Partida Rol por web

Más allá de las frías y brumosas montañas

Escena 2: Sobre la montaña y bajo la montaña

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29/08/2022, 13:47
Lily Pulgarverde

Arde mi garganta como si llevase días sin beber. Arde aún más que el dolor de las marcas que el anciano de los ojos vacíos ha hecho en nuestra piel. Noto los labios secos y agrietados. Me reclino despacio, temiendo partirme en dos como un junco seco. Hinco mi rodilla y llevo las manos al agua que ha aparecido de la nada. Las sumerjo y las saco húmedas conteniendo el líquido necesario para un trago. Finalmente, aún arrodillada, llevo las manos a mis labios y dejo entrar en mi garganta la misteriosa agua con la esperanza de sentir alivio alguno.

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30/08/2022, 19:29
Tatharina

Todo sucedió demasiado rápido, la joven beórnida estaba analizando los riesgos de enfrentarse a lo desconocido, a su propio pasado y futuro. A quien debía hacer caso, a las historias fantasiosas de los gnomos o a las moderadas advertencias de Gláin. Para cuando salió de su estupor, claramente agudizado por el peso de este extraño lugar, cuatro de sus compañeros se encontraban en el círculo de piedras. Fue entonces cuando hizo una mueca a Tolman con la intención de atraparlos, pero fueron pocos los pasos que pudieron avanzar antes de sentir como sus piernas se agotaban y sus parpados se cerraban. - Chicos... No... Balbuceos de una chica durmiéndose en la espesura.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Un 12, o muy bueno o muy malo.

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31/08/2022, 00:50
Gláin

Pronto se arrepintió Gláin de haber tomado aquella decisión. Los lacerantes cortes en su piel se convirtieron en miles de punzantes agujas de hielo que estallaron en su cabeza nublando por completo su mente. Su garganta y su boca, ardientes como la lava de un volcán, anhelaron sumergirse en las aguas del Anduin.

Por un instante el enano creyó que había llegado su hora. Había sido un necio al no haber hecho caso al consejo de los gnomos o incluso a su propio juicio. Pero ya era tarde. Se veía inmerso en una incomprensible vorágine donde el tiempo y el espacio habían dejado de existir.

Y la voz... La voz del ser pronunciando extrañas palabras que un más extrañado Gláin entendió, aunque no comprendió. Se sintió niño, se sintió anciano, se sintió árbol, se sintió como una minúscula partícula del universo infinito. Hasta que por fin se mostró ante ellos el manantial que saciaría esa desmedida sed que había sentido. Una sed que iba más allá de una simple necesidad física.

Al igual que hacían sus compañeras, el enano también acercó sus manos al agua, anhelante por aplacar la sequedad que dominaba todo su ser.

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31/08/2022, 07:00
Gallind

Dolor intenso, incesante, atroz. Las arenas atormentaron el cuerpo y la mente del decidido elfo. Sin embargo, su juicio no era equivoco, le esperaban a él y sus compañeros un tormento místico. Sintió con delicadeza cada una de las gotas de arena convirtiéndose en lluvia abismal, luego en agujas penetrantes y por último en sed imperecedera. El dolor, la angustia, el desconocimiento teñidos con las dudas que anidaban en lo más profundo de su ser. Un graznido, un niño y un anciano. Y todo, absolutamente todo terminó de súbito con una revelación, y la promesa de la calma. Un manantial. Abatido, cansado y sediento se arrastró el último hasta la fuente esperando poder beber y calmar toda su sed. 

- Tiradas (1)
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04/09/2022, 00:08
Tolman Pulgarverde

Desde que comenzaron a dar pasos en aquel lugar Tolman se había sentido distraído, como si estuviese muy lejano de todo aquello y se moviese por el impulso de seguir al resto. Pensaba, como seguramente hicieran todos, en aquel poder para ver la línea del tiempo en la dirección que quisiese. Algo realmente poderoso que no sabía con seguridad si quería, la gracia de vivir era precisamente no saber lo que vendría, siempre se había centrado en el presente y quizás todo aquello no era para el. 

Sumido en sus pensamientos llegaron al encuentro de aquel ser, la brusca salida del estupor le llevo a sentir una fuerte sensación de miedo ante lo desconocido que allí se mostraba. Sus galimatías solo hacían confundir al mediano que sentía deseos de salir huyendo del lugar, pero sus piernas tenían la misma movilidad que una columna de piedra. Las palabras resonaban huecas en su mente mientras comprobaba casi a cámara lenta como sus compañeros y su hermana se adentraban en lo que sería aquella prueba, quería ir no por si mismo si no por los demás pero seguía petrificado atrapado en sí mismo. 

Haciendo uso de toda su fuerza se arrancó de si mismo forzando su cuerpo a que le volviese a obedecer, pero ya era tarde. Quiso gritar, pero ya era tarde. Solo pudo echar un rápido vistazo hacia su alrededor para comprobar que Tatharina se encontraba en su misma situación. El miedo volvió a crecer en su interior, pero se desvaneció con la misma rapidez que su sueño aumentaba. A pesar de sus esfuerzos tardíos por luchar contra aquello, le resultó sencillo dejarse llevar por el sueño y la calma que le provocaba. Y allí quedó dormido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He tardado un poco intentando ver si podía hilar algo para justificar la ausencia de Tolman en el grupo pero todo iba a ser muy engorroso, así que borrón y cuenta nueva.

 

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04/09/2022, 17:21
Narrador

Una risa cristalina estalla sobre tus oídos provocando que abras los ojos. Al enfocar tu vista te encuentras con el leve oleaje de la techumbre vegetal ondeando sobre tu cabeza. El aire que acaricia las copas trae consigo el rumor sutil de una canción de cuna que ya has escuchado con anterioridad. El agradable y maternal arrullo danza suspendido junto a una luz iridisada, cálida y suave que humea entre sus hojas, arrancando cosquillas y sonrisas sobre todo aquello que toca. De las hojas se desprenden notas fragantes, agudas y frutales, y otras más graves y resinosas. Cierras los ojos y respiras con profundidad dejándote inundar por la sensación reconfortante que emana de todo ello.

La transparente risa se repite por segunda vez. Al orientarte en su dirección, a algunos metros de distancia ves a un niño. Sus ropajes infantiles están finamente labrados. Miles de hebras de sol y de luna se presentan bordadas delicadamente sobre un tejido denso de un profundo azul oscuro que compone una túnica infantil reproduciendo un singular mar de constelaciones. Sus brillantes y sedosos cabellos de color castaño se entremezclan con hebras de oro y de plata, y su piel posee la cualidad de un reflejo, intuyéndose todas las formas integradas y difusas, como borrones con sus tonalidades y contornos correspondientes. Te observa divertido desde su posición. Le reconoces al instante, pues las cuencas de sus ojos están vacías. El niño repite las estrofas de la maternal melodía mientras se aleja de tí correteando entre los árboles con unas singulares botas de color amarillo. Las notas que van saliendo despedidas de su boca se adhieren sobre los árboles, las ramas, las rocas, el musgo y la tierra, dotándolos de colores diversos a su paso, y que te sirven de orientación para seguirle el rastro.

Cuando echas a correr tras él un sentimiento de júbilo y expectación se apodera de tí, el mismo que se experimentaría al jugar al escondite. Al dar los primeros pasos siguiendo la estela de color, caes en la cuenta de que tu envergadura y constitución se corresponden a la que tendrías si tuvieses la misma edad que él. Tus pasos son ligeros, sonríes y comienzas a recitar y repetir el canto que ondula sobre los árboles, te desplazas dando saltos y haciendo cabriolas alrededor de las rocas, de las ramas y los árboles siguiendo las huellas del azul celeste, del carmesí intenso, del amarillo dorado o del verde oliva, que se difuminan cuando pasas cerca de ellos.

Al llegar a cierta altura comienzas a reconocer a los árboles sacralizados. El niño se encuentra parado junto a uno de ellos esperando tu llegada. Está en silencio, pero el amable y envolvente canto que subyace a todo el lugar sigue ahí. Te hace un gesto con la mano para que te aproximes.

Al llegar a su altura te sonríe con afabilidad, coge tu pequeña mano y coloca la palma sobre el árbol. Su tacto es cálido y suave, como la luz del sol en un frío invierno. El árbol tiembla, rechina y se sacude. Las vísceras y la sangre reseca se deshacen, junto con el extraño y denso fluido purulento que había al inicio, todo ello se perfila como un haz dorado que acaba por estallar, cegándote. En esa ceguera se descubre el descanso de un anciano, el lugar le está protegiendo y reconfortando en su viaje, espera llegar a ver a su hijo por última vez antes de fallecer. El ser le ha concedido una ventana temporal.

Al volver a enfocar la vista tras el chispazo un gemido de dolor te devuelve al niño. Su preciosa túnica azul brillante está manchada de sangre a la altura del estómago, el árbol vuelve a estar recubierto de vísceras y del fluido carmesí, laten sobre la corteza como si estuviesen recientes. La sangre que cubre la túnica de constelaciones de sol y de luna comienza a humear y disolverse al tiempo que estas vísceras y fluidos que recubren la corteza regresan a su estado anterior, tal y como se veían cuando te los encontraste por primera vez. El niño expresa una sonrisa cargada de melancolía y se aproxima al siguiente árbol sacralizado.

Realiza el mismo gesto que con el anterior, esta vez el chispazo de luz te muestra a un hombre suplicando hallar a su hija desaparecida. El proceso se repite, al volver del chispazo contemplas la dolorosa y fuerte vinculación del niño con ese árbol y te llenas del sentimiento de amor profundo de un padre hacia su hija al volver a encontrarla sana y salva tras su pérdida.

El tercer árbol te muestra a un enano que consigue esquivar a la muerte y prolongar el tiempo suficiente su existencia para poder conseguir cumplir con una importante promesa que realizó a su amada. De no haber sabido cómo burlarla, su voluntad se habría quebrado, y ella jamás habría recuperado un importante presente de su madre, un último recuerdo antes de partir definitivamente y ser cubierto por el velo de la negrura infinita.

El último de los árboles te muestra a una mujer, exhánime, respira con dificultad, en su abultado vientre lleva a un nonato al cual unos soldados que se aproximan hacia ella desde la lejanía acaban de llamar bastardo. Sus amenazas y persecución cesa con prontitud al caer presos de un profundo sopor a pocos metros de alcanzarla cuando, agotada, la mujer consigue traspasar el anillo conformado por las piedras, en donde instantes antes de dormirte viste a tus compañeros desaparecer envueltos en las arenas del tiempo. El pequeño alza sus palmas en su dirección para aliviarle los dolores del parto.

Antes de que la inconsciencia te cubra de nuevo, el ser del robledal expulsa el graznido de un cuervo por su boca y percibes el eco que le es devuelto: el llanto de un niño al venir a este mundo.

Silencio y oscuridad.

Notas de juego

Durante tu periodo de inconsciencia has tenido este extraño sueño.

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04/09/2022, 17:23
Narrador

Abres los ojos. Estás suspendido sobre el robledal. Te desplazas agitando tus alas y lanzas un graznido, las copas de los árboles tiemblan y se abren. Desciendes hasta el centro del círculo de piedras. Al tocar tierra con tus patas, se provocan una serie de ondas expansivas y concéntricas similares a las de una roca cuando es arrojada a un estanque.

Todo lo que percibes reverbera y se comba desde tus patas en derredor. Al alzar tus orbes el círculo pétreo permanece imperturbable, pero lo que ves alrededor no son árboles, si no cuerpos desfigurados y eviscerados en posiciones imposibles. Te observan, son conscientes de tu presencia. Abren la boca con dificultad, algunos de ellos tienen la mandíbula desencajada por lo que tan sólo expulsan sonidos guturales, otros han tenido menos suerte, sus cuerdas vocales están anudadas a otros tendones y músculos que pertenecen a otros cuerpos már cercanos. Te piden con horror que los liberes de su sufrimiento, se arrepienten de haber osado derramar sangre en los dominios del oráculo.

Comienzan a revolverse, sus músculos y sus huesos están enredados unos con otros, tal y como se encontraban los árboles para conformar la techumbre que te envolvía al adentrarte en él. Entre espasmos y alaridos de dolor se contorsionan en tu dirección, se estiran y se tensan, no obstante, no pueden caminar, los dedos de sus pies están enredados entre sí y enterrados en la tierra. Al revolverse expulsan un fluido purulento y sangriento que se escurre desde arriba y que acaba por mancharte.

Forcejeas, les desgarras con tus patas, clavas el pico por donde puedes intentando escapar hacia arriba en un espacio cada vez más reducido, notas cómo unas manos desfiguradas se aferran a tus alas y tiran hacia abajo, seguidas de unas segundas, terceras...cada vez más tiran de las frágiles extremidades de tu pequeño y emplumado cuerpo en diferentes direcciones. Notas cómo se te desencajan los huesos y se te desgarra la carne emplumada que hay sobre ellos. Antes de que la inconsciencia te cubra lanzas un último graznido y percibes el eco que te es devuelto: el sonido de un alma cuando abandona un cuerpo.

Silencio y oscuridad.

Notas de juego

Durante tu periodo de inconsciencia has tenido esta extraña pesadilla.

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04/09/2022, 17:24
Narrador

Tras ingerir el líquido, éste rueda por tu garganta hasta la boca de tu estómago aliviando tu acuciante sed mientras observas tu reflejo en el agua. El rostro que ésta te devuelve con gesto de extrañeza no es el tuyo, si no el de Gallind. Expulsas un grito sordo que parece quebrar el espacio y el tiempo. Durante el lapso que la voz se expande el rostro del bardo envejece de forma acelerada hasta mostrarte un cadáver que se encoge y regresa a un rostro infantil, que al tiempo se desfigura para convertirse en un cuervo.

Durante este trance transfigurativo, sientes tu cuerpo entre laxo, completamente flexible y denso, por momentos piensas que podrías estallar en pedazos, en otro momento te acompaña un dolor brutal, al punto de querer arrancarte tus propias vísceras para alimentar a los árboles sagrados, en otro momento sientes que eres un frágil ser de cristal, y en otro, tan sólo agua turbia y sucia deshaciéndose en la tierra hasta que todo se acaba por oscurecer.

Tus ojos están desenfocados, inmóviles e impasibles, es como si te hubieses quedado ciego. No respondes a ningún estímulo externo, es como si estuvieses atrapado en un reino más allá de los sentidos. En cierto momento una mano acaricia tu rostro consiguiendo que tus sentidos regresen del lugar en el que se habían quedado encallados.

-"Gallind"-escuchas decir a la persona que tienes frente a tí, aquella que te ha hecho volver en sí, pues parecías tan ausente como en los primeros años de tu infancia, cuando tu conciencia aún se hallaba atrapada en otro lugar.

La mano que toca tu rostro pertenece a una joven elfa de grandes y profundos ojos grises, en cuyo interior se pueden atisbar los retazos del mar que baña las costas de las Tierras Imperedeceras, os encontráis rodeados por las Pélori. Su cabello, finamente trenzado con lazos con cuentas de perlas, es del mismo color que las sombras de un anochecer. Su rostro es de rasgos delicados y finos, atiende a su carácter extremadamente sensible para la música. Sus finos labios están expandidos en una sonrisa cargada de significación, le es imposible refrenar su emoción en tu presencia, por lo que puedes ver cómo dos surcos cristalinos cruzan su rostro desde la parte inferior de sus pestañas hasta perderse por el contorno de su mandíbula. La felicidad que la envuelve es inenarrable.

Tu interior se remueve experimentando una oleada de afecto intenso al volver a ser consciente de en dónde te encuentras-"Vánalasse"-respondes en quenya. Vànalasse o Gozo Inmortal, es aquello que experimentas al estar frente a ella, y el nombre que le pusiste al arpa que te otorgara antes de separarse de tí para perderse hasta los confines del otro lado del mar.

Cuando apenas has cobrado consciencia de la situación, la sonrisa en el rostro de la elfa se esfuma, trocando su gesto en una expresión de terror, todo alrededor comienza a desvanecerse en cenizas sin poder evitarlo. Justo antes de que todo acabe por oscurecerse consigues escuchar unas últimas palabras de sus labios-"¡Hogimere hojtheuv a ájadjaboca y jedop ojtheuv ájarotre, hodot ed joyam le, oijethim ojto! ¡Aicrecifirum ed herithef y hetreuf roc haicrathe ed orelpojjocoh la ájicudroc ho otluco orimac ru!".

Todo queda sepultado por un manto de oscuridad.

Notas de juego

Durante el trance grupal inducido se te ha concedido acceso a una vivencia del destino de Gallind junto con información que atañe a vuestro futuro en común.

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04/09/2022, 17:25
Narrador

Tras ingerir el líquido, éste rueda por tu garganta hasta la boca de tu estómago aliviando tu acuciante sed mientras observas tu reflejo en el agua. El rostro que ésta te devuelve no es el tuyo, si no el de Lily. Expulsas un grito sordo que parece quebrar el espacio y el tiempo. Durante el lapso que la voz se expande el rostro de la hobbit envejece de forma acelerada hasta mostrarte un cadáver que se encoge y regresa a un rostro infantil, que al tiempo se desfigura para convertirse en un cuervo.

Durante este trance transfigurativo, sientes tu cuerpo entre laxo, completamente flexible y denso, por momentos piensas que podrías estallar en pedazos, en otro momento te acompaña un dolor brutal, al punto de querer arrancarte tus propias vísceras para alimentar a los árboles sagrados, en otro momento sientes que eres un frágil ser de cristal, y en otro, tan sólo agua turbia y sucia deshaciéndose en la tierra hasta que todo se acaba por oscurecer.

Abres tus ojos exhalas un prolongado un suspiro. Te encuentras en tu hogar, en Bree. Llevas un tiempo más que considerable frente a un enorme lienzo en blanco dispuesto sobre un caballete, quizás el más grande al que te hayas enfrentado desde que comenzaste a pintar todo aquello que tus afinados ojos de artista podían captar para quienes frecuentaban el Pony Pisador. En tu mano se suspende una paleta de colores impregnada con diferentes tonalidades de diversos colores que amenazan con secarse si no se les da uso con prontitud. En la otra, un fino y estilizado pincel ruega por comenzar a moverse.

Inhalas y exhalas el aire. La mano que sostiene el pincel se alza para cubrir el lienzo con algunas pinceladas conformando una primera estructura. Los trazos son fuertes y determinados, parecen escapar a tu control, como si otra entidad los estuviese realizando.

Los colores que se han volcado sobre el cuadro comienzan a desplazarse a su antojo, se entremezclan y extienden sin tu concierto representando formas y manchurrones que en principio son abstractos, pero que se van afinando con viveza. Desconcertada, dejas caer de tus manos la paleta y el pincel.

Los vibrantes y oscilantes trazos te muestran a tu padre Tolman sosteniendo una oscura piedra. La negrura de la piedra se adueña del lienzo cubriéndolo de oscuridad. Al segundo, unos trazos de tonalidades grisáceas se ensanchan y se abren desde el centro representando un túnel en cuyo fondo reposa el rostro de un hechicero elfo que te observa con severidad. Las manchas de color siguen oscilando sin descanso, se abren y se estiran recobrando la diversidad, saliendo de la escala de grises y del negro absoluto.

La representación de vivos colores que se comienza a expandir desde los primeros trazos hasta detallarse más nítidamente sobre el lienzo, apareciendo primero como manchurrones difusos, luego tonos oscuros, medios y por ultimo los más claros, te muestran a tu padre aferrando los barrotes de una celda en el interior de una fortaleza. Junto a él, en tonalidades frías, grisáceas y apagadas, se encuentran unos amenazadores orcos, la presencia del oscuro mago repica por el interior de la fortaleza. Le han apresado. En las paredes de la celda hay algo escrito:

Hanral hadimet hal jative ajap odreibuh aicrejevej adrufojp aru decah. Aidjaug re hoeretram ojep, oveur ed dedrecha.  Oldahevajta hecrotre y otejceh ru dachub, ajdeip ed hodaedoj, hedadidrufojp hal re hodajjet hiéthe odrauc. Ajodanarema aicrajebutojp adot dadijugeh jop daroihejp. Orithed led hadeuj hal roc hojatrejfre la odadiuc deret.

No consigues entender una sola palabra, pareciera escrito por alguien que hubiese perdido la cabeza con anterioridad en aquella celda.

El frío gris se vuelve a expandir desde el contorno de los orcos, que se desdibuja para representar un cielo nuboso. Mientras que los colores que vibraban componiendo a Tolman Pulgaverde padre ahora representan el exterior de una ciudadela.  Tonalidades de azul aparecen y desaparecen de forma intermitente entre los trazos grises de las nubes, como si fuese a llover. Un trazado aún mayor surge de un manchurrón negruzco que se acaba por definir como el amenazante mago. Otra mancha aparece en el lado contrario del lienzo, llena de tonalidades marrones y verdes, es tu padre, ha conseguido escapar de su celda. Las manchas de color que lo componen generan su movimiento de huida, está siendo alcanzado por una mancha grisácea y azul, como las que se adivinaban entre las nubes, que sale despedida desde el mago. En las manos de Tolman padre reposan un fino trazo amarillo brillante, como un hilo dorado que es tensado junto con una mancha redonda, es la piedra negra que contenía el túnel, la está utilizando para reconducir el ataque del mago en su propia dirección justo cuando el azul grisáceo de la mancha le alcanza de lleno y se expande súbitamente hasta cubrir toda la superficie del lienzo.

Unos trazos faltos de tonalidades cálidas vuelven a inundar y dibujar una mancha central, alrededor otros se expanden para representar un bosque denso y unas zarzas. La mancha que hay sobre las zarzas se acaba por definir hasta mostrarte el cuerpo de tu padre, arrojado entre los matorrales de un oscuro bosque. Las zonas delimitadas en color negro comienzan a expandirse y a salir del cuadro, la pintura gotea y cae con densidad, cubriendo el suelo, las paredes, llegando hasta los límites del cuarto en el que estás, incluso ascienden hasta el techo al tocar el suelo.

El impacto que te causa la última representación pictórica, en la que descubres el verdadero destino de tu padre, la verdadera causa de su muerte, te hace gritar y llorar de la impotencia, ajena a lo que está sucediendo en el interior del cuarto. Así fue como acabó sus últimos días Tolman Pulgaverde padre.

El color negro acaba por ahogarlo todo en su silencio absoluto. Ya no hay formas ni contornos. Todo queda sepultado por un manto de oscuridad.

Notas de juego

Durante el trance grupal inducido se te ha concedido acceso a una vivencia del pasado oculto de los Pulgaverde junto con información que atañe a vuestro futuro en común.

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04/09/2022, 17:26
Narrador

Tras ingerir el líquido, éste rueda por tu garganta hasta la boca de tu estómago aliviando tu acuciante sed mientras observas tu reflejo en el agua. El rostro que ésta te devuelve no es el tuyo, si no el de Gláin. Expulsas un grito sordo que parece quebrar el espacio y el tiempo. Durante el lapso que la voz se expande el rostro del enano envejece de forma acelerada hasta mostrarte un cadáver que se encoge y regresa a un rostro infantil, que al tiempo se desfigura para convertirse en un cuervo.

Durante este trance transfigurativo, sientes tu cuerpo entre laxo, completamente flexible y denso, por momentos piensas que podrías estallar en pedazos, en otro momento te acompaña un dolor brutal, al punto de querer arrancarte tus propias vísceras para alimentar a los árboles sagrados, en otro momento sientes que eres un frágil ser de cristal, y en otro, tan sólo agua turbia y sucia deshaciéndose en la tierra hasta que todo se acaba por oscurecer.

Abres los ojos.

Te encuentras dentro de una sala. En la pared de la derecha observas varias protuberancias que sobresalen hacia afuera, son rostros con diferentes expresiones faciales labrados en piedra que quedan a la altura de tus enaniles ojos: Un rostro con sonrisa enigmática, otro que refleja una profunda aflicción con una lágrima que rueda por su mejilla, otro representando un gesto burlón, y otro con un semblante amenazador, cuyas comisuras de los labios se orientan hacia abajo.

En la pared opuesta y tocando el suelo, hay encajada una piedra mellada, de tamaño mucho mayor que el resto y que rompe con la armonía del conjunto. Esta piedra de aspecto mucho más avejentado y ruinoso, está grabada con una serie de runas Angerthas Moria a la manera de Erebor, cuando te aproximas para tratar de examinarlas pisas sobre un escalón y escuchas el ruido de la activación de un mecanismo. Apenas tienes tiempo para saber qué es lo que está sucediendo al haber dado ese paso en falso, un alarido y un chispazo de luz procedente de tu espalda consigue que te vuelvas en redondo.

Tolman está sujetando un orbe entre sus manos, su mirada está en blanco y su rostro completamente desencajado en una mueca que refleja estar ausente de lo que le rodea, presenciando el más absoluto horror. El objeto está finamente decorado con una serie de inscripciones y hendiduras que no logras identificar, el hobbit ha estado manipulándolo, consumido por una insidiosa curiosidad.

Te acercas a él e intentas separar sus manos del objeto, pero te es imposible hacerlo, su magia es algo que te está vedado. Impotente y lamentando profundamente el día en que le propusiste realizar aquella búsqueda conjunta, cayendo en la cuenta de que no se trataba más que de un ardid por parte de quienes aún guardaban rencor dentro de la tribu a la que perteneciera tu madre buscando aliados oscuros, observas cómo comienza a consumirse delante de tí. Los rostros de la pared cambian sus expresiones reproduciendo el mismo gesto de absoluto terror de tu inseparable amigo. El cuerpo del hobbit acaba adquiriendo un aspecto famélico, su viveza está siendo absorbida por completo, envejece súbitamente hasta quedar postrado en el suelo con sus huesudas falanges adheridas al orbe, no es más que un amasijo de piel reseca sobre huesos. Antes de expirar, en un último esfuerzo, el esqueleto del hobbit balbucea algo con dificultad:

-"Mah...Mahal pro...teja tus hue...sos."-sentencia antes de que todo lo que observas sea cubierto por un manto de oscuridad.

Notas de juego

Durante el trance grupal inducido se te ha concedido acceso a una vivencia del destino de Gláin junto con información que atañe a vuestro futuro en común.

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04/09/2022, 17:27
Narrador

Tras ingerir el líquido, éste rueda por tu garganta hasta la boca de tu estómago aliviando tu acuciante sed mientras observas tu reflejo en el agua. El rostro que ésta te devuelve no es el tuyo, si no el de Rilwen. Expulsas un grito sordo que parece quebrar el espacio y el tiempo. Durante el lapso que la voz se expande el rostro de la joven envejece de forma acelerada hasta mostrarte un cadáver que se encoge y regresa a un rostro infantil, que al tiempo se desfigura para convertirse en un cuervo.

Durante este trance transfigurativo, sientes tu cuerpo entre laxo, completamente flexible y denso, por momentos piensas que podrías estallar en pedazos, en otro momento te acompaña un dolor brutal, al punto de querer arrancarte tus propias vísceras para alimentar a los árboles sagrados, en otro momento sientes que eres un frágil ser de cristal, y en otro, tan sólo agua turbia y sucia deshaciéndose en la tierra hasta que todo se acaba por oscurecer.

Notas unos gráciles brazos que te rodean y se funden contigo en un sentido abrazo. Abres los ojos y observas alrededor la frondosidad de un bosque en el que identificas esquejes jóvenes, como si se hubiesen estado plantando recientemente, la vida iniciando un ciclo de recuperación.

Te separas de la persona que te abraza para descubrir que se trata de Tathariel. Te sonríe y alza gracilmente entre sus dedos un medallón con forma de nuez que pende de su cuello y que llevaste contigo por largo tiempo. Abres la boca para dirigirte a ella:

-"Otjeiba latjop led hévajt a dedreched, ahorep he roicautih ajtheuv ih y. Hoheuh hontheuv ajetonp Mahal euq dagon. heip hojtheuv ojab ecay Oigufej led Atjeup al."-expresas en un idioma que no es el habitual.

-"Yo, Djómaj, hice ehte pojtal. Ráli de Ejeboj labjó ehtah juras."-responde Tathariel en el mismo enigmático idioma, al tiempo que alza el medallón en tu dirección.

Acto seguido, todo es cubierto por un manto de negrura.

Notas de juego

Durante el trance grupal inducido se te ha concedido acceso a una vivencia del destino de Rilwen junto con información que atañe a vuestro futuro en común.

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04/09/2022, 17:28
Narrador

El graznido de un cuervo os devuelve al tiempo presente. El ave se encuentra delante de vosotros, estáis tendidos sobre un denso lecho de vegetación. No hay rastro alguno de la arena o de las formaciones rocosas iniciales que se extendían en círculo. Os parece un bosque completamente anodino, pues las copas de los árboles permiten admirar un cielo en penumbra, amenazado por el avance del amanecer.

Os desperezáis, notáis el cuerpo pétreo al inicio pero no os cuesta desentumeceros, os acompañan unas ligeras náuseas y la sangre presionando con fuerza en el interior de vuestras cabezas. Vuestras monturas os observan con curiosidad e inquietud.

A pocos pasos, vislumbráis las montañas y el cielo, os encontráis frente al Paso Alto.

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04/09/2022, 17:29
Ser del robledal sin nombre

Antes de emprender el vuelo y regresar al otro lado, el ave se pronuncia:

-"La virtud siempre anhela los peligros, no piensa en lo que va a sufrir si no en lo que se propone lograr, pues el sufrimiento forma parte de su gloria. Amad el sonido de la luz en la hora estéril, atended al color del tiempo en una ruina olvidada, percibid el tacto vertebrador de un desenlace. Todos los tiempos y todos los lugares os enseñarán lo fácil que es renunciar a vuestra naturaleza y devolverle los dones que os otorgó, sólo entonces seréis libres".

Lanza un último graznido y bate sus alas para suspenderse de forma gradual desapareciendo de vuestra vista. El eco que se abre paso como respuesta ante la inmensidad de las montañas es su propio graznido, que se repite hasta ser imperceptible.

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04/09/2022, 17:29
Narrador

El inicio del Paso Alto que observais frente a vosotros se presenta rodeado de cumbres plomizas, de raídas crestas nevadas inundadas por unas constantes y amenazadoras nubes. Una grisácea bruma glacial se suspende en derredor.

Las imponentes formaciones rocosas que se ven en la lejanía están manchadas en algunas de las áreas inferiores con unos escuálidos arbustos y matorrales bajos, adornados con unos tímidos musgos y líquenes que recubren las extensiones orientadas al norte. La vegetación es casi algo anecdótico, así como la fauna, apenas conseguís percibir el vuelo de algún buitre.

Un aire gélido os entumece ligeramente el cuerpo y os coloca en un estado de alerta o atención aniquilando por completo el poco sopor que aún arrastráis al salir del robledal. El choque térmico es tal que durante un instante os invade una extraña pulsión, desearíais regresar al abrigo de sus enigmáticas copas, mas pronto sucumbe este deseo ante la expectativa de llegar hacia vuestro destino más inmediato. Seguís el camino que asciende hacia lo que parece ser un puente. No habéis hablado de lo sucedido, ya que aún estáis conmocionados con la experiencia vivida. Quizás cuando os alejéis de ese extraño sitio podáis hablar de lo sucedido.

Delante de vosotros se suspende un robusto puente colgante (P4), estáis justo en la cara oeste de las Montañas Nubladas. Este puente cubre una pronunciada y vertiginosa depresión entre las cumbres. Las cuerdas que entrelazan sus tablones parecen más tensas en algunos puntos que en otros, y en algunas áreas se abre un espacio entre tablones que indica que algunos de ellos se desprendieron hacia el río que hay al fondo del abismo. La distancia al agua es considerable para la única vía posible de transitar al otro lado.

Echáis una mirada atrás y veis que el robledal ha desaparecido, no queda ni rastro de él. Solo se divisa el sendero que asciende entre escarpados picos. Volvéis vuestra atención al puente, que parece caerse en mi pedazos. El rugido de la corriente del agua al fondo del abismo os indica que una caída sería probablemente vuestro final. Ahora os dais cuenta de que otro sendero llega hasta el puente por vuestra izquierda. Si este es el inicio de El Paso Alto, el robledal sin nombre os ha tenido que haber llevado mágicamente hasta aquí, ya que habéis recorrido una gran distancia desde donde os encontrabais antes de entrar en él. Aún no habíais llegado al cruce de caminos (C4) y ahora estáis en un punto más al norte, a unos días de distancia.

Más allá del puente se puede divisar que el sendero se divide en dos caminos, uno se dirige al este y el otro al norte. Algo más allá, el camino del norte se vuelve a dividir en dos: el que sigue recto hacia el norte y el que tuerce a la derecha y se dirige al este. Ahora debéis de decidir si cruzar el puente o daros media vuelta y volver por el sendero que no habéis transitado o cruzarlo y elegir qué camino recorreréis. Gallind saca el mapa para cerciorarse de la posición en la que os encontráis y corrobora que es el inicio de El Paso Alto. ¿Qué haréis a continuación? ¿Qué le ha pasado a cada uno de vosotras dentro del robledal sin nombre?

Notas de juego

Bien, debéis de decidir qué vais a hacer, y si continuáis, elegir el camino por el que vais a querer ir. Podéis mirar el mapa de El Paso Alto 1 (hay 3, que van del oeste al este).

Que el guía haga la tirada de 2d6 y TODOS una tirada de Percepción/9 si vais a cruzar el puente. Con lo que saquéis, os daré información sobre los caminos.


Montañas Nubladas (2951 TE). Apenas hace unas horas que amaneció. El tiempo es nuboso y amenaza con tormenta. El viento del noreste es gélido.

Gallind recibe 1 PX por postear y tiene un total de 1726 PX.

Gláin gana 1 PX por postear y tiene un total de 1458 PX.

Lily gana 1 PX por postear y tiene un total de 1516 PX.

Rilwen gana 1 PX por postear y tiene un total de 1766 PX.

Tatharina gana 1 PX por postear y tiene un total de 1359 PX.

Tolman gana 1 PX por no postear y tiene un total de 1482 PX.

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05/09/2022, 10:31
Lily Pulgarverde

No puedo evitar sentirme emocionada ante la visión del Paso Alto. Es un paraje imponente, que corta el aliento. Pero aún así parte de mi conciencia aún se encuentra transitando la memoria de las imágenes y sensaciones de las visones del robledal. Eso confiere a mi expresión un tono bobalicón o adormilado. La visión de las cumbres aleja esa expresión perdida de mi rostro y me concentro en observar el puente colgante ante nosotros. Gallind insiste que es el camino que hemos venido a transitar para atravesar las montañas. Recuerdo mi visión y no puedo evitar dirigir una mirada avergonzada a Gláin. Para escapar de la situación camino impulsivamente hacia el puente. No miro hacia abajo como si eso me pusiera a salvo de una caída mortal. Mi pie descalzo se apoya en la primera maroma y me aferro con las manos para intentar zarandearlo sin éxito. Carezco de la fuerza necesaria para comprobar su resistencia, así que me confío una vez más a mis corazonadas.

- Adelante, amigos. El puente lleva tanto tiempo aquí que ya sería mala suerte que se viniera abajo precisamente hoy.

Me esfuerzo en lanzar una sonrisa y me dispongo a tomar la ruta del puente asegurándome de que mi hermano me sigue de cerca. No es posible perderse en un puente, me digo para darme ánimos.

- Tiradas (1)
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05/09/2022, 19:07
Rilwen

Aun aturdida y temblando, se dio cuenta de dos cosas. La primera es que ya habían salido de aquel extraño robledal, y la segunda, habían avanzado muchos kilómetros. No entendía nada, todo había sido demasiado extraño, como un enloquecido sueño febril.

Temblando, el aire estaba mucho más frio, trato de eliminar los vapores del sueño, o vivencia, de lo que hubiese pasado en aquel bosque, que había desaparecido, con aquel triste ser de otro mundo, solo, condenado a una eternidad sin posibilidades de volver con los suyos.

Poco a poco, fue reconociendo el terreno, estaban cerca del Paso Alto, como habían llegado, estaba claro que había sido obra del bosque, y ante ellos un maltrecho puente de cuerda, que Lily quería atravesar. Al mirar hacia abajo sintió vértigo, una caída sería mortal. Pero evitar el puente requería de un gran rodeo, hasta allí habían sido guiados, y por allí deberían atravesar.

-Si Lily, yo también creo que deberíamos pasar el puente, pero con mucho cuidado, y no todos a la vez, mejor de uno en uno, para evitar forzarlo.- Y miró a Gallind, no sabía como, pero creía que su visión de algo que tal vez fuese un futuro, de los muchos posibles, había sido de algo que podría ocurrirle a su amigo, pero que sin lugar a dudas le afectaría, a ella y tal vez a mucha otras vidas. No lo entendía, no sabía, pero aquella noche le contaría algo de lo poco que recordaba. La elfa Vánalasse y como todo acababa en cenizas y oscuridad. Que podría querer decir aquello, tal vez Gallind podría sacarle algo más de sentido, para ella, no tenía ninguno. 

Espero a que Lily avanzase, lista para ir a continuación, el puente esperaba, peligroso, tenían que centrarse en lo que hacían, no podían despistarse o lo pagarían. 

- Tiradas (2)
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06/09/2022, 06:02
Tatharina

Cuando Tatharina amaneció en el gélido prado, se frotó los ojos con intensidad y se incorporó sobre sus rodillas. Viendo que estaban todos juntos y que no había ningún peligro acechando, la joven se concentró en rememorar el extraño sueño que el ser le había brindado. Incluso se permitió un tiempo para tomar algunas notas, pues ya se sabe que los sueños son algo etéreo y volátil a la luz del día.

Una vez todos estuvieron en pie, Tatharina se preguntó a qué clase de prueba habrían sido sometidos sus compañeros. A simple vista parecían estar todos bien y, salvo un par de miradas furtivas de unos a otros, no notó ningún indicio de malestar. Eso alivió su carga, pues no había sido capaz de entrar en el círculo de piedra con los demás, y supuso que ya se enteraría más adelante, alguna noche, junto a una cálida hoguera.

- Parece que las mujeres vamos primero. Yo cruzaré después de Rilwen si nadie tiene alguna objeción. Con paso firme, pero siempre con ambas manos agarradas a sendas cuerdas laterales, la beórnida fue cruzando el maltrecho puente, intentando no mirar abajo más de lo necesario. Cuando se encontraba a medio camino gritó: - Nos vemos al otro lado. Y, para su sorpresa, su voz resonó por todo el valle a sus pies.

- Tiradas (1)
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06/09/2022, 23:35
Tolman Pulgarverde

Sintió la vuelta a la realidad como si le hubiesen arrojado desde un precipicio y su cuerpo rebotase contra el suelo acabando ileso, lo que hacía que la sensación fuese aún mas extraña. Lanzó un pequeño grito y agitó el cuerpo como si hubiese perdido la capacidad de controlarlo mientras sus ojos se acostumbraban a la luz del día, se giró sobre si mismo hasta incorporarse y buscar casi de manera desesperada el origen de la voz para ver como casi ya había desaparecido. Se sentía agitado y más aún cuando comprobó que no estaban donde se supone que debían estar.- ¿Qué ha pasado?.- Estaba confuso, desorientado y perdido, su mente se movía en todas direcciones distraída por el eco de aquel cuervo, un eco que le recordaba a su sueño. O esperaba que hubiese sido un sueño.

Respiró hondo hasta recuperar la compostura o todo lo que pudo de ella y puso toda su atención en sus compañeros, en el camino y en lo que pudiera controlar por el momento. No les veía afectados, ni impresionados, parecía que estaban como siempre. Miró a Tatharina que escribía algo, esperaba su misma reacción al haber sido la que se había quedado fuera con el. Quiso preguntar al resto, a ella, pero no sabía que de todo había sido ilusión y que real, tampoco tenía claro si quería escuchar sobre nada de aquello en ese momento.

Lo que digáis está bien, Rilwen nos ha guiado bien hasta ahora. Os sigo.- No esperó un turno concreto para cruzar, cuando le tocase lo haría.

- Tiradas (1)
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07/09/2022, 07:40
Gallind

Se despertó del sueño por los graznidos de un cuervo. El mago observó al ave, y algo comprendió. Seriamente se levantó una vez la criatura emprendiera el vuelo. Mantuvo silencio todo el trayecto hasta el desvencijado puente, su rostro era sombrío y pensativo. Solo lo sacaron de sus vacilaciones las terribles ráfagas de viento que surcaban el paso. Agitó la cabeza y rebuscó entre sus cosas sin mover sus labios. Tomó el mapa, lo observó por un momento detenidamente. - Es aquí, este es el paso alto. - Dijo al fin, y giró su cabeza para confirmar nuevamente sus deducciones poniendo especial atención a los caminos detrás de ellos.

Miró nuevamente a sus compañeros y continuó diciendo - Si queremos seguir con nuestro viaje deberemos de cruzar, no veo otra alternativa más viable. Al menos si nuestro objetivo es ser rápidos. - El puente chirrió ante el bamboleo del viento. - Es nuestra mejor opción. - Sus ensimismados y pesados ojos pasaron por los rostros de sus compañeros. Solo se detuvieron sórdidamente por un instante sobre la cándida Lily. Un momento demasiado diminuto para poder ser apreciado. Luego de ello, la hobbit, tomó ímpetu decidida a cruzar. El mago, continuaba observando los cielos, tratando de poder comprender los designios escuchando a su vez los aullidos del viento. 

Rilwen fue la segunda en curzar, su advertencia era sensata, sería mejor atravesar el desvencijado puente de uno en uno. Por su parte Tatharina la siguió, por suerte su picardía y su humor seguían en perfectas condiciones. Por último, el joven Tolman que parecía como despierto de un largo letargo se aferró a las cuerdas. Gallind observó a Gláin, dubitativo, considerando si había temor en el enano, o si en su mirada había algo más. - Serás el último, viejo amigo. Espero no temas a las alturas. Si, por desgracia es así, aconsejo no mirar a bajo. - Dijo mientras con firmeza tomaba con sus manos las robustas cuerdas laterales. 

- Tiradas (1)
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07/09/2022, 22:09
Narrador

Callados y en silencio, vais pasando uno a uno el puente colgante. El gélido viento que azota vuestros cuerpos, balancea un poco el vetusto puente. No queréis mirar abajo, dado que os podría entrar el pánico. La altura es considerable y la caída sería mortal. Casi no habéis hablado desde que salisteis del robledal, sumidos en vuestros propios pensamientos e inquietudes. No más que furtivas miradas unos a otros, como si supierais algún secreto o el destino de vuestros amigos. Con gestos serios, curtidos por el frío de la montaña, avanzáis con cuidado hasta pasar al otro lado. Según vais llegando, cada uno hace un gran suspiro, intentando relajar la tensión, que se palpa en el ambiente. El último en pasar es Gláin, que se ha quedado atrás con los ponis. Todos le miráis, intentando dilucidar qué le pasa, por qué no avanza. A los pocos minutos, veis como ata a los ponis uno a uno y les venda los ojos; para después ponerse al frente de la comitiva. Un paso, dos, tres... poco a poco el enano y los animales van cruzando el puente. Contenéis la respiración, dado que no sabéis si el puente aguantará todo el peso o los animales se encabritarán. Pasan los segundos que parecen horas... pero al final logran pasar al otro lado. Un gran suspiro colectivo...

Lo primero que hacéis es observar los alrededores, viendo que el camino se divide en dos. Uno de ellos, el que parece más ancho y en mejores condiciones, parte hacia el este, ascendiendo gradualmente una montaña para perderse en sus laderas. Según veis en el mapa, parece que es el camino que Elrond marcó para que siguierais. El otro camino sigue recto hacia el norte y parece menos transitado. Podéis ver que al igual que el camino que va hacia el este, asciende progresivamente una montaña hasta llegar a otro puente, para después perderse de vista. Desde donde estáis, podéis ver que hay otra bifurcación en el camino del norte, a no mucha distancia, y antes de llegar al otro puente. Desde aquí apenas se ve, pero parece que es una senda estrecha que parte hacia el este, paralela al barranco por donde baja otro cauce de agua. Al igual que los otros caminos, este sendero asciende hacia la montaña.

Dentro de vuestra cabeza y en vuestros corazones, aún sentís lo vivido en el robledal. No sabéis lo que realmente ha pasado, si ha sido todo un sueño o ha sido verdad, pero la inquietud que sentís por ese evento será difícil de quitar y olvidar. Quizá la mejor manera de librarse de esa sensación sea hablarlo; como cuando tienes una gran pena que te aflige y contarlo a alguien cercano te libera de ella.

Lily, de mirada aguda, os indica el punto donde parece que hay una manada de ciervos pastando tranquilamente, hacia el norte, pasado el otro puente. Son criaturas hermosas, de grandes cornamentas, inofensivas a menos que sea la época de cría, en la que los combates de los machos son dignos de ver, y donde es mejor no acercarse a ellos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Bien, estáis donde la cruz roja y debéis de elegir un camino de entre los tres posibles: norte, noreste o este.

Que el Guía vuelva a hacer la tirada de 2d6.


Paso Alto - Montañas Nubladas (2951 TE). Es por la mañana. El tiempo es nuboso y amenaza con tormenta. El viento del noreste es gélido.

Gallind recibe 1 PX por postear, 10 PX por maniobras y tiene un total de 1737 PX.

Gláin gana 0 PX por no postear, 10 PX por maniobras y tiene un total de 1468 PX.

Lily gana 1 PX por postear, 10 PX por maniobras y tiene un total de 1527 PX.

Rilwen gana 1 PX por postear, 10 PX por maniobras y tiene un total de 1777 PX.

Tatharina gana 1 PX por postear, 10 PX por maniobras y tiene un total de 1370 PX.

Tolman gana 1 PX por no postear, 10 PX por maniobras y tiene un total de 1493 PX.