Partida Rol por web

Jornada tranquila, como empieza a ser habitual en tu trabajo. Ruta con el carrito y distribución de droga, obteniendo la misma miseria que la última vez: un fajo de billetes.

Dinero en mano te encaminas de nuevo hacia la base de operaciones de la familia.

Exceptuando la paliza que has tenido que darle a un musulmán muy poco generoso con la causa, has tenido una jornada de trabajo bastante tranquila en la que has conseguido recaudar un par de fajos de billetes para Abdul.

Dinero en mano te encaminas de nuevo hacia la base de operaciones de la familia.

¡¡¡ERA UNA PUTA ENCERRONA!!!, la policía estaba allí y por poco te cogen los muy cabrones. Has tenido que patear durante casi quince minutos para dar esquinazo a las patrullas que te seguían, y para colmo no has recuperado ni un mísero billete para Shirase.

Por suerte no te han trincado, y ya estás cerca del edificio de oficinas de Little Tokio.

¡¡¡ERA UNA PUTA ENCERRONA!!!, la policía estaba allí y por poco te cogen los muy cabrones. Has tenido que patear durante casi quince minutos para dar esquinazo a las patrullas que te seguían, y para colmo no has recuperado ni un mísero billete para Shirase.

Te encaminas a paso acelerado de vuelta al edificio de oficinas de Little Tokio, cuando de pronto...

No das a basto con tanto yonki, prostituta y comerciante al que ajustar las cuentas, pero con paciencia y buen hacer, ayudado por la experiencia adquirida, logras terminar la jornada con un maletín rebosante de pasta para la familia.

Abandonas los suburbios en dirección al Fat Tony´s, cuando de pronto...

Unos murmullos, alguien se esconde en una tienda, y tú sabes que alguien reconocido se acerca, preparas la metralleta bajo la túnica y te apartas discreto a la espera de ver quien aparecerá.

Cuando de pronto...

La esquina de la:

con la:

(Donde una paloma lleva petrificada desde la última nevada).

No es una zona muy transitada, excepto por las monjas de distintas organizaciones religiosas que acuden en peregrinación para frotar la estatuilla del Cristo de la Repolla.

Así podemos ver por el lugar pequeños grupos de hermanitas de la caridad deambulando de aquí para allá... pero las monjitas no son las únicas viandantes de la zona. Estos callejones situados entre los suburbios y la zona civilizada de la ciudad, son las vías preferidas de los gángsters y mafiosillos locales, que suelen emplearlas para escabullirse de la policía o de sus suegras.

A lo que íbamos. Camina por la calle a paso acelerado una femme-fatale de rasgos orientales con las manos en los bolsillos de la chaqueta y que no para de mirar hacia atrás.

En dirección opuesta avanza un machaca italiano con el cuello más ancho que el rabo de un toro dopado, y que lleva un maletín abombado en una de las manos.

Y entre ambos, apoyado contra un portal se puede ver a un moraco con turbante y túnica último modelo en Marrakech.

Algún yonki ha puesto a todo volumen la minicadena, dotando al momento de la chispa que le faltaba para que fluyese la magia.

¿Hace falta saber lo que son 2+2 para darse cuenta de que van a llover hostias como panes?.

Mi chica huirá, si hace falta darse golpes.. que empiecen otros jajaja

Necesito escribir algo más???

Yo de ti correria amiga....le comento a la oriental y comienzo a poner pies en polvorosa...

Bufff maldita chinita, un maletín es demasiado tentador

Acribillo a tiros al italiano, así terminaré con ellos hoy de una vez por todas

Abriendo los ojos como búhos, el italiano y la oriental dan media vuelta y echan a correr huyendo del lugar por caminos opuestos. En mitad de la callejuela queda el moro mirando hacia ambos lados...

Ay chinita chinita que vas con zapatos de tacón ..... :P

Miho echa a correr, regresando por el lugar por el que vino, cuando de pronto uno de sus tacones se rompe haciéndole estar a punto de perder el equilibrio... una mirada atrás le hace ver al moro corriendo hacia ella y tirando al suelo a las monjas a empujones.

Damelo todo, hasta las bragas, y te perdonaré la vida

¿Quieres zumo de cangrejo?

Abdul saca la ametralladora y una lata que tiende a la chinita amistosamente y con una gran sonrisa... ha estado fumando seguro

Da varios pasos hacia atrás al ver que lleva una ametralladora, la cosa se está complicando por momentos y ella no está preparada para un encuentro de este tipo.

- No llevo nada, no tengo nada que darte - responde al islámico con los ojos bastante abiertos.

Da media vuelta y echa a correr para huir de él, no le ha mentido en que no ha conseguido nada, pero seguro que no la creerá y se liará a disparos con ella, asi que lo mejor es correr para huir de él.

¡¡Te dije hasta las bragas perra-china!!

Abdul descarga el cargador sobre la infeliz

Y aún le sobra tiempo para acercarse y pisotear su cabeza con sus mocasines

Escupir sobre su cuerpo, saquearle, y vaciarle otro cargador en la cara

Echo esto, sale pitando del lugar