Escudriñando en la oscuridad, adviertes que unos toscos escalones han sido excavados en la tierra y que la boca de la cueva es de hecho la entrada de un túnel.
Desciendes con cuidado por la resbaladiza escalera y al pie de la misma descubres en un rincón una cajita de plata...
Ya en el baile, hay que bailar. Pienso mientras mis manos agarran la cajita para abrirla e inspeccionarla.
Dentro de la caja encuentras 15 Coronas de oro y una Llave de plata. Sin nada más interesante, debes decidir.
Si deseas conservar la Llave, acuérdate de anotarlo en objetos especiales.
Guardo la llave de plata, porque quizas haya alguna puerta más. Arriba? Abajo? Mmmm... Veré de no olvidarme nada. Pienso y sigo bajando cuidadosamente.
Caminas por un corredor iluminado por una luz mortecina. El corredor desemboca en una gran cámara cuadrada con una puerta de roble en la pared opuesta. Tus sentidos te indican que no estás solo, como un aviso divino, sientes que corres un grave peligro si permaneces ahí.
Te das la vuelta y corres hacia las escaleras en el preciso momento en que un enorme bloque cae con gran estruendo detrás de ti. La cámara en la que estabas queda completamente bloqueada. Al salir a la luz del día, vislumbras a tu espalda la figura encorvada de un viejo druida que levanta su bastón. Un segundo más tarde, un rayo relampagueante estalla a tus pies. Sin perder un segundo echas a correr colina abajo, maldiciendo por aquel retraso, pero dando gracias a tu Sexto sentido.
Entre tanto, llegas a la orilla de un arroyo de aguas heladas y rápidas. La blanca corriente cae en cascada sobre las rocas musgosas y desaparece hacia el este...
Me acerco a las aguas y bebo un sorbo. Tratando de despejar mi mente. Será mejor no alejarme mucho de mi objetivo. Viendo hacia donde va el rio, lo sigo, camino al este.
Con gran precaución sigues la corriente, que se dirige hacia el este. De pronto divisas a lo lejos algo que te hace detener.
En medio del agua turbulenta, como una gran presa negra, yace un kraan muerto. Te acercas a rastras, escondido entre el follaje, y ves tres flechas profundamente clavadas en el pecho de la bestia. Atrapado bajo el peso del kraan está el cuerpo de su jinete, un giak.
Debe de haber muerto ahogado. La bolsa del giak contiene 3 Coronas de oro, con las que te puedes quedar.
Será mejor no buscar problemas. Pienso reflexionando que podrá haber mas alla por el rio.
Me aparto del a corriente y sigo por la arboleda.
Disculpa el tiempo de posteo, estaba segura que ya habia escrito esto, y estaba esperando la notificacion de tu respuesta XD
Tras un largo caminar el bosque empieza a aclararse hasta que finalmente descubres ante ti un camino entre los árboles. El sendero está lleno de gente que se dirige hacia el sur. Muchos empujan carros de mano en los que transportan sus menguadas posesiones.
No te preocupes, he estado algo liado, sino de todas formas te habría avisado, no habrías corrido peligro de morir así de repente por tardar jaja
Me preocupo cuando veo tanta gente yendo al sur. Algo malo pasó seguro, pienso mientras me uno a los caminantes para tratar de entablar conversacion
No hay drama, jaja solo que me quede inactiva y estaba segura de que habia posteado XD
La gente está cansada y hambrienta, puedes verlo desde lejos. Han recorrido muchas millas desde que abandonaron su ciudad en llamas, y a medida que te acercas te das cuenta de que no son realmente una amenaza.
De pronto oyes el batir de gigantescas alas. El sonido proviene del norte, y ahoga cualquier pregunta que fueras a hacer.
-¡Son kraans, kraans! Escondeos.
El clamor se extiende a lo largo del camino. Los pobres desdichados corren, nerviosos y asustados y, frente de ti, la rueda de un carro en el que van unos niños se atasca en un surco del camino y se rompe. Los niños chillan aterrados, incapaces de moverse.
Maldición! Grito, justo ahora no. Rapidamente me acerco a ayudar a los niños para que puedan escapar y esconderse.
Saltas hacia el carro. La gente corre en todas direcciones cuando los kraans atacan y se llevan por los aires tenebrosos a sus pobres víctimas. Un enorme kraan planea sobre el carro y tres rugientes giaks saltan de su lomo sobre los espantados caballos. Debes pelear contra ellos mientras los niños huyen o abandonar el carro y correr a refugiarte en una casa de labor cercana que, desde ahí, tienes a la vista.
Los niños huyen, protegidos por ti, mientras tu permaneces sobre el carro frente a tus enemigos. Sobre vosotros, como un ave de presa, acecha el enorme kraan, esperando el resultado de la batalla. Las crueles criaturas te atacan con sus lanzas al unísono...
Giaks (actúan como uno sólo, es un único enfrentamiento): Destreza en el Combate 15; Resistencia 13
Tú: Destreza en el Combate 11 (+2 por Ataque Psíquico); Resistencia 29
Puntuación en el combate: -2
Ya sabes como van los combates, así que, rolea la pelea, no puedes escapar en ningún momento, así que hasta que tú o ellos lleguen a cero.
Por otro lado, si sobrevives, rolea también que huyes perseguida por el kraan por el bosque, hacia una cabaña que has visto a lo lejos ;)
Al comienzo del combate me logro esquivar la primer lanza, aunque la segunda me pega, pero aun asi logro hacerle daño al giak.
Resistencias : E: 13-8 = 5 LS:29-2= 27
Seguimos en combate, hasta que logro propinarle un golpe al otro giak.
Resistencias: E:5-6= -1 LS:27-3=24
Una vez que lo knockeo logro seguir corriendo al ver que los niños pudieron encontrar escondrijos. Hecho a correr por el bosque mientras me sigue el kraan. En el horizonte logro ver una pequeña cabaña por lo que acelero el paso para buscar refugio en ella.
Motivo: Pelea
Tirada: 1d10
Resultado: 7
Motivo: Pelea
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Abriendo la puerta de una patada, entras como una tromba en la casa de labor. El kraan que te perseguía te ha perdido de vista, pero al poco escuchas su aleteo, notando como planea en el cielo sobre el edificio, lanzando un graznido de victoria, pues de sus garras pende otra víctima que chilla aterrada. Demasiado parecido a los gritos de miedo que uno de los niños...
Sin embargo, no puedes hacer ya nada. Has puesto en riesgo tu vida y tu misión todo lo que has podido, ahora necesitas descando. Tras comprobar que estás solo investigas a fondo la casa, y acabas por encontrar un pesado Martillo de Guerra que, si quieres, puedes coger, pues no parece que haya nadie para reclamarlo. También encuentras fruta suficiente para comer, y aunque no ves nada más en los armarios y cajones de la cabaña, no puedes quejarte.
Tras comer, vendar tus heridas con algunas telas y dormitar un rato, acabas por dejar pasar primero una y luego otra hora, hata que empiezas a escuchar fuera de tu refugio el sonido de gente que parece salir del bosque. Con precaución, sabiendo que puedes no estar a salvo, te deslizas por la puerta y te escondes en el bosque. Permaneces atento hasta que te das cuenta de que son supervivientes de entre los refugiados, lo que significa que los Kraans y sus crueles jinetes han debido marcharse ya.
También oyes a lo lejos el galopar de caballos. El sonido se acerca y en poco el eco de la caballería se convierte en un estruendo. Los blancos uniformes delatan, en cuanto están a la vista, quienes son. Por el camino se acerca, veloz, un regimiento del Ejército Real de Su Majestad.
Tu, en la linde del bosque, debes decidir que hacer...
Ya sabes, si quieres el martillo, cámbialo por otra de las armas ;)
ESTADO: 29/29 Resistencia.
Veo el martillo con recelo, pero al estar cansada de correr tanto prefieron no tomarlo por el momento. Luego de porder descansar salgo afuera de nuevo y escucho ruido de caballos y jinetes, al notar que son del rey atino a querer hablarles, mas decido a ultimo momento seguir mi camino sola. Es mejor no mezclar las cosas. Digo para mis adentros.
Ignoras a tus posibles aliados, convencida de que puedes llegar por ti misma antes que con su ayuda, y vuelves a ponerte en marcha, sabiendo al menos que estás cerca.
Comienza a hacerse de noche. Las sombras de los árboles se tornan más largas y oscuras. Cuando te dispones a hacer un alto y descansar, ves a través de los árboles filas de gentes que caminan hacia el sur por una amplia calzada. Te acercas y divisas un gran carruaje de mercader en medio de una nube de polvo. Va tirado por seis potentes caballos y avanza mucho más deprisa que el resto de los vehículos.
Podría ser para ti un medio de llegar con mayor rapidez a la capital, y estás cansado, hambriento, y aún enfadado por no haber aceptado el ofrecimiento. Puede ser el motivo por el que no lo piensas demasiado y, cuando te quieres dar cuenta...
Cuando el carruaje pasa velozmente junto a ti, saltas a la escalerilla de la parte posterior y logras asirte a ella. Te incorporas afianzando los pies sobre el peldaño más bajo de la escalerilla, que sirve de acceso a la puerta trasera del carruaje. De repente la hoja superior de la puerta se abre y sólo tu increíble habilidad y tus reflejos logran que un enfurecido guardaespaldas no te vea, pues trepas al techo del opulento carruaje y te acurrucas entre los baúles y fardos del equipaje.
La noche pronto cubrirá con su oscuridad el camino. Un viento frío sopla del oeste y te arropas en la capa para resguardarte de él. Escuchas voces debajo de ti en el carruaje y percibes un aroma de carne adobada que te hace la boca agua. Eso te recuerda que estás hambriento y que debes comer algo. Por suerte tienes alguna ración, pues salir a cazar sería imposible en esos momentos.
Al final la fatiga de tantas peripecias acaba por vencerte y te duermes con un sueño intranquilo...
Te despiertan los graznidos de un kraan que vuela en círculo sobre el carruaje, ahora detenido. Es por la mañana temprano y el cielo está despejado y radiante. Divisas una manada de lobos fatídicos a menos de un cuarto de milla delante de ti, en el camino real. Se están preparando para atacar y debes actuar con toda rapidez. La batalla está perdida, quedarte supondría tu muerte, y aunque sientes lástima por los que van en el carruaje, debes intentar salir con vida de allí a toda costa.
Te he descontado ya la comida :D
Una pena enorme me inunda en alma al dame cuenta de la situación, pero mi sentido del deber es mas grande. Al ver el dilema en el que me encuentro, opto por desatar un caballo, antes de que perezca con el resto inutilmente y trato de atravesar los lobos con él..
Mejor, jeje que tengas vos mas nocion de mi mochila, jeje a veces me cuelgo con eso.