Partida Rol por web

El orko había sido abatido sin la necesidad de nuestra intervención, estaba claro que "nuestro francotirador"era todo un especialista en eso de matar pieles verdes. Termino de llegar donde mis compañeros ya se han ido congregando y contesto a las preguntas del sargento.

- Señor pues como esos informes estén tan claros como las unidades que protegían el puente....podemos darnos por jodidos. Yo tengo dos cargadores y 10 disparos a mayores del rifle, quitando la pistola y los explosivos es como si andase en bolas. 

Al escuchar el tema de las municiones, Callidon se cuadró marcialmente.- Señor, si me permite Señor. Señor, tal como disponen las ordenanzas en el Capítulo trigesimonono, Artículo doscientos treinta y siete, en la Sección de Repuestos y material asignado al soldado imperial, he estado ahorrando munición y evitando el superfluo desperdicio de balas, Señor. Señor, yo dispongo aún de dos cargadores de 40 llenos y de dos cargadores de 27 salvas, Señor. Señor, si lo considera oportuno puedo distribuir parte de mi munición entre los compañeros, Señor.- Finalizó sonriente y manteniendo dignamente el saludo ante su Sargento.

El grupo volvía a estar reunido tras el combate, habían acabado con la munición del cañón automático y aun tenían que asaltar los depósitos que les habían mandado destruir, el camino se complicaba a partir de este punto.

El sargento mando a sus soldados formar y volvieron a avanzar, internándose en la llanura de camino hacia lo desconocido adentrándose cada vez en el territorio orco y estando mas lejos de la ciudad colmena de los refuerzos y de las vías de suministros (y de la hija del teniente)

Aquella escursión le parecia a Biggs, en su conjunto, una putada. Se le estaba acabando las varitas de Lho. Se le había acabado la munición. Tenía ganas de cagar y mear, apenas había dormido y su hermano estaba más callado que él, y eso ya era decir.

Y encima se alejaban de la hija del teniente.

Por no mencionar los días que se pasaron dando vueltas por el bosque por que el Sargento se había perdido, el ataque aereo inútil o la negación de suministros. Joder, solo falta que los putos verdes tengan polla y nos den por el culo. Sería la puta guinda final. Se quejó, mentalmente claro, lanzando un suspiro mientras caminaba cargando con el puto cañon. Al menos, tenía su linterna laser. Su pistola laser, perdón.

Joder, podríamos haber apañado las putas motos de los orkos, te juro que habría rezado mogollón después. Me duelen los pies. Creo que estas son las botas de mi hermano, por que me van algo pequeñas...

¿Y no hay por aquí nada de donde pueda sacar cuatro putos cartuchos para el puto cañon? Pensó, mientras caminaba, mirando a su alrededor a ver si podía rapiñar algo.

Volvíamos a estar unidos una vez más, pero en una situación un poco complicada... una vez más. La llanura que íbamos atravesando nos daba muy poca ventaja, pues podríamos ser vistos en cualquier momento.

Íbamos avanzando en la típica formación de columna, en la cual, el cabo iba abriendo paso eficientemente - Soneka, si ves algo avisa.... a los demás os quiero mirando a vuestro alrededor, y a la mínima señal de peligro, escalofrío en la espalda, sentimiento de que os cagais patas abajo por temor a algo... pararemos y nos prepararemos para lo que sea - Conforme íbamos avanzando, se me pasa por la cabeza la poca munición que nos queda.... - madre mia, de verdad, vamos a tener que finalizar la misión fabricando explosivos con cocoteros y plataneros.... -

Dejando el puente a nuestra espalda, empezamos la marcha por las llanuras hacia nuestro objetivo real....los jodidos tanques de prometio..... Me coloco a la cabeza de la columna tal y como me ha ordenado el sargento.

- Si veo algo.....no se preocupe que avisaré. Que con esta mierda de rifle láser no creo que pueda hacer mucho en manera de contención.

Los diferentes combates que habíamos luchado me habían demostrado o que el rifle tenía mal las miras o que alguna oscura fuerza estaba haciendo que falláramos mas de lo conveniente.

Después de haber comprobado el equipo y que nuestra situación era realmente delicada con respecto a la munición, nos ponemos en marcha.

Abriendo camino irá el cabo y, como nadie se presentaba voluntario, me ofrecí yo para ir a su lado.

- Cabo, voy con usted.

Poco a poco nos acercamos a nuestro destino. La marcha no es muy forzada, pero las heridas de los dos impactos de esos malditos xenos me molestan un poco. Por suerte puedo mantener en ritmo normal. Cuando corrimos por el puente noté varios pinchazos y supe que no aguantaría una carrera larga. Por suerte y como era de esperar, Windel terminó sin muchos problemas con el último orko.

En formación, la guardia imperial empezó a avanzar por la llanura para alejarse del Puente que parecía atraer a los orcos como una luz a los insectos.

No pudieron avanzar demasiado antes de que el cansancio del combate y las heridas hicieran mella en ellos y se vieran obligados a descansar al menos durante unas horas.

Afortunadamente la noche pasó sin más incidentes, nadie les volvió a atacar y ya estaban preparados para continuar su avance en dirección a los depósitos que tenían que volar.

Un día largo, el cansancio pesa demasiado y estoy hasta los cojones así que guardo silencio al más puro estilo Biggs. Sin duda alguna nos pasa a todos.

-Me encanta este lugar joder...se nos ve a kilómetros de distancia y si vienen a por nosotros tenemos un montón de tierra para cubrirnos...

-¿Sabéis qué es lo que más me jode?-digo mientras como algo de la ración, como si fuera un simple paseo-que cuando cumplamos esta mierda de misión, tendremos que volver por este camino de mierda sin munición y con una jauría de orkos persiguiéndonos...

Miro lo que estoy comiendo con sorpresa -está buena esta mierda- 

Íbamos caminando tranquilamente por la llanura que ante nosotros se mostraba y miraba para todos sitios intentando orientarme lo mejor posible - como lleguemos otra vez al puente..... bueno, llegado el momento me inventaré algo a ver si pican los soldados, que viendo como disparan seguro que no se fijan en por donde vamos -

Tras el comentario de Wimdel - Pues si Wimdel, el camino de vuelta va a ser divertido... y ¿sabes que es lo que más me jode a mi? tener que aguantar tanta mierda de la misión y luego escucharos a vosotros quejaros de la mierda de misión, pero vamos que teniendo en cuenta la situación que nos encontraremos a la vuelta, estaremos corriendo, como bien dices, con una o dos o tres..... (¿quien sabe?) jaurias de orcos tras de nosotros, asi que lo que haré es colocarte en la retaguardia para que nos vayas diciendo los movimientos que vayan haciendo los que nos perseguirán... y si disparan.... no te preocupes que en tu lápida aparecerá algo bonito -

Sigo mirando a todos sitios para intentar orientarme - Necesito un momento de silencio para centrarme, dejad de echar mierda por la boca joder, todos estamos aquí pringaos, a ver si lo sabemos llevar como Biggs ¿lo veis? no pia..... - comenté mientras intentaba instar a mis hombres a que dejaran de quejarse

Ya sin la amenaza de un ataque orco inminente, el avance de los guardias imperiales fue más sencillo, esta vez el sargento fue capaces de llevarles sin problemas por la dirección adecuada, en la llanura era muy fácil poner la brújula y andar en la dirección adecuada sin que apareciesen arboles o matorrales que hiciesen necesario un cambio de dirección. Avanzaron cubriendo las distancias esperadas en el tiempo estipulado y afortunadamente sin tener por el momento más encuentros con el enemigo.

Saqué la brújula del bolsillo, la situé en la palma de mi mano y la aguja comenzó a moverse hasta dar con el Norte. Interpreté correctamente la orientación de la brújula y seguímos andando por aquellos parajes.

El paseo fue tranquilo. Los siete enanitos con blanca nieves y dos agregados (cada uno que escoja personaje, yo me pido blanca nieves jajajajajaaa) avanzábamos sin más problema que el aburrimiento de tener siempre ante nosotros el mismo paisaje, una llanura impredecible, pero que tampoco dejaba mucho a las sorpresas - Según mis cálculos, ya va quedando menos para llegar a nuestro próximo objetivo... deberemos de tener mucho cuidado, pues no se si os acordaréis, pero el orco que comandaba a los "orquitos", según nos dijo el teniente, es un bicharraco de cuidado, pero en cuanto lo encontremos hay que cargarselo a toda costa junto con los depósitos para terminar con la amenaza - comenté con mis "enanitos" para hacer más ameno el paseo.

Callidon marchaba alegremente por la llanura, agarrando las asas de la mochila de con los pulgares.-Señor, esto ya casi parece una de las saludables marchas que solíamos hacer durante las maniobras, Señor. Señor, casi le da a uno por cantar las canciones marciales descritas en el manual, Señor.- Y sin más dilación, y para terror y pánico de sus compañeros empezó a tararear "esas" canciones, totalmente ajeno a las miradas de odio del resto.

-Al compás, al compás, marchamos al compás. Temed orcos y xenos la armada imperiaaaaal. Al compás, al compás, marchamos al compás…- 

-Callidon, cierra tu maldita bocaza joder...

Demasiado tiempo caminando por una simple llanura. Y eso es malo. Muy malo de hecho. 
En lo bosques, tenía la certeza de que podríamos escondernos de los cabrones verdes, correr y dejarlos atrás, fortificarnos y aguantar algún que otro asalto gracias a la cobertura de los arboles...pero en una llanura...¿qué cojones haríamos en una llanura cuando nos atacaran?

El hecho de la vuelta a la base era lo que más me preocupa y por ello mi animo mengua y me encuentro más irascible. Si conseguimos destruir los depósitos haremos una bonita hoguera con una bonita columna de humo...y seremos unos pringaos corriendo en mitad del territorio enemigo.

-El muy capullo va al matadero y encima quiere ir cantando...

La única ventaja de la llanura es poder disparar al enemigo a larga distancia, pero con la munición que tenemos poco podremos hacer realmente y eso sin tener en cuenta que los orkos tienen camiones, motos bugies y toda la mierda que se hayan encontrado y que hace que vayan más rápido.

-Sargento, dígame la verdad ¿tenemos que volver a la puta base caminando o realmente hay una división acorazada en las cercanías y nosotros solo vamos a encender la antorcha que indica el avance?. Si es lo primero le juro que me voy a cagar en todo...

Callate, Callidon.

Pensó el artillero en cuando el operador de radio abrió la boca. Como se notaba que el no tenía que cargar con un cañon de asalto por la mitad de la naada. Él estaba más preocupado por el asunto de que se le pudieran acabar las varitas de Lho, que no quede munición, que la hija del teniente la destinen a otra base, o lo que pesa la mochila que por como volver.

De eso ya se encargaría el Biggs del futuro.

Y lo que le jodía el sol. En realidad, ya estaba algo cabreado por tanta caminata. Y que el otro se pusiera a cantar solo hacia que le entraran ganas de dispararle con la pistola laser. Por suerte para Callidon, Biggs desistió en la idea por la idea de tener que cargar tambien con la radio.

Cuando Wimdel siguió quejandose, lanzó un largo suspiro.

¿Podeis dejar de quejaros, cabrones? Si ya sabes que volvemos a pata, así que si estas... Ah, claro... Se acercó a Wimdel, ofreciendole un pañuelo de papel. Acto seguido, levanto el pulgar.

No hay de que, las necesidad de cagar es humano.