Partida Rol por web

El grupo toma el camino hacia la aldea. Para ello no tienen que hace mas que seguir en el camino.

La noche os pilla mucho antes de llegar a destino y tal y como ya dijo la mujer, el junto pasa junto el vale. Sin necesidad de detener el paso vais atravesando el valle de sur a norte, sin llegar a entrar en el. Desde vuestra posición algo mas elevada y a pesar de la oscuridad de la noche, podéis tener una privilegiada panorámica de todo el bosque del valle y casi resulta estremecedor. A simple vista no parece que exista ningún peligro. Hasta donde alcanza la vista(*) solo se aprecia el denso follaje de los arboles. Quizás se intuye algún que otro claro por aquí y por allá, incluso lo que podría ser un riachuelo en el medio. Nada mas.
Posiblemente eso es lo que mas encoje el corazón. Saber que están allí, en algún lugar, pero no poder verlos. A decir verdad y si afináis un poco el oído, podría parecer que hasta se oyen los gemidos y lamentaciónes de docenas de almas en pena ... aunque ... claro que también podría ser cosa de vuestra imaginación.

Un buen par de horas mas os cuesta cruzar todo el valle. Los pies agotados empiezan a acusar el trato que les estáis dando y en el momento que podéis ver las primeras señales de civilización entre la oscuridad, resulta imposible no sentirse aliviado. La aldea no es mas que un pequeño cúmulo de casas rodeadas por una pequeña muralla de troncos. No deben de vivir mas de 30 o 50 personas aquí.

A vuestra llegada, solo os espera un portón cerrado.

[Para agilizar un poco voy a saltarme esta parte. Que casi toda la aldea esta toda durmiendo y no hay mucho que hacer. Si queréis matizar alguna cosa, podéis hacerlo].

Cuando el vigía os recibe, se le nota que esta receloso con los viajeros. Los rumores de que extrañas abominaciones rondan por los bosques, esta calando hondo. Pero tras insistir un poco, al final acepta abriros la puerta.

Vuestro alojamiento, al final no va a ser en ninguna taberna o fonda. En lugar de eso, un par de familias os prestan una habitación en sus propias casas, por un módico precio (5 monedas de plata por cabeza).

[...]

A la mañana siguiente, en cuanto despertáis, el sol parece salir radiante, como si fuese un hermoso día. Al mismo tiempo la aldea tambien va cobrando vida poco a poco y gente empieza a salir de sus casas para ocuparse con sus labores cotidianas.

El elfo ya llevaba unas cuantas horas levantado cuando sus compañeros salen de la casa.

-Vamos! Ya tendriamos que estar en marcha.- Dice con sequedad.

Coge sus pertenencias y se pone en marcha para fuera de la ciudad, una vez que todos están fuera les dice.

-Os seguiré de cerca.- Seguidamente se va hacia los arboles y arbustos y desaparece de la vista.

- La paciencia es una virtud, muchacho.- contestó Tordek  al seco comentario del picaro. Recogió sus bartulos, revisó que el odre de agua estuviese lleno y que sus raciones de viaje estuviesen en perfecto estado. Finalmente se enfundó  el resto de sus enseres y salió de la casa que tan galantemente fue ofrecida por los aldeanos. Agradeciendo la hospitalidad de las familias, Tordek   siguió al resto del grupo.

En cuanto el joven picaro  advirtio  de su acción, Tordek le sugirió:

- Avanzad con cautela, joven. Si dislumbrais el peligro no dudeis en regresar y advertirnos.- En cuanto el joven desapareció de la vista del enano,este desenfundo su martillo de guerra y lo sujeto con ambas manos. Miró al resto y  les espetó:

- Manteneos alerta ,muchachos, a partir de ahora  esto dejará de ser un camino de flores.-

La noche había sido descansada después del largo camino recorrido, pero enseguida llego el alba y con ello el cometido que les trajo a ese lugar... Tynariel el pícaro como parecía costumbre en el era el primero que se había echo ver, no con ello el primero en levantarse, pues Kriv se levantaba primero para orar a su dios y así le diera fuerzas para enfrentarse al día que le venía por delante... Empezaba a conocer un poco más al grupo, y el pícaro denotaba algo de impaciencia y mucha actividad, eso podría ser beneficioso, pero también podría acarrear más de algún problema... Empezaron a avanzar hacia el interior del bosque y sin más Kriv debe seguirlos a una distancia prudencial, había asegurado el equipo que llevaba y había agradecido la hospitalidad a la gente que se la había ofrecido...

 - Bien, vayamos en busca de ese mal que tanto daño está causando...

El joven Passer sale a la luz el último de sus compañeros, desperezándose con una sonrisa satisfecha.

-Ah, faltaba algo de calor humano y una buena cena, pero por lo menos ha sido un buen sueño. No hay nada tan terrible como enfrentarte a malignas monstruosidades no muertas sin haber pegado ojo -contiene un bostezo bajo la mano.-En fin, vamos allá. Al menos, no puede decirse que tenga mucha pérdida el camino.

En general, no parece especialmente interesado en hablar con los lugareños. La misión es bastante simple y ya han conseguido la información que necesitaban. Como mucho, habrá intentado contrastar con otros habitantes si, efectivamente, la dirección que van a tomar es la correcta y alguna que otra idea sobre los no muertos... Aunque se sospecha, de nuevo, que habrá exageraciones.

Ya fuera de la ciudad, sonríe levemente cuando el elfo desaparece.

-Bien, bien, tan sólo esperemos que los no muertos no tengan mejor vista de lo que nos tememos. Sería terrible quedarnos en sólo tres personas y no darnos cuenta.

Y camina tranquilamente adelante, silbando una tonada que encaja a la perfección con el canto de los pájaros. Parece relajado, aunque unos ojos más atentos revelan que bajo esa tranquilidad hay un cuerpo en tensión desde que entran en el bosque, y cómo su único ojo va moviéndose con rapidez, con desconfianza, entre la maleza.

Podéis hablar con los habitantes de la pequeña aldea por la mañana, ya que vuestra llegada ha sido a tan altas horas de la noche que a penas nadie estaba en pie y menos aun con ganas de charlar. Con el inició del nuevo día, las historias que os llegan no os sorprenden en absoluto. Algunas son de lo mas variopintas y han sido indudablemente infladas por el pavoroso miedo ante lo desconocido.

Las indicaciones que os dan a duras penas se limitan a "hace dos días que nadie sabe de fulanito o menganito" o "hay algo maléfico en el valle, se percibe en el aire". Cosa que, a decir verdad, ya notasteis durante la pasada noche cuando boreásteis el bosque.
Pero mas allá de eso es poca la guía que pueden ofreceros. Por lo que os cuentan, en el bosque hay varios túmulos ancestrales esparcidos. Quizás antaño eran lugares visibles, pero ahora la maleza y el crecimiento natural del bosque los ha "escondido" en la espesura de los propios arboles. La mayoría de ellos son practicamente invisibles hasta que no te encuentras de narices con ellos.

Seguramente no tendréis mas remedio que meteros en el bosque y buscar a tientas hasta dar o ver con algo.

La primera hora de camino la invertís deshaciendo lo que andásteis anoche. Ahora, con la luz del día, se aprecian detalles que ayer os pasaron por alto(*). Pero llegáis a un punto en el que tenéis que tomar la decisión de abandonar la "seguridad" del camino e internaros en la espesura del bosque. A partir de ese punto el paso se vuelve un poco mas lento y arduo. La ausencia total de un camino os obliga a moveros entre los arboles y sobre piso salvaje, en alguna ocasión obligados a abriros camino entre pequeños cúmulos de maleza y plantas que os bloquean. Incluso, parece que la luz del sol os abandona un poco, tapado bajo las imponentes y densas copas de los arboles que se levantan por encima de vuestras cabezas.

Las horas siguen pasando y de momento nada parece estar fuera de lo normal. Poco a poco va costando mantener el nivel de atención y alerta con el que habéis salido de la aldea. Aunque es un lugar algo frío, húmedo e inundado de ruidos extraños(**), no se intuye peligro alguno. Quizás por eso, cuando ocurre algo extraño, os pilla a todos casi por sorpresa. De repente algunos os dais cuenta de que el sonido de vuestros pasos, y aes lo único que se oye ahora. No sabríais decir en que momento ha dejado de soplar el viento, o de cantar los pájaros, pero si es evidente de que ya no seles oye.

...

...

Ahora si empieza a resultar incómodo. Bajo este apabullante nuevo silencio, vuestros pasos suenan con fuerza y se dejan oír a bastante distancia. Tenéis la sensación como si hasta se os pudiera oír respirar. Y es gracias a este silenció que lográis escuchar algo ajeno a vosotros. Se oyen pasos a cierta distancia. Se mueven a un ritmo vacilante y somo si no tuviesen prisa o ningún sitio al que ir.

- Elfo!- susurró al viento, ya que  desconocía el lugar exacto donde se situaba el joven picaro.- Adelantaos furtivamente  en  esa dirección.- dijó  señalando a la dirección de donde el creía que  venían los pesados pasos.- Si veis algo alarmante volved e informarnos.-

 -Por ahí resopla... -masculla el brujo entre dientes, con una sonrisilla algo tensa.

Su único ojo escudriña la maleza. De alguna manera, a quien esté cerca de él le parece escuchar el canto de pájaros, aunque leve, más como un eco que como si fuesen reales. Hay algo en él que parece más intenso, como si repentinamente estuviese pintado con colores más fuertes. Aunque hace un segundo está vacía, su mano sostiene ahora no una de sus dagas -las armas siguen en su sitio-, sino una pluma de color negro. Las plumas de su armadura, su pelo, se mueven suavemente con una brisa que a nadie más acaricia, que no debe ser de este mundo. Va girando sobre sí mismo lentamente, intentando escuchar si se oyen pasos en más dirección. 

-Recordad también lo que dijo la mujer -añade en un tono suave.- Aunque puede que exagerase, deberíamos temernos que salgan no muertos del suelo...

Y espera a ver qué les señala el elfo. En caso de oír ruido de batalla por donde se ha ido el elfo, irá corriendo a ayudarle.

Kriv asiente las palabras del enano, pues tambié oyó los pasos por aquella dirección, había mucha tensión en el ambiente desde que los pájaros dejaron de piar... Eso era señal de que algo anadaba cerca, debían estar preparados para lo fuere...

Entre susurros pero lo suficiente alto para que lo escucharan sus compañeros Kriv mencionó...

 - Será mejor que hebléis en voz baja, no queremos descubrirnos!! Andemos con cuidado y en esa dirección... - Señaló la misma dirección que el enano y empezó a encaminarse hacia allí...

Tynariel ya estaba en marcha antes de que el enano le comentase de ir a explorar. Sigilosamente y escondido entre los arbustos, se va adentrando más en la espesura en busca de las criaturas que probocabán esos ruidos, siempre alerta y con el arco preparado. Su agilidad parece sobrehumana, se mueve entre arboles y arbustos tan rapidamente, que cuando empiezan a moverse por su paso, él ya no está ahi, ni se le intuye al pasar. Son sus grandes zancadas de elfo se aleja considerablemente de sus compañeros.

Mirando en dirección de la que provienen los pasos, podéis distinguir lo que debe de ser un pequeño claro entre los árboles.