dispuestos a dar o pagar por mis servicios... - haciendo una leve reverencia a la vez que me quitaba el sombrero a las nuevas - O'lupent es como me pueden llamar... y ella es la señorita Schwi... ¡ Encantado!.

La cara de suplica de mi esclava solo provocaba que quisiera empezar a azotarla allí mismo pero aquel anfibio se acercó a nosotras de forma poco grácil aunque sin intenciones hostiles.

- Mi nombre es Sekhmet Lath y esta... esta no merece ser presentada - Dije dándole otro coscorrón a la niña gato - ¡Está

feo señalar! Disculpa, le faltan modales... no creo que esta niña tenga nada que darte a cambio y a mi no me interesa tanto recuperar su voz como para pagar algo mío - dije encogiéndome de hombros, podía torturar o pelear por ella, pero vender mis cosas... de eso nada - Tampoco creo que nos pudiera ayudar a recuperar una voz... y si usted y su amiga no saben nada de ningún otro monstruo... ¿por que tú no le vendiste tu voz no? - le pregunté de forma retórica a Eli.

Aquella chica de ropas orientales se mostró más calmada al ver que su amigo estaba fuera de peligro, al menos por ahora. Aún así, no pudo quitar su atención del par de demonios que les habían atacado por sorpresa por cierta razón en particular.

-¡Si, O´Lupent no seria capaz de robar a nadie! Principalmente porque nunca ha salido de su pantano... -añadió esto último un tanto pensativa. -. Tal vez se han equivocado de sapo, aunque no se que tantos demonios rana hay en Nekrodum...

-No hay remedio -escuchó la chica peliblanca en su cabeza. -. Tu ama es muy terca, y es muy difícil que le digas algo sin empeorar la situación... Al menos la criatura no parece tener intenciones de escapar. Concentren su atención en lo que harán ahora, e intenten mantenerse cerca de ella para no perder su rastro.

-Ahora que me lo pregunto... ¿Como se le puede robar la voz a alguien? Ni siquiera se si O´Lupent es capaz de hacer algo como eso...

Al final me rendí, no solo porque mi ama, me estaba reprendiendo en cuanto a ser más torturada por si seguía en ese camino, sino también porque me lo dijo la voz. Era imposible, sin poder comunicarme con mi ama de una forma fluida igual que hacía con aquella voz, expresar por gestos cosas complejas, por lo cual me ceñiría a lo básico para hacerme entender mejor.

-Está bien... Nos mantendremos cerca... ¿Pero como una bestia puede ser tan pacifica? ¿Y que tiene que ver con mi voz? Fue mi anterior amo quien me desgarró la garganta para que no hablara

Sin decir nada, no solo porque no podía, bajé mi cabeza arrepentida por todo lo hecho a la espera de las ordenes de mi ama. Negando a la pregunta que formuló mi dueña, pues mi voz no fue vendida y hace tiempo ya que le dije que fue destruida... aunque sin palabras era dificil de entender

  ... Tal vez es una forma de demostrar cariño... no es que conozca a más demonios...

  Pues un placer conocerlas... señorita Lath... señorita Presentada... - mientras volvía a ponerme el sombrero  y arreglaba los pliegues de mis ropajes que se pudieran haber movido por el asunto del látigo - una lastima la situación de señorita presentada... pero en mi cienaga nunca pasó nada que me hubiera animado a salir hasta bueno... ahora...

  Aunque...- dibujando una leve sonrisa - creo conocer un truco...

   un par de marcas y símbolos tribales se iban dibujando debajo de mi cuello el cual se iba inflando hasta que completaban un círculo.

  Pffff...

   cuándo vuelvo abrir los ojos todo se siente ligeramente distinto, para comenzar el sombrero, el cuál ahora me cubría completamente, tal así, que retirándolo con mis pequeñas patas puedo ver la mirada de mis enormes compañeras.

  Croak~ka~ka~ka... a qué mola... ¿ verdad~verdad ? - les preguntaba a las presentes con ojos totalmente emocionando mientras daba pequeños saltitos.

¿Y por qué había salido hoy? Tendrá algo que ver con la luz o...  mis pensamientos se vieron interrumpidos por el ritual que realizó aquel batracio gordinflón, me puse a la defensiva pero tras unos segundos aquel imponente monstruo no era mas que una pequeña rana verde que cabía en mi mano.

- ¡Ohhh! ¡Qué adorable! Es taaaan pequeña - cogí a la rana con mi mano y le apreté la cabeza con el dedo - Es tan mona que me dan ganas de torturarla, podría colgarla de sus pequeñas patitas o meterla en una olla hirviendo, ¡Sería taaan divertido! ¿verdad esclava? - Exclamé super emocionada.

Me sobresalté tanto a la transformación de aquel ser que sin duda era la bestia, como de mi dueña a la hora de dirigirse a mi. Asentí torpemente con una media sonrisa y entonces empecé a fijarme más en la pequeña especie de rana - Sigo sin entenderlo... Ahora es incluso más... fragil. ¿Como puede ser algo tan debil tan poderoso o peligroso? ¿Acaso puede manipular la magia? Tendría sentido. A fin de cuentas, los seres más poderosos que he conocido son aquellos ricos en magia, mis opuestos - Pensaba para mi misma siendo que me infravaloraba, pues realmente no sabía si quiera el poder que escondía mi interior. Solo sabía que para mi era meramente más que una maldición.

Aquella molesta e incandescente resplandor fue la alarma previa al súbito estruendo que terminaría por provocar un abrupto despertar en mi persona.

Me levantaría de inmediato de la cama, ya para estas alturas de mi vida había desarrollado la capacidad de moverme rápido ni bien saliera del mundo de los sueños, mi cuerpo ya estaba entrenado para estar alerta ante aquello que perturbase mi sueño pues cuando uno es esclavo, no sabes en que momento vendran por ti y tus servicios.

Vestirme no sería un problema, no buscaría perder tiempo en algo tan trivial como aquello, solo iría en búsqueda de Lavinia y el ejecutor, mas que nada por una preocupación que tenía por ella como para tomarse esa situación con calma.

Para mi suerte encontrarlos no sería algo difícil, pues los caminos de cada uno de ese extraño grupo parecían conducirnos al mismo punto, nuestro lugar de encuentro donde la serpiente esperaba para exponer la situación y sus sospechas de forma criptica. Lavinia parecía bufar por la idea de tener que realizar ese trabajo pero a final de cuentas había accedido, no había nada que tuviese que decirle al respecto.

-El enemigo sera por casualidad el sequito del coloso?-

En el fondo Leviathan no se cansaba de ver que había elegido bien a sus aliados al ver que ambos se tomaban la situación con mucha calma, a diferencia de Nasai que a pesar de obedecer parecía que iba a morirse antes de siquiera iniciar el combate.

-Podría decirse que se trata del séquito del coloso, pero no el que ustedes piensan... -una muy leve sonrisa se dibujo en el rostro del hombre. -. Parece ser que finalmente se ha cansado de esperar, y "Dios" ha enviado a sus verdaderos guerreros...

Una silueta empezó a emerger del rayo de luz, abriendo un par de grandes alas cubiertas de luz al igual que su armadura. Aquella figura debía medir al menos 30 pies de altura, y portaba una espada apropiada para su tamaño.

Con un par de alas, un halo sobre la cabeza, y ese aura divina rodeandolo, no se tenía que darle muchas vueltas para deducir de que se trataba...

-Los ángeles han venido a por nosotros...

Tal como salio el primero, pronto empezaron a salir múltiples ángeles del rayo de luz, volando hacia la ciudad para empezar a arremeter contra las casas y las personas que tuviesen a su alcance. Como un asedio, empezaron a sobrevolar la ciudad, buscando presas a las cuales tomar desprevenidas e impartir "justicia divina".

-Si me permiten... -el cuerpo de Leviathan empezó a emitir múltiples sombras que recorrieron el pasillo hasta sumirlo en completa oscuridad. A los pocos segundos, las mismas sombras desaparecieron, y ahora se encontraban sobre uno de los muros del castillo, donde buena parte del ejercito demoniaco esperaba ordenes. -. Dudo que sea buena idea que abandonen el castillo... Desde aquí podran dirigir todo.

Efectivamente, los demonios estaban preparados con artillería pesada para derribar a sus enemigos voladores; otros iban con armas y armaduras para enfrentarse cara a cara con ellos.

-En este momento el ejercito demoniaco se esta desplegando por toda la ciudad. Están bien enterados de que ustedes tienen autoridad de comandantes aquí, así que les obedecerán a toda costa. Yo me encargaré de ir a cerrar el portal de luz que ven allá -antes de irse, Leviathan empezó a tronarse los dedos uno por uno haciendo presión con el pulgar. -. Oh, y no bajen la guardia... -justo entonces uno de los ángeles decendia a toda velocidad para cortarle la cabeza a la serpiente, pero a Leviathan le bastó con moverse a un lado y propinar un puñetazo al ser alado para hacerlo volar en pedazos: no se estaba conteniendo... -Muy bien... Cuento con ustedes -sin perder tiempo, Leviathan hizo desaparecer su túnica y camisa para poder sacar sus alas rojizas, similares a la de un murciélago, con las cuales emprendió vuelo entre los ángeles directo hacia aquel rayo de luz.

En el muro donde se encontraban habían varios demonios tras grandes ballestas hechas especialmente para matar dragones, el caso era que los ángeles eran más veloces que aquellas criaturas extintas, por lo que no era cuestión de disparar al azar. Por otro lado, bajo la muralla, un gran grupo de demonios armados por lanzas, escudos, espadas, hachas, y todo tipo de armas, empezaban a recorrer la ciudad para defender a las personas; o para matar a los ángeles que bajasen, practicamente lo mismo.

A varios metros de altura se encontraban aún muchos ángeles, y por desgracia ninguno de ustedes contaba con el poder de Leviathan para poder ir a encararlos sin más: vuestro papel en todo aquello era ganar a través de la estrategia.

Ya con todo más tranquilo, la compañera de O´lupent pensaba decir algo, pero se vio interrumpida por la sorpresa dada por la rana, quién ahora si parecía una normal.

-¡Ohh! -al igual que Sekhmet, está se acercó para poder darle pequeños toques en la cabeza, siendo estos menos agresivos que los de la demonio. -. ¡No sabías que podías hacer esto!

-Te lo dije ya -exclamó la voz en la cabeza de la albina. -. La bruja, como casi todos en este territorio, esta loca: habrá dicho cualquier mentira con tal de que viniesen a hacerle el trabajo... Aunque eso de poder darte de vuelta tu voz no era mentira... No del todo...

Pero entonces se vieron interrumpidos por un destello venido del cielo. Como si un rayo en una noche tormentosa hubiese impactado contra el suelo, un rayo de luz, mucho más pequeño que el que caía en el mar, cayó en la entrada del pueblo. A los pocos segundos esté resplandor desapareció, dejando en su lugar a tres figuras muy peculiares:

Unas enormes armaduras de al menos 20 pies de altura, con escudos y lanzas de cierto diseño angelical. Todos los presentes se quedaron un tanto en shock ante aquella escena, siendo que los más valientes se atrevieron a acercarse... Viendo casi al instante su fin al ser atravesados por las lanzas.

-... -aquellos seres blindados no decían nada, simplemente atacaban a todo el que se le acercase, y para colmo no pensaban quedarse allí parados: pronto levantarían sus escudos hacia adelantes, y avanzarían en formación por el pueblo, hacia ustedes y el resto de personas que allí habían. Eran lentos, pero la fuerza que tenían se media a simple vista.

   Croak~ak~ak~ak... y no solo adorable... tambien soy bien blandito~*croak*~ vez- mientras sentía como todo mi cuerpo se apachurraba ante la fuerza de la señorita con cuernos y Schwi, lastima... tipos muy raros aparecieron causando un gran revuelo en el sitio.

  No me gusta esto...-deslizándome con mi viscoso cuerpo de la mano de la señorita Lath, salto a tierra recuperando mi forma normal - no se que tipo de evento social sea este, pero no voy a quedarme a comprobar para ver como se participa... - tomando a la señorita con una de mis manos - ¿ les apetece viajar con nosotros ?- le preguntaba a par de señoritas mientras no dejaba de observar a la enorme criatura ... y luego dicen que yo soy el que destaco...

— … —

En discutible primera fila, de cara a aquel fenómeno aberrante, Lavinia perdió por un momento su sonrisa pues la visión del gran ser celestial invocando a más de los suyos era sin duda algo que no entraba dentro de sus amplios gustos; la luz la cegaba, el sentimiento de pureza que transmitían los alados la hacía tener nauseas, pero determinada a no perder el estilo la sacerdotisa hizo lo que podía con tal de contener su impresión y de alguna forma mantener la calma: tal era su lugar no solo como predicadora, sino como hija de Astaroth, como ambiciosa trepadora social.

No mucho menos le impresionaron las palabras y el posterior hacer de la serpiente, solo que en el caso de tal la impresión fue para bien, de hecho motivo de naciente inspiración y sorpresa cuando inclusive los contó entre los comandantes del ejército demoniaco.

— Vaya… — así que impulsada ahora demostró mayor determinación y no tanto para corresponder con las expectativas ajenas, que también le interesaba, sino porque repeler aquel ataque tan sorpresivo como ostentoso significaba escupirle en la cara al Coloso y declararle que sus sacerdotes no eran los únicos capaces…

— Diviértete pues, Mano Derecha del Señor Oscuro…fufu — cuando Leviathan partió, Astartea se despidió a su manera y de ahí se dirigió hacia a Einar que estaba junto a quien seguía a Leviathan.

— Einar, querido, parece que es momento de probarnos a nosotros mismos… ¿está listo? — Lavinia sabía que él era mucho más guerrero que ella, por lo que la pregunta era más bien retórica, sin embargo con tal de darle ánimos acarició el rostro ajeno suave pero concienzudamente — si logramos causar una buena impresión hoy, seguro que el culto adquirirá gran influencia… — maliciosa comentó.

Pasó luego con Nasai, el ser que parecía estar preparando algo y, aunque a primera vista daba la impresión de debilidad y temor que le desbordaban, realmente no era tan conocida (o entendida) su procedencia por la diablesa como para juzgar claramente sus habilidades.

— Parece que sabes más que nosotros — la enana miró las manos ajenas — ¿eres fuerte? ¿inteligente? — casi apostando le sonrió — debemos trabajar en conjunto así que sería bueno saber cualquier cosa mala o buena sobre ti, yo por ejemplo no soy una gran peleadora pero… — su mirada se desvió hacia el punto de dónde venían los ataques — tengo fuerte voluntad…* —

Mis ganas de probar a arrancarle una patita al pequeño batracio fueron sustituidas por un sentimiento de alerta y peligro, unos especie de ángeles cayeron del cielo. Me dio algo de asco que aquel cuerpo viscoso de deslizase por mi mano pero era mejor no tener que cargar con el señor monstruo si teníamos que pelear. Aunque mucho me temía que no eramos rivales para aquellos seres.

Saqué mi látigo y me puse en posición de combate frente a mi esclava, intentando decidir si era mejor huir, esconderse o morir luchando pero la rana tomó la decisión por mi - ¿Acompañaros? Cualquier alternativa a quedarnos aquí es buena, pero más vale que corramos - Insté a nuestros nuevos acompañantes a movernos rápidamente mientras me giraba hacia Eli - Vamos, no te quedes atrás, no quiero tener que buscarme a otra esclava muda para sustituirte.

-No quiero recuperar mi voz... Estoy condenada y maldita a que mi voz traiga desgracias. Las primeras recayeron sobre mi al sufrir tal dolor por parte de mi antiguo amo, la segunda recayó en el mismo al no soportarle más, y en los de su alrededor. Yo incluida. - No paraba de pensar en lo mismo - Si ella quiere matarlo para curarme entonces no lo haré. Mi dueña tampoco lo quiere así que le haré caso a ella. Preferiría hablar con todos como hablo contigo, antes de recuperar mi voz. No la necesito

Estaba tan absorta en esos pensamientos, en aquellos recuerdos, en aquella simple y sincera petición a nadie pues era más bien un deseo que sabría nunca se cumpliría, que no me di cuenta cuando del cielo cayeron aquellos guardias. Actuando rápido y sin pensar me puse entre mi dueña y aquellos seres casi como si intentara protegerla, sabiendo que mi fisico no era tan rigido como para llegar a hacer frente, ni siquiera al sapo en su forma entera.

Fue entonces que me ericé al escuchar la alternativa a quedarnos allí extendiendo mis orejas hacia atrás donde se desarrollaba la conversación. Traté de negar pero - ¿Qué es peor fuera de la ciudad que unos soldados que van matando a todo lo que se encuentra en su cercanía¿ - Y no era una pregunta retórica, pero mientras corríamos al menos estariamos a salvo.

Asentí finalmente siguiendo con presteza a mi dueña y no solo eso, poniendome por delante de ella mirando a todos lados y atenta, en una posición totalmente en guardia y que solo mantenía cuando sentía peligro

Siendo testigo nuevamente del carisma de la rana con sombrero, Schwi, la acompañante del mismo, se unió a la retirada luego de ver que había una amenaza mayor luego de aquel mal entendido.

-¡Vamos!

Pero mientras dos de los caballeros seguían marchando por el pueblo, otro se adelanto brutalmente: desplegó un par de alas hechas del mismo material de su armadura, sobrevolando el pueblo a unos cinco metros sobre el suelo para adelantar a todos y detenerse en la salida. Su aterrizaje levantó una nube de polvo, y el zarandeo de su lanza envió una ráfaga de viento seguida de un terrible barrido en vuestra dirección: usando únicamente una de sus manos para empuña el arma, pudo golpear a O´lupent por un lateral, empujando para alcanza a Schwi, a Sehkmet y a Eli. Los cuatro volaron momentáneamente en la dirección en la que fueron empujados, pero aterrizaron sin problema alguno; había sido más el susto que el golpe...

-... -aquel ser, cuyo cuerpo se asemejaba más a la estatua de una armadura angelical que a otra cosa, se mantenía en silencio mientras les encaraba, apuntándoles nuevamente con su lanza dispuesto a enfrentarlos.

    Aunque no perdimos ningún segundo en intentar abandonar el sitio ... extrañare esa posada..., lo cierto que aquella  enorme y extraña figura nos alcanzo sin siquiera demorarse, sorprendiendo a nuestro grupo y lo peor... hacer que la señorita Schwi se viera involucrada.

   ¿ Están bien ? - les preguntaba al grupo mientras ayudaba a levantar a la señorita, para luego ver aquella figura que seguramente no nos iba dejar escapar si no creábamos una distracción.

    Atacar a gente inocente... perturbar la tranquilidad de un pueblo entero... y peor... dañar a la señorita Schwi... esta ofensa... pide un escarmiento  a la altura-encaraba a la enorme estatua mientras con la lengua recogía mi sombrero que se encontraba en el suelo - _{lleven a un lugar seguro a la señorita... intentare ganarles tiempo...} - sin voltearme mientras caminaba hacia la criatura.

   Ohmmkust Lupent... recuerda bien ese nombre... - encaraba al ser angelical a la vez que concentraba mi puño cerrado y saltaba contra la criatura... buscando que su atención se fuera hacia a mi.