A Federico III de Habsburgo,
Primeramente agradecer vuestras palabras de apoyo ante las perdidas que hemos sufrido y seguidamente aceptar mis más sinceras disculpas puesto que mi misiva fue escrita pero nunca enviada.
El turco, aliado con los Estados Papales y Milán, sigue hablando en vuestra contra, tratando que no entréis en Croacia y así hacerse él con los territorios a su norte mientras intenta que las tropas venecianas se alíen con las milanesas para contener Trento y apuntar a Carinthia en un futuro, de forma que estéis ocupado y él siga subiendo.
Así pues, tenemos intención de mantener tregua con vos y de aliarnos en caso de que consideréis una estrategia conjunta.
Francesco Foscari
Dux
No se cuales eran las aviesas intenciones del Florentino, pero lo que tengo claro es que al menos este año no tiene tiempo para tomar Génova ni ninguna otra ciudad al norte del mediterráneo excepto Modena o (gasp) Provenza. Supongo que tras el traspiés cambiará de planes.
Amado emperador,
Cada vez tengo más claro que nuestra alianza no solo es necesaria sino imprescindible. El traicionero movimiento de las tropas de Pisa que nuestro señor en su sabiduría ha impedido con su sagrada peste estaba claramente destinado a tomar la muy francesa isla de Cerdeña. Lo que me deja otra vez claro que sin una retaguardia segura nuestros planes para Italia se complicarían en exceso.
Por eso quiero proponerle una treta: Como ya le había comentado he movido uno de mis ejércitos a Turin. No tengo intención de dejarlo ahí, mi objetivo es Saluzo. Pero me gustaría que usted denunciara públicamente mi movimiento, amenazándome y protestando por que me haya movido a una provincia fronteriza con Austria. Que parezca que estamos a punto de entrar en guerra. Yo contestaré también públicamente de forma enfadada.
Los objetivos son varios:
En cualquier caso, la ocasión la pintan calva para Vos: pocas oportunidades tendréis para ampliar vuestros territorios a costa del Veneciano como la que la Providencia os acaba de mandar: Friuli no suele ponerse a tiro, y os asegura un confortable cojín de caras a los movimientos estratégicos que suelen producirse a finales de cada año.
Siempre vuestro,
Francesco I Sforza.
Si el Florentino, en un alarde de inconsciencia, decide entrar en Génova, ¿puedo contar con vuestra ayuda para ocupar el Mar Jónico?
No nos precipitemos, veamos por dónde van los tiros, démosle una estación de margen... y después veremos. El turco no sería un problema, no tendría tiempo de llegar hasta vuestras costas, y el napolitano igual. Por ahora, esperemos, y a ver qué pasa.
A la espera,
Francesco I Sforza.
[...] me remito a usted para que decidamos si decidimos expandirnos, qué territorio elegir, si el norte o el sur., aunque el sur está para mí más disponible [...].
Por otro lado creo que mis miras estarían contra esos paganos de Turquía o contra el sur de Italia. [...]
¡Vaya! Su Santidad tiene demasiados asuntos divinos en la cabeza que olvida sus planes, ¡o los puntos cardinales! Permítame recordarle que el turco está en dirección contraria, no en mis territorios vecinos.
Aprovecho la misiva para pedirle su apoyo, por caridad cristiana, para sobrellevar los rigores de la peste.
Espero siga bien
Estimado Dux,
Agradeceros lo primero vuestra preocupación por el estado de mis gentes, pues han sufrido un duro varapalo. Ahora estoy plenamente ocupado tratando de proporcionarles lo básico para sobrevivir. Agradecer a Dios que dispusiera que el azote de la plaga fuera acercándose el verano, pues de haber sido en el invierno el problema podría ser aún mayor.
Y no solo penurias pestilentes, ya que habéis tenido un encontronazo con Pío III y quisiera preguntaros dicho encontronazo fue por casualidad por ausencia de comunicación o porque rompistéis el pacto que teníais, como clama el Papa.
Menos consideración tuvo su emisario en la tierra, pues aunque ningún acuerdo me ata a Pío III, sí me envió una misiva indicando sus intenciones de buscar nuevos territorios al sur. Debió cambiar de opinión más adelante, o tuvo a bien enviar a sus tropas dando un rodeo, pues nos cruzamos en territorios mucho más al norte.
Reciba un saludo
Envío otra misiva para mostrar también mi desconsuelo por vuestras pérdida y para, aunque ahora no puedo mirar hacia afuera, si no hacia mis conciudadanos, ratificar los buenos propósitos de Florencia para con Venecia y esperando que siga siendo recíproco.
Un saludo,
Lorenzo
Me temo que durante este verano mi flota estará ocupada. Eso si durante el otoño estará a su entera disposición.
Excelso emperador Federico III de Habsburgo
El Veneciano Dux Francesco Foscari no me ha enviado emisarios. El tiempo se agota y su silencio me obliga a buscar un tratado alternativo. Muy a mi pesar, me veo obligado a alzar mis ejercitos contra Venecia.
Avanzad vos en Verano a Croacia y tomadla para vos. Os solicito que en Otoño apoyéis a mi armada que ahora se encuentra en el Adriatico Sur para tomar Dalmatia.
Nuestra frontera quedará establecida en Croacia. Además os ofrezco un pacto de defensa mutua, una alianza que perdurará por los siglos.
Mehmed II Fatih Sultán del Imperio otomano y Califa del islam.
Que vuestro Dios os tenga en su gloria, paladín de la Cristiandad.
Os considero mi amigo y aliado.
Mi pueblo ha sido golpeado por la peste con dureza y no puedo cumplir mis objetivos yo solo, aunque quizá sí pueda con vuestra ayuda.
¿Apoyaríais a mi flota del Adriatico Sur a entrar en Dalmatia?
Quizá temáis el avance de las tropas Napolitanas o quizá no. Desconozco como son vuestras relaciones con dicho reino. Pero ¿y si yo os garantizase que las tropas de Nápoles no avancen hacia vuestro territorio?
Os informo que voy a prestar apoyo a Nápoles para tomar Cerdeña. En virtud de mi apoyo en Cerdeña, podemos negociar entre los tres que renuncie a cualquier pretensión que pueda tener sobre vuestro reino, al menos, este año.
Vos podréis apoyarme en Verano y en Otoño aún tendréis tiempo de tomar Ferrara para vos ¿Qué me decis?
Mehmed II Fatih Sultán del Imperio otomano y Califa del islam.
Saludos, sultán Mehmed,
Os hago partícipe de mis condolencias por los sufrimientos que os está causando esta maldita peste. Que el Dios todopoderoso y verdadero os guarde.
Alfonso Rey.
Estimado Alfonso I, admirado regente y aliado.
Agradezco vuestras condolencias. Ha sido una triste pérdida.
Os ratifico que mi flota apoyará en Verano a la vuestra para que toméis Cerdeña.
Aunque os sugiero que en vez de tomar Cerdeña, pactéis con Florencia para tomar vos Córcega al tiempo que vuestra flota de Palermo avanza hacia Tyrrenian Sea. Si decidieseis obrar de tal modo, mi flota os apoyará nuevamente en Otoño para que toméis Cerdeña.
Estoy intentando llegar a un acuerdo con el Papado para que me apoye en el Adriatico, así que tal vez sería bueno que no hostiguéis con vuestras tropas al Papa, para que así él se vea libre y pueda apoyarme.
Todavía no he llegado a ningún acuerdo con su Santidad. Pero igualmente os apoyaré en Cerdeña, pues solo si os ayudo a ser una potencia poderosa, dejaréis de ver mi flota como una amenaza. Además, solo si permanecemos unidos, controlaremos los mares.
Mehmed II Fatih Sultán del Imperio otomano y Califa del islam.
Nos, Sacro Emperador del Imperio Romano Germánico, remitimos esta misiva al duque y principal entre los condottieros de Milan, a Francesco I Sforza, en respuesta a su previo escrito.
¿Deberíamos inquietarnos por vuestro deseo que actuemos en Venecia? Si deseáis atacad sin duda esta sería una buena ocasión, no hay más que mirar hacia Bergamo. Permitidme informaros que si vuestro ejército de Milán va hacia el sur, otro tanto hará nuestro ejército de Tyrol para tratar de facilitar un ambiente más despejado en nuestras zonas fronterizas.
Como ya os prometimos no atacaremos ni apoyaremos ataques contra vuestras posesiones, y confiamos que vuestras palabras no impliquen que, tan pronto, olvidaremos nuestras buenas relaciones.
Quedamos a la espera de vuestras noticias.
Nos, Sacro Emperador del Imperio Romano Germánico, remitimos esta misiva a Su Majestad Rene d´Anjou, rey de Francia.
Nos place actuar conforme me pedís. Recordad que no debemos, sin embargo, tensar la cuerda de nuestras palabras, no vaya a ser que el exceso alerte al resto de potencias, y que el efecto que pretendemos sea el contrario.
Nos, Sacro Emperador del Imperio Romano Germánico, queremos expresar públicamente nuestra consternación por los movimientos de quien, creímos, era nuestro amigo, incluso nuestro familiar, el rey René d´Anjou. Y queremos seguir creyendo que lo es.
A vuesa merced nos dirigimos, ¿no hablamos ambos de no movernos ninguno a esa zona? ¿no afirmamos que la misma sería dejada por ahora al menos como zona fronteriza libre de ambas potencias? ¿acaso vuestro movimiento pretende amenazar nuestros terrenos?
Recapacitad, René d´Anjou, y evitemos una costosa guerra que en nada nos beneficia a ambos.
Mi buen sultán Mehmed,
Celebro que sigamos colaborando. Las aguas en torno a las islas del Mediterráneo están revueltas. Probablemente el Francés intente entrar en Córcega o en Cerdeña, tierras nuestras por derecho, y así me lo ha hecho saber; pero, ¿quién puede confiar en la casa de Anjou?
Por otra parte, no tengo intención de agredir de ninguna manera a Su Santidad el Papa, verdadero padre de todos los creyentes. No obstante, debo proteger mis fronteras, pues aunque el Santo Padre no alberga malas intenciones, nada sé de sus capitanes, que se mueven hacia el sur. Temo por las fértiles tierras de Capua. Por ello, enviaré a mis tropas en la península hacia el norte.
Agradezco vuestro apoyo, pero necesitaré más tropas si quiero conquistar Córcega y Cerdeña, y sobre todo, mantenerlas. Daré órdenes para hacer levas en Palermo en cuanto me sea posible, que será el año próximo.
Que los hados nos sean propicios,
Alfonso Rey.
PD: Qué firma más bonica tenéis!
Bérgamo podría ser una presa tentadora, pero es lo que solemos llamar "un plato de lentejas": enemistarse con una potencia para conseguir solamente un territorio sin siquiera una ciudad en él es ganas de meterse en problemas sin necesidad.
Por otro lado, Nos tenemos territorio de sobra por donde expandirnos: Asediar Montferrat, llegar a Génova, Tomar Mantua si nadie la ha tomado antes, o incluso llegar hasta módena y asediar su ciudad. Todo esto nos tendrá un par de años más ocupado, como poco. En cambio, Vos pronto os vais a encontrar con el clásico cuello de botella en Croacia, si es que lográis entrar allí. Una vez tomadas Carniola y Croacia, no os queda más que enfrentaros a vuestros vecinos: o yo, o el veneciano. La ventaja de vivir en un rincón del mapa es que estáis a cubierto. La desventaja es que crecer se hace más complicado.
En cuanto a mi ejército de Milán: mientras Vos tengáis dos ejércitos colindantes a Milán, Mis ejércitos permanecerán en la ciudad. Y es una lástima, porque menuda pérdida de tiempo, pero no puedo dejar mi capital vacía y en minoría de fuerzas. Confío en Vos, pues Dios dijo hermanos, pero no primos.
Si el ejército desplazado hacia el Sur hubiera sido el de Tirol, entonces no habría problemas: vos abandonáis una de vuestras ciudades capitales, yo abandono la mía, y aquí Paz y Allá Gloria. Pero vuestra elección ha sido desplazar el de Austria, cosa que tiene sus ventajas... y también sus desventajas, claro.
Resumiendo: si solo tenéis un ejército colindante a Milán, abandonaremos la provincia. Mientras tengáis dos, no. Esperemos que al finalizar esta estación la cosa quede más clara.
Siempre a su servicio,
Francesco I Sforza.
CARTA ABIERTA
Príncipes de la Cristiandad (y sultán Mehmed),
Que la reciente misiva del nobilísimo emperador Federico de Austria nos sirva a todos como enseñanza y advertencia. No os acusaré de excesiva inocencia, mi buen Federico, aunque razones haya de sobra; ¿acaso confiábais en la palabra de los Anjou? Craso error. La ambición de Francia es infinita, y sus procedimientos, dignos de las más bajas serpientes. Guardáos todos de creer sus palabras, que bien sé que podréis protegeros de sus armas oponiéndoles vuestros fuertes brazos. Mi único consejo: no descuidéis vuestras fronteras con ellos.
Alfonso Rey.
Querido Alfonso, Tenemos para vos una propuesta que a Nos nos parece Graciosa e Hilarante;
En el caso de que gocéis de buenas relaciones y confianza con el Papado, ¿os habéis planteado tomarle Roma?
Es una de las Ciudades Mas Importantes del mapa, dejaríais su economía hecha unos zorros y las risas estarían aseguradas.
Siempre dispuesto a echarse unas risas,
Francesco I Sforza.