Partida Rol por web

Ayer a penas le quedaron un par de hojas por pasar a la base de datos y le da tiempo a ordenar el despacho del Director. Haciéndolo, nota que a pesar de ser un mujeriego también es un hombre ocupado y que maneja muchos contactos, muchos datos y que tiene muchas reuniones.

Justo está Kaya revisando la agenda de ese día cuando entra el Director Touma en el despacho y camina rápidamente hacia el suyo. Tienen un día ajetreado.

Día liado, sin duda.

-Buenos días director. ¿Ha pasado buena noche?

Es una pregunta educada, por si quiere conversar de algo. Pero también una fácil de pasar de largo si no quiere hacerlo.

Hoy llevo el pelo "suelto". Es decir, recogido en una coleta porque no me ha dado tiempo a hacerme la trenza y moño que suelo hacerme gracias a pasarme de dormir por estar fundida. Y por supuesto mis gafas.

Ni se ha fijado en ella. Ni por borde ni por nada de lo de ayer sino porque tiene muchas cosas que hacer y lo primero que hace siempre es ir directo a su despacho. Aunque quizá si haya sido un poco por la actitud de la chica ayer.

-Prepárate para reunión con...

Al abrir la puerta se detiene. Lo encuentra todo ordenado y limpio. No muestra ningún tipo de emoción, pero si que ha estado un poco descolocado con eso. Se acerca a la mesa.

-¿Has terminado ya con lo de ayer?

Ni saludar, genial...

No se me ocurre sonreir al verlo descolocado, pero es agradable.

-Está todo listo, director. Excepto el asunto del regalo, quiero investigar un poco para no equivocarme. La primera reunión de la mañana es en diez minutos, tiene tiempo de ojear los informes pertinentes si lo necesita. Están en su mesa, la primera carpeta. ¿Quiere un café o un té antes de la reunión?

-Revisaré los datos.

Saca otro montón de informes.

-Para que no te aburras. Ordena estos, son para reunión de mañana. Después, envíame los balances de los últimos tres años.

Saca algo de la chaqueta. Parece una tarjeta de presentación*.

-Y compra algo apropiado para este bombón.

-Entendido, señor.

Tomo los informes y los coloco en la bandeja de pendiente, hasta ese momento vacía, y cojo la tarjeta. La miro para ver el nombre.

-¿Algo más, director?- recoloco en la coleta un mechón rebelde.

-De momento no.

Comienza a leer el informe con los datos y tal. Puede ser todo lo que sea, pero se toma muy enserio su trabajo y no deja nada suelto. Todo lo quiere siempre atado y bien atado y si hay algo que cuelga es que seguro que va unido a otra cosa. La mañana para Kaya.

Entre los informes que tiene que tener preparados para mañana, los balances que tiene que enviar, las visitas concertadas con el director e ir a comprar los regalos para las chicas, se le pasa el tiempo volando. Ya es la hora de irse... solo necesita pasarle los últimos papeles a Touma para que los confirme y puede irse.

Llamo educadamente a la puerta de su despacho, con los papeles en la mano, y espero a que me confirme que puedo entrar. Cuando lo hace camino hasta su mesa y le tiendo los papeles.

-Aquí tiene señor. Si los considera correctos los archivaré y me marcharé ya.

Hoy ha sido más llevadero que ayer. Mucho más llevadero, sin duda...sin el martilleo constante del sexo. Que una no es de piedra jo...

-A menos que necesite algo más, señor.

Revisa los papeles.

-Es todo por hoy. 

Deja los papeles encima de la mesa y se pone a mirar otros. Parece que no hay nada más que hacer para ese día, al menos para Kaya.

La mañana siguiente se presenta igual. Las mismas tareas, los mismos encargos. Ha encontrado, además, una fuente muy útil de información. Hay como unos registros de regalos realizados a las chicas con las que queda el Director. Regalos comprados personalmente por él y personalizados para cada una. Puede ser muy útil para el futuro.

A eso de las 3 de la tarde, Touma abre la puerta de su despacho y sale con el maletín y las gafas puestas. Eso significa que va a salir. Tiene una reunión.

Los papeles que le tengo que dar para esa reunión están listos y apenas abre la puerta de su despacho se los tiendo.

-Aquí tiene, señor. ¿Necesitará algo especial para cuando regrese?

Ahora mismo, sin nada pendiente, estaba revisando el listado de regalos para ver el estilo habitual del director y buscando todo lo que puedo sobre los gustos y hobbies de las dos chicas para personalizarlos correctamente.

-Regresaré sobre las 6, pero si no tienes trabajo, puedes irte a casa.

Con eso quiere decir que no tiene ninguna petición especial. A parte de eso, es imposible ajustar la agenda del día porque cambia hora a hora. Además, se queda hasta tarde trabajando porque tiene muchas reuniones fuera durante el día. Es un hombre demasiado ocupado como para seguirle el ritmo... 

Y también consigue tiempo para sus rollos con mujeres. Es algo digno de admirar. No parece un ser humano. A Kaya le toca seguirle hasta la misma entrada del edificio. Muchas mujeres, la mayoría oficinistas y secretarias, susurran entre ellas que son afortunadas de haberse encontrado con él en los pasillos.

Claro, afortunadas...porque no tienen que escucharlo follar (con otras) por eso son afortunadas. Tsk.

Me quedo en la puerta, observándolo. Lo cierto es que quiero verlo sin que él sepa que lo veo. Podría decirse que el director...me hace "tilín". O como mínimo me intriga. Aunque nunca pensaría en tener nada con él. Para empezar trabaja en el mismo sitio que yo. Seguimos con que es mi jefe directo. Y por último ¡Es un mujeriego incorregible! No me seduce la idea de ser una más. Mientras lo miro, finjo ojear mi agenda en el móvil, para que no cante mucho que lo miro a él sí se da la vuelta u otra persona me mira.

Es...guapo. Bien parecido. Pero vamos...una suerte cruzárselo tampoco...¿Qué facilonas todas no?

Cuando el director sale del edificio, Matsushita, su chófer, abre un paraguas oscuro y lo coloca sobre él. Parece que es sensible a la luz del sol o alérgico. Alguna cosa ha oído antes sobre eso, pero nunca lo ha visto con sus propios ojos. El director se da cuenta de que está ahí y le dice que se acerque.

-He dejado en tus manos los regalos para las mujeres y resulta que les han encantado*. Se que te he dicho que escogieras el regalo apropiado para cada una de ellas, pero un acierto del 100% es difícil. ¿Cómo los has escogido?

Me acerco con elegancia, aunque sin perder tiempo, cuando me lo indica.

-Oh, no ha sido nada señor. Símplemente, como me sugirió sobre si tenía dudas para los informes, miré registros antiguos. Averigué el tipo de regalos que suele hacer. El estilo. Con eso y un poco de investigar en las redes sociales, pude personalizarlos adecuadamente.

Bueno, y algo de buen gusto por mi parte...pero en fin, no puedo decir eso. Es un alivio haber acertado.

-Si esto sigue así, no me quedará otra que conservar a mi lado una secretaria insulsa.

Se monta en el coche, pero antes de que se vaya, baja la ventanilla y la mira por detrás de las gafas.

-Al menos, ten la decencia de comprarte unas lentillas.

Es...un cumplido. A medias, pero es un cumplido. Sin embargo el resto de la frase no me sienta bien. Que no me considere guapa, atractiva, divertida o entretenida...vale. Pero de eso a ser insulsa...a ninguna mujer le sienta bien que piensen eso de ella. Me sienta casi como un puñetazo en la boca del estómago. Y no puedo evitar que se me note. Claro que, esperaba que se marchase tras cerrar la puerta. Me pilla por sorpresa que baje la ventanilla y...me de otra "bofetada".

Lo miro algo alicaida, lo debe notar sin duda. Pero sonrío. Lo que quiere es verme mal, le gusta eso. Tiene que ser. Que vuelva a rebotarme como el primer día o algo parecido.

-¿Es una orden, señor?

Alza una ceja y el coche arranca y se va. No hay respuesta por parte del director a eso. ¿Estaría dispuesta a vender su imagen al diablo para que el director estuviese contento y se saliese con la suya? ¿No sería caer bajo y entrar en su juego? Pero son temas que pueden esperar. Aun queda trabajo que hacer para mañana.

Regreso a mi mesa, pasando antes por el office para hacerme un rico té. Tengo demasiadas cosas en que pensar. O, mejor dicho, una sola cosa en la que pienso demasiado. Ya es la segunda alusión a mi imagen que me hace el director. ¿Debería cambiarla? ¿Debería negarme si me lo ordena? Me gusta mi imagen..porque me siento más segura así.

Tengo cara de niña, si no llevo gafas y el pelo bien recogido no me tomará nadie en serio. BAstante me ha costado venir hoy con el pelo en coleta.

¿Qué haré si me insiste en que no use gafas? No lo sé. Regreso a mi mesa y me pongo a terminar el trabajo que me queda.

Y otro día pasa. Ese día ha sido capaz de irse a casa relativamente temprano porque ha acabado el trabajo antes de que regresase el director. A pesar de haberse ido temprano, cada día es la misma rutina. Mañana tendrá que volver, encargarse de todo, casi se podría decir que hace el trabajo duro de la oficina del director.

Al día siguiente, el director amanece con más reuniones. Por lo que Kaya ha podido apreciar en otros departamentos, Touma debe de ser de los únicos que tiene tantas reuniones al día y el único que maneja tantos datos y cifras. Los otros directivos y jefes de departamento son unas nenazas comparados con él.

Justo tras su descanso para ir a preparar un té e ir al lavabo, se encuentra con el coche del director aparcado fuera del edificio y con él saliendo de él. Ha llegado de la reunión que tenía.

Aquí vamos...¿cuánto tardará en meterse con mi apariencia?

Por supuesto, llevo las gafas y mi moño. Ya que lo he visto, salgo a la entrada a recibirlo.

-Bienvenido, director. ¿Ha ido todo bien?

Será un desvergonzado...sí...pero es el mejor. Trabajo para el mejor y seré la mejor secretaria. No hay discusión.