Partida Rol por web

Podríamos decir que gracias a las "acertadas" y "clarificadoras" explicaciones de Terney, junto con las incombustibles interrupciones de Fuman Txu sobre su egocentrismo arcano, la nueva pareja de compañeros tardó una semana en tener claro cual era su importante misión para con las gentes de Reinos Recordados.

Llegaron a acordar que era de primordial importancia recuperar la espada mágica de Escubidur, ensartada mágicamente en la roca de Gibra-altar. El problema era que no conocían el lugar donde se encontraba tan preciado templo... Pero eso era cosa de la otra pareja de aguerridos guerreros!

Ellos tenían que ir en busca de un maestro forjador enano, por nombre Torrebruno, que se encontraba en las montañas de Tosevé. Él y solo él, sabría como liberar tan poderosa espada de aquella roca mágica. Pero era un enano, y eso no era nada bueno sabiendo de qué humor se las gastaban...

Aquellos siete días de viaje, sirvieron para afianzar la confianza entre joven pirata y excelentísimo mago, y comenzar a plantear su método de actuación una vez encontraran al maestro forjador.

Pero algo inquietaba a la pareja. Cada vez que comentaban con algún posadero o viajante el tema de las montañas Tosevé o el paradero de Torrebruno, siempre recibían los mismo rostros cenicientos de preocupación. Era una zona maldita y peligrosa, repleta de misterios y criaturas de las que nadie osaba hablar. Pá cagarse, vamos!

Solo un anciano medio ciego y borracho, se animó a compartir lo poco que sabía sobre aquellas funestas historias.

Se decía que Torrebruno había enloquecido entre tanto golpe de martillo y yunque. Las grandes fraguas, que habían sido espectadoras de sus grandes creaciones, habían acabado siendo una prisión para un enano ermitaño y desagradable. Nadie conocía su paradero exacto, pero se comentaba que por la noche, estando en las montañas Tosevé, se podía ver el resplandor de las fraguas de Torrebruno. Allí podría ser una de las entradas a la fortaleza solitaria del enano loco.

Pero no era un lugar para visitar, según decía el viejo invidente... Torrebruno había creado ciertos artilugios y trampas para evitar visitas indeseadas.

Y Terney y Fuman Txu, estabn obligados a realizar uan de esas visitas...

Fuman escuchaba atento las indicaciones del borracho ciego. Todo lo que le llevara a ingentes tesoros, fama y/o la cama caliente de una muchacha bien dispuesta, era merecedor de atencion.

El legendario Torrebruno sabria como sacar la espada de una roca que era magica. Fuman conocia unos cuantos hechizos poderosos para romper piedras, pero segun le habia explicado Terney, no le podia decir que la piedra era magica y no se podria romper por medios normales.

Fuman tuvo muchas dificultades en conseguir que el joven le revelara informacion, siempre le respondia con negativas, ocultando sus verdaderas intenciones como un maestro del despiste. Por suerte la milenaria sabiduria y los inmensos poderes de adivinacion de Fuman Txu le ayudaron a ver entre las poderosas defensas mentales de Terney.

Ahora se enfrentaban a un viejo borracho, quien tenia la llave para encontrar al herrero enano .

-Y Dinos, viejo ciego bolacho, cuales son esas tlampas? Son del loyo de "solo el penitente podla pasal"?

Cuanto más avanzaba el tiempo y más cerca permanecía del extraño personaje con el que me había topado en el comienzo de mi aventura, más me cercioraba de que era un personaje fascinante con poderes sumamente insólitos. No hacía faltan palabras mías, con sólo mirarme conseguía obtener toda la información que necesitaba.

Después de todo, quizá no fuese un mal tipo ni uno de esos farsantes que dicen ser magos y luego se descubre que no. Me resultaría útil para aquella peligrosa misión que me había encomendado a mi, al gran Terney Skypie, el rey Balls Jaleo Of.

El camino que conducía a hermosos lugares lleno de gente que se asombraban al ver a la pareja les condujo a varias poblaciones. Los pobres ciudadanos se quedaban sin habla cuando les preguntábamos por el monte Torrebruno y el individuo Tosebien. Pobres, sin duda la fama de mi nombre se ha expandido por toda la costa. Yo también me quedaría sin habla si me encontrase a mi mismo salido de la nada y hablando con meros mortales que no saben distinguir entre una maza y UNA MAZA.

En cambio, un hombre menudo, de facciones arrugadas y de pelo canoso, se tomó un brebaje que contenía el suero para hablar sin necesidad de alucinar con los héroes que tenía delante. Su relato mencionó los nombres de nuestro objetivo.

- La palabra peligro no entra en mi "Diccionario Etimológico de Dudas y Extravagancias Piratiles" por tanto y por lo que a mi respecta, no me asustan un par de trampas mal puestas. Soy un experto activando y desactivando estos mecanismos tan bien colocados. Así pues, ¿cuál es la ruta más directa para que nos conduzca al agujero en el que vive el herrero enano enloquecido?

-Pues deberían asustarte las trampas de ese enano ermitaño!-dijo el anciano borrachín con ojos desorbitados. Aquel comentario airoso, provocó en Terney y Fuman Txu cierta incomodidad. Cierto era que estaban convencidos y seguros de sus habilidades para con las trampas y los peligros...pero todo lo que rodeaba a la leyenda de Torrebruno no era para quedarse ampliamente tranquilo.

El viejuno les explicó que se existían historias sobre criaturas hechas de metal que protegían los dominios de maestro forjador, de trampas mortales donde la perícia del intruso se ponía a prueba y muchos más peligros que no llegaron a enteder entre balbuceos y blasfemias sin sentido.

-Y aún así, quereís llegar hasta allí?... Locos estáis, majetes... Pero bueeeeenoooo... El camino no tiene pérdida: solo tenéis que dirigiros hacia las montañas y esperar que llegue la noche. Una vez allí, y si tenéis suerte, podréis ver la luz de la fragua maldita de Torrebruno.

Y sin dilación alguna, la pareja de aventureros iniciaron la ascensión hasta la cumbre de Tosevé, atentos a poder ver en algún momento alguna entrada secreta, rastro oculto o peaje incómodo, que les indicara alguna indicación que los llevara hasta el enano buscado. Pero nada de nada... Aquellas montañas eran más solitarias que un sex shop después del paso de un grupo de divorciadas.

Y buscando, buscando...llegó la noche...

Cuando llegaron a la zona que habia indicado el alcoholizado anciano, Fuman Txu miro  con aire solemne a Terney y le expuso su siguiente paso.

-Empieza a buscar tu, yo entrare en contacto con los espiritus viajeros del lugar para que nos indiquen donde esta la forja y las trampas.

A continuacion, se sento apoyado en un arbol, con las piernas cruzadas y los brazos relajados sobre ellas, cerro los ojos y comenzo a entonar un "Hooooooooooooooooooooooom", seguido de otro "hoooooooooooooooooom". Cuando Terney se alejo un poco, buscando algo que indicara por donde continuar, los "hooooooooooooooooooom" fueron cambiado a "hommmmmmmmmmmmm" y estos a su vez evolucionaron en "Snooooooooooort", claro indicativo de que el mago habia entrado en trance y por tanto en comunion con los espiritus  de la zona.

- Entendido, eminencia. No molestaré sus extrañas e incomprensibles artes para entrar en consonancia con el mundo espiritual.

A decir verdad, tenía envidia. Me hubiese gustado contemplar el místico arte de la búsqueda sensorial a través de cosas que el ojo no mágico no puede ver. Desde que era pequeñito siempre había tenido una especial curiosidad de la magia y los rituales arcanos. Incluso mi padre troll, y eso que los trolls no suelene tener gran inteligencia para la magia, conocía tales artes. Trasnochando una vez  a altas horas de la noche, escuchaba gritos en la oscuridad. Chillidos guturales graves hacían retumbar los cimientos de mi casa y a éstos eran acompañados por unos más agudos que se intensificaban a cada sacudida de la casa.

Sentí miedo, pues al acabar semejantes rituales, escuché risas extrañas mientras un humo dulzón inundaba la casa. Lo que pasó después no tiene desperdicio, pero sin duda, me estoy desviando del tema que nos atañe.

Así pues, tras aceptar la proposición del mago de pelo blanco, yo, el gran Terney, me dediqué a buscar literalmente por los suelos. No sabía que estaba buscando exactamente, grog, una llave, rastros de Susi, un bolígrafo, una corona… No lo tenia muy claro, ni tampoco la razón por la que mirábamos la pared de la montaña. Si buscábamos la entrada, habría que localizar el sendero o una gran caverna en mitad de la roca, digo yo. Por esa misma razón, no entendí muy bien qué debía buscar cuando me lo ordenó mi compañero de viaje y fatigas.

Mientras la pareja buscaba por las cercanías, sin saber bien bien qué estaban buscando, algo llamó la atención de ambos.

Unos centenar de metros, subiendo la escarpada montaña, parecía que una fuente de luz iluminara parte de la dura roca de Tosevé. Primero era como una mortecina iluminación que, a medida que el cielo se teñía de oscuridad profunda, cobraba más y más fuerza hasta llegar a verse a bastante distancia de su origen.

Terney y Fuman se miraron con cara de asombro. Tras su "intensísima" búsqueda...era posible que hubieran encontrado la entrada a la forja de Torrebruno?

Sin dilación alguna, ambos comenzaron la difícil ascensión hasta las cercanías de la entrada. Al llegar, escondidos tras una enorme roca, observaron que se trataba de una orificio de tamaño medio con el propósito de dejar escapar el calor procedente del interior de aquel lugar. Y es que aquellos enanos se lo tenían todo pensado!

A punto estuvieron de adentrase sin ninguna preocupación en la forja del enano, pero recordaron inmediatamente las palabras precavidas del borrachín: el enano había creador artilugios y criaturas para la protección de su fortaleza.

Como se lo tomarían aquelos dos aventureros?

- Eureka, hemos encontrado la ansiada entrada a la forja de las maravillas, cuyo poder convertiría hasta el más férrero hombre en un golem sumiso y letal. Esto es el mayor descubrimiento desde que Sara Loft se perdiese en la tumba de iCave.

Las palabras que arrojaba a la profunda oscuridad de la caverna estaban dotadas de emoción y poder. Estaba realmente emocionado. Nuestra búsqueda había tenido éxito y todo gracias al poder mágico de la luna. Sin duda, el mago que me acompañaba estaba bendecido por la dama de la noche. Era fantástico, no como ese gordo cocinero, cuyos platos eran sopa de tierra mezclada con harina de segunda mano.

- Fantástica actuación, compañero mago. Justo cuando estaba a punto de perder toda esperanza, utilizaste tu poder para que la luna dejara ver lo que no se ve en la oscuridad.

Era necesario ensalzar sus poderes para que viese que lo apreciaba y sentía al mismo tiempo envidia de su don divino.

- Como has hecho gran parte del trabajo y yo apenas he contribuido, os dejo a vos, mi gran señor, que seáis el primero que de un paso en su interior. Más debo recordados que aquel hombre llamado Borrachín nos dijo que habían trampas. Y sin duda, serán mágicas. Sólo vuestra merced conoce los hechizo necesarios para contrarrestar tales sortilegios.

El mago asintio con solemnidad. Evidentemente era su labor, ya que se encontraba por encima del comun de los mortales gracias a sus conocimientos arcanos, comprobar que no hubiera ninguna trampa de indole metafisica, metamagica, metadona, o lo que sea.

Dando grandilocuentes pasos, con el pecho henchido en orgullo cual paloma, se acerca a la entrada de la gruta. Planta su regio baston de mago delante suya y empieza a entonar con sus ojos en blanco y abriendo sus brazos progresivamente.

- Iä! Iä! Cthulhu fhtagn! Ph'nglui mglw'nfah Cthulhu L'lyeh wgah'nagl fhtagn! Polque no esta muelto lo que puede yacel etelnamente y en los extlanyo eones hasta la muelte puede molil, yo te invoco senyol de las plofundidades! Levela la magia oculta!

Una onda de poder invisible se adentra dentro del orificio y como los ultra sonidos de los murcielagos, vuelve a Fuman, revelandole donde estan ocultas las trampas magicas del enano.

El impacto, sin embargo tira al mago para atras, separandole del baston como si hubiera sido electrificado y Fuman se queda en el suelo exhausto.

-Mi intlepido amigo, no hay ni una sola tlampa magica en nuestlo camino. Me temo que las tlampas mundanas no me selian leveladas. Igual tu te das mas manya en esos ambitos, pelo cleo que has de encabezal la malcha, mis pielnas y enelgias ya no son lo que elan.

Le dice a Terney indicandole que bien puede adentrarse en el orificio, libre de trampas magicas.

Cada segundo que pasaba, más convencido estaba de que mi nuevo compañero no pertenecía a este nuestro mundo. Sus cánticos extraños pertenecían a un antiguo tomo elaborado por el escritor loco Hosvaldo Pedro Aloneinthedark, del cual había oído hablar en mis viajes por el mar.

Se decía que aquel que lo leyese sufriría una metamorfosis terrible. Su cuerpo se hincharía, la cabeza cual globo se inflaría, empezaría a dar vueltas en el aire, inevitables gritos de dolor saldrían de su boca, para al final explotar por haber leído el conocimiento prohibido. Sólo unos pocos eran capaces de leerlo y mantener la suficiente cordura para dar un paso en el mundo real.

El mago debía ser poderoso por recitar semejantes versos. Me estremecí, pues en mi interior la alarma de poderes oscuros se acababa de activar. Si quería evitar al "Chuchulu" ese, más me valdría no hacer enfadar a mi nuevo compañero.

- Está bien, tengo la clave para encontrar semejantes mecanismos. Observa y verás como las trampas caerán a mis pies.

Me acerqué a la entrada, fijándome bien en el suelo y las paredes, buscando lo que el ojo no semielfo no podía hallar.

Las palabras grandilocuentes de Fuman dejaron sin habla a Terney. Cuanto poder escondían aquellos sonidos arcanos que solo los más atrevidos y sabios magos podían llegar a pronunciar! El joven se maravilló, y a su vez que tranquilizó, al saber que a su lado estaba un mago de la talla del gran Matariz y su chistera.

Ambos descubrieron, o al menos creían haber descubierto, que no existía peligro mágico en las inmediaciones. Era el turno de Terney en descubrir qué otros peligros podían esperarlos en la entrada al templo enano.

Los primeros metros de aquel orifício, de unos 2 metros de diámetro, estaban limpios de posibles trampas. Terney se aseguró al inspeccionar las paredes, suelo y techo de aquel conducto de respiración que penetraba en las entrañas de la forja del enano. Nada peligroso.

Lo que si que pudo intuir el pirata era que, a medida que el túnel avanzaba, el perfil descendente era cada vez mayor. Era como plantarse en lo que parecía un largo tobogan rocoso, que nadie sabía donde podía acabar.

Y calor, bastante calor que procedía del interior de la montaña. Y aquello comenzó a provocar que los rostros de los aventureros comenzaran a brillar a causa de las gotas de sudor que aprecían sin evitarlos.

Comenzaron su avance lento y seguro hacia el interior de la montaña, notando que la pendiente aumentaba ligeramente y que el calor también iba en aumento. De repente, el conducto se dividía en dos: izquierda y derecha.

Terney y Fuman, discutieron unos minutos en ponerse de acuerdo en cual era la derecha y cual la izquierda. Que si "yo escribo con esta!" que si "la otra es con la que me rasco el trasero y aún huele...mira!" y un largo etcetera de argumentos que de nada sirvieron.

Finalmente, mago y pirata, acordaron que un túnel sería EL DEL CENTRO y el otro EL DEL OTRO CENTRO. Pero cual debían escoger?

Aquilicuá...o como coño se diga!

- Todo está en perfecto estado. La roca muestra una bella manufactura producida por la erosión del viento y apenas vislumbro polvo en el suelo, sin duda alguien barre está entrada todos los días. Quizá noto que la piedra está un pelín caliente, seguramente en el interior habrá una fuente que calentará la fría y oscura roca. Dicho esto, no hay trampas que detecte mi ojo semi-élfico.

Mi dotes de investigador privado me llevaron a pensar que aquella tarea resultaba muy fácil. No debí confiar en las palabras de aquel borracho de pueblo, más sólo dicen tonterías y pocas verdades. Sólo un paleto no distinguiría entre un camino de rosas y uno plagado de trampas.

Sabía perfectamente que la entrada era lo primero, pero que en vez de flores, encontrábamos una piedra lisa y perfectamente tallada. Y eso era un detalle importante, pues confirmaba la existencia de una o más personas en su interior. El camino se había amoldado a las necesidades básicas de aquellos que andaban por su interior.

Toda esta información por supuesto no se la revelé a mi compañero de viaje. No quería aburrirle con palabrería extraña y no mágica. El temor de verme azotado por un proyectil mágico o algo peor me aleccionaba a comportarme. No obstante, os diré que esto pasaría por la versión oficial, como versión extraoficial no quería empequeñecer al mago de pelo blanco con mis dotes detectivescas. Al fin y al cabo, no debe saber que yo fui discípulo de Fatman (sí, sí, ya sé que he hablado mucho de Hack y mi labor piratil y que este nuevo nombre os haya sorprendido, pero es la verdad. Quizá algún día os cuente toda la historia).

Retomando el tema que nos atañía, con un complicado movimiento de mano le indiqué a mi compañero que me siguiera. Uno de fuera habría visto un simple movimiento del índice, pero en realidad se trataba de un misterioso lenguaje de signos que sólo muy pocos entendían. Más o menos su traducción era la siguiente: "Pirata bravo a mago ultrapoderoso. No hay moros ni tampoco trampas a la vista. Podemos proceder a continuar nuestro largo camino para encontrar al hombre de la fragua y a hacer historia como los héroes que salvaron las tierras olvidadas de los Reinos recordados".

A medida que avanzábamos, daba la sensación de que el pasillo se alargaba más de la cuenta con un incremento de las temperaturas. Gracias a la sensación térmica, mi cuerpo expiraba todas las impurezas y las eliminaba antes de tocar el suelo. ¿No sería aquello un complejo de saunas?

El camino se dividió en dos y tras un intenso debate de tu a tu decidimos diferenciar los dos caminos. Restaba saber cuál tomar:

- Si vamos por el del otro centro, no cogeremos el del centro y si cogemos este segundo no cogeremos el primero y siempre nos quedará la duda por saber cuál era el verdadero centro y cuál el otro. Sin embargo, tengo el modo de sortear este peligro.- le dije golpeándome el pecho con el puño cerrado (menos mal que no me produjo secuelas, pues era hijo de un ogro y se les conoce por tener una fuerza sobrehumana).- Si juntamos ambas palabras, llegamos a la conclusión de que las dos tienen vocablos que se repiten, A EXCEPCIÓN de una palabra: "Otro". Esto nos lleva a la conclusión de que ambos términos son falsos y lo único que nos dice la verdad es la palabra restante.

Hice una pequeña pausa, para que mi compañero asimilase toda la información que acababa de revelarle.

- Por esto, creo que el camino hacia la victoria no es otro que el de "OTRO".

El poderosisimo mago sigue al mestizo pirata, dubitativo al principio, ya que el entusiasta semielfo ha hecho la señal internacional de "Ven,ven,ven, que necesito que me penetres analmente en este cuarto oscuro tan interesante que hay ahi.", pero en cuanto vio que simplemente habia confundido la señal por la mas logica, dado el contexto, "Pirata bravo a mago ultrapoderoso. No hay moros ni tampoco trampas a la vista. Podemos proceder a continuar nuestro largo camino para encontrar al hombre de la fragua y a hacer historia como los héroes que salvaron las tierras olvidadas de los Reinos recordados". Aunque esta ultima era mucho mas restringida y pocas veces vista, por lo que el respeto del mago hacia los conocimientos del intrepido pirata subieron enteros.

Ante la bifucracion que se encontraban y la conversacion que mantuvieron para decidir cual era el del centro y cual el del otro centro, Terney vino con una brillante observacion.

-Mi joven e intlepido amigo, me malavilla tu obselvacion, desde un punto de vista matematico pelfecta. Pelo cleo que invocale los vientos del eliseo, del avelno, del avelsi y del Cielzo pala que nos guien en tan dificil decision.

Dicho esto comienza un extraño ritual, haciendo aspavientos,moviendo los brazos haciendo que progresivamente apunten en el sentido de los cuatro puntos cardinales, delante, detras, izquierda y derecha. Acaba chupandose el dedo indice y lo levanta.

- Yu Teik Mai Laif But Ai'll Teik Yuls Tu 
Yu'll Fail Yur Mosket But Ai'll Lan Yu Zlugt 
So Güen Yu al Guaitin Fol De Next Atak 
Yu'd Betel Stand Dere's No Tulning Back 

De Biuguel Souns And De Chalch Beguins 
But On Dis Batelfild No Guan Güins 
De Smel Of Aclid Smouk And Jolses Blez 
As Ai Plunch On Intu Celten Deaz

Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh 
 Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh  

Amos que se chupa el dedo para ver de donde sopla el viento y para alla que tirara.

Tras la demostración de tan altas dotes para la exploración, uno analizando detenidamente el significado de cada una de las palabras que definían las dos opciones ha escoger y el otro mediante ciertos sortilegios que proponían orinetarse con la ayuda del poder de los espíritus TomTom, ambos aventureros acordaron avanzar por el camino del "OTRO"...

Se desplazaron un0s veinte metros y llegaron al final de aquel conducto. El tunel acababa en una amplia sala circular, tallada toda ella en la piedra, con un suelo de reja metálica. Así pues, tanto Fuman como Terney, podían ver qué había bajo el suelo. Allí se encontraba una gran caldera que funcionaba a plena potencia, o sí no, parecía hacerlo por el sudor que tanto el mago como el pirata estaban expulsando.

En el centro de la sala, había un orificio de unos 2 metros de diámetro por donde el calor parecía llegar a su máximo apogeo. En el fondo, dos puertas metálicas que ofrecían una salida a aquella calurosa y asfixiante sala. A no ser que...

Terney fue el primero en escuchar un caminar metálico que provenía del techo.

De una de las zona del techo, apareció una araña metálica que se desplazaba por la pared hacia los dos aventureros. Su intención parecía barrar el paso de salida de los dos hombres, obstaculizando su posible huída por una de las dos puertas.

Parecía que aquella criatura mecánica era el comité de bienvenida de Torrebruno.

Con mucha solemnidad, guardé un respetuoso minuto de silencio mientras el canoso mago pronunciaba palabras cuya comprensión sólo la podía entender él mismo.

Sin más preámbulos, nos dirigimos por OTRO, el camino verdadero, aquel que llevaría al mismísimo corazón de la montaña, donde aguardaría el enano que nos revelaría tan importantes secretos sobre la forja y la creación de Escubidurl. Los Reinos Recordados jamás olvidarían el increíble hallazgo que dos héroes descubrieron.

MIs sospechas de haber tomado el camino correcto se confirmaron en aquella sala circular. Hacía calor, tanta que sin estar triste ni cortar cebollas para cocinar, lloraba a cada paso que daba. El orificio circular nos indicaba que estábamos cerca de encontrar la cueva de las maravillas.

Sin embargo, lo que de verdad me confirmó mi anterior suposición no fueron las dos puertas metálicas del fondo, sino la aparición de un ser metálico con puntiagudas y largas patas.

- ¿Una araña metálica? ¿Por qué tienen que siempre arañas? ¿Por qué nunca mariposas?- expresé cogiendo mi querida maza. Nueva mazmorra, nuevo combate.

Un intenso momento de pausa me bastaron para comprender que mi tirada de dados me había resultado altamente positiva. No había duda. Me encontraba con los ojos abiertos con la maza entre mis manos, observando la aberración metálica que contemplaba mi dulce y voluptuosa mirada.

Un giro de cabeza me alertó de una nueva parálisis de mi compañero, quizá absorbiendo algún tipo de energía oculta entra las cuatro paredes o buscando algún hechizo dentro de su palacio mental que nos ayudara a desmantelar que ser metálico, que parecía sacado del telefilm "Near Near East". Dado que no movió ningún músculo y la araña metálica me miraba sin hacer nada, entendí que ésta había sacado el cartel de "Oferta del día, golpee primero y aténgase a las consecuencias".

Sin duda, era una invitación la mar de interesante y que aprovecharía para marcar las diferencias en el combate. Es improtante recordar que cualquier punto de golpe sirve para vencer a un enemigo, no importa que hagas un ataque de más de 80 puntos de golpe a un dragón con muy malas pulgas, ese ataque de 1 SÓLO punto de golpe marcará diferencias.

No obstante, antes de dirigir mi maza contra la tapa metálica, observé los alrededores por si había algo que nos pudiese resultar de utilidad para hacer golpes críticos. No era guerrero, pero me encomendé a la fuerza de mi padre para salir airoso de este infernal combate.

- ¡Por los siete mares que esta noche ceno sardinas a la parrilla!

La criatura metálica recibió un tremendo mazazo por parte de Terney que, no dejándola aturdida en aquel momento, provocó una fractura en su armazón. Había sido un buen ataque por parte del pirata, pero no suficiente como para acabar con ella. Y eso le ofreció la oportunidad de lanzarse contra el muchacho e intentar moderle con aquellas pinzas brillantes.

Con un amago lateral, la araña saltó de la pared sobre el pirata. Aquellas pinzas metálicas mordieron con fuerza el muslo de Terney, provocando un profundo rasguño que ofreció la preocupande aparición de sangre en sus ropajes.

Los ojos rojizos de aquel engendro mecánico no dejaban de mirar la herida provocada. Parecía que aquella sangre motivaba aún más a la araña a continuar con su cometido de defender la entrada de la forja.

Era el turno del mago... Utilizaría uno de sus potentes conjuros arcanos o mostraría otra de sus grandilocuentes escenas para intentar intimidar a aquella criatura?