Partida Rol por web

El vampiro se vuelve hacia él, y se zafa de tu agarre con un gesto de asco, sus ojos se han vuelto a poner rojos, amenazante, tu corazón siente el miedo de esos ojos, porque a pesar de haberlos visto antes, a pesar de ser un cazador, sigues siendo humano, y sentir miedo es parte del instinto de toda tu raza...

- parece que si la recuerdas - hace 19 años la habias conocido, estaba terminando su carrera, ¿periodismo, historia?, no recuerdas bien, pero si recuerdas que era una mujer de mundo, que había viajado mucho, pero con secretos, demasiados secretos, quizas eso te gustó de ella, y luego... despareció, te dejó una nota  con un simple "adios"; nada más, ella era esa chica -  alguien me comentó que la conocías... claro, tu proxeneta - se rió de nuevo con ganas - y también me contó que esa mujer tuvo una hija, y que el padre eras tú... me pregunto que será de esa pequeña - levantó las cejas, y se alejó de ti de nuevo. Tu celular volvió a sonar, era el príncipe...

Aquello me cogió totalmente descolocado ¿tenía una hija?, mis instintos me pedían que saltara sobre él y le obligara a contarme todo lo que sabía, pero seguramente aquello solo me habría valido para morir, afortunadamente el teléfono distrajo mi atención.

-¿Qué pasa?- Pregunté de mala gana.

- Jake, secuestraron a unas chicas hace una hora, del Bronx y de Queens, se las llevaron al estado de las yanquis según los testigos, y es la orden, fueron vampiros, ya va un grupo de vampiros a la zona, pero te quiero ahí, quiero que caces a esos mal paridos - era el príncipe , sonaba furioso, intercambian algunas palabras más y cuelga, ahora tienes la opción de hacerle caso o seguir preguntando a Seth que cojones sucede con Mathilde y su hija.

Mi deber era lo primero, o aquello habría pensado en cualquier otra ocasión, pero no en esta. Me acerqué nuevamente al dueño del local, no iba a irme de allí sin respuestas.

-¿Por qué me has hablado de Mathilde? ¿Y que eso de que tengo una hija?, si me has hablado de ello no habrá sido por caridad, ¿Que narices quieres?- Pregunté malhumorado, no me gustaba que jugaran conmigo.

El vampiro se giró hacia él, y se soltó de su agarre con un movimiento brusco - sólo por joder, por joderte la psiquis, por cagar tu juego... como quieras, yo estoy aquí para para dar respuestas a lo que buscan o a lo que no saben, de todas formas a mí me da igual, igual como te dije esa información la tiene tu chulo, pequeña perra - ahora se cercó a ti te tomó de las ropas, jalándolas hacia él, sus ojos estaban rojos y su dientes alargados - ahora vete o lo último que descubrirás será el dolor que produce una mordida mía - lo soltó, la gente quedó unos segundos en silencio, pero el equipo anotó y el jolgorio volvió.

No iba a ganar nada matando a ese desgraciado, y al fin y al cabo solo estaba marcando su territorio. Me asusté cuando vi aquella expresión en su rostro, por muy insensibilizado que estuvieras siempre asustaba, pero enseguida recuperé la compostura, recordé que lo único que me llevaba a vivir era la venganza, y que no podían asustarme con la idea de la muerte. Entonces pensé en Mathilde, si tenía una hija debía encontrarla antes de morir, debía saber que había sido de ellas.

Me centré en cumplir la misión de Hartfield y me dirigí a donde me había indicado, aunque por el camino llamé a O'Connor para preguntarle por el recién descubierto asunto de Mathilde.

el celular de O'Connor estaba apagado, te envía inmediatamente al buzón de voz, lo llamas otra vez, y lo mismo, el conde está fuera de línea. Le envías un mensaje, pero nada, ni siquiera te llega el mensaje de vuelta. Entonces sales de la cantina y tomas tu moto* y sales rumbo al estadio.