Los aventureros siguen derecho por el túnel. Después de un par de metros pueden notar como las paredes se van alisando como así también el piso. Mirando para arriba logran ver paneles de piedra de unos 3 metros x 3 metros, los que se ven rodeados por marcos de metal oxidado. Así mismo, notan que los paneles están separados varias pulgadas unos de otros. La disposición de los mismos es exacta y forman una línea recta que va hasta el final del túnel.
Al final del túnel se observa otra puerta de piedra, al igual que la primera, tiene un anillo de llamada en el medio. Pueden notar que está levemente abierta (unos 10 cm. aproximadamente) pero no se logra ver nada del otro lado, solo oscuridad.
Al faltar unos 20 metros para llegar a la puerta, se escucha una voz que retumba en el pasillo.
- ¿Quién viene? - son las únicas palabras que se mencionan.
Fadrique miró el techo, que había cambiado.
Esto no me gusta, susurró a sus compañeros, ¿por qué el techo es diferente?
¡Gente de paz! Le hubiera gustado gritar al tipo que preguntaba, pero eso de alzar la voz en este sitio le estaba dando mala espina y, sin embargo, algo habría que decir, ya que parecía que había bicho dentro de la concha, y no era cosa de ser maleducados. Dudó todavía unos segundos mientras miraba el techo, pensativo.
Motivo: percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+4)=14
percibir al techo...
Galmor avanzaba cauteloso mientras observaba con detenimiento las formas del techo. Fue imposible no pensar que se tratara de una trampa y por eso no dejaba de prestar atención hacia arriba. Pero de pronto una voz se escuchó desde la puerta entreabierta que podían ver al final del pasillo.
- ¿Quién viene?
parecía evidente que quien quiera que estuviese al otro lado de la puerta les estaba oyendo avanzar.Por un instante el enano dudó qué hacer, si contestar o no, pero más bien parecía una pregunta retórica dirigida quizás a alguien como una orden para mirar por el pasillo, por eso enseguida y a pesar del riesgo que conllevaba avanzar bajo esos paneles tan peculiares, Galmor tomó la determinación de avivar el paso para llegar a la puerta antes de que alguien apareciera tras ella y todo sin mediar palabra para no levantar sospechas.
Motivo: inteligencia
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+8)=27
Motivo: percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+4)=5
la tirada de inteligencia es para saber más sobre las construcciones del techo.
Si descubro que puede ser una trampa espero que se me permita decidir si avanzar o no hacia la puerta.
la tirada de percepción es para averiguar de dónde viene la pregunta, pero vamos es más que evidente que no logro saberlo....
Que alguien pruebe mejor suerte!!
-Una consigna. -Murmuro el gnomo. Algo típico en cualquier de los cientos de pasajes subterráneos que formaban las ciudades subterráneas, en sus tierras la consigna podía variar incluso durante un mismo día ya que siempre era mejor estar preparado contra cualquier enemigo o explorador indeseado. -Carga Galmor, es lo mejor. -Susurra.
Los aventureros se adentran en el pasillo y estudian los paneles del techo. A Galmor no le toma demasiado tiempo darse cuenta de que son paneles dispuestos de forma tal que permitan un desprendimiento fácil de los mismos, el trabajo está hecho a muy buena consciencia y lo ha realizado mano de obra enana más que especializada en el tema. Es un trabajo muy fino.
Al seguir avanzando y sin una respuesta hacia la voz que retumba en el pasillo, escuchan un chasquido, es algo metálico, usualmente imperceptible en situaciones normales, pero aquí abunda el silencio y se escucha hasta el eco de las goteras sobre el piso.
Después de aquel ruido diminuto, comienzan a sentirse ruidos bastante más profundos y claros, ruidos de mecanismos, engranajes y poleas. Todos provenientes del techo y sus lozas.
Tiren salvación de destreza y otra de atletismo.
Galmor, a pesar de darse cuenta que los paneles de piedra del techo son una trampa hecha por enanos, avanza decidido por el pasillo ignorando el peligro
Motivo: destreza
Tirada: 1d20
Resultado: 16
Motivo: atletismo
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+3)=14
Edit: NO vi lo de la tirada de Atletismo.
Oh, narices, susurró Fadrique mientras veía como por un agujerito cuál había de ser el final de sus días. Intentó recular ante lo que parecía una lluvia de piedros, losas, cemento y otros materiales de construcción que se les venía encima.
Motivo: salv dest
Tirada: 1d20
Resultado: 13
Motivo: atletismo
Tirada: 1d20
Resultado: 16
Voy tirando, para no retrasar :)
Ale, un poquejo de texto...
Sorprendido por el ligero chasquido queda en evidencia que su suerte pende de un hilo, o mejor dicho que ya no pende de nada y literalmente caerá sobre ellos. – ¡Una trampa! -La advertencia era tan aprensiva como inservible a aquellas alturas.
Motivo: 1. Destreza y 2. Atletismo
Tirada: 2d20
Resultado: 5(+3)=8, 19(+3)=22 (Suma: 30)
Los paneles se abren y pueden observar que grandes jaulas comienzan a caer, una tras otra, el ruido de la primera parece un trueno por el eco causado dentro del túnel. La segunda atonta los sentidos por la vibración.
Los aventureros comienzan a moverse, Galmor, al estar atento a las paredes y el techo es el primero en reaccionar, moviéndose rápidamente y esquivando quedar atrapado dentro de una de aquellas trampas. Fadrique le sigue, no con tanta agilidad, pero la suficiente como para mover el hombro justo antes de que uno de los hierros se lo aplaste, quedando fuera de la jaula también.
En cambio, Anru, desafortunadamente no logra reaccionar a tiempo, logra moverse para no ser aplastado, pero queda aprisionado en una de las jaulas de hierro.
El eco permanece medio minuto aproximadamente y el silencio vuelve a inundar el entorno, quedando solo una nube de polvillo en el aire.
Pero bueno, dijo Fadrique en voz bien alta e indignada: ¿qué clase de recibimiento es este? ¡Somos amigos! ¿Estamos locos, o qué?
En tanto protestaba, afinó la vista por ver si aquella jaula se podía abrir con facilidad. Y puso la mano en el mango de la maza. Bueno. Cargar no iban a cargar, con todas esas jaulas por ahí... ¿o si? Se acordó entonces de aquellos pasillos laterales que habían dejado atrás.
Oh, diantres. Los pasillos laterales, Galmor, querido amigo. Como sirvan para lo que pienso, estamos aviados.
Después de todo seguía siendo un infante, lentamente sacudió sin objeto el polvo de sus ropas mientras se incorporaba, como acto reflejo su cuerpo se había acuclillado al tiempo que sus manos cubrieron su cabeza, movimiento bastante ridículo para un gnomo de las profundidades. -Bien, vamos a ver que nos espera. –
Si no carga nadie sobre nosotros de forma inmediata pienso convertirme en una rata usando forma salvaje.
El enano avanzó con decisión y con una agilidad impropia de alguien de su peso esquivó con habilidad las jaulas que le cayeron encima. Entendiendo que el recibimiento no había sido muy amistoso y aunque también entendía que eran ellos los intrusos, Galmor aprovechó su avance para sacar su martillo, pues intuía que cierta hostilidad encontraría al otro lado de la puerta.
Condeterminación y firmeza continuó avanzando hasta la puerta para asomarse utilizando la como escudo, pues temía ser recibido con una lluvia de flechas.
Perdón por el retraso. No vi las actualizaciones de la partida.
Fadrique avanzó prestando su apoyo moral (y quizá también mágico, si se presentaba la ocasión) arrastrándose por entre las jaulas y la pared.
Entiendo que hay espacio para pasar. Fadrique es delgadito :)
Dejando al gnomo atrapado en una de las celdas, el guerrero y el clérigo se adelantan por el pasillo hasta la puerta que daba final al corredor.
La puerta es de piedra maciza, pero parece tener un mecanismo que permite el libre movimiento de la misma sin mayores esfuerzos. Actualmente esta entreabierta y deja ver al otro lado que hay sin necesidad de poner en riesgo que salte alguna trampa o similar.
A primera vista no se ve a nadie en la otra habitación, pero si se nota que es una cámara grande, siendo netamente de roca tallada. Del otro lado se observa otra puerta de piedra. En el centro de la habitación se distinguen unas barras de hierro, pero desde la distancia no se nota bien para que pueden llegar a servir o estar allí.
Un par de cadenas se ven que cuelgan del techo. Así mismo hay una piedra, bastante grande, en el centro de la habitación al lado de las barras de metal.
Fadrique no siguió adelante, ni pisó el suelo ni el umbral de la nueva sala. Antes miró y remiró bien lo que podía ver desde ese ángulo.
Tirada oculta
Motivo: percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+4)=14
Tiro por percepción.
Elevando un poco su bastón sobre el hombro izquierdo el pequeño druida realzo una corta oración a la madre que todo lo ve a la espera de su ayuda para salir de aquella incomoda situación. -Madre presente en el nacimiento del mundo, puerta de todos los orígenes, permíteme adquirir la sencilla calidez de una rata de campo para poder continuar extendiendo tu sabiduría por el mundo. -
En apenas el instante que toma un parpadeo el joven druida caminaba en 4 pequeñas patas que le permitieron ir tras sus compañeros a distancia prudente.
Galmor entra cauteloso en la gran sala de piedra y martillo en mano empieza a avanzar en silencio, esquivando las barras metálicas y la piedra del centro de la sala, hacia la única puerta que ve.
Motivo: SIGILO
Tirada: 1d20
Resultado: 8
Avanzo en defensa completa
Galmor se adentra en la habitación, es cerrada, no hay otra salida que la puerta al otro lado del lugar.
La gran piedra en el centro esta cortada en perfectas proporciones y, aunque no se distinguía desde la entrada, esta totalmente tallada con símbolos de lo más extraños. No parece ser un lenguaje que se pueda comprender.
Al momento de llegar donde están los fierros atravesados se alcanza a escuchar un gemido. Un lamento de debilidad podría decirse. Del otro lado, sobre el piso y aplastado con pesadas piedras sobre sus manos y pies y espalda, alcanzan a ver un jovencito, de no más de 12 años, boca abajo.
Fadrique, tras comprobar admirado cómo un animalejo sorprendentemente parecido a Anrü se acercaba a ellos desde la jaula, avanzó con mucho cuidado tras el enano para, por fin, arrodillarse junto al muchacho. Comprobó si estaba vivo y, de ser el caso, qué podía hacer por él. Ya se ocuparía luego de investigar la piedra.
El pequeño roedor avanzo algo lejos del grupo, por ningún motivo quería ser aplastado o algo peor incluso por sus propios compañeros, un sexto sentido ratonil le había advertido sobre una larga mirada que Fadrique le regalo, muy posiblemente saboreando el momento en que pudiera comérselo en una brocheta. Tratando de pasar lo más desapercibido posible el pequeño roedor da un rodeo por toda la habitación en busca de cualquier peligro para el grupo.
No se ven fichas en el tablero.