Partida Rol por web

Graziella se pone en pie por fin con su propio esfuerzo y comienza a caminar sola, momento que aprovecha Blake para irse. Me dan igual los motivos que tenga para quedarse o irse, está claro que yo hablaré con el príncipe a ver qué puede ofrecer por haberle salvado la vida, o al menos haberme puesto de su parte. ¿Que nos encontraste? más bien di que yo te encontré a ti. Me acerco a Edmond y le sigo junto a Graziella y Sveta, de la cual no pienso separarme hasta que lleguemos a casa.

Camino de la puerta varios vástagos se dirigen al despacho que hemos dejado atrás. Algo irán a buscar o investigar. Parece mentira que sólo unos minutos antes era yo quien podía salir de ese despacho convertido en príncipe y asesino. Posiblemente no hubiera salido del Elíseo si alguien hubiera descubierto lo que había ocurrido allí dentro y por eso no puedes fiarte de alguien que te usa como ejecutor, porque nunca sabes lo que trama y eres tu quien se mancha las manos.

Sigo al sirviente hasta el coche y monto detrás con Graziella dejando a Sveta el asiento del copiloto para que tenga mejor visión de todo lo que nos rodea. Graziella parece incómoda y para tratar de tranquilizarla tiendo mi mano hasta las suyas que se hayan cruzadas sobre sus piernas. Toda una dama hecha de hielo más que de hierro. Hielo fino y quebradizo que no tiene nada que ver con la mujer decidida y segura de si misma que había visto en el escenario. Ahora es una mujer frágil aparentando ser fuerte. Tiene más de humana de lo que cabía esperar.

Mientras tomáis asiento detrás, Edmond ajusta el espejo retrovisor del centro en el que podéis veros parcialmente reflejados.
Sveta se sienta junto a él sin molestarse a abrocharse el cinturón puesto que prefiere la libertad de movimientos y reacción. A pesar de que el conductor sea un anciano eso no importa para ella, le presta la misma atención que emplearía con cualquier otro sospechoso.

-No está en mi mano decidir eso, pero puede pedírselo al Príncipe. Con algo de suerte le permitirá ese favor. Suele escuchar cuando hay algo interesante que decir...- deja la frase en el aire mientras el vehículo se pone en marcha, desplazándose con lentitud por las calles poco transitadas de Londres a esas horas.

Sveta se remueve algo inquieta en el asiento, mira hacia los vástagos de la parte trasera con ceño y de nuevo a Edmond con mayor desconfianza si cabe, sin embargo no emite palabra alguna.
El vehículo se detiene al cabo de unos quince minutos frente a la llamativa fachada de la [url=http://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_San_Pablo_(Londres)]catedral de San Pablo[/url]. Los dos ocupantes delanteros salen enseguida del interior, Sveta limitándose a mirar alrededor, Edmond abriéndoos una de las puertas traseras, sin embargo os deja aturdidos por un instante al comprobar el cambio de aspecto tan drástico que ha sufrido.
Alguna habilidad vampírica sin duda alguna.

Edmond espera a que salgáis para cerrar la puerta, sin hacer alusión a su cambio repentino a pesar de que este es claramente perceptible. Es cómo si hubiera rejuvenecido cuarenta años de golpe, incluso su pelo ha adquirido color y presenta un aspecto algo revuelto, sin embargo sigue estando igual de pálido que cuando se dirigía a vosotros cómo un anciano apacible.

-Si han acabado de admirar el paisaje...- comenta con tono mordaz a Svetlana, la cuál le devuelve una mirada fulminante.
Ed empieza a rodear el edificio para dirigirse a uno de los laterales, en el cuál un supuesto agente de seguridad os abre un grueso portón de madera que chirría al ser movido.
El interior es frío, oscuro y hueco, propagando cada uno de los sonidos o palabras que ponunciais por los altos techos y las paredes de piedra gris.
Atravesáis unas puertas laterales custodiadas por otro guardia que apena sos presta atención al distinguir a vuestro guía, encontrándoos entonces en el centro de la esplendorosa catedral, mejor iluminada gracias a sus enormes lámparas laterales.
A pesar de ser un edificio religioso no os sentís en absoluto molestos en él, pero es algo habitual si quien lo regenta no posee fe y seguramente ha pertenecido a la estirpe desde hace siglos.

Edmond efectúa una reverencia respetuosa hacia el príncipe, el cuál se levanta de unos de los bancos para acercarse a vosotros con una sonrisa amigable y un aspecto impoluto, cómo si nada extraño hubiera sucedido.

Tras un viaje en coche llegamos a la catedral de San Pablo. Sin duda un lugar impresionante y poco discreto, como todos los Elíseos, pero que quién va a sospechar que pertenece al más puro y visceral mal que existe sobre la tierra.

Cuando bajamos del coche Edmond se ve diferente, pero está claro que cuando tratas con vampiros no es oro todo lo que reluce ni es más sincero aquel que te mira a los ojos. No sé cual es tu aspecto real, pero como no te identifiques habiendo cambiado de aspecto me veré obligado a cambiarte la cara yo mismo.

Entramos a la catedral y observo maravillado sus detalles arquitectónicos y sus altos techos. Bonito lugar. Me coloco bien la chaqueta al ver al príncipe e inclino la cabeza para saludarle cuando se acerca. Miro a Sveta y le indico que ponga sus cinco sentidos en cada cosa que se mueva o parezca fuera de lugar.

Asiento ante las palabras de Edmond, no se si seran para mi o tal vez solo sean al aire. Vincent pone su mano sobre la mia y se lo agradezco con una leve sonrisa antes de volver a mostrarme fria. TEngo que ser asi me guste o no para poder ser mas fuerte. Cuando paramos en las puertas de la Catedral la verdad que no era el sitio que me imaginaba como nuestro destino, asi como el cambio de nuestro chofer en alguien mucho mas joven. Entramos y caminamos por el pasillo todo es muy hermoso, seguro que cuando el sol se refleje en sus vidrieras por la mañana lo seria mucho mas, pero no podre comprobarlo nunca. El principe esta sentado en un banco y se levanta para acercarse a nosotros, estoy horrible, pero no me importa, hago una ligera reverencia e inclino la cabeza
Mi principe

Edmond se acerca a Jackius y le susurra algo al oído, aunque él se limita a miraros con una sonrisa amigable, devolviendo el saludo que le ofrecéis con una ligera inclinación de cabeza, mostrando respeto por vosotros, unos neonatos.
Edmond se retira a un rincón cercano al altar y Sveta lo mira de reojo, pero se encuentra lo suficientemente apartado para que enseguida se centre en los más cercanos. Aparentemente no hay nadie más en el recinto aunque evidentemente es amplio, hay muchos rincones oscuros y métodos para esconderse si alguien se lo propone de verdad.

-Es un honor que dos de los vástagos gracias a los cuáles sigo vivo hayan aceptado mi humilde invitación. Me preguntaba qué podría ofreceros que igualara en cierta medida el favor que me habéis concedido, así que además de mi gratitud...- se produce una corta pausa y se centra en Graziella.
-El puesto de primogénito Toreador ha quedado vacante. Si te ves capaz de asumirlo será tuyo, Graziella Adduci- dice con total serenidad y firmeza, mirándola a los ojos fijamente mientras espera a que tome una decisión que quizá no se produzca en estos momentos.

-¿Y qué podría hacer por ti, Deline?- pregunta al cabo de unos segundos girándose hacia el Ventrue. Su mirada se dirige tan sólo un instante y de reojo a Svetlana antes de posarse en la de Vincent.

Mi principe yo... digo titubeando ante su propuesta Yo la primogenita de mi clan, Henry es mas antiguo que yo pero claro tambien tiene una manera muy rara de hacer las cosas no se. sonrio por primera vez desde el comienzo de la noche y hago un leve asentimiento Si me veo capaz mi principe aunque .. me gustaria meditarlo al menos un dia y hablarlo con vos en privado cuando podamos me callo unos segundos me gustaria pediros algo, me gustaria ocuparme del cadaver de Alexander, se lo debo espero respuesta, pero mi voz se ha quebrado al hablar de Alexander, es como si algo estuviera roto en mi interior.

Miro al príncipe sin mostrar apenas interés. La verdad no sé qué hago aquí ni por qué he venido, pero ya que estoy veamos que ocurre.-¿Por mí?-digo incrédulo. No esperaba esta pregunta-¿Qué podría dar un príncipe a un humilde vástago como yo en gratitud por haberle salvado la vida?-digo ladeando la cabeza y arqueando las cejas.-La verdad no había pensado que tuviera recompensa. Rechacé ser príncipe si ello conllevaba matarle y por eso sigue vivo. Debería cuidar un poco sus amistades-añado pensativo.

Miro a Sveta y a Edmond por hacer algo mientras Jackius asimila mis palabras. Meto una mano en el bolsillo y la otra la dejo caer a mi costado, relajada. Intento evitar mantener el contacto con los ojos de los demás el tiempo suficiente para que puedan hacer algo. Esta extraña reunión no me gusta más que la primera aunque la invitación haya sido mucho más cortés.

Jackius observa a Vincent pero no parece alterarse demasiado a pesar de la clara insolencia de éste.
-Cómo quiera, seguiré debiéndole un favor para cuando se le ocurra o lo crea conveniente... Pensé que querría mi autorización para poder abrazar digamos a..."alguien cercano". Supongo que me equivoqué- se encoge de hombros ligeramente, dejando claro que poco le importa ese asunto, girándose entonces de nuevo a la Toreador.

-Mañana la esperaré aquí a la misma hora para que me dé una respuesta, tanto afirmativa cómo negativa, y me pregunte lo que crea conveniente... Entonces podré facilitarle el cuerpo de Alexander, pero me gustaría saber a qué viene ese interés por él. Tengo entendido que apenas se conocían...- una de sus cejas se arquea, tan solo un momento, mientras Svetlana se remueve algo inquieta cerca de vosotros.
Edmond permanece rígido e imperturbable como una estatua donde se quedó.

Asiento ante las palabras del principe mientras sigo permaneciendo inexpresiva Mi principe, le conocia poco pero el me conocia mas de lo que yo esperaba. Me demostro que podia aspirar a mucho mas una leve sonrisa se forma en mi rostro rememorando aquella noche y sus consecuencias. No teneis que esperar a mañana mi respuesta es afirmativa, sere vuestra mas fiel seguidora, mañana espero tener esa reunion para conocer mis atribuciones los movimientos de la muda me preocupan parece un pajaro enjaulado, no me lo puedo creer, podria ser como nuestro chofer que no se le nota la presencia.

-Me agrada que hayas decidido aceptar mi propuesta y mañana hablaremos largo y tendido de ello, todo lo que precises... Además del "asunto" de Alexander, por supuesto. Pero ahora ya es algo tarde y creo que estáis agotados, no os culpo, ha sido una noche larga para todos los presentes, más de lo debido- mira a los tres, incluyendo a la ghoul de Vincent, Sveta.

-Podéis retiraros pues, Edmond os llevará de vuelta hasta dónde queráis, podéis confiar en él- el nombrado se pone en marcha entonces, saliendo por la puerta lateral por la cuál os guió al entrar. El Príncipe se aparta un par de pasos dejando que os marchéis .
-Deline, siempre cumplo mis promesas- agrega cuando ya empezáis a alejaros de él.

Mi principe hago una nueva reverencia y le miro a los ojos antes de girarme para darle la espalda momento en el que cierro los ojos para respirar hondo y miro hacia el frente mientras espero que Edmond nos guie de nuevo al coche Tras el atardecer aqui estare mi principe digo antes de emprender la marcha tras el nombrado Edmond yo quiero ir a mi casa, la direccion es....

Sonrío al príncipe, que dice estar en deuda conmigo y me guardará cualquier favor que le pida. Nunca está de más tener a un aliado tan poderoso, al menos mientras siga siendo aliado, porque algún día...

Inclino la cabeza y me doy la vuelta dirección a la salida. Tiendo el brazo a Graziella por si quiere agarrarse a mí y le indico a Sveta que nos marchemos.-A mí por favor déjeme en el casino The Palm Beach. Pero primero dejemos a la señorita Aducci que está visiblemente más fatigada.

Tomo el brazo de Vincent posando la mano con delicadeza mientras salimos Te lo agradezco, la verdad es que esta noche he descubierto cosas de mi que no me esperaba, creo que voy a tener que tener un cambio de actitud mas que loable cuando asuma mi primogenitura Entro la primera en el coche llevandome la mano al cuello, ahora recuerdo el collar que llevo en mi bolso, tendre que devolverselo a Henry en algun momento tal vez en una reunion formal mas adelante cuando este afianzada.

Edmond apenas os presta atención, silencioso y calmado cómo se ha mostrado todo el rato. Os acompaña nuevamente hasta el exterior y de ahí al amplio coche de color granate.
Tomáis las mismas posiciones de antes y enseguida deja a Graziella frente a la dirección que le especifica. Un edificio de pisos bastante modestos en realidad.
La toreador baja y seguidamente el "improvisado" chófer conduce a Sveta y Vincent hasta el casino, sin ningún tipo de contratiempo o incidente durante el trayecto.

Salgo del coche y miro al edificio durante un segundo antes de caminar hacia la puerta. Abro el portal y camino hacia el ascensor con gesto pesado, me suelto el pelo mientras sube y me miro de nuevo el vestido, para tirarle pero es lo de menos. Abro la puerta de mi modesto apartamento, enciendo la luz antes de cerrar, dejo el bolso a un lado y me descalzo caminando al baño. Me desnudo, huelo a sangre, mi piel y la ropa interior esta manchada. Abro la ducha y dejo que el agua se caliente antes de meterme bajo ella. El agua recorre cada uno de los rincones de mi piel llevandose el maquillaje, la sangre y las lagrimas que vuelvo a derramar mientras golpeo los azulejos de la pared con furia. El agua se lo lleva como los malos pensamientos, salgo y me miro en el espejo limpiando el vaho que se ha formado con la palma de la mano, mis ojos miel se clavan en los que se reflejan mientras tomo una determinacion, ya no ser debil y ser lo que realmente soy una triunfadora. Me seco y camino hacia la cama, me tumbo sobre ella y por primera vez duermo sin necesidad de escuchar musica, el sueño me vence mientras me preparo para un nuevo comienzo.
Me despierta el despertador como siempre y me llevo la mano a la cabeza antes de estirarme Graziella hoy tienes que causar buena impresion, vas a ver al principe Abro mi armario y me pongo mi ropa interior, mientras pienso que ponerme, al final me decanto por un vestido y unas sandalias cojo una chaqueta para salir cerrando la puerta, guardando las llaves en mi bolso y bajando a la calle. Mi perfume vuelve a embriagar, madreselva como siempre, dulce como la primera vez que lo use, mi pelo suelto, una sonrisa en mi rostro. Camino hacia la parada de taxis para coger uno que me lleve, no tardo mucho, con una sonrisa le doy mi destino y le pago al llegar. Bajo y camino hacia la catedral, solo espero no tener que entrar como un ladron.

Al llegar hasta la catedral decides tomar la iniciativa de volver a dirigirte al lateral de la noche anterior.
Por suerte para ti, o quizá no se deba a eso, el guardia es el mismo y por tanto abre al puerta al reconocerte.
Caminas unos pocos metros por el empedrado y vacío pasillo, rehaciendo el mismo camino y por tanto acabando nuevamente en la sala principal de la catedral. La verdad es que resulta cuanto menos extraño reunirse en un lugar cómo ese.

Casi al mismo tiempo se escucha otro portón cerrarse en el lado opuesto y distingues a Jackius que se acerca hasta el pasillo central.
Efectúa una reverencia y te besa educada y pudorosamente en los nudillos de la mano derecha antes de volver a erguirse.
-Tengo notícias que seguro la intrigaran tanto cómo a mí...- te ofrece asiento en uno de los muchos bancos que os rodean con un gesto de su brazo y se sienta junto a ti.
-El cuerpo de Alexander no se encontraba en la escena del crimen cuando mis chicos llegaron hasta allí. Por suerte el de Gerard sí aunque no sé cuan lejos podría llegar en el estado que debió quedar...

El camino mas facil, miro al guardia de reojo antes de entrar dentro dejando que la puerta se cierre tras de mi. El sonido de mis tacones sobre el petreo suelo, miro a las vidrieras, si son hermosas, muy hermosas como todo el arte que hay alli. Una puerta me saca de mi ensimismacion es el principe, camino hacia el y hago una leve reverencia antes de que me bese la mano.

Mi principe digo y antes de poder continuar el gesto de seriedad, de calma forzada desaparece para mostrar incredulidad ¿no esta su cuerpo? pero si le vi el cuello desgarrado, cai sobre su sangre niego asombrada y al final solo puedo sonreir tal vez no era su final, tal vez nos volvamos a ver le acompaño a un banco sentandome dejando el abrigo sobre el bolso a un lado Si alguien le ve, me gustaria poder saberlo, en cuanto a Gerard creo que decapitado poco podia hacer para escapar. Pero eso es algo en lo que prefiero no pensar

Unos segundos de silencio antes de volver a mirarle a los ojos clavando los mios en ellos Solo deseo serviros y que me digais como hacerlo de la mejor forma, soy una simple neonata que espera no fallaros

Dejamos a Graziella en su bloque de pisos. Podría haberse esperado que fuera algo más... de su talla, pero era bastante discreto y funcional para lo que se puede pensar de un toreador. Sin embargo eso me hace pensar que es una chica con los pies en el suelo, algo sensible dada su naturaleza, pero no la culpo. Su parte humana aún reside con bastante fuerza y siente dolor por la pérdida de alguien como si no hubiera sido nunca un vástago.

Edmond vuelve a arrancar tras dejar a Graziella y conduce en silencio pero diligentemente hasta el casino, donde tras un escueto "buenas noches" me despido de él y nos bajamos del coche. Entramos en el casino donde todo sigue tal y como lo dejé. Jack en la puerta, Tommy en la sala controlando que todo funciona correctamente.

Antes de entrar al despacho me despido de Svetlana. La sujeto por los hombros como un tío sujetaría a un sobrino antes de darle dos besos en la cara-Sabes que aún no puedo darte tu libertad. El favor del Príncipe me puede ser muy útil y tu, mi querida Sveta-me acerco a ella para darle un beso en la frente-tu eres como una hija, la hija que nunca tuve. Aún no estoy preparado para dejarte marchar. Quizás algún día. Ahora, toma.-Me muerdo las venas de la muñeca para darle de beber, su ración diaria, su poquito de vida, que la mantiene unida a mí y a esta no-vida a la que se ha acostumbrado fácilmente.-Bebe querida.

Tras dejar que Sveta calme su sed la dejo marchar y me dirijo al interior de mi habitación, asegurándome que todo queda perfectamente cerrado. Ha sido un día duro.

Necesito un largo descanso.

Sunfield sonríe complacido ante tu aparente pleitesía, pero en realidad conoce casi todos tus pensamientos así que no podrías engañarle aunque quisieras.
Te asegura que serás informada si dan con Alexander, pero deberá ser interrogado respecto a todo lo que pasó en el despacho ayer noche, al igual que si dan con el Sheriff o la primogénita brujah, Irina.

Aclarado este punto, del cual pretende quitar importancia, te explica a grandes rasgos de lo que vas a tener que encargarte ahora.
Te serán cedidos de momento un par de locales que regentaba Gerard, dos bastante pequeños en realidad para que te habitúes de forma gradual a su dirección.
Deberás guiar y ayudar de la forma que creas conveniente a todos los vástagos de tu linaje de los cuáles se te dará una lista y se te informará según lleguen nuevos a la ciudad. También deberás organizarlos y reprenderlos de ser necesario.
Además de eso, es ilícito en el cargo promulgar con el ejemplo la Mascarada, apoyar al Príncipe en su cargo y asistir a las reuniones de la primogenitura que puedan convocarse.

Por el momento no parece muy complicado, más o menos lo que ya imaginabas, y hoy puedes limitarte a "descansar" y despedirte de tu antiguo empleo y de tu anterior no-vida, porque mañana empezarás a regentar los dos locales....