Partida Rol por web

Nada más entrar me aparto hacia un lado, evitando así que seamos un blanco conjunto en caso de que los tíos se vuelvan demasiado atrevidos, además de impedir de esta forma que podamos estorbarnos y que alguno salga herido en la contienda.

Aunque mi atención está puesta en los dos trajeados, poco a poco me voy acercando a la puerta que se encuentra en la habitación, saliendo de su línea de tiro en el caso de que se abriera.

Los dos matones están nerviosos pero intentan demostrar entereza y tranquilidad.

El que sujeta a la chica la sueta, y esta cae al suelo entre sozollos.

¿Que quereis? No sabeis donde os habeis metido, os recomiendo que bajais el arma y que salgais de aqui, o no volvereis a ver la luz del día en vuestra vida. Os aconseja el de color blando.

La camarera se intenta incorporar un poco, aun con las piernas pegadas al suelo y con los brazos apoyados en él, levanta medio cuerpo, mientras las lagrimas golpean el suelo intermitentemente.

¡Salid de aqui! vais a morir... no hay nada que hacer...

Miro a Kaze más con curiosidad en los ojos que preocupación, pero mis músculos se tensan aún más de lo que estaban, anticipando los problemas que nos acaban de prometer.

Señorita - respondo desde mi posición, mientras no dejo de vigilar la puerta - creo que no es la primera vez que escucho esas palabras en un relativo corto perido de tiempo, pero de momento, como puede ver, no se ha cumplido.

Me parece extraño que una chica a la cual acaban de agredir, se preocupe más por avisarnos que por salir de allí lo más deprisa posible - Díganos ¿qué es aquello que tanto teme?

Kaze entra en la habitacion, y no quita ojo de los 2 matones.
Con un movimiento lento cierra la puerta tras de si sin girarse, y con la mano señala la pistola que tiene, dando con el dedo 2 pequeños golpecitos con el dedo, a modo de "chicos esta aqui, no hagamos el tonto".

Chaquetas fuera, y armas tambien, y no queramos pasarnos de listos, en esta pequeña habitacion no hoy sitio donde esconderse. ¿Ok?

El de color negro escucha a Peter y luego mira a la chica y afirma con contundencia.

Ella no dirá nada. Además, por ahora, ya hemos terminado de hablar con ella, asi que, Celia, puedes irte, continua con tu trabajo, mientras nosotros terminamos de hablar con estos chicos tan amables.

Y le indica la puerta para que salga.

El de color blanco se cruza de brazos y permanece con la mirada puesta en los dos.

Nos podemos quitar la ropa y las armas, pero no podreis salir de aqui con vida, os habeis metido en el infierno.

Ninguno de los dos hace ademán de quitarse nada de lo que lleba puesto y mucho menos de desprenderse de algún arma que lleben.

Celia se levanta del suelo, las lágrimas aún le afloran, pero con menos intensidad, parece que se ha tranquilizado. Da un paso hacia la puerta, pero levanta la mirada para mirar a Peter, en espera de la aprovación, tiene miedo de los dos matones, pero no es tonta, y sabe que Peter tiene un arma de fuego.

De aquí no se mueve nadie hasta que nosotros lo digamos - afirmo tranquilamente - y vosotros - digo señalando con la barbilla hacia los dos matones - haced lo que os ha dicho mi amigo o ya no podreis hacerlo - la pistola en alto, sin ningún temblor, apunta en dirección a ambos, lo cual, según la distancia que los separa, le permitiría disparar sobre cualquiera de los dos.

Y tú - comenta dirigiéndose a la chica - ya no tienes nada que temer de ellos, así que habla y dinos a qué te referías.

Kaze termina de cerrar la puerta tras de si. Con tranquilidad saca su arma y apunta a los matones de bar. Sin pestañear y su cara parece estar diciendo, " dame una excusa".
A la chica le dice lentamente.

Y mientras nos cuentas, vete desarmandoles muy despacio.

Mira al que estaba pegando a la chica, y no se te ocurra tocarla o tu amigo comera sesos antes de que acabe la noche.

Su brazo se tensa, el seguro hace un sonido de sobra conocido por todos lo hombres de la habitacion. Y seriamente mira a los matones.

La chica se deteniene tras la orden de Peter, pero al pedirle explicaciones se derrumba psicologicamente. Se arrodilla en el suelo y sus sollozos comienzan a ser más que ruidosos.

No... puedo... puedo...

Ni tan siquiera se levanta para poder desarmar a los dos hombres que la tenían tan solo un momento atrás, cogida y golpeandola.

Los dos hombres sonrien ante la situación y por el trance que está pasando la camarera.

Ya nos desarmamos nosotros, no se preocupe. comenta el de color blanco.

Y comienzan los dos a quitarse la chaqueta lentamente, esperando la aprovación de Peter y kaze para continuar más deprisa y con las armas.

No se que pretendeis haciendo esto, pero esta camarera ya está despedida y más le vale andarse con ojo. comenta el de color blanco.

Y vosotros ya estais muertos... comenta con ironia el de color negro.

Ni te imaginas que tan cerca de la realidad has estado diciendo que ya estamos muertos.

Kaze pone una mueca extraña y sadica en la cara y da medio paso hacia los matones. Torciendo la cabeza y sacando la lengua.

Ahora quitaos tambien toda la ropa.

Espero que Peter entienda que 2 hombres desnudos son mas faciles de manipular que unos vestidos. Esto cada vez tiene peor pinta.

Al observar que Kaze tiene controlados a los matones de momento, desvío mi mirada hacia la puerta cerrada que aún oculta lo que guarda en el interior.

Colega - digo evitando dar ningún nombre que se pueda recordar. Así llamo la atención de Kaze e inclino levemente la cabeza hacia la puerta, indicando que voy a comprobarla.

Me coloco en la pared, cerca del pomo pero evitando la línea de tiro cuando la abra. Alargo la mano y compruebo el pomo, abriéndola en caso de que no oponga resistencia.

Kaze abre los ojos aun mas y sigue mirando a los matones, sonriendo y enseñando los dientes.

Toda la ropa.

Los matones comienzan a desnudarse y a soltar las pistolas que tenían en las sobaqueras. Todo lo van poniendo lentamente en el suelo, para ganar tiempo.

Esto es humillante

Comenta uno de los dos.

Peter abre la puerta sin resistencia y hecha un vistazo desde su posición hacia dentro de la habitación.

Un despacho se abre ante los ojos de Peter, solamente iluminado por un gran ventanal que hay en el lado de la pared. Posee una mesa con un par de sillas por un lado y otra más comoda en el lado que da a Peter. Poco más puede ver desde su posición. Pero lo que si es cierto, o al menos en apariencia, es que está totalmente vacío de personas.

Parece vacío - le digo a Kaze despues de echar una mirada al interior - pero prefiero asegurarme.

Vacilo un momento antes de entrar, más preocupado por mi compañero si le dejo solo aunque sea unos intantes que por mi mismo, aunque es necesario asegurarse de que esa habitación no nos reserva ninguna sorpresa - ¿Te haces cargo?

Y espero su respuesta antes de entrar.