Partida Rol por web

Maids en la Mafia

Día 3: Epílogo

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22/11/2014, 23:32
Director

Los Nagase habían cumplido su promesa y habían salido de la ciudad. Por el momento, no se tenían noticias de ellos.

Sebastian y Kana debían organizar su boda, mientras que Kahei y Miki parecían llevar varios días divirtiéndose. Ciertamente, le había sentado bien a Kahei su conversión como vampiro. Lo que era cierto era que tenían escasez de personal, ya que Kansai había estado siempre relegada en la batalla y tenerla a ella sola para atender el café no era buena idea. Una maid fantasma era llamativo pero no era 100 % popular.

Kana sería la nueva jefa de maids y sería la encargada de recibir a las aspirantes, mientras que Sebastian estaría encargado de la administración del café, aunque había cambiado un poco su decoración y había construido un escenario para poder hacer sus presentaciones cada sábado a partir del anochecer. Aimi le había permitido hacer algo así, ya que era su sobrino favorito, a pesar de las posibles quejas de Kahei sobre la nueva apariencia que le había dado al café.

La casa había sido reconstruida completamente después de semejante desastre, al igual que la casa de la familia Tanaka. Miki pasaba mucho más tiempo entre ellos, ya que pasaba a saludar a Kahei más frecuentemente, además de ayudar a Aimi con la reconstrucción. Y con la casa en buen estado, había una boda que celebrar.

Notas de juego

Chicos, hemos llegado al final. Solo he sentado una base del panorama actual, así que pueden ser tan creativos como deseen en cuanto a lo que harán. Eso sí, serán los posts de cierre, así que ténganlo en cuenta :).

Ha sido una aventura bastante divertida, aunque lástima por la salida de Skygger u.u.

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23/11/2014, 21:45
Tsuki Kahei

Al final, la vida había resultado bastante decepcionante comparada a la oscura y seductora alternativa que la noche me ofrecía. 

Un estilo de vida mas saludable, sin ejercicio ni conjuros rejuvenecedores, sin dietas estupidas, ni molestos "expertos" en salud persiguiéndome a cada instante como si fuera una especie de animal en peligro de extinción. Además me estoy aficionando a mi nueva comida favorita; Pensé mientras sorbía de una pajita una bolsa de sangre de usos médicos mientras salía de mi cuarto, poniéndome la chaqueta de mi traje por encima. Dejé a Miki en mi cuarto, adormilada tras mi reciente despertar con el ocaso del día, y baje a la sala con gesto despreocupado buscando a la jefa de la casa. Hoy tendría lugar la recepción de las nuevas maids para el café, y esperaba con ansia el momento de la criba. 

La perspectiva de sacar entre lagrimas a las muchachitas con aspiraciones a trabajar aquí solo por su cara bonita me parecía un cambio ameno y entretenido. Aunque debido a la nueva pasión de decorador de interiores que Sebastian había adoptado no me hacía mucha ilusión al respecto de que tipo de chicas vendrían.

 

-¿Donde se habrá metido Aimi?- Musité mientras me sentaba en un taburete de la barra a espaldas de esta, con los codos apoyados sobre la misma.

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02/12/2014, 22:29
Tsuki Sebastian

-...No, he dicho que los tigres tenian que ser rojos como la sangre que corre por las venas de la bestia y el pelo de mi amada ¡R-O-J-O-S! Nada de naranjas, ni rojos. Pintadlos a los blancoes si hace falta.- Sebastian, o sea servidor, salio del trastero, telefono en mano, con su altiva voz que haria despertar a un muerto de la tumba.- ¡Como!¡Maltrato animal!¡Efectos nocivos en la piel! Bloody hell ¿Y que hay de lo caniches rosas? Miralos lo sanos y felices que...- Me corte de inmediato, pensando mejor en mis palabras.- De acuerdo, que sean blancos, pero ponles un lazo rojo bien cuco, y nada de quejas ¡Ya os pago por miembro perdido, gandules!

Colgue, o mejor dicho, tire el telefono disgustado, dando un sonoro "¡Bah!", antes de colocarme detras de la barra, llevaba mi atuendo normal de señor de las tinieblas, aunque habia cambiado mi capa por un delantal que ponia "I <3 to suck" junto el dibujo de dos agujeros sangrientos.

-Ah, mi no-querido-y-futuro-adversario-que-matare-en-un-duelo-honorable-sin-igual-que-se-contara-en-futuras-leyendas tio. Buenas noches ¿En que te puedo servir?- Dije con una gran sonrisa entre los labios, calentando la cafetera, listo para preparar el cafe mas negro que uno podia querer en esta cruel y horrible vida.- Espero que te guste la nueva decoracion, me he encargado que sea un cafe que refleje la mas horrenda y espeluznante cara del mal.

Lo cual implicaba murcielagos de plasticos y velas rezumantes por los bordes.

Actualmente un MONTON de murcielagos y velas, ahora que me fijaba. Habia ampliado y modificado el cafe tanto como podia, convirtiendolo en un reflejo de la propia mansion, uno mortal podia entrar y saborear como era la vida diaria de un ser de las tinieblas, disfrutando de un tarta jugosa de fresa y un cafe de ghoul sobre un ataud mientras leia anatomia de seres primigenios de la "nada falsa" biblioteca, mientras los trofeos y cuadros con ojos escurridizos le espiaban y planeaban matarle en cuanto bajara la guardia.

Pero la joya era el escenario, o aquel marivolloso escenario, repleto de atrezzo, trampillas y cuerdas a mas no poder, solo de imaginarme las obras que podria interpretar para los insulsos mortales, hacia que por un segundo, me latiera de nuevo el corazon.

-Oh, debo dar gracias a tia Aimi, ella junto a Kana, han hecho que me olvide de la zorra de mi ex-espo... Er, el fantasma de mi antigua difunta esposa*, claro.- Dije, algo confundido ¿De donde habia salido eso?- ¡Tengo una libreta repleta llena de diseños del vestido de novia de Kana y el nuevo atuendo de las futuras sirvientas!¡Y eso no es todo, mira y asombrate tio!- Dije emocionado como un niño, sacando una pequeña cajita negra de debajo de la barra y colocandosela enfrente suya. Esta tenia una pequeña rendija donde colocar monedas.- ¡Vamos, prueba a ponerle una moneda, si te atreves, claro!

Notas de juego

*Sebastian tiene una ex-ex-ex-ex-ex-ex-ex-esposa suelta por ahi, con siete equis, y mayormente culpable del estado mental de Sebastian.

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11/12/2014, 22:02
Kana Himemiya

Kana entró apresurada al café, levantándose las faldas de uno de los vestido de boda que se había encontrado en su dormitorio, entre las opciones que su hermana procuraba hacerle llegar y las que su futuro esposo legal, actual dueño en la sangre, le diseñaba, su habitación parecía un frente de batalla entre la ñoñería más extrema y la oscuridad de la vida eterna.

Entró sin apenas poder reaccionar por el cambio de estilo en el café, si tuviese que ser sincera consigo misma incluso podría decir que no había notado el cambio. Nunca había sido muy observadora en cuanto a las decoraciones, y en aquel café había pasado más hora atendiendo las zonas privadas que la principal.

Corrió a tomar asiento junto a Kahei con quien había quedado para entrevistar a las nuevas maids, unas pobres jovenes ilusas que no habían oído del último ataque que les había dejado sin personal o bien unas pobres dementes que se veían atraidas justamente por esos sucesos. Como fuere poder presionar a unas jovencitas no le vendría nada mal como regalo preboda.

Se sentó en el taburete junto a Kahei justo para reparar que Sebastian se encontraba tras la barra sosteniendo una cajita

 negra. Su cuerpo pareció reaccionar antes que su mente procesara aquella circunstancia y se echó al suelo para esconderse contra la barra, evitando que la viesen con el posible vestido de la boda. Un posible vestido que quedó descartado cuando se lo arrancó histéricamente y fingió que en todo momento había llevado el vestido de llevaba justo debajo.

Volvió a levantarse, como llevada por sus cabellos, con todo el glamour que fue capaz y apoyó un codo en la barra y su mentón en la mano del mismo brazo.

- Hola forastero. - saludo a su amado - ¿Puedo probar yo?

 

Notas de juego

La cabeza de tiburón sobre la chimenea, creo que es la cosa más hortera que he visto jamás.

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18/12/2014, 12:34
Tsuki Sebastian

*Pum-pum* Y ahi estaba mi señora de la oscuridad, tan atractiva y bella como siempre.

-"Cara mia", por supuesto que puedes probar.- Pronuncie con cariño en perfecto italiano, mientras la tomaba de una de sus manos y la bese con pasion, y luego su muñeca, y su brazo, y luego su hombro, y luego su cue...- ¡Nyegh, aun no!-[/B] Dije, soltandome de inmediato y mordiendome los labios con mis afilados colmillos, aun tentado por continuar.- Aun es temprano y ni siquiera has desayunado, y, ya sabes... Pronto sera la "noche de bodas".- Susurre a su oido, con cuidado de que no me oyera mi tio.- Dejame que te prepare algo.

La "noche de bodas", ya lo habia comentado con Kana, no solo queria que la boda fuera perfecta, la noche de bodas junto la luna de miel tambien lo serian, el problema estaba en que bueno, en general, en largas noches de pasion, el hombre podia quedarse dormido o flojo antes de tiempo, si se encontraba cansado de mas o no estaba en forma fisica. En el caso de los vampiros y mortales, la mortal podia acabar en un hospital con una via intravenosa conectada a una bolsa de sangre, si no estaba en condiciones para aguantar tal sangria.

Asi que me habia propuesto no beber de su sangre hasta la noche de bodas, para evitar tal disgusto. Pero en mi mente, ya me estaba derritiendo de solo pensarlo, las sabanas y su vestido de boda iban a teñirse completamente de rojo mientras la tomaba sensualmente entre mis brazos.

-¿Que quieres desayunar hoy, querida?- Dije mientras calentaba la cafetera y la preparaba para servir.- Tenemos los mejores bollos de la ciudad, incluido una tarta de san... ¡Ham, frambuesa, si, quiero decir frambuesa!- Dije algo nervioso, descubriendome a mi mismo observando de reojo su hermoso cuello.

La cajita aun estaba en la mesa, esperando que alguien pusiera una pequeña moneda en su rendija.

Notas de juego

Lo mejor de todo, es que es un lugar real.

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03/01/2015, 13:22
Aimi Tsuki

Tras el encuentro con los Nagase, Aimi se recluyó en su habitación y no la abandonó. Descansaba a oscuras, únicamente importunada por la tenue luz que conseguía filtrarse entre los resquebrajados porticones que solo conseguían arrancar en Aimi el deseo de hacerlos cambiar, quizás incluso admitiría romper el diseño tradicional e instalar unas persianas.

Yacía con la mirada clavada en el techo, siendo incapaz de cerrar los ojos, pues era entonces cuando veía, se le parecían los rostros de sus hijos perdidos: Asahi, Kenji, su hermosa Kansai, incluso Tora y detrás de todos ellos la tenebrosa mirada de Akiha que la había sometido en el rostro demacrado de Masataka. No importaba cuantas veces hubiese negado en su mente la derrota psíquica ante la Nagase, no importaba cuantas veces recordara su expresión abatida al final del combate, el infierno que había sufrido encerrada en los juegos de esa mujer habían hecho mella en ella hasta el punto de haberle arrebatado el sueño, quizás para siempre.

Soltó un suspiro autocompareciéndose y estiró el brazo para buscar a tientas un relicario en su mesilla de noche, en su interior contenía una imagen de su juventud junto a un marido todavía amado y su primeriza, su joya más preciada. Cerró su puño sobre el medallón y se lo acercó al corazón, presionando los labios para ahogar un grito de dolor, uno más.

Poco a poco su tristeza fue sustituyéndose por la ira y la rabia sobre esa familia que habían creído poder adueñarse  de la ciudad y con la misma sed de venganza se regodeó en la idea de que habían sido expulsados y en el placer que sentiría convirtiéndoles en la misma masa viscosa de piel fundida en que se había convertido su cabeza de familia, el despreciable Yamato Nagase que ahora se pudriría en un tarro de cristal a los pies de su cama, incapaz de encontrar su descanso eterno. Una risa cínica silbo al escaparse por la comisura de sus labios y tras ella le siguió un sollozo y un hormigueo de ansiedad y violencia que ignoraba como escapar de ese cuerpo inútil, lastrado.

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03/01/2015, 19:05
Mensajera

Todo parecía ir bien, aunque la decoración era simplemente terrible. A pesar de eso, Sebastian estaba complacido.

Miki bajó para unirse al grupo con un hermoso vestido de color negro después de descansar un poco. Kahei la había dejado algo agotada y necesitaba descansar. La larga fila de maids aspirantes se formaba en la entrada y después de tantos escándalos, no pensaron que serían tantas las que responderían a la convocatoria de personal. ¿Qué pasaría cuando se enteraran de todo lo que la familia escondía? Nadie lo sabe pero era mejor pensar que estarían buscando un empleo rápido para poder cubrir gastos y con la generosa paga, podían aguantar ciertos pormenores.

Kana estaba lista y radiante para comenzar las entrevistas junto con su futuro esposo y la boda estaba muy cerca, así que ella dejaría de ser pronto una maid para ser miembro de la familia, casi como si de un cuento de hadas se tratara, solo que algo espeluznante, al mejor estilo de Sebastian.

Kahei se sentía bastante a gusto con su nueva naturaleza y más porque su talento mágico iba en aumento, además del rejuvenecimiento y la hermosa compañía que tenía. Tal vez saldría pronto a cumplir la promesa hecha a Riku o tal vez se quedaría en casa un poco más para compartir las bondades de una vida con servicio 24 horas. Sería joven eternamente, así que las prisas ya no eran un problema. Miki, por su parte, debía arreglar los daños hechos a su hogar y dejar todo en el estado que estaba para que los Tanaka y los Tsuki pudieran permanecer con el control de la ciudad. En ocasiones iba a su oficina a arreglar cuentas pendientes, pero trataba de regresar rápidamente al lado de Kahei. ¿Qué podía decir? Tiene debilidad por los vampiros.

Aimi, por su parte, permanecía reclusa en su propia casa, encerrada y solitaria. Algo afectaba profundamente su corazón, aunque no supieran a ciencia cierta de qué se trataba, pues no aceptaba visitas, no salía, no hablaba. Kansai había desaparecido en la pelea contra los Nagase, Kenji y Asahi tampoco estaban, ahora su corazón era más solitario. ¿Kansai sí la recordaría completamente? ¿O sus recuerdos se habían perdido ya? Son muchas las dudas que ahora surgían en su corazón y era posible que estuviera perdiendo el juicio.

Esa mañana, donde tantos preparativos se estaban llevando a cabo sin que ella lo notara, apareció una pequeña chica fantasma con orejas de conejo, segunda vez que ponía sus pies en la casa, aunque esta vez no había tocado el timbre, sino que apareció directamente frente a Aimi. Con un tono triste y mirada ausente, casi como Kansai, le extendió una carta y le dijo - Me dijeron que solo usted podía leerla - al asegurarse de que Aimi la tenía en sus manos, desapareció antes de recibir réplicas de su parte. La abrió lentamente y pudo reconocer quién la había escrito.

Mi señora Aimi.

Siento mucho haber sido débil en la batalla y no haber sido de mayor ayuda para usted en ella. Sepa que le estaré eternamente agradecida por todos los años que me permitió acompañarla como parte del servicio, fue mucho más madre para mí que mis verdaderos padres, los cuales nunca comprendieron mis verdaderos deseos. Quería protegerla pero la madre de Riku me venció. Aún recuerdo eso con cierto sabor amargo.

Sé que no debería escribirle pero quería que supiera que Riku cumplió su promesa y quiere disculparse por todas las molestias, además de agradecerle todo lo que hizo por él y por su familia. Espera un día poder devolverle el favor. Por lo demás, debo decirle que ser vampiro me ha hecho más fuerte y tal vez pueda protegerla cuando pueda perdonarnos.

Siempre fiel a su familia...

Yaeko Sawatari 

La puerta de la mansión se abrió y se daría comienzo a las entrevistas. Muchas se asustaron al ver la decoración y se marcharon, pero la mayoría se quedaron. Era un nuevo comienzo y una nueva era para la familia Tsuki. 

Notas de juego

Fin del epílogo y de la partida. Muchas gracias, chicos n.n.