Partida Rol por web

Más vale una buena espada que un mal destierro (II)

1. El Invierno

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03/07/2014, 23:24
Natxo de Otazu

- Siempre es gratificante servir a nuestro Señor, sea la labor que sea Don Diego. Pero no por ello deja de ser una vida dura y solitaria. Cada vez que juzgo y ayudo con ello a los peregrinos, es una pequeña satisfacción personal que hace no ceje en mi empeño. Aunque le he de reconocer, que las inclemencias del tiempo, y la frugalidad de las viandas, muchas veces me han hecho dudar. Respondo en tono cordial.

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04/07/2014, 17:52
Diego de Zúñiga

Ardua tarea est, empero necesaria. Non cabe duda. ─Expresé mi admiración por tan encomiable labor. ─En aquestos tiempos los caminos son inciertos et poco seguros. Suerte habemos de contar con homnes capaces et desinteresados como vos, don Natxo.

Saqué del zurrón una hogaza de pan, algo endurecida, empero sabrosa. El ascenso a la loma et la labor realizada habíame abierto el apetito. ─Si gustáis... ─ofrecíle al de Otazu al tiempo que daba un buen bocado a la vianda.

Non sode conoscedor de aquestos lares como vos, empero tengo la sensación de que extraños tiempos et peores presencias se ciernen sobre nos. ─Compartí aquella corazonada con el noble mientras llenaba la tripa y contemplaba el horizonte...

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04/07/2014, 22:32
Natxo de Otazu

- Gracias. Añadí mientras aceptaba de buen grado el bocado. Escuche atentamente las palabras de Diego, mientras masticaba lentamente un bocado de la hogaza. En verdad, toda esta historia, parece bastante fantasiosa. Ayer, cuando salí a revisar el castillo, varios soldados me comentaron ciertos hehos acontecidos mientras el Barón y vos estabais fuera. Espero que solo sean habladurías y chismes, pero de no ser así...... nos enfrentamos a un gran mal que no será fácil de desenmascarar. Termino por susurrar a Diego para que nadie más del grupo me oiga

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04/07/2014, 22:43
Diego de Zúñiga

Tras lo acontecido durante la batida junto al barón, non extrañaríame que tales fabladurías, por inverosímiles que parescieren, fueran verdad. Jamás pensé que llegaría a ver tales abominaciones ─estremecíme entonces, al recordar aquello ─la visión de los muertos alzándose et tornando a la vida fue aterradora. Sus cuerpos contrafechos retorcíanse en imposibles posturas. Et sus pieles, recubiertas por la húmaeda tierra et horadada por los gusanos, hedía como debiere oler el mesmo inferno.

Tras apurar lo que restábame del mendrugo, acerquéme al Santiaguista: ─Hay algo que non vos he contado, pues nuestro primer encuentro fue breve et... bastante tenso. ─fize breve pausa antes de continuar ─tras la batida, cuando tornamos a la villa, una extraña muj... criatura, nos salió al paso. Aquesta mentó a una tal Rigios, et non se si referíase a la anciana que andabamos buscando. ─rasquéme el mentón, pensativo ─aseguró que la tal Rigios ya non estaba, empero que más Ondinas habían.

Cosa inquietante aquella cuanto menos ─De tales rumores non se nada, empero sobra decir que podéis contar con la mia ayuda et espada cuando necesitéis.

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05/07/2014, 13:13
Director

Aquel caballo... El caballo de la Señora...

Negro, distante, ¡tozudo! Si te acercaras más, sería capaz de salirse de su cuadra y "cocearte" al momento: tan sólo había que ver su mirada refulgiente en lo profundo de unos ojos negros azabaches.

Ante tal temeridad, volviste al castillo, a esperar en aquellos días el regreso de tu amado y sus amigos.

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05/07/2014, 13:26
Ermitaño de la Peña

No, de nada me suena -respondió el Ermitaño a Ladia-. Sin embargo, como bien paresceís conocer -miró al de Zúñiga cuando mencionó lo de las "fabladurías inverosímiles"-, non me extrañaría que fuera algo que habita en los bosques, algo fuera de la razón, y más si atiende a nombre tan dispar. Rigios... -volvió a mencionar como intentándose acordar de ello-.

El ermitaño, entonces, estuvo agradeciendo al Barón el su ofrecimiento de volver a su castillo, tan alejado de bestias y seres de la noche o el más allá, et más ubicado en el camino de los hombres.

Gracias he de daros, don Sancho -respondió afable-. Mas permaneceré aquí, por si en alguna otra ocasión gustáis del visitar este enclave, y así tendréis de nuevo anfitrión. Luego miró a Ladia, Euxeo, Diego y Natxo, ambos dos como casi cuchicheando algo-. Rezaré por todos vos, et por vuestros futuros -dijo haciendo una pequeña reverencia-.

*    *    *  

Cuando la ermita húbose recompuesto, la tumba del tal Iñaki acondicionado y los soldados descansados, que regresásteis al camino que descendía la Peña, aquel enclave donde dos reliquias daban poder de expulsión contra bestias a cuanto tenía alrededor. Poníais rumbo al castillo de Echauri.

Las jornadas de regreso apenas duraron más de lo establecido y los tres días previstos de vuelta (tal y como de ida) se sucedieron en el mismo tiempo. No habíais ido a buscar ningún ser espectral, demoníaco o salvaje en los tan oscuros dominios del de Landarria, pero el poco vistazo que hicísteis y los soldados de Sancho también, fueron infructuosos: ningún evento de peligro se sucedió en todo el trayecto.

A los tres días, el castillo ya era visible, y en breves, a pleno invierno y con nevada copiosa, llegásteis a él.

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05/07/2014, 13:40
Director

Pasó un tiempo (un mes y algo más, casi dos) y en estando bajo la tutela del Barón (ya fuera obligado o por oficios), notásteis que las nevadas soportadas en Navarra no eran cosa baladí. La temporada del frío era dura, áspera, inesperada en cuanto a nevadas y gélidos vientos y sumamentes agotadora. Sin embargo, no todo era desquicie y crudeza para quienes no solían estar acostumbrados al frío norteño, sino que hubo buenas nuevas para todos.

La Señora de Bureskunde, doña Ontatxu, anunció en una cena nocturna con más lustre y exquisitez de lo normal que estaba encinta. Ello convocó a fiesta en el castillo durante tres días posteriores. Lo cierto es que se veía a don Sancho y doña Ontatxu cada vez más enamorados. El temor en el señorío del Barón acerca de las habladurías sobre los sucesos tenebrosos y las muertes acaecidas descendían entre el campesinado de Echauri y la servidumbre, a la par que los chismes sobre la propia Señora, acaecidos en su cogote hasta ahora. Todo ello gracias, probablemente,  a que no se sucederion numerosas quejas de los campesinos, ni temor en ellos. Sin embargo, no faltaba quien murmura cosas sobre el hijo que está por llegar...

En esos dos meses no volvísteis a la Peña, pero hicísteis algunas batidas por el bosque más, sin adentraros mucho a él. Natxo incluso se marchó algunos día a encaminar peregrinos a la Ciudad Santa, volviendo al castillo posteriormente (ya que no había demasiada actividad en la fortaleza de don Sancho).

Poco a poco conocíais el personal del lugar: Sancho y por supuesto doña Ontatxu (poco dados a las visitas a excepción de sus convocatorias debido a que pasaban gran parte del tiempo en su alcoba del torreón, preparando la habitación del crío...); también al caballero Manuel Pérez y sus tres hombres, caballeros de buena estima entre el servicio y los habitantes de Echauri, y también al caballero Aingeru de Koldo, el cual, desde la muerte de Robert de Vincio (tristemente mutilado) hacía las veces de Senescal del Señorío.

Notas de juego

Podéis postear/decir/hacer/ir donde queráis. Sois libres.

Recordad que estáis en el castillo, pero también está el bosque, la Peña del Ermitaño, Echauri (el pueblo anexo al castillo) y Bureskunde (hogar natal de la señora, dentro de la Baronía y no muy lejos de Echauri).

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05/07/2014, 22:32
Diego de Zúñiga
Sólo para el director

Notas de juego

Me gustaría, si es posible, visitar Echauri con Diego (quien pedíra a don Sancho que le preste una montura).

Malena, como siempre, se quedará en el castillo.

Ambos intentarán enterarse de la mayor cantidad de rumores posibles sobre los extraños sucesos y, sobre todo, lo que se dice sobre la señora Ontatxu. Aquí huele a chamusquina, y tanto a Malena como a Diego ese olor les encanta...

Malena intentará entablar conversación con don Manuel Perez, y si tuviera mucha suerte, también con la señora. Usará si me lo permites el Aceite de Grandeza para llamar la atención de ambos.

Una vez me des el visto bueno y los pasos a seguir, le meto a la interpretación.

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06/07/2014, 21:39
Ladia De Taramundi.

- Mi Señor, Don Diego, ¿puedo hablar con Vos un instante a solas?. - digo, susurrando, al noble, uno de esos muchos días que nos encontramos en el interior del castillo, tras el anuncio realizado por la esposa del Barón.

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06/07/2014, 21:47
Diego de Zúñiga

─Sin duda, Ladia ─respondí sinceramente a la curandera ─fablad sin tapujos, pues non pocas et funestas situaciones habemos compartido. Confianza habemos.

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06/07/2014, 21:51
Director

Notas de juego

Me encanta ese hechizo. Claro que puedes usarlo. Si Diego o Malena van a Echauri, házselo saber a tus compañero, por si quieren ir tambien.

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06/07/2014, 22:12
Malena Bestregui
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Ok, así lo haré cuando Diego termine la conversación con Ladia.

Dejo la tirada del hechizo hecha para cuando competa (lo usaré cuando vea una oportunidad clara para mantener una conversación con don Manuel o con la señora). He restado 1 dosis.

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07/07/2014, 19:02
Natxo de Otazu
Sólo para el director

Pese a la paz y tranquilidad que reinaba en el ambiente, algo había que me hacía dudar de la Baronesa. Decidí ir por mi cuenta a su población natal, e informarme de la reputación que ella tenía allí

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07/07/2014, 19:16
Director

En estando en plena conversación, vísteis a los criados en movimiento saliendo y entrando de las cocinas, concretamente un mozo de cuadras. Durante un breve rato anduvo de acá para allá. Enseguida supísteis que alguien salía del castillo de Sancho con una montura, sin avisar más que al propio mozo de cuadras y a los soldados de la entrada para que les abrieran el portón. Desde luego no era ni el propio señor de Echauri y de Landarria, ni tampoco la Señora natural de Bureskunde. ¿El caballero Manuel o sus tres hombres? No, os cruzásteis con él por el comedor. ¿Tal vez el senescal Aingeru? Nada de eso, le habíais visto por la mañana (y andaba demasiado ocupado).

Cuando quisísteis dar cuenta de Natxo, el caballero Santiaguista, éste no estaba.

Notas de juego

No quiero interrumpir vuestra conversación, sino tan sólo deciros que Natxo se ha marchado por su cuenta.

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08/07/2014, 12:57
Diego de Zúñiga

─Vaya, paresce correrle prisa al de Otazu ─díxele a Ladia mientras esperaba que contárame aquello que parescía preocuparla.

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08/07/2014, 17:35
Ladia De Taramundi.

- Quizá sus obligaciones para con los peregrinos que recorren el Camino le hayan obligado a salir de forma tan precipitada del castillo. - digo, en respuesta al comentario de Don Diego.

- El caso, mi Señor... - continuo diciendo, en voz más baja, después de haberme asegurado de que todos los criados se han marchado. - es que de lo que quería hablaros es sobre algo que nos ocurrió durante nuestro regreso al castillo, después de haber estado con el ermitaño la primera vez. ¿Os acordáis de nuestro encuentro con la Ondina, y de lo que nos dijo?. Lo de que estaban esperando al primer nacido. - Hago una pequeña pausa, para asegurarme de que el noble recuerda dicho acontecimiento. - ¿Y si se refería al bebe que está esperando la esposa del Barón?. Y, ¿por qué la vieja que irrumpió en el salón, la noche de la celebración, acuso a la recién desposada de ser una seguidora de Agaliareph? - Hago una nueva pausa, para asegurarme de que Don Diego entiende mi forma de pensar. - No sé Vos, mi Señor, pero creo que quizá debíeramos ir a echar un vistazo por Bureskunde, antiguo lugar en el que vivía la ahora Señora de Echauri, para ver qué averiguamos. -

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08/07/2014, 18:07
Director

Un caballo te fue prestado por el mozo de cuadras, el cual te lo ensilló al momento y, pese a la fuerte nevada, te lo preparó para salir con él al instante. Cabalgaste por el patio central, los guardias te abrieron el portón y saliste al galope hacia Bureskunde, aldea natal de la ahora señora de Landarria. Durante tu estancia en el castillo (y desde tiempo antes) conocías tal aldea por encaminar desde allí algunos peregrinos que iban hacia la Ciudad Santa. Estaba localizada muy cerca de Echauri y del castillo, como a cuatro leguas o menos. Antes del mediodía, ventiscoso y con mal temporal, llegaste al lugar.

*    *    *

Bureskunde era una aldea fría, algo remota, llena completamiente de nieve. Estaba en mitad de varias colinas navarras a pocas leguas del castillo, y contaba con apenas unas ocho casas (donde vivían las pocas familias habitantes). Al entrar en el pueblo no había nadie por entre las casas, pues un gran "tomo" de nieve cubría las vías hacía a las gentes guarecerse en sus casas. Salía humo de las chimeneas de adobe y piedra negra que había sobre todas las pequeñas viviendas: el fuego les ayudaría a calentarse.

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09/07/2014, 15:28
Natxo de Otazu
Sólo para el director

Entro en el poblado, y bajo de mi caballo, con la intención de privarle de mi carga. El camino había sido tortuoso para mi montura, ya que la nieve cubría toda la extensión que mi ojos veían.

Busco por el pueblo algún letrero que me indique una posada o taberna, donde poder comer y calentar mi persona.

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10/07/2014, 00:53
Diego de Zúñiga

─Mmmm ─rasquéme el mentón ─alto probable es que razón guarden vuestras palabras. El primer nacido debe ser, indudablemente, el primer hijo del barón.

Empero ya más difícil, aunque non imposible, fazíase lo segundo: ─Si el primer nascido es quien creemos, et las Ondinas le esperan, mucho témome que los rumores que se escuchan sobre la señora ciertos han de ser.

─Haremos visita a Bureskunde, buena Ladia, et también haremos parada en Echauri. Daremos con lo que se cuece en aquesta hoya de misterio. ─hice breve pausa, como sopesando ─fazed vuestros preparativos. Yo he de fablar con el Barón et solicitar montura, pues la mia pereció en la batida. Montaréis en la mia grupa.

─Si aquesto es todo, reunirémonos nuevamente justo antes de partir.

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10/07/2014, 01:04
Diego de Zúñiga

Tras parlamentar con la de Taramundi busqué a Malena. Debía fablar con ella en premura et privado, pues habíame recordado la curandera ciertos detalles que, junto a lo acontecido últimamente, daba un poco de sentido a todo aquesto.

─Mi señora ─díxele en cuanto la vi. ─He fablado con Ladia, la esposa de Euxeo, et ha recordádome aquesta ciertos detalles que creo vos olvidé mencionar: Et resulta que cuando volvíamos de la batida, una criatura nos salió al paso, una Ondina según la de Taramundi. Aquesta criatura dijo que el bosque esperaba al primer nacido. ¿Pudiera referirse al hijo que la señora porta en su viente? ¿que vos parece? ¿vos que pensais?.

─Ladia recordóme también cuando la anciana acusó a la señora de ser sierva de Agaliarepth, y paresce que Ladia opina igual. ¿Vos lo imagináis? Vos dije que en aqueste lugar había un gran poder Malena ─agarré entonces su mano ─estamos cerca, ¿podeis sentirlo? ─me sentía embriagado, pletórico.

─Cabalgaré a Echauri et a Bereskunde, pues Ladia pretende fazerlo. Quiere indagar et ver que puede averiguar sobre la señora. Mi intención, no obstante, es lapidar cualquier rumor o prueba que pudiere perjudicar a la señora et ansí ganarme el su favor.

Malena, si aquesto es cierto, habemos de ponernos de parte de la señora et su inmenso poder. Averiguad cuanto podáis, et si vos es posible, fazedle saber que puede contar con la mia espada et vuestro saber et sesera. Andad con tiento, eso si, pues non sabemos quien pude ser jugar también a este juego de escaques en la sombra. Tened cuidado especialmente con el santiaguista, pues como ambos sabemos, gustan aquestos de fazer bonitas piras llameantes.

Besé su mano, antes de despedirme ─estamos cerca mi... Malena.

 

Notas de juego

Bueno, visto lo visto, tiene toda la pinta de ser ciertos los rumores que se cuentan, asi que como no podía ser de otra manera, Diego esta completamente obnubilado ante la posibilidad de haber encontrado una fuente de poder tan grande.

Tanto él como Malena intentaran hacerle saber a la señora que están a su disposición y serviran como sus viles peones si es menester ;)

Por otro lado Diego pide permiso al Barón para visitar Echauri (sin mencionar Bereskunde) y le pedirá montura prestada para el trayecto.