Partida Rol por web

Segun como te comportes te tomaran por lo que no eres sonrio mientras miro al cielo Irina, no digo que sea una puta, digo que esa mujer lo era. A Graziella no la he visto con ningun hombre en actitud cariñosa, solo sonrie en presencia de Quentin y cuando recibe esas rosas blancas. En cuanto a lo de la daga, tal vez vaya a visitarle, pero tengo entendido que el si le intento matar y que no lo consiguio. Hardestadt le hubiera cortado la lengua y le hubiera puesto otra cosa en su lugar para que no volviera a hablar sino le cortaba las manos y se las intercambiaba. Asiento y sonrio algun dia te dire como entre en tu casa, pero cuando todo este calmada. Tengo que ir a ver como esta Graziella, tendre que ver si consigo que esta noche descanse y intentare cerrarla la herida como me enseño la abuela. Va a ser una noche muy larga, si ves al antiguo Sheriff dimelo hare que hable con un poco de sutileza
Camino hacia la moto y la arranco alejandome en la misma direccion del coche.

Miro como se aleja Marizsa, quedándome algo aturdida ante el comentario de ese tal "Hardestadt " lo cuál no he comprendido demasiado bien. Quizá esté pasando demasiado tiempo con Quentin y se le hayan contagiado parte de sus paranoias...
Ahora empiezo a sentir lástima pro Graziella. Es débil, novata y del todo dependiente. Parece que necesita estar continuamente con alguien que cuide de ella y le preste atención, lo cuál es una actitud bastante contraria a la mía y a la de mi linaje en general. Debería tener más cojones. Al menos intentar aparentarlo.

Niego con la cabeza y entonces sí, paseo por las diferentes calles de Londres con la escasa luz de las farolas iluminándome, metiéndome por las callejuelas menos transitadas a propósito con una sonrisa traviesa en mis labios.

Caminas hacia tu local lo que te lleva bastante, hoy mucha gente como siempre, cuando entras Liam te señala un rincon, no lo puedes creer esta ahi al final va a tener razon, esta en un rincon bebiendo unos chupitos de tequila sola.

Ya te dije que esa volveria, jefa siempre rompiendo corazones...

-Deja de decir chorradas...- comento con una risa mientras me dirijo a la mesa en cuestión, sentándome en una de las sillas contiguas sin pedir permiso si quiera.
La verdad es que ahora llamo bastante la atención con una ropa tan colorida entre tanto motorista y color negro, pero la mayoría están curados de espanto, son clientes habituales y ya no prestan atención. Los que sólo están "de paso" se quedan algo más aturdidos pero si quieren decir algo lo hacen en susurros bajos.

-Buenas noches... soy la dueña del local, sólo quería informarte de que no creo que la pareja que buscas vuelva a pasarse por aquí- cruzo una pierna sobre la otra y la muevo ligeramente mientras me pregunto cuál es el propósito real de su presencia aquí. Quizá debería mencionarle a Marizsa...

Encantada digo con voz melodiosa y sin acento mientras me sirvo otro chupito la verdad es que no me importa si no vienen, he quedado con otra persona. Te miro de arriba a abajo ¿de una fiesta? si lo llego a saber me presento aunque dare el cante con mi ropa. No me gusta llevar vestidos

-No creo que fueses bien recibida allí, de hecho yo tampoco lo he sido pero ya sabes cómo son este tipo de..."personas"- sonrío de forma sarcástica. No me fío ni un pelo de ella, de repente no tiene acento y sigue siendo la gemela más que rara de Marizsa. No me acaba de gustar que quede en mi local.
-No habrás quedado con Marizsa, ¿verdad? Porque anda bastante liada esta noche- apoyo los dedos en la mesa y tamborileo con ellos impacientemente -Resulta curioso que nunca te mencione, ¿estáis peleadas?- pregunto con bastante morro y un poco cansada de tener que andar con rodeos.

El nombre prohibido en mi vocabulario, no la conozco de nada pero dicen que se parece a mi. Extraño siendo tan antigua y con ese sentido del deber y el honor tan arraigado en ella. niego mientras me recuesto y miro al techo no la espero a ella ni a nadie, me apetece tomarme un poco de tequila nada mas y de chupar luego un cuello de algun borracho mientras se piensa que va a conseguir algo mas de mi. Pero aqui no hay ninguno que sea mi tipo, antes se lo chupo a esa rubia que hay en aquel rincon, me recuerda a Adeline y no la puedo soportar

-Ohh... pues deberías tener cuidado porque no os parecéis, creía que eráis gemelas. Casi huele a amiguismo "cambia-caras" de por medio, ya me entiendes...- miro alrededor con una ceja arqueada y me río.
-Bueno no me importa si quieres alimentarte de alguno de ellos, sólo te pido que sea fuera del local y ninguno de mis trabajadores. Por lo demás disfruta, si necesitas algo estaré por aquí- me levanto de la silla sin haberme creído del todo sus palabras puesto que se ha contradicho y eso ya la hace ser muy sospechosa.

De todos modos me alejo de su mesa dejándola tranquila y me voy a la barra susurrándole a Liam que no se confíe y la tenga algo vigilada. Yo haré lo mismo, y prestaré atención a si realmente ha quedado con alguien o no, aunque si quiere intimidad lo más probable es que acabe por largarse.

Digamos que un conocido suyo al pedir un favor me convirtio en su retrato. Y pensar que era unica, veo que no es asi me rio y te guiño un ojo mientras bebo otro chupito, las sombras a mi alrededor son mucho mas oscuras, penumbra poco natural, pero al mirar arriba ves que la bombilla esta fundida.. Al cabo de un rato en el que vigilas termino por irme con uno de los moteros. Al pasar te miro y sigo adelante saliendo. Quedan un par de horas para que amanezca

Paso bastante de la desconocida puesto que mientras no se meta en líos ni arme alboroto por mí puede quedarse el tiempo que quiera a pesar de la bombilla.
Le hecho un vistazo de vez en cuando pero parece ser que no va a ocurrir nada interesante esta noche, así que cuando falta apenas una hora para que amanezca cerramos el bar.
Me encargo de echar afuera a uno de los rezagados por estar demasiado bebido y de paso me doy un "caprichito" y me alimento de él sin que apenas se entere (al fin y al cabo apenas se tiene en pie).
Cuando lo dejo fuera del local da más tumbos que una peonza pero seguro que se apañará, sus compañeros estarán por el parking de motos.

Subo a mi piso haciendo alguna que otra ese y dando traspiés, sintiéndome cada vez más mareada a lo cuál me limito a reírme estúpidamente hasta llegar al piso, cerrando todo de forma hermética con el simple pulsar del botón, dejándome caer en la cama tal cuál estoy.
Kesha salta con su agilidad innata y se frota contra mi hombro con un suave ronroneo, enroscándose sobre sí mismo para dormirse a mí lado.
¿No es un cielo? El mejor macho que conozco. Lamentable.

Duermes sin sobresaltos, cuando despiertas hay una nota a tu lado.

Cita:

¿Como ha podido entrar? todo estaba cerrado y....Kesha esta dormitando y no te notas debil, al final va a tener razon Liam y le vas a molar a la morena. Abajo hay alguien de espaldas, lo reconoces del local de Graziella es el rubio con el que te topaste con las rosas.

Me incorporo con lentitud ya que esta vez no tengo prisa alguna, pero al ver la nota junto a mí miro alrededor con los ojos abiertos de par en par. De todas formas parece que ya no hay nadie ahí así que me limito a leer la nota y fruncir el ceño arrugándola en mi puño.
Parece ser que las gemelas tienen la misma habilidad para acceder a sitios supuestamente cerrados herméticamente.
Acaricio mi cuello y miro mis piernas pero es obvio que si me ha mordido no habrá dejado rastro. Supongo que sólo le apetecía probar, no querría vincularse sin más.

-Y tú durmiendo, ya te vale- le increpo a Kesha molestándole con un dedo en una de sus orejas. Él empieza a apartarse dando pequeños manotazos al aire con los ojos aún cerrados y achinados así que me río y le dejo un rato tranquilo.
Me doy una ducha bastante rápida que en realidad no es necesaria al no desprender ningún tipo de "fluido sobrante", supongo que es por simple costumbre.
Al salir enciendo la minicadena para desgracia de mi adorada mascota, que salta de la cama y empieza a seguirme de aquí a allá mientras me tomo con toda la calma del mundo el vestirme y peinarme mientras canto y bailo.

Al final me aseguro de que vuelve a tener unas gotas de mí en su agua, acariciándole el lomo con suavidad y abriendo parcialmente una ventana por si le apetece ir a dar un paseo.
Lo hace a menudo, es muy independiente como todos los gatos, pro eso me encantan. Al fin y al cabo siempre acaba volviendo...

Bajo hacia el local al cuál accedo por una de las puertas laterales la cuál precisa de llave y código para ser abierta.
Me sorprendo un poco al distinguir al tipo del local de Graziella. Últimamente mi local está llamando la atención a nuevos vástagos. Me pregunto si tendrá que ver por la reestructuración de primogénitos y demás cambios políticos.
Saludo a Liam con un gesto de cabeza, al igual que a la camarara de esta noche a la cuál le dedico una sonrisa antes de apoyarme en la barra junto al "florista".
-¿Te puedo ayudar en algo...?- le pregunto de momento educadamente. Veremos si debo adaptarme cómo con el engreído del primogénito que por cierto, ni si quiera se presentó.

Hola sonrio mientras me giro y te miro haciendo un gesto para que me acompañes a un rincon donde no nos oiga Liam ayer nos vimos en la opera de pasada tenia mucho trabajo y no puede pararme. Queria preguntarte si viste a alguien raro rondando por alli o si sabes de alguien que pudiera hacer daño a alguien. Anoche atacaron a uno de los antiguos en su propia casa y lo desangraron, su cuerpo no se volatilizo, todo estaba lleno con su sangre. Habia una extraña marca como de un cuchillo en su cuello no colmillos y sus ojos estaban en blanco.

Sigo al muchacho encogiéndome de hombros, enseguida empieza a hablar precipitadamente sin ni siquiera decirme quién es, así que arqueo ambas cejas sorprendida y enseguida le sonrío como si me divirtiera lo que me está diciendo.
-La verdad es que ayer vi a mucha gente rara, creo que eso te incluye... Tengo una ligera idea de qué puede haberlo matado pero no quién. ¿Y de todas formas quién se supone que eres tú? No voy a responder preguntas de ese tipo si ni siquiera te conozco...- apoyo la mano en una mesa cercana, inclinándome hacia la misma mientras le miro inquisitivamente.
Si está investigando este asunto por cuenta propia se acabará quemando...

Vaya, crei que lo habia echo digo riendome con voz cristalina John Cash soy el nuevo Sheriff y por el momento primogenito Gangrel hasta que venga alguien mas cualificado vuelvo a sonreir y a mirarte a los ojos Cuentame que puede ser, el trabajo se me acumula y Marizsa hace lo que puede para ayudarme pero no avanzamos nada de nada

-Ohh... el nuevo sheriff... Debes estar hasta arriba de trabajo...- comento arqueando una ceja mientras pienso en el "trabajo" que debe de darle una mujer como Graziella.
Sé que sólo son rumores pero después de comprobar como se comportan todos con ella la verdad es que la probabilidad de que sea cierto es tremendamente alta. Apuesto a que lo hace más para complacerla que por deber.
Me siento en el borde de la mesa con un pequeño salto, cruzando los pies y dejando que los zapatos se tambaleen sujetándose sólo en mis dedos.

-Marizsa sabe tan bien cómo yo que el causante de esa muerte solo puede haber sido la daga con empuñadura de cristal que se usó en el intento de asesinato de Jackius hace unos meses... Supuestamente debería tenerla Paul, el anterior sheriff, pero tengo mis dudas acerca de que haya vuelto para completar lo que empezó de forma tan llamativa. No es su estilo- balanceo las piernas de alante a atrás mientras mi expresión se torna algo pensativa pero finalmente no añado nada más al respecto.

Si un poco pero me apaño, Londres no es San Francisco al menos y el principe no me da tantos problemas como Luna sonrio mientras me acerco y apoyo una mano sobre la mesa mirandote a los ojos Entonces ¿quien crees que puede ser? Marizsa lleva una semana poniendo protecciones por las casas de todos los primogenitos y no hemos conseguido nada hasta algunos tienen pesadillas recurrentes.

Esto es nuevo y curioso. El sheriff comportándose con educación e incluso mostrándose amigable. Bueno, al menos es más sencillo sentirse predispuesta a colaborar así.
-Todo eso es muy extraño, la verdad es que lo primero en lo que pienso es en el uso de magia, quizá taumatúrgica o quizá no, pero el Príncipe ya debe haberte informado todo lo posible acerca de ello- me encojo levemente de hombros antes de continuar.
-Marizsa y su gemela han podido colarse en mi casa a pesar de estar cerrada herméticamente, ¿y ellas no saben cómo se han podido colar? Probablemente sean las mejores infiltrantes que he conocido hasta ahora- admito mientras le miro con seriedad sin mostrarme en absoluto cohibida por su presencia ya que tampoco lo estoy.

¿Gemela? te refieres a esa española. Si por lo que parece ambas tienen mucho en comun, no se yo por que sera niego mientras me siento a tu lado en la mesa mas apoyado en el suelo que nada Cada una tendra sus metodos para entrar, de Marizsa se como mas o menos lo hace y eso me asusta un poco si quisiera mataria hasta al mismisimo principe, pero creo que no lo haria solo creo que la produce algo parecido a la lastima aunque dijo que nunca se fiaria de una serpiente bruja menos que de un setita. ¿Quien la comprende? es la ventrue mas rara que he visto hasta ahora

-¿Ventrue? A mí me dijo que no pertenecía a ese linaje, pero quién sabe... Si es tan buena cómo dices colándose en los sitios, debería conocer a alguien capaz de hacerlo, alguien debió enseñarle a ella. Y después la española, como ya te digo, no creo que tenga tan "buenas intenciones" como Marizsa quizá valdría la pena que le preguntaras...- me cruzo de brazos y tras una breve pausa prosigo, aunque sé que no debería.

-Conozco a alguien que quizá podría ponerse en contacto con el anterior sheriff y averiguar algo de información respecto a esa daga, pero no puedo prometerte nada... ¿de todas formas qué ganaría yo?- pregunto mirándole entonces con renovado interés. O deberá hacer una oferta que realmente me interese o me amenazará, todavía no estoy muy segura de cómo reaccionará.