Partida Rol por web

Entro en el Gran Eliso con paso firme y tranquilo observando las paredes y techos de los pasillos así como a los que se cruzan conmigo, mirando hasta el mas ultimo detalle de los frescos y pinturas, este palacio empequeñece al de mi padre lo que me hace que sienta mas animaversión si cabe por la opulencia y el gusto recargado del mismo, cosa harto difícil, pienso para mi mientras mis pasos me dirigen hacia la multitud de personas congregadas en pequeños grupos, observo las copas finamente talladas y cojo una solo para mantenerla en la mano por respeto pues aún no me apetece comer y menos sin saber de que o de quien procede esta sangre.

Observo a la joven que se cruza conmigo y le hago una leve reverencia con la cabeza mientras sigo mi camino sin pararme a hablar con ella ni con ningún otro invitado pues mi objetivo es ver al príncipe para presentar mis respetos, como buen ventrue que soy y después buscar a Yvette entre el gentío para darle las buenas noches.

Entro en el Gran Eliso con paso firme y tranquilo observando las paredes y techos de los pasillos así como a los que se cruzan conmigo, mirando hasta el mas ultimo detalle de los frescos y pinturas, mi rostro se vuelve ceñudo unos momentos mientras paseo mi mirada por entre todas las obras de arte, para luego dirigir mis pasos hacia la multitud de personas congregadas en pequeños grupos, observo las copas finamente talladas y cojo una solo para mantenerla en la mano por respeto pues aún no me apetece comer y menos sin saber de que o de quien procede esta sangre.

Observo a la joven que se cruza conmigo y le hago una leve reverencia con la cabeza mientras sigo mi camino sin pararme a hablar con ella ni con ningún otro invitado pues mi objetivo es ver al príncipe para presentar mis respetos.

Yvette te mira y arruga un poco su pequeña nariz de manera que casi resulta cómica.
-Por favor nos e tome tantas molestias en disculparse, todos nos equivocamos a menudo- dice quitándole importancia al asunto mientras te observa iqnuisitivamente. Quizá se salía un poco del prototipo "social" de su linaje pero estaba bastante claro cuál era.
-Cierto, es una simple fiesta de máscaras pero sin necesidad de llevar una que cubra nuestros rostros físicamente... Poca importancia tiene en realidad, dejemos que los que disfrutan de ésto se diviertan y la noche acabará antes de lo esperado- sonríe de forma enigmática y entonces ríe.

-Vaya, así que cree que hay motivos ocultos... Interesante opinión que comparto, así que manténgase alerta, ahora debo hablar con alguien, pero apuesto a que le volveré a ver- se limita a dirigirte una sonrisa afable para entonces girar retrocediendo por el pasillo pro el cuál habéis venido, mientras vez cruzar por otro más al fondo a a voluptuosa Graziella de forma algo apresurada.

-Eso espero señorita Yvette. -Hago una reverencia exagerada imitando al resto de invitados que se cruzan con ella. -Que se divierta. -Le sonrío amigablemente y me fijo como al fondo una mujer vestida de rojo cruza el pasillo en el que me encuentro. ¿Graziella?

Me dirijo directamente hacia donde he visto a Graziella. Algo apresurada, recogiéndose el vestido y desenredándose el pelo del collar. Parece que no es un buen día para ella. Veamos que le ocurre. Sabía yo que tenía algo especial.

Llego al pasillo y la sigo hasta colocarme detrás de ella a un paso de distancia. -¿Sería usted tan amable de concederme este baile? -Digo mientras tiendo mi mano esperando que se de la vuelta.

-Estás preciosa..- Susurro disimuladamente al oído de Patrizia antes de entrar al enorme Eliseo. Caballerosamente le invito a que ella pase primero posando una mano sobre su cintura para ayudarla a dar los primeros pasos. Ella se distrae observando el interior de tan decorado con sus lamparas de cristal y sus luces tan llamativas. -Parece que si que te gusta..- Bromeo entregándole una fina copa de cristal con liquido rojo que había cogido previamente, hago un sonoro brindis con ella y doy un ligero sorbo sin quitarle los ojos de encima -Ven.. la cogo suavemente de la mano y tiro de ella..espero que te comportes como una señorita- Acompañado de Patrizia me acerco entre la multitud de la gente donde veo una cara familiar(Yvette) y como una hermosa mujer con vestido rojo(Graziella) se separa del sr. Gerasimovich..

-Disculpe.. Interrumpo con un tono de voz amigable como si le conociera de toda la vida..creo que había requerido mi presencia para su fiesta-

Fuera de la fiesta me siento mejor, no me gusta estar ahi y que todos me miren, no es lo mismo que en el trabajo, camino por un pasillo y me paro cerrando los ojos mientras termino de desenredar el pelo en el collar. Pasos a mis espaldas y una voz que conozco, me giro mirandote y la mano. Levanto la mia y la pongo en la tuya Sera un autentico placer sonrio asintiendo aunque no se si sabre bailar algo que no sea me callo y espero a que me dirija ¿Sorprendido o tal vez no? Me miro el vestido y lo aliso un poco las pequeñas arrugas que le pueden haber surgido al recogerlo para andar

-Hay que admitir que es tan impresionante que sobrecoge... pero no me gusta estar rodeada de tantos cainitas que suponen que pueden criticar a todos...- mira de reojo alrededor y puedes apreciar algunas miradas de solsayo a pesar de que intentan ser "disimuladas".
Entráis a la sala de baile principal acercándoos al anfitrión ahora que parece estar momentáneamente a solas.
Patrizia frunce un poco el ceño y su suave brazo se agarra con más fuerza al tuyo por un instante, pero enseguida cesa la presión y se limita a miraros alternativamente no muy dispuesta a hablar con él según parece.

-Por supuesto, tú eres Sibley- confirma el primogénito toreador con una sonrisa complacida al ver quién es tu acompañante, aunque su mirada enseguida vuelve a centrarse de nuevo en ti.
-Te agradezco el esfuerzo que has hecho por mí, así que ya ves todo lo que te rodea... Es mío, y financiaré una exposición de tus fotografías en cualquiera de mis locales que prefieras así que será mejor que elijas bien- levanta su copa a modo de brindis sin esperar a que hagáis lo mismo para beber un pequeño sorbo, parece muy satisfecho con la fiesta o quién sabe.

-¿Por qué no me acompañáis a un lugar en el que podamos hablar más tranquilo?- pregunta con tono suave y amigable, cómo si fuera una caricia.

Sujeté la mano de Graziella y la levanté por encima de su cabeza para hacerla girar sobre sí misma y poder verla en todo su esplendor. -Lei sta travolgente questa notte signiorina Aducci, si me permete dirglilo. -Sonreí y observé cada centímetro de piel, cada curva en la tela, cada pliegue de su vestido. Está preciosa.

Termino de girarla y le pongo el brazo en modo de tetera para que se agarre. -No soy muy bueno bailando, pero espero estar a la altura, además más de uno me envidiará, así que luciré con orgullo a mi nueva empleada -le guiño un ojo y suelto una pequeña carcajada. -No, no me extraña que estued esté por aquí, sospechaba que tenía algo especial pero no caí en la cuenta. Lo que si me sorprende es que usted no se haya sorprendido al verme.

Camino con ella hasta una de las salas con música más adecuada a mis facultades artísticas. Me coloco en el centro de la pista y sujeto a Graziella de la cintura con una mano y le pongo la otra para que me la coja. La miro a los ojos mientras empieza la música -Bonito collar, ¿teme que le muerdan el cuello esta noche? -Guiño un ojo pícaro y empiezo el baile.

Mi pelo y el vestido vuelan cuando giro en el sitio Muchas gracias asiento ante las palabras en italiano y me agarro de tu brazo para acompañarte digamos que se disumular bastante bien para que no se me note la sorpresa a menos que yo quiera. MIentras me prometas que no me pisaras no importara, ademas creo que bailar hara que me olvide que quiero irme de aqui Caminamos hacia la sala, musica de violines Bach, como si estuviera en mi pequeño apartamento en mi dia libre Tan especial no soy, solo digamos que diferente ya lo comprobaras mientras me vayas conociendo. No creo que mucha envidia se palpe en el ambiente hay mujeres mucho mas guapas y elegantes que yo en este lugar

Una mano en mi cintura cogiendome con delicadeza, pongo una de las mias en la otra que tiene esperandola suavemente y luego pongo la otra en su espalda por encima del brazo que me sujeta mirandote a los ojos No temo que me muerdan el cuello, es un prestamo para esta noche yo no tengo joyas tan bonitas La musica comienza a sonar de nuevo y sigo el ritmo que me impones sin dejar de mirarte mientras solo oigo la musica.

Tras observar detenidamente el salón principal y los que allí se encuentran, te dispones a acercarte al príncipe para ofrecerle tus respetos, pero cuando todavía te encuentras a bastantes metros de él Paul se interpone con una pequeña sonrisa ladeada que enseguida disimula.
-¿Dónde se supone que quiere llegar sr. de Alba? Si pretende hablar con el príncipe tendrá que hacerlo después de que proponga una caza por encontrarse usted en ésta fiesta cómo si tuviera el más mínimo derecho a ello, así que le recomiendo que por una vez se muerda un poco la lengua y no vomite las tonterías que acostumbra a usar cómo palabras- ahora su comportamiento es más severo y su mirada fría mientras no te quita la vista de encima esperando a que reacciones de algún modo impertinente, cómo siempre.

Ambos empezáis a bailar, aunque Graziella se deja llevar sin problemas parece más diestra en ello aunque no es ninguna sorpresa dado a lo que se dedica.
Ella sigue mirando a Vincent cuando repentinamente alguien la estira con cierta brusquedad del brazo.
-Lo siento bonita, apuesto a que puedes pedirle a otro que baile contigo con un collar tan llamativo y brillante. Quizá un cleptómano- sonríe de forma burlona y se gira hacia Vincent resueltamente y sin preocuparle lo que pueda hacer o decir la toreador al respecto.

-No tienes que agradecerme que te haya librado de tamaño aburrimiento, vamos a divertirnos un rato. De verdad- sonríe de forma muy diferente a la anteriormente usada con Graziella, esta vez es seductora y traviesa mientras sujeta el brazo del ventrue y se dispone a tirar de él para salir de la pequeña sala de baile dónde sigue sonando un vals clásico.

La joven e irreverente Irina me arranca a Graziella de las manos dejándola apartada y tirando de mí hacia fuera de la sala. No puedo evitar fijarme en su colorido pelo a juego con el vestido y su exagerado escote. Es allí donde encuentro una hermosa figura y un tatuaje del símbolo propio de la casa de los Brujah. Tatuaje que luce con orgullo y descaro. Más de uno se habrá fijado en él. No lo dudo.

-Disculpe señorita... -Espero que se presente y continúo hablando. -No recuerdo haber pedido ser rescatado, aunque no es menos cierto que su belleza rivaliza con la de mi acompañante, teníamos a medias una conversación y no es de buena educación... -Dejo de hablar porque intuyo que le va a dar igual lo que le cuente. Parece caprichosa y alocada, sin duda hace honor a su clan.

-¿Donde me lleva? Si yo bailando... -Intento deshacerme de su agarre e intentar convencerla pero parece difícil. Y yo que quería pasar desapercibido... Echo una mirada a Graziella de circunstancias y me dejo llevar por Irina.

Todo va perfectamente hasta que noto como alguien tira de mi brazo soltandonos. La miro, es una de las mujeres que habia en la fiesta, me muerdo la lengua y sonrio mientras me habla.

Ciao Vincenzo noi incontreremo un altro giorno domani o forse e saremo fine capace questa riunione soy yo la que me giro y me marcho de la sala, sin mirar atras con la cabeza bien alta Lo sabia, no tenia que haber venido a esta estupida fiesta, tenia que haberme quedado en casa salgo al pasillo perdiendome de vista de la sala y sus ocupantes.

Busco un rincon y me apoyo en la pared mirando al vacio, necesito estar sola. Este no es mi mundo, creo que Henry tenia que haber dejado que me muriera esa noche No, no pienses eso Graziella, tu eres mucho mas guapa que esa pelandrusca de pelo colorido. sonrio para mi y busco con la mirada un asiento, me sentare y tomare un descanso antes de volver a la fiesta y de hablar con quien tenga que hablar si Henry tiene que presentarme a alguien. Ademas que narices te importa que una estupida opine de ti, eres lo que eres y eso es lo que importa. Recuerda lo que siempre decia la mamma. " Una dama siempre espera su momento y es entonces cuando todos pagan por sus ofensas"

-Hmm... esperaba algo más de oposición por parte de tu acompañante- comenta con cierto tono de fastidio, soltándose una vez llegáis al pasillo puesto que parece obvio que no te sientes precisamente cómodo con ella cogida del brazo.
-Soy Irina, y supongo que ya lo sabes pero no me importa demasiado la educación y aún mucho menos ser más fea o guapa que ésa chiquilla, me interesan más los principios y los ideales que ésas banalidades superficiales, y no me decepciones- vuelve a agarrarte del brazo y tira de ti con fuerza inaudita provocando que des un pequeño traspiés mientras empieza a hablar murmurando entre dientes mientras avanzáis.

-Tranquilo tesoro, no vas a bailar más ésta noche a menos que sea para esquivar balas pero en realidad me gusta más el trabajo manual- te sonríe con expresión sarcástica -Qué te contó Dimitri- espeta finalmente con cierto tono autoritario mientras un brillo centellea pro un segundo en su mirada decidida.

Tomas asiento en una de las varias butacas dispersas pro las diferentes salas y pasillos, procurando que sea un rincón dónde puedas tener algo más de intimidad para pensar un poco y relajarte, después ya volverás a la enorme sala principal para intentar despedirte.
Cuando ya te disponías a levantarte nuevamente, ves que Alexander ya se ha acercado lo suficiente a ti cómo para que ahora no puedas "escabullirte".
Se pone en cuclillas junto a tu sillón y te mira desde abajo lo cuál resulta un gesto casi sumiso o de pleitesía, al menos a simple vista.

-Quería agradecerte la ayuda prestada la última noche que nos vimos, pero supongo que ahora mismo éso es irrelevante. ¿Qué consigue entristecer a mi princesa valiente?- pregunta mientras te mira con interés y su ceño se frunce, tan sólo un poco, como si no le gustara lo que ve.

Buenas noches, antes no quise molestarte por que te veia muy bien acompañado sonrio mientras te miro y luego miro hacia donde se oye la musica este no es mi sitio, sere una vampira pero no me gusta lo que estoy viendo. Todos teneis algo en comun yo en cambio solo os conozco poco y a algunos. Henry por ser mi sire y protegerme a veces, Gerard por se el primogenito de mi clan, Vincent por que sera mi jefe y a ti por nuestra pequeña fiesta de la otra noche que me encantaria volver a repetir Me miro levantandome ademas mirame, estoy horrible, el vestido es viejo y el collar es prestado. Una pregunta ¿quien es esa del pelo de colores que esta con el hombre del traje blanco? miro su gesto ¿que te pasa? prometo sonreir y no ponerme triste para que dejes de fruncirlo Princesa valiente, ojala lo fuera pero el unico que me llamaba asi era mi padre y cuando era pequeña y hacia todo lo que me mandaba

Sigo siendo arrastrado por Irina que al final decide presentarse, pero su tono cambia y se atreve incluso a amenazarme, cosa que no voy a dejar pasar. Me paro en seco y tiro de su brazo hacia mí para dejarla muy cerca. Ya me he cansado de dejarme llevar.

-Si no fuera porque veo que sabe quién soy, diría que se atreve a amenazarme. Lo cual sería una estupidez, ¿no cree? Así que lo tomaré como un comentario desafortunado y fuera de lugar propio de los de su clase. -Levanto el bastón sujetándolo a mitad de la vara como dando a entender que podría golpearla si quisiera.

-En lo que respecta a mis asuntos no tengo que contarle ni a usted ni a nadie lo que hago o dejo de hacer. Ni con quién hablo ni de qué, así que lárguese antes de consiga enfadarme. Maldita cría descarada. -Le echo una mirada fulminante mientras conservo el rostro muy serio.

Entre risas por escuchar la expresion "cainitas" digo -Venga, tu tranquila, estas conmigo y te aseguro que yo no soy un cainita. Que piensen lo que quieran..- Nos acercamos hacia el sr. Gerasimovich y noto la presión que ejerce Patrizia sobre mi brazo cuando nos detenemos ante el.
-Vaya, debe haberle costado una fortuna llegar a tener algo así..- Pongo una de mis mejores sonrisas cuando poso la mirada en sus ojos, ya que me habia limitado a ver el techo cuando dije la ultimas palabras -Agradezco su ayuda, pero la verdad es que siempre me ha gustado llegar a lo mas alto por mis propios méritos..- Copio su gesto con la fina copa de cristal y doy un sorbo a la vez que el progenitor.

-Esta bien, como quiera.. miro a Patrizia y espero que se sienta tranquila entre mi brazo mientras empiezo a andar a la par del progenitor junto a ella. Por lo visto ha reunido a mucha gente..- rompo el posible silencio que pueda haber mientras nos dirigimos hacia algun sitio mas tranquilo..