Partida Rol por web

Te despiertas, pero todavía sientes una extraña somnolencia. Te pesan los miembros y notas los músculos entumecidos.

Lo primero que ves es un tubo de neón en el techo, protegido por un armazon cuadriculado de hierro. La luz titila y te desorienta. Te encuentras en un cuarto pequeño, desde el suelo no sabes exactamente qué tienes alrededor, pero a tu derecha hay una mesa grande de hierro y a tu izquierda hay un armario bajo, también de hierro, le falta una de las puertecitas y en el interior ves un entramado de tuberias y unos cuantos envases de productos de limpieza, si te levantases seguramente descubrirías que es un fregadero. Oyes un zumbido, algo se ha movido.

Cuando tus ojos se han acostumbrado al intenso parpadeo del neón la ves. Hay una cámara de vigilancia en una esquina de la habitación. De repente te viene a la cabeza todo lo sucedido en La Posailla y el estómago te da un vuelco. Para ser un sueño es espantosamente real... ¿O es que...? ¿Acaso no es un sueño?

No puede ser, Esteban está muerto, lo han matado, ¿Que cojones está ocurriendo?

Me levanto lentamente, intentando parecer tranquilo, sin darle la satisfacción de verme asustado a esos cabrones asesinos.

Ningún país puede hacer un algo como lo que nos dijo ese cabrón, la ley se los impide. Pero Estaban ha muerto, cabrones, lo vengaré.

Observo a mi alrededor el conjunto de la habitación, intentando encontrar algo que me de pistas de donde me encuentro o algun objeto que me pueda ser útil. Además busco entre los productos de limpieza, observando las diferentes formas, tipos y tamaños de las botellas.

Por último, fijo la mirada en la cámara durante un breve instante, mirandola con aire desafiante.

Al levantarte ves que está todo lleno de platos y cubiertos sucios, hay un par de cuchillos bastante grandes, de unos 20 centimetros de hoja y puesto a simple vista sobre los platos un cinturon con 8 granadas de mano. Parece que te encuentras en una habitación de la cocina de algún restaurante u hotel, una habitación destinada exclusivamente para la limpieza de la vajilla. La puerta es doble y no tiene cerradura. Cada una de las hojas tiene una ventanita redonda, desde la que ves un salón muy grande, con mesas y sillas desparramadas por el suelo. A la derecha ves otra entrada doble, probablemente esa sí sea la cocina y en esa pared un poco más cerca de tí, dos ascensores. Uno tiene la puerta abierta y en el hueco ves que la cabina esta atascada entre el este piso y el de más arriba y el otro ascensor está cerrado.Entre los productos de limpieza no encuentras nada útil, salvo salfumán, que es un ácido muy corrosivo.

Cojo el salfumán y lo introduzco en las botellas de detergente más pequeñas que encuentre para poder guardarlas en los bolsillos de mi chaquetón o de mis pantalones. Posteriormente cojo ambos cuchillos y los cubro con varios paños, fabricándoles unas fundas rudimentarias para no cortarme.

También me fabrico de manera rudimentaria varias "bolsas" y mochilas con los paños, usando las nanas de acero que encuentre como hilo para fabricarlo, abriéndole los agujeros necesarios con los cuchillos y los cubiertos que están a mi disposición. En estas bolsas me guardo gran cantidad de paños, nanas de acero y algunos estropajos, además de unos pocos cubiertos y los platos y vasos más pequeños que encuentre.

Por último, me enfundo con el cinturón repleto de granadas.

Debo parecer una maruja recien salida de la compra, lleno de bolsitos amarillos y objetos sin valor. Bueno, es hora de ir a meterle por el culo a ese cabrón que mató a Esteban cada una de estas granadas, lentamente, parándome solo para escuchar sus gritos suplicantes.

Dedicarás al menos 25 minutos a estas operaciones si quieres que queden medio bien.

Una vez "equipado" salgo por la puerta, pero antes intento encontrar alguna marca, objeto, etc que pueda tener por las ropas o en mi propio cuerpo, y también miro si me han quitado algo.

Posteriormente abro la puerta lentamente y observo lo que hay a mi izquierda.

Si no veo nada raro me acerco a los ascensores, desplazándome con cuidado, los miro detenidamente y acerco mi oido a ellos para ver si están en funcionamiento.

Tienes todo lo que tenías cuando os capturaron y además, llevas un collar negro y liso. Imposible de quitar. Tiene una lucecita roja que parpadea intermitentemente.
Abres la puerta y ves un salón enorme. lleno de mesas, algunas volcadas y muchisimas sillas desparramadas hechas polvo, macetas rotas y secas y cubiertos y platos con restos de comida enmohecida. Ves cucarachas moviéndose por el suelo y moscas y mosquitos revoloteando. Inmediatamente a tu izquierda hay un armario con todos los cajones abiertos y todo su contenido (platos, fuentes, vasos y cubiertos) destrozado en el suelo. Más allá ves dos puertas. Antes de decidirte a salir escuchas una voz angustiada y furiosa. Se oye amortiguada y parece venir del segundo piso, la has oido por el hueco del ascensor que tiene la puerta abierta.

 El ascensor más cercano a la puerta de la cocina parece estropeado, el interruptor de llamada está apagado, pero el del otro está iluminado. En el panel de arriba pone que se encuentra en el piso 0. Por lo que ves por las ventanas de la pared de delante parece que te encuentras en el piso más cercano al suelo. Tú decides si te acercas a examinarlos, vuelves a esconderte en la habitación, o esperas protegiéndote con una hoja de la puerta y mirando por la ventanita redonda de la puerta, pero sólo podrías vigilar un lado, dejándote expuesto por el otro.

Mierda, viene alguien, debo de esconderme o hacer algo rápido.

Con rapidez cojo varios platos de comida bien descompuesta y las deposito justo a la salida del ascensor, esperando que la persona que salga de este no mire al suelo y se resbale con la comida descompuesta, dejándolo indefenso. También le doy un empujón a la puerta de la habitación, sabiendo que esta es una de esas puertas que tardan un buen rato en detener el movimiento.

Por último, saco uno de los cuchillos de mi funda artesanal y me escondo en la esquina inferior derecha de la sala, cerca del ascensor en funcionamiento, esperando que baje el ser que gritaba furioso en el piso de arriba con el cuchillo en la mano y la cabeza cerca del ascensor, para oir bien el momento en que se accione este.

Con gran suspicacia advierto/noto

Haces todo eso con gran sigilo, pero la puerta hace bastante ruido. la siguiente estancia es bastante grande, parece una especie de salón recibidor, hay mesas con cartas o domino encima estanterías con muchos libros y unos cuantos sillons alrededor de una television. Hay dos pares de escaleras que suben hacia arriba. Cuando por fin te dedicas solo a escuchar, oyes la voz de Luisma, nervioso, un poco amortiguada, diciendo: Alvaro! soy yo!
Viene del segundo piso. La forma más rapida de llegar sería subiendo por el ascensor roto.

Mierda, algo pasa arriba. Y parece que pasa algo malo.

Rapidamente cojo uno de los tenedores y me lo guardo en la manga de la chaqueta, por si acaso. Después guardo el cuchillo en su funda y lo escondo en la chaqueta, además de cerrar esta para disimular gran parte de la carga que llevo (paños, estropajos, botes de salfumán, granadas,etc).

Inmediatamente despues de realizar estas rapidas acciones me dispongo a subir sigilosamente la escalera que tengo al lado, amortiguando mi subida con las voces nerviosas de mi querido compañero Luisma.

Parece que Luisma está en peligro, tengo que subir antes de que se maten entre ellos.

Subes las escaleras. A tu derecha hay una estancia con macetas secas, tres sillones colocaditos alrededor de una mesa triangular y muy bien iluminado, con muchas ventanas. En la pared de enfrente hay tres puertas. A la izquierda tienes un pasillo,  en el que está la parte de arriba de los dos ascensores que has visto. En este piso los ascensores se abren tanto por un lado como por otro. Al fondo del pasillo ves a Luisma de espaldas, hablando con Alvaro.

Espero agazapado escuchando lo que dicen esperando para salir a escena.

Ojala no tenga que usarlo para defender a alguno de los dos pienso mientras pongo mi mano en la funda del cuchillo.

No has sido lo bastante sigiloso, cuando llegas a la esquina en la que terminan las escalerasse te ha visto desde el pasillo. Has alcanzado a escuchar a Alvaro decir esto:
...llorar por Esteban. Míralo por el lado bueno, no tendremos que tragarnos sus jodidas y aburridas batallitas de rol jajaja.
Sabes que te ha visto porque su risa se ha interrumpido.
Después los escuchas murmurar en voz baja.

No consigues entender lo que dicen, aunque te parece escuchar tu nombre. Tienes tiempo para escapar mientras hablan en voz baja.

Si no salgo estos se creen que voy a hacerles daño y son capaces de atacarme...

Me asomo lentamente con las manos en alto, haciendoles ver a mis amigos que no llevo ningun arma en las manos.

Luisma, te escuché desde el piso de abajo y me pareció que necesitabas ayuda así que he subido con cuidado para ayudarte si era necesario -le digo a Luisma tratando que se note que digo la verdad.

Y antes de que me dispareis, violeis o despedaceis quiero deciros que no pienso atacar a ninguno de mis amigos, por cuatro simples razones- les comento a mis compañeros, intentando que me entren en razón.

Lo primero es que somos amigos, y logicamente no pienso atacar a ninguno de mis colegas y mucho menos a mi abuelo -les explico, usando nuestro "estatus familiar" para obtener una mayor cercania y que no me maten tan rápido.

Lo segundo es que no pienso morir aqui, ni en ningun otro lado antes de cortarle el cuello al cerdo que mato a Esteban por la espalda.

Lo tercero es que seguramente no estemos solos en este sitio, ya que es una "serie" española en la que nos tenemos que matar los unos a los otros. ¿Y que faltaría en esta "serie" para que sea verdaderamente española?- digo lanzando una pregunta al aire.

Exacto, tetas, chicas semidesnudas enseñando las carnes, así que debemos permanecer unidos para seguir con vida- digo respondiendo yo mismo a mi pregunta.

El cuarto y último punto es que todos somos españoles, tanto el cabrón del presentador, como nosotros o como el que fabrico estos collares de mierda. Así que seguro que se pueden desactivar o es bastante probable que no funcionen, o que se les acaben las pilas en 4 o 5 horas porque no venian cargadas, o que el ingeniero hiciera una chapuza, o cualquier cosa.

Y bien ¿intentamos salvarnos el culo mutuamente o vais a comenzar el "juego" empezando por matar a vuestro amigo y nieto?- digo finalizando así mi discurso, esperando que razonen y no me maten.

Luisma, te escuché desde el piso de abajo y me pareció que necesitabas ayuda así que he subido con cuidado para ayudarte si era necesario.

Y antes de que me dispareis, violeis o despedaceis quiero deciros que no pienso atacar a ninguno de mis amigos, por cuatro simples razones

Lo primero es que somos amigos, y logicamente no pienso atacar a ninguno de mis colegas y mucho menos a mi abuelo.

Lo segundo es que no pienso morir aqui, ni en ningun otro lado antes de cortarle el cuello al cerdo que mato a Esteban por la espalda.