Partida Rol por web

Más vale una buena espada que un mal destierro (II)

1. El Invierno

Cargando editor
09/06/2014, 16:24
Manuel Pérez

En absoluto, don Natxo -respondió Manuel-. El cuerpo del caballero Robert se encontró mutilado, sin ojos ni corazón... Como si alguna bestia hubiérale dado muerte y cuervos o buitres hubieran dádose festín en sus cuencas y entre las costillas suyas... Et que yo tampoco alcanzo a comprender lo que les cuento, por eso esta pequeña reunión.

Los sirvientes ya quitaban los restos de la cena, que tocaba como a su fin.

Además, he de decirle que anteayer llegaron noticias de Bureskunde, localidad donde vivía la ahora Señora de Landarria. El viejo caserón donde vivia doña Ontatxu... ¡ardió! Las noticias dicen que ocurrió de noche, pereciendo en el incendio todos los viejos servidores que la Señora aún tenía allí. De no ser por la llegada de su esposo, aún veríais a doña Ontatxu desvalida y apenada.

El caballero Manuel se mesó la barba, como quitándose algunas de las migas. Luego se levantó, al tiempo que lo hacían sus tres hombres.

Señores y damas -dijo ya de pié-, el castillo se alegra de vuestra presencia y por haber traído al Barón a su hogar. Mañana habrá más tiempo para el que hablar, es hora de pernoctar.

Fue entonces que se levantó y con solemnidad (y sus tres sirvientes en retaguardia) abandonó el salón. Los siervos y doncellas de cocina retiraban ya la cubertería y los restos de la cena.

Cargando editor
09/06/2014, 21:53
Natxo de Otazu

- Y vos Milady Digo dirigiendome a Malena mientras espero que Manuel ya haya abandonado la sala. Por la conversación que hemos mantenido aquí, parece que sabeis de que hablaba Manuel. Podríais añadir alguna cosa más al testimonio de Manuel?

Cargando editor
10/06/2014, 14:37
Diego de Zúñiga

Fablé yo antes de que Malena respondiera a las cuestiones del caballero.

─Como bien ha dicho don Manuel, tarde est. Mañana fablaremos largo et tendido sobre el asunto don Natxo.

Levantéme de la silla et mis huesos crujieron ─El viaje ha sido arduo et largo. Si nos disculpades, aqueste cuerpo viejo et cansado necesita de reposo et de las atenciones de su criada.

Et tras dedicar un cordial gesto de despedida al noble de Otazo diríjome junto a Malena a mis aposentos.

Cargando editor
10/06/2014, 14:47
Natxo de Otazu

No me importaba lo que este Diego hiciera con su criada, pero desde luego, no iba a tolerar una impertinencia semejante.

-Disculpeme Sr. de zúñiga. En algún momento de mi intervención le ha dado la impresión de que me dirigiera hacia vuestra persona? Espero que sus impertinencias sean debidas al cansancio y no a la falta de educación. Ahora, pueden retirarse.  Respondo dejando claro quer no iba a tolerar que se hiciera de menos a mi persona.

Cargando editor
10/06/2014, 15:28
Euxeo De Navallo (CI).

Sin ganas de querer inmiscuirme en el encontronazo ocurrido entre los dos nobles, silenciosamente, me levanto del lugar en el que estoy sentado, y digo:

- Señor Don Natxo, Señor Don Diego, si nos les molesta, mi esposa, Ladia, y quien les habla, Euxeo, nos marchamos, también, a descansar. Ha sido un largo viaje de regreso, y nuestras heridas necesitan de un correcto reposo para poder sanar. - Hago una pequeña pausa, antes de continuar. - Que el Altísimo nos procure a todos una noche tranquila. -

Cargando editor
10/06/2014, 15:56
Natxo de Otazu

- Que vuestro descanso sea reparador Euxeo. Buenas noches. Respondo mientras abandono la estancia en dirección a las murallas del castillo.

Cargando editor
10/06/2014, 21:45
Director

Mientras pareció que en el ambiente hubo una pequeña chispa por algo (como cuando se pasa un canto rodado por el filo de una espada con furia), las dos parejas fuéronse a sus aposentos. Tras la cena, los sirvientes os dijeron (a ambos cuatro y también al caballero Natxo) que se dispondrían en los domitorios sobre la la torre-cuartel noreste del castillo. Mientras los cuatro íbanse para recibir el siguiente día (en el que el barón tendría algo que decir, se suponía), Natxo fue a las almenas, saliendo previamente al patio exterior.

Notas de juego

Postead ya para cada uno:

Ladia para ella y su marido (si habla antes de acostarse algo con él lo usaré como PnJ)

Diego para él y Malena (idem que Ladia/Euxeo).

Natxo para él.

Cargando editor
10/06/2014, 21:48
Director

Los dormitorios no eran los de la vez anterior, sino que os alojaron sobre el cuartel de muralla, que en realidad era tranquilo y usado de dormitorio de soldados en cambios de guardia (dormían incluso dentro de alguna de las celdas, pues eran anchas). Una alcoba modesta pero acogedora se presenaba ante vosotros y además había algunos muebles con recambios de sábanas, sobrevestes y camisones varios. Unas cortinillas secas y pequeñas tapaban algunos ventanucos (muy pequeños, claro, al ser torre) de la construcción.

Cargando editor
10/06/2014, 21:50
Director

Los dormitorios no eran los de la vez anterior, sino que os alojaron sobre el cuartel de muralla, que en realidad era tranquilo y usado de dormitorio de soldados en cambios de guardia (dormían incluso dentro de alguna de las celdas, pues eran anchas). Una alcoba modesta pero acogedora se presenaba ante vosotros y además había algunos muebles con recambios de sábanas, sobrevestes y camisones varios. Unas cortinillas secas y pequeñas tapaban algunos ventanucos (muy pequeños, claro, al ser torre) de la construcción.

Cargando editor
10/06/2014, 21:51
Director

Saliste al patio de armas y luego a las murallas, o al menos eso querías. Estabas en el patio de armas.

Notas de juego

¿Donde quieres ir? ¿Al adarve (paseo o pasillo) tras las almenas? (ahí hacen la ronda los soldados del Barón, en lo alto de la muralla).

Cargando editor
10/06/2014, 21:55
Natxo de Otazu

La fría brisa de la noche azotaba mi capa. La noche era húmeda, y el cielo estaba despejado. Un manto lleno de pequeños puntos luminosos hacía resaltar la oscuridad de la noche. Miré instintibamente en dirección hacia mi Señorio. Un halo de añoranza invadió mis pensamientos, mientras expulsaba el aire de una profunda bocanada.

Empecé a andar por la muralla sin destino aparente, mirando en dirección al pueblo que el castillo protegía, inmerso en mis pensamientos. El caso de la Señora de Landarria había avivado mi curiosidad. Y si en verdad era cierto que ella tenía tratos con criaturas del más allá?

Cargando editor
11/06/2014, 13:20
Diego de Zúñiga

Lanzáronse mis ojos directos al mullido camastro que mi cansado cuerpo tanto anhelaba, empero refrenéme, pues habían cosas importantes aún por fablar:

─Malena, he de confesarvos que vos he extrañado en demasía. Allá en la espesa oscuridad de la fronda era vuestro rostro lo que reportábame fuerzas para dar cada nuevo paso.

Et tras aquella confesión, expuse mi preocupación; ─Por aquestos lares hay un poder enorme et omnipresente. ─acerquéme a la su vera, bajando el tono de voz et susurrándole al oído. Nadie oiría lo que a partir de aquí iba a contarse. Se que habéislo notado, pues tal poder es lo que siempre habemos anhelado tanto vos como yo ─et era cierto que entre mis andares et desandares con alquimistas, bruxos, et nigromantes, jamás sentí poder tan fuerte como el que en Landarria se percibía.

Entonces relatéle, con todo detalle, mi experiencia vivida fuera del castillo. Fabléle también del asunto del ermitaño, cosa que abajo ante los nobles había convenientemente "olvidado".

─Contadme señora ─que ya tratábala como tal, pues aquel distanciamiento causado por la inesperada batida parescía haber reforzado los lazos et dependencia que sentía por la moza ─¿Qué ha ocurrido en la mía ausencia? ¿Qué rumoréase en aqueste castillo et que opinades vos de todo aquesto? ─esperé con suma espectación su respuesta. Mi vello erizábase al escuchar aquella voz melodiosa emandando de sus carnosos labios.

Cargando editor
11/06/2014, 21:21
Director

La noche.

La noche alberga los pensamientos de los hombres. Quizá en las estrellas estén guardados éstos, y al contemplarlas en una noche donde sean visibles, recibimos la inspiración divina, o tal vez nos planteamos las dudas que nos hacen actuar.

Los soldados del adarve (uno a un lado del portón y otro al otro), te observaron nada más llegar, saludándote con un movimiento de cabeza. Al fondo y hacia abajo, veías Echauri levemente iluminado, y más allá todo era negrura, aunque, por supuesto, ahí estaban las tierras del Barón. ¿Habrían llegado aquellos peregrinos a su destino tras tu acompañamiento?

Cargando editor
11/06/2014, 21:29
Natxo de Otazu
Sólo para el director

La noche estaba tranquila. Solamente el titilar de algún metal rompía el silencio. Ese preciado silencio que me había acompañado en las largas noches por el Camino. Mis pasos me llevan a la puerta principal del Castillo, donde algunos soldados hacen guardia. No sabía muy bien lo que esperaba de esa noche, pero parecía como si esperara que algo sucediera.

Pero.... qué hacer si lo que se comentaba era cierto? Cómo hacer ver al Barón que su esposa era una debota del mal?

Cargando editor
11/06/2014, 21:50
Malena (actuando de PNJ)

Malena se sentó en el camastro.

Han ocurrido cosas... Diego -decía llevando su mano hasta tu barba, ahora algo más larga, y acariciándotela un instante-. Lo que ha contado el caballero Manuel es así, como dicen sus palabras, pero ha obviado algunos detalles. Veréis...

Entonces se levantó de la cama, y comenzó a reordenar sus pensamientos, como para contártelos con la mayor coherencia posible.

Manuel y esos tres hombres suyos estuvieron en todo momento con la señora Ontatxu -comenzó-. Yo lo ví, puesto que ésta llamóme incluso a su presencia para hacerla compañía y para que le contara alguna vivencia más allá de su ahora Baronía. Se hicieron... ¿cómo decirlo?: extremadamente fieles a ella. La impresión que me dió doña Ontatxu cuando discutió con el caballero Robert de Vincio fue como si ésta hubiera olvidádose completamente del Barón, como si su marido hubiera muerto y ella mandara y dispusiera... et que hay algo que me inquieta, querido.

Entonces quedóse Malena de pie, mirándote.

Cuando negó al caballero Manuel ir tras don Robert después de la ofensa a Ontatxu, ésta salió sola del castillo, según me dijo algún criado, tomando su caballo negro, el que sólo ella monta y cuida. Volvió a noche cerrada... También se rumorea algo de esto entre el servicio -confesó Malena-, mas no me he atrevido a preguntar por precaución estando aquí sola, entre estos muros. Ésta salida y otro altercado en Echauri, una muerte o algo así según pude oir de la soldadesca en el patio del castillo una mañana, también se ha dado, mas nada sé, o nada he querido saber: la dureza con la imparte justicia Ontatxu es grande, Diego.

Cargando editor
11/06/2014, 21:50
Soldados del Castillo

Bajaste del adarve a la puerta principal*. Allí abajo había otros dos soldados que hacían guardia tras el portón, por si los del adarve dieran voz de llegada o visita y éstos tuvieran que abrirles las puertas. No obstante, no parecía que fuera a venir nadie, y ambos soldados estaban algo aburridos. Al igual que el magnánimo don Sancho de Landarria, las gentes del servicio y los soldados de la mesnada del altonoble te conocían. Uno de ellos se te atrevió a hablar en estando allí.

Señor Natxo -te dijo-, nos honra con su presencia, et se lo agradecemos. Que muchas cosas parecen estar pasando tras estos muros y en la baronía del muy gran señor Sancho. ¿Ha averiguado algo del suceso de Echauri? La desgracia ha sido muy grande para todos los que... ¿eh? -el tipo se contuvo, al mirar tu cara de extrañeza mientras te contaba esto-; porque... ¿vos conoce el suceso, me equivoco, señor?

Notas de juego

*Te narré que estabas arriba, en el adarve, junto a las almenas. Creo que has interpretado que ahora estás delante de la puerta principal. Fallo mío seguramente. Pero no hay problema, os puse el mapa del castillo, y os podéis mover libremente por él ;)

Cargando editor
11/06/2014, 21:59
Natxo de Otazu
Sólo para el director

- Algo he oido, pero no estoy del todo al tanto, pues vengo de Puente La Reina deshaciendo Camino. No obstante, me gustaría que una voz interesada me contara lo sucedido. Así que..... si me haceis el favor Pido más que pregunto al soldado Sabeis que solo si estoy al tanto podré ayudaros de la mejor forma posible. Termino diciendo por si el soldado tuviera reparo en contarme la historia.

Cargando editor
12/06/2014, 10:03
Diego de Zúñiga

Entiendo. ─respondíle a la buena moza ─¿Non vos paresce tremenda coincidencia que doña Ontatxu partiera sóla en la anochecida la noche en que fue muerto don Robert de Vincio?.

Acariciéme la barba pensativo ─Mucho da que pensar que una baronesa cabalgue en total soledad et mayor oscuridad. Quizá el barón hubiere errado organizando tal batida al bosque, habiendo sido el castillo mejor lugar para ello.

Placeríame saber que es eso que rumorea el servicio. Intentaré averiguarlo en los próximos días ─miré entonces fijamente a los ojos de Malena ─credo habemos de pasar una temporada en aqueste lugar. El barón non ha tomádose bien que impartiera justicia sin su beneplácito. Ha "invitádome" a entrar una temporada en el su servicio ─tomé su mano ─empero si no vos place tal idea et deseais marchar, faré lo que haga falta para sacaros de aquí.

Cargando editor
12/06/2014, 15:26
Ladia De Taramundi.
Sólo para el director

- No sabéis, esposo mío, lo mucho que me alegro de que, por fin, podamos disponer de un buen lecho en el que poder descansar debidamente. - digo, con una ligera sonrisa, mientras me preparo para acostarme. - El seguir durmiendo en el suelo, a la intemperie, no hubiera resultado nada recomendable dado nuestro estado. -

Después, tras una pequeña pausa, continuo hablando, aunque, esta vez, con el semblante más serio, y en susurros, pues no deseo que nadie más pueda escucharme:

- ¿No te resulta extraño, Euxeo, todo lo que está ocurriendo en relación a la reciente esposa del Barón?. -

Cargando editor
12/06/2014, 19:11
Soldados del Castillo

En Echauri, mi señor -dijo el soldado haciendo gala del chismorreo-. Allá abajo, en el pueblo. Se incendió una casa en ausencia del barón, y murieron todos los que la habitaban. Allí vivía la hermana, viuda y sobrinos del caballero Robert de Vincio. Y si le digo lo que andan diciendo por ahí...

El soldado quedó aquello en el aire, mientras que el otro guardia se le quedó mirando, como riñéndole con la mirada por los comentarios que estaba haciendo. Éste le miró, pero siguió contándote.

¿No cree vos, don Natxo, que dicen que la Señora -miró al torreón principal del castillo- conjuró ese mismo fuego? Se dice que las llamas movíanse tapando las salidas a los dueños de la casa, impidiéndoles salir, como a conciencia, vaya... Todo muy extraño... Aquesto fue la noche en que doña Ontatxu

─¡CALLA! -le instó el otro soldado.

... en que doña Ontatxu salió con su montura, ella sola y en la nocturnia.

Se hacía ya muy tarde, y la noche albergaba gratuitamente al frío navarro.