Partida Rol por web

A Jean no le hace mucha ilusión meterse en la cabeza de otros sin permiso, pero como se trata de algo muy superficial, accede...

Pues no, era la primera ve que le veía... Llegó, eso sí, en un coche de alquiler de la misma empresa del que llevaba su hermano dice la Sra Margaret sonriendo Aún conservo buena vista ¿sabe, joven? Me gusta hacer ganchillo junto a la ventana y por eso los vecinos dicen que soy un poco fisgona...

Mientras ella habla, Jean Grey se concentra y consigue ver una imagen del otro individuo...

***¿Riptide? Parece que Empath está haciendo unas amistades peligrosas...*** os dice Jean directamente a vuestras mentes

Y no, no lo digo por ese chico, lo de la gente con la que se mezcla... es por lo de su trabajo. A mí no me gustan nada esos de Arriba América, y mi Clem diría que ya combatió contra ellos en Normandía y media Europa para ahora tenerlos aquí... te explica la anciana con tono enfadado

Ni yo ni mi Clem hemos tenido jamás nada contra los negros, los hispanos y... la gente como vosotros añade con una risita

Sé que vosotros sois especiales, como lo es tu hermano y el chico ese que vino a buscarle. Puedo... verlo ¿entiendes? Cuando se lo conté a mi Clem la primera vez que me pasó me dijo que mejor me callara... eran los tiempos de la Guerra Fría y la gente diferente... bueno, no estaba muy bien vista en las ciudades pequeñas como esta... te explica en tono confidencial

Yo, de vosotros, hablaría con Donna acerca de su marido. Sé que tu hermano tenía pensado volar con él, pero me parece que al final lo canceló... o con la gente de su oficina... Está en la calle Ryan esquina con South Reynolds pero... como ya sabes qué son, ojito con decirles qué eres tú! añade riendo

Bueno, y ahora me voy adentro, que mis huesos se quejan de tanta humedad... si queréis pasaros luego, os invitaré a té y pastas a todos... termina diciendo, mientras abre la puerta de su casa, a la que sale a recibirle un enorme gato de angora...

Mientras la información le llegaba mentalmente a Brian, éste escuchaba con una sonrisa a la anciana. Era como la abuela que nunca había conocido, ya que a los padres de sus padres les llegó su hora cuando él era muy pequeño, así quese permitió unos minutos para escucharla. Pero cuando el tono alarmado de Jean le informó de que el tipo, Riptide, era peligroso, su relajación se esfumó como la niebla en la mañana, y volvieron los nervios.

- Es usted muy amable, señora Margaret - dijo, abrazándola, y agradeciendo haber elegido a la anciana como primer contacto, ya que era muy amable, cariñosa, y además, mutante - Tendremos mucho cuidado... y también téngalo usted. No se preocupe, que pasaremos a visitarla.

Mientras se marchaban hacia el coche los cuatro juntos, Brian se dirigió a su tutora.

- ¿Riptide? ¿Es peligroso?

Es un mal bicho... si anda liado con Empath, juntos forman una combinación poderosa.. él es capaz de generar pequeños tornados y de incluso usarlos para absorber cosas y después lanzarlas a gran velocidad... te informa Jean Grey, mientras Emma y Scott asienten a la explicación...

Así pues qué os parece que podemos hacer... ¿que Brian hable con la dueña de la casa siniestrada, o vamos directamente a esa oficina de los de Arriba América?

Crear tornados, vaya, pensó el joven mutante tras la explicación de Jean. Entonces ya estaba claro que él había sido el causante del destrozo de la vivienda. ¿Por qué habría sido? ¿Quizás la mujer tenía miedo de lo que Empath podía hacer? ¿O tenía algo que ver con su marido? Además, la mujer estaba hundida, y la idea de rodearse de psicópatas que odiaban a mutantes no le hacía mucha gracia.

- Jean, ¿puedo hablar con Donna? - dijo, rascándose la sien, inquieto - La señora Margaret ha comentado algo sobre que Empath iba a volar con su marido... quizás nos diga dónde planeaban ir...

Jean asiente y te acompaña a hablar con Donna, la mujer de la casa de al lado de donde vivía Empath... Su casa ha quedado bastante dañada, pero donde residía Empath no ha quedado nada en pie, y prácticamente nada entero...

Cuando os acercáis una vecina la está consolando, y por lo que parece le está diciendo que se seguirá haciendo cargo de los niños unos días más...

Una vez se va la vecina, Donna Mason se seca unas lágrimas y os mira con una media sonrisa

¿Sí, en qué puedo ayudarles? He visto que hablaban con Margaret, mi vecina de ahí enfrente...

Con su mejor sonrisa, Brian saludó a la señorita Mason lo mejor que pudo. No sabía bien cómo hablar a alguien que había perdido la mitad de su casa, pero lo hizo desde el corazón.

- Señorita Donna, mi nombre es Brian, y estos son Jean, Emma y Scott - dijo, separándose y señalando con la mano abierta al grupo - Antes de nada, permítame decirle que sentimos mucho lo que le ha ocurrido a su casa.

Se tomó unos segundos para organizar sus ideas y aclararse, y volvió con el discurso.

- Verá, estamos buscando a una persona, y tenemos entendido que su marido iba a viajar con él, ¿puede ser?

Emma y Scott saludaron a la dueña de la casa formalmente, aunque se mantuvieron a distancia, dejando que fuerais Jean y tú los que llevarais el peso de la conversación...

La Sra Mason no llegará a la treintena, y por lo que habéis oído, tiene un par de niños de su matrimonio, que ahora están en casa de unos vecinos...

Muchísimas gracias, Brian. Podría haber sido peor... ni yo ni los niños sufrimos daño alguno, a Dios gracias, y pasó al poco de marcharse mi marido... si le llega a pillar en el coche... dice mirando el otro que llevaba Empath, hecho una ruina

Donna piensa un instante y consigue sonreír a medias Ah, te debes referir a nuestro vecino, el Sr Henderson. Pobre, de su casa sí que no ha quedado nada... Pues sí, tenía apalabrado viajar con mi marido a California pero lo canceló a última hora, enviando a alguien en su lugar cuando dice la palabra alguien tuerce el gesto, como si no le gustara la persona que había ido...

El Sr Henderson dijo que le habían surgido problemas de última hora, que tenía que recibir a un conocido suyo, relacionado con su trabajo, y por eso no fue él en persona

De nuevo ves ese gesto como de disgusto en su cara, pero ella no añade nada más, mirando a los bomberos que trabajan en su casa

Brian frunció el ceño tras el discurso de la mujer. Estaba claro que escondía algo, y él no era del tipo de chicos que acostumbraba a indagar en la vida de los demás. Pero era indispensable que averiguaran el paradero de Empath antes de que alguien más saliera herido.

- Señora Mason, es imprescindible que encontremos al señor Henderson lo antes posible - dijo, tomándole las manos con las suyas - ¿Sabría decirnos algún sitio donde localizarle? No responde al teléfono, y es un asunto de vida o muerte...

Quizás haciendo que el asunto pareciera realmente serio la mujer se ablandaría y soltaría prenda.

Jean sonríe cariñosamente, como refrendando tus palabras, lo que hace que la Sra Manson se relaje un poco

Mirad, yo no tengo un número donde localizarle. Sé que a mi marido le pidió que el jet privado en el que iban a volar hiciera escala en Sacramento, antes de llegar a San Francisco, que es donde iba mi esposo.

Clark trabaja como asesor externo para diversas empresas de Silicon Valley ¿sabéis? Pues eso... que esta mañana, cuando hemos hablado, tras que le explicara yo todo lo ocurrido él me ha contado que el chico de la cabeza rapada que iba con él estaba todo el rato muy nervioso, viajando con un maletín esposado a la muñeca...

Al iros contando esto va bajando poco a poco el tono de voz al mismo tiempo que se acerca un sonriente bombero

Donna, la estructura de la casa ya está asegurada. Así que los de la seguradora que tienen que venir a repararlo todo pueden hacerlo cuando quieran... veis que pese a que el bombero parece muy simpático, Donna rehuye mirarle a los ojos ¿Y esta pareja con la que hablas, quiénes son, si se puede saber? pregunta, mirándoos de arriba abajo

Gra-gracias, TJ. No, no son nadie conocido, preguntaban por los Williamson, una pareja de ancianos que vivió aquí antes de que lo hiciese el Sr Henderson... miente descaradamente la mujer, de una forma que parece convencer al bombero, que se marcha junto a sus compañeros...

Clark dice que son manías mías y que son buena gente, pero yo ya empiezo a verlos por todas partes y no me gustan, esos de ultraderecha... os comenta Donna, y entonces caéis en la cuenta de que el bombero lleva la cabeza rapada...

Yo de vosotros preguntaría sobre Mitch Henderson con cuidado en la oficina donde trabaja. Seguro que ellos saben dónde para, porque son unos controladores... aunque id con ciudado, suelen desconfiar de los extraños... os recomienda Donna, con una media sonrisa

Realizando un leve apretón para enfatizar la despedida, Brian le dio las gracias y se marchó hacia el coche junto con sus tutores.

- Maldita sea... esos indeseables están en todas partes - dijo, ligeramente agobiado - Pero como vaya yo allí con estas pintas, me comen... que no tengo pinta de cabeza rapada... ¿colaría si me hago pasar allí por su hermano?

Hablaba en voz alta, como preguntándoselo a Jean o Scott, pero realmente se lo preguntaba a sí mismo. Aunque de verdad la pregunta era:

¿Tendré valor para entrar en un lugar lleno de gente que quiere matarme?

Scott te sonríe y tranquiliza una vez dentro del coche No te pongas nervioso, que lo estás haciendo muy bien, Brian. No todos los de Arriba América van rapados, sólo los más radicales. Pero yo sinceramente no intentaría otra vez lo del hermano...

Si es cierto que Empath ha estado trabajando un tiempo con ellos les habrá contado alguna historia, y vete a saber si hay hermanos en ella...

En cambio, unos primos lejanos que acaban de llegar de... digamos Boston, o Baltimore tiene más posibilidades de éxito ¿no te parece Jean? propone Cíclope y a ella le parece una buena idea

Scott conduce hasta las cercanías de la oficina mencionada, y dice que él y Emma se quedarán allí, mientras que Jean irá con Brian para ayudarle y apoyarle...

En cuanto os acercáis a la oficina, veis que es el típico despacho a pie de calle con grandes vidrieras transparentes. Hay algunos letreros del Partido, alguno de jocoso, pero nada abiertamente ofensivo a la vista...

Nada más entrar veis una secretaria, una chica rubia muy mona que está atendiendo el teléfono, y al fondo un par de chicos bien vestidos que trabajan delante de ordenadores, supervisados por un individuo muy bien trajeado de grandes espaldas... Solamente al fondo, en la trastienda, se ven a un par de cabezas rapadas cargando y descargando cajas de revistas de propaganda política.

La recepcionista os atende nada más llegar con una gran sonrisa y, en cuanto le nombráis a Mitch Henderson, niega con la cabeza, lamentando aparentemente no poder ayudaros

Lo siento, pero Mitch... quiero decir, el Sr Henderson salió de viaje poco antes de que el tornado ese destrozara su casa ¿Se han enterado, verdad? Suerte que nadie resultó herido... os contesta pero, pensando un instante, añade

Un momento, igual el Sr Larson les puede dar información más concreta. Es el encargado de publicidad y relaciones públicas para toda la Costa Este y el Sr Henderson es parte de su equipo... dice con una sonrisa encantadora, mientras llama al tal Larson

En cuanto se gira -es el individuo de anchas espaldas bien trajeado que había al fondo con los de los ordenadores- Jean no puede evitar fruncir los labios y llevándose unos dedos a su sien, te informa telepáticamente ***Menuda suerte la nuestra... es el ex de Irene, la mujer que sale con Hank, y el padre de Sammy. No me conoce, pero mucho ojo con lo que decimos...***

El fornido ex-jugador de fútbol americano se acerca con una brillante sonrisa y, al verte, te pregunta si quieres un balón o un poster dedicado

Mucha gente viene aquí de lejos para que se los firme, cuando estoy en Toledo... Bien ¿qué puedo hacer por ustedes? dice con una cordialidad que hace difícil pensar que ese hombre atacara de aquella manera a Irene...

Durante unos breves segundos Brian se quedó paralizado, y no era para menos. Desde siempre las noticias sobre maltratos domésticos le habían calado hasta el fondo, y cuando conoció a la joven Sammy, se le partió el corazón. ¿Cómo podía hacer alguien algo así? Y lo que para el joven era aún peor, ¿qué podía hacerle a él si se enteraba de que era un mutante? Tragó saliva y apretó los puños, tenía que sacar al encantador joven que había en él.

- Ho-hola, señor Larson. Es un honor conocerle. ¡No sabía que usted trabajara aquí, pero ya que estamos ¿podría firmarme un autógrafo? - no le hacía ninguna gracia hinchar el ego del tipejo, pero quizás así relajara sus formas - Sí... soy Charles, sí. Muchas gracias.

Guardó el papel en el bolsillo para luego prenderlo fuego, pero esos segundos le permitieron relajarse debidamente.

- Verá, hemos venido a visitar a un primo nuestro, Mitch. Al llegar a Toledo le hemos estado llamando y no contestaba, y al llegar a su casa y ver lo ocurrido... ¡estamos muy preocupados! No responder al teléfono, y nos preguntábamos si usted sabría dónde se encuentra...

Como se ponía nervioso siempre que tenía que hablar en público y mentir, daba totalmente la impresión de estar preocupado.

Ralph firma el autógrafo con una gran sonrisa mientras habla de algunos hitos de su carrera, demostrando lo gran ególatra que es, y en cuanto le preguntas por "Mitch Henderson" asiente sin problemas

Pues mira que también es mala suerte, venir a verle justo cuando no está. Aunque lo cierto es que el trabajo de Mitch hace que esté casi en constante movimiento, pero a él le gusta... explica mientras coge un portátil y empieza a consultar

Pero no teman que no le ocurrió nada. Hablé con él tras lo del tornado y me dijo que estaba bien... dice mientras abre varias pantallas lentamente. Se ve que el tipo no es ningún lince manejando ordenadores...

Y ¿desde dónde vienen ustedes, de muy lejos? Si no tienen alojamiento, les puedo recomendar algunos buenos sitios... a ver... ajá, aquí está... hasta mañana estará visitando las delegaciones de Michigan, seguramente, porque el norte de Ohio ya debe haberlo terminado. Aunque tiene bastante libertad de acción...

Y luego... en ese instante suena el móvil y se disculpa levantándose y yendo al fondo del local para contestarlo...

Brian no sabía muy bien la distancia exacta entre Toledo y Michigan, pero debía de haber alrededor de 500 kilómetros, ¿podrían llegar a tiempo de encontrar a Empath? Además, ¿cómo era posible que ese tipo se moviera por las ciudades con tanta tranquilidad, sabiendo que está siendo perseguido por la justicia? No llegaba a comprender el alcance de sus poderes, pero hasta Magneto se mantenía alejado del gran público.

- Michigan... ¿le habrá dado tiempo a ir allí desde que ha sucedido lo del tornado? - susurra a Jean, rascándose la cabeza.

Esperó a que Larson regresara con la mejor de sus sonrisas, y dedicó un minuto a sondear los objetos de su alrededor. Aquel lugar apestaba a odio e incomprensión. Suficiente.

Jean tiene apenas tiempo de susurrarte que Toledo está justo en la frontera del estado con Michigan y que de ahí a Detroit, la ciudad más importante de Michigan, hay una hora y poco en coche, cuando Ralph regresa tras hablar por el móvil

Luce una sonrisa de oreja a oreja y se vuelve a sentar con vosotros ¿Dónde estábamos? Ah, sí... Michigan...

Pues después me parece que le toca ir a la Ciudad Esmeralda, al País de Nunca Jamás y terminará visitando a Santa Claus... su sonrisa se transforma en una mueca sardónica mientras habla, aunque no levanta la voz para nada

Pero menudos huevos que hay que tener, para venir aquí a preguntarme por uno de los míos, con lo que me hizo la aberración peluda que tenéis por amigo... Porque si habéis venido en el coche con el de las gafas, que es un X Men, vosotros vais del mismo palo.

Seguro que nada os gustaría más que yo la liara parda atizándole a cualquiera de los dos... menuda publicidad ¿eh?

Pues no! Tened por seguro que Arriba América va a conseguir su objetivo, que es llenar el Congreso y el Senado de representantes que abran los ojos a la sociedad acerca del peligro que sois para ella...

Gentuza sin escrúpulos que destroza familias y carreras de gente normal, sin que les importe nada.

Pero decidle a ese salvaje de azul que Irene y Sammy volverán a ser mías, más pronto o más tarde, una vez él y todos vosotros estéis acabados!!!

Pronto la sociedad comprenderá quiénes somos, y qué monstruosa amenaza sois vosotros, chusma...

Ralph sigue profiriendo insultos y amenazas sin alzar la voz, pero Jean se limita a levantarse y, mirándote te pregunta, como si el ex de Irene no existiera ¿Quieres preguntarle algo más a este amable caballero, o nos marchamos ya?

En cuanto Larson empezó a ponerse brusco, Brian se atemorizó y empezó a balbucear y temblar, teniendo que agarrase a la mesa que tenía frente a él para no desplomarse. Las piernas apenas le sostenían. ¿Por qué ese tipo le daba tanto miedo? ¿Quizás por el hecho de que fuera capaz de darle una paliza a su propia esposa?

Afortunadamente, Jean le sacó de su propio agujero y le hizo volver en sí.

- No... podemos irnos... - dijo, sacando el autógrafo que le había firmado, hizo una bola con él y lo tiró a los pies del sádico Ralph Larson - No tengo nada que hablar con un animal como éste.

Se marchó tras Jean a paso rápido, porque aunque su boca se había asegurado de plasmar arrogancia y chulería, su corazón le instaba a salir corriendo lo más rápidamente de allí.

En cuanto salís del local, Jean Grey te pasa un brazo por los hombros en un abrazo tranquilizador

Lo has hecho muy bien, Brian, aunque me parece que aquí se acaba la pista de Empath... vamos a comentarle todo esto a Scott y decidimos qué hacemos ¿te parece? te dice con una sonrisa cariñosa

En cuanto entráis en el coche, Scott os confirma que un cabeza rapada se los quedó mirando hace unos minutos, antes de que pudiera disimular de alguna forma...

En fin, igual Miles logra sacar algo en claro con la información que tenemos. Lo que sí que esto nos confirma es que Empath está estrechamente relacionado con estos neonazis, pero no lo acabo de entender... ¿Alguna idea? pregunta, antes de añadir otra sobre qué queréis hacer, si volver ya a casa, o hacer alguna cosa más...

Una vez dentro del coche, Brian se sentía mucho más a salvo. En compañía de tres grandes X-Men sabía que nada de lo que les acechara podría hacerle daño, así que permitió que su corazón volviera a latir a un ritmo normal, y sonrió a su tutora ante el cumplido.

- Lo que no me ha quedado claro es por qué ¿Riptide? destrozó la vivienda de Empath. ¿Sería para que no pudiéramos encontrar rastros? ¿O alguna pista? - dijo, rascándose la nuca, como siempre que pensaba en voz alta - Cuando estuvimos allí, no percibí nada, pero la verdad es que estaba atento de la señora Henderson como para centrarme en las ruinas pero... ¿y si volvemos esta noche? Podría mover fácilmente los cascotes y buscar alguna pista sobre sus próximas maniobras...

Incluso él mismo sabía que era tirar de un hilo muy fino, pero era lo único que se le ocurría. Viajar a Michigan era una pérdida de tiempo (aunque dudaba que ya estuviera allí), y un tipo capaz de manipular las mentes podría estar en cualquier parte.

- Esto... Ralph Larson tenía un ordenador con información sobre los encuentros... ¿podría Miles entrar en él y sacar sus datos?

Emma arquea una ceja y sonríe, algo no muy habitual en ella Caramba, parece que el chico hasta piensa y todo...

Desde luego, lo de destrozar su casa huele a borrar pistas. Si Brian se ve con ánimos, podemos intentarlo en cuanto oscurezca ¿no os parece?

Scott mira a Jean y asiente y, tras escuchar la propuesta siguiente de Miles Cícople alza las cejas

Podemos decirle que lo intente, pero igual con un  portátil le es más complicado... no conozco muy bien los límites de su poder, así que por decírselo y probar, no veo problema dice con una sonrisa reconfortante...

Así pues, esperáis a que empiece a oscurecer y os acercáis a las ruinas de la casa de Empath.

Jean y Emma bajan contigo y se sitúan cada una mirando hacia un lado de la calle, mientras Scott mantiene el motor del coche al ralentí...