Partida Rol por web

Salón del Alto Concejo, Templo Jedi, Coruscant, 24 ABY.

Un par de pasos firmes resuenan por el pasillo del templo que da a la puerta principal del salón del consejo Jedi mientras la maestra Jedi, Brauna Trehn espera paciente de pie frente al vacío sillón principal del Alto concejo, la imponente figura de Mace Windu ingresa a la solitaria sala seguido por el maestro jedi Kel-Dor, Plo Koon quién es acompañado a su vez de una joven padawan humana con cabellos rojos a la cuál se le indica que se coloque a un costado de la dama Jedi.

Mace Windu toma su asiento a la derecha del que ocuparía el maestro Yoda al centro del salón y el maestro Plo Koon se coloca en el tercero a la izquierda del sillón principal.

La tarde en Coruscant cae de manera lenta con sus diezmados rayos de sol agonizante encendiendo la vida nocturna de aquella enorme metrópoli galáctica.

-Maestra Brauna Trehn, se ha solicitado su presencia ante el consejo jedi por dos razones de interés urgente para la orden.- El jedi se recarga en el sillón relajando un poco su postura. 

-La primera razón es que ha sido seleccionada por el alto consejo para concluir de la mejor manera las tensas negociaciones que las secuelas de la batalla de Antar 4 ha derivado en serias complicaciones para la Republica Galáctica, la crisis separatista ha hecho que mas de un millar de mundos se hayan unido a la confederación haciendo perder confianza y credibilidad al congreso galáctico y por ende a nuestra orden en el afán y primordial misión de mantener la paz en toda la galaxia, se agrega a esto la separación de nuestros aliados gotal.-

Mace Windu de vez en cuando dirige alguna mirada fugaz a la joven padawan para casi enseguida devolver la atención principal a la dama Jedi.

-Diríjase a la ciudad de Talos en el planeta Atzerri en donde se encontrará con un emisario gotal y discutirá la mejor manera para minimizar las discrepancias con las Fuerzas Rangers Antarianas después de lo sucedido en la batalla de Antar 4.-

El maestro jedi humano asiente con la barbilla en tono de respeto cediendo el turno para hablar al maestro jedi Plo Koon.

El maestro Plo Koon devuelve el gesto de Mace Windu asintiendo a su vez inclinando la cabeza brevemente para luego dirigirse también a la maestra jedi Brauna Trehn en un perfecto idioma básico galáctico.

-La segunda razón como bien lo ha mencionado el maestro Windu es asignar bajo su tutela a esta joven padawan- Señala levemente con la palma de su mano extendida hacia arriba a la joven Reehna Nee've para acto seguido volver a colocar ambas manos sobre su regazo.

-Reehna Nee've, quién hace poco ha quedado sin mentor debido a la terrible pérdida del maestro Teri Sandü en su última misión.-

Brevemente Plo Koon dirige una mirada a la adolescente pelirroja para luego volver a centrar su atención para con la dama Jedi Quarren presente.

-Sí usted esta de acuerdo con esta asignación por parte del concejo, la joven padawan Reehna Nee´ve le acompañará en esta misión diplomática al planeta Atzerri.- El Kel-dor regresa la mirada a la joven padawan mientras agrega. -Nada es casual en los diferentes caminos de la fuerza.-

Mientras los Maestros hablan, Reehna está callada con los brazos detrás de la espalda. Mantiene una posición erguida y respetuosa, escuchando con atención. Su cabello pelirrojo refleja tonos cálidos ante la luz del atardecer, lo lleva atado en un moño y una larga y fina trenza cae por su hombro izquierdo.

 - Sería un honor acompañarla, Maestra -añade Reehna inclinando la cabeza cuando el Maestro Plo Koon la presenta. Su tono es calmado y correcto, aunque suena un poco artificial. Hace un amago de responder a la última frase de Plo Koon, pero respira hondo y permanece en silencio.

La reunión aventuraba algún problema serio. Los movimientos de la Federación de Comercio no eran del todo claros. Una vez dentro, habiendo visto a los dos miembros del Consejo Jedi, mi cabeza giró hacia el maestro Windu, y escuché pacientemente las nuevas acerca de la tensa situación en Antar 4.

Sí, Maestro, así se hará -respondí ante la orden de vaiajar a Atzerri-. Luego giré la cabeza hacia la voz del maestro Plo Koon.

Estoy de acuerdo, Maestro -le dije-. Tomaré a esta joven en los caminos de la Fuerza, como comenzó su mentor -desde ese momento consentí que se me asignara una padawan-. Maestro Windu: ¿cabe la posibilidad de que los Gotals vuelvan al lado de la República, o nos conformaremos con miniminzar la tensión con ellos?

Mace Windu permanece un par de segundos pensativo ante la pregunta de la dama Quarren para luego levantar el mentón y reacomodarse ligeramente en su sillón.

-Aunque la última misión en Antar 4 fue una victoria para la Republica Galáctica en contra de los separatistas, le ha costado a la orden Jedi sacrificar una importante alianza con los Gotals en estos críticos momentos, dependerá mucho de como aborde esta negociación a la que fue asignada, maestra Trehn.-

El jedi junta las yemas de su dedos zanjando el tema. -Un transbordador espacial les esta esperando en el espaciopuerto, se les ampliará la información de esta misión diplomática en el trayecto al planeta Atzerri.-

Mace Windu asiente respetuoso con el mentón en señal de despedida y agrega. -Si el maestro Plo Koon no tiene más que agregar pueden partir enseguida, que la fuerza les acompañe.-

Plo Koon asiente inclinando la cabeza levemente en señal de respuesta a Mace Windu, luego dirige su mirada a la joven padawan Reehna Nee've. 

-La soledad a una corta edad puede ser el camino fácil hacia el miedo y el miedo siempre conducirá hacia la oscuridad, que la luz que porta tu maestra guíe tu sendero joven padawan -Plo Koon señala con un leve movimiento de rostro a Brauna Trehn- Que la fuerza les acompañe.-

Finaliza Plo Koon permitiendo que partan del salón del alto consejo jedi hacia el espaciopuerto de Coruscant. 

Asentí a los dos Maestros del Consejo, sabiendo que en el trayecto hacia el planeta recibiríamos más información y con eso me valía por el momento. La negociación dependería de nuestra actuación en la ciudad de Talos. Me giré, colocándome al lado de Reehna.

El honor será mío, joven padawan -le respondí-. Vayamos cuanto antes al espaciopuerto. Acto seguido salimos de allí y comenzamos a caminar por los pasillos del templo. Una vez fuera, mientras avanzábamos comencé a charlar con Reehna.

Los caminos de la Fuerza no son fáciles, pero se abren a cualquiera que sepa... "verlos" -le dije-. Hay muchas veredas que desvían a cualquiera de la senda de la luz, ya has oido al maestro Kloon.

Entonces paré de andar y miré de frente a Reehna.

¿Cómo te sentiste cuando perdiste a tu maestro? -trataba de escudriñar en su interior, por si existiera algún rastro de miedo, odio o ira de aquella joven prometedora tras la pérdida de su mentor anterior-.

Reehna junta las manos por delante del abdomen e inclina respetuosamente la cabeza como despedida ante Mace Windu.

 - ''No hay caos, hay armonía'' -responde a las palabras de Plo Koon citando uno de los preceptos del Código Jedi, aunque para los más avispados no suena con convencimiento- Que la Fuerza os acompañe, Maestros- La joven padawan espera a que su nueva Maestra salga de la habitación para seguirla.

Una vez fuera, Reehna suelta un suspiro cansado y pierde la posición erguida y formal que estaba adoptando durante la reunión. Estira los brazos por encima de la cabeza desperezándose y aprovecha el movimiento para soltarse el moño y hacerse una coleta. Afloja un poco el cinturón ancho que cruza a la altura del ombligo para darle a sus ropas un poco más de holgura. Ahora vuelve a parecer una niña de 17 años.

 - Encantada de conocerla, Maestra -la voz de la muchacha sigue pareciendo monótona y protocolaria, como si estuviera leyendo uno de los libros de la biblioteca del Templo.

Las amplias cristaleras del pasillo dejan ver los altos edificios de Coruscant, la mirada de la padawan recorre fugazmente la ciudad y se posa en Brauna Trehn cuando habla de los caminos de la Fuerza. Ante la pregunta, Reehna agacha un poco la cabeza.

 - Lo primero sentí culpa, Maestra, no pude ayudarle... pero ''no hay emoción, hay paz'' -termina la frase con cierto resquemor. Por primera vez sus palabras suenan naturales, y un halo triste envuelve su tono de voz- y luego sentí... sentí muchas cosas, el Maestro Sandü me avisó que estos momentos podían suceder, y no está siendo fácil... pero ''no hay muerte, está la Fuerza'' -Reehna sacude la cabeza, inspira profundo, cierra los ojos y suelta el aire despacio calmando su mente.

 - El Maestro Sandü me enseñó a meditar pero no pudo completar sus enseñanzas, y por eso el Maestro Yoda acudió para ayudarme en el ejercicio, pues según él notaba mucho caos en mi interior. Ahora me encuentro mejor, pero sigo teniendo mucho que aprender, Maestra Trehn. Disculpadme si me encontráis algo distraída... Los recuerdos de los momentos vividos con el Maestro Sandü todavía ocupan un lugar en mis pensamientos -Brauna puede percibir los esfuerzos de Reehna por asimilar y controlar sus emociones.

No te preocupes Reehna -le dije, con tono cálido-, esta misión servirá para conocernos la una a la otra y centrarnos en el camino de la meditacion en la Fuerza, y en la Fuerza misma. Mi primera enseñanza es ésta: siente tu alrededor y no confíes en todo lo que tus ojos te muestren... La Fuerza es nuestra visión, nuestros oídos, nuestro gusto y nuestro olfato... y sólo a través de nosotros es capaz de tocar, por lo que ella nos guía. Sólo hay que dejar atrás ciertos pensamientos, los pensamientos del... camino erróneo -evité volver a nombrar el miedo, la ira o el sufrimiento-. Ahora vayamos, no podemos hacer esperar a ese comisario gotal. Andando -le animé-.

Y marchamos así por las calles de Coruscant de camino al espaciopuerto.

La joven humana se tranquiliza escuchando las palabras de Brauna. Su tono le transmite calma y le ayuda a despejar la mente. Echa un último vistazo por la ventana al bonito atardecer que les acompaña, deleitándose con la paleta de colores cálidos, y acto seguido cierra los ojos.

- Así será, Maestra -asiente cuando termina de hablar, y comienza a andar con ella.

Reehna aprovecha que están en el Templo para intentar lo que su Maestra le ha indicado. -El Templo lo he cruzado toda la vida, será un buen punto por el que comenzar -piensa para sí misma, y camina percibiendo todo a su alrededor. Da pasos cortos e inseguros y lleva las manos por delante, pues todavía no se fía del todo de su percepción. Su punto guía, su brújula es Brauna Trehn, concentrándose en la conexión con la Fuerza de su Maestra como si de un faro se tratase.

Espacio puerto de Coruscant

La noche envuelve por completo a aquella metrópoli mientras el par de guardianes de la paz se deslizan por las intrincadas calles que comienzan a presentar en enormes pantallas holográficas los diferentes servicios y negocios que aquel sector ofrece y aunque la presencia de jedis no es extraña ambas usuarias de la fuerza pueden percibir disimuladas miradas que evitan a toda costa cruzarse por su camino.

Maestra y alumna jedi no tardan mucho en llegar ante el enorme edificio del senado galáctico y a unos cuanto metros alcanzan a vislumbrar el principal espacio puerto de Coruscant, al cruzar la entrada hacia la sala de abordaje observan un viejo carguero mediano clase Barloz esperando en la rampa de despegue, un droide de protocolo se acerca al par de emisarios jedi.

-Mi número de serie es TC-267 y el concejo jedi me ha enviado para ampliar la información de la misión diplomática en Atzerri.- La voz robótica del androide esta programada para escucharse amable, luego les hace una indicación para que aborden el viejo carguero, mientras que en la puerta principal de acceso de la nave los espera un sullustano un poco mal encarado. -Oh, parece que el capitán les espera, apresuremos el paso.-

Antes de abordar una mirada inquisitiva recorre a maestra y padawan sin permitirles el paso aún, sin embargo el sullustano se presenta hablando en perfecto básico galáctico. -Mi nombre es Nessi Sulh Capitán del Fénix- le da una palmada al carguero -No me gusta hacer tratos con jedis por lo que mi tarifa ha aumentado al doble... cinco mil créditos galácticos, apenas me enteré que el destino será Atzerri y como están las cosas...- mueve la cabeza y chasquea los dientes con la lengua en señal de negación.

Saludos Capitán Sulh -le dije cordialmente-, mi nombre es  Brauna y esta es la padawan Nee've... -Entonces escuché sus razones, no argumentadas, de su poco gusto por los jedi. Y también su precio de vuelo-.

Efectivamente, las cosas están complicadas en Atzerri... He oido que muchos comerciantes cobran altos honorarios por cada servicio y las naves controlan su propia entrada y salida y deben negociar independientemente en cada puerto su aterrizaje... pero no supuse que un piloto naval para pasajeros también practicara esos mismos ABUSOS económicos... -dije remarcando mi argumento-. Creo que cinco mil Créditos Galácticos son excesivos para un viaje comercial... Por cierto, un viaje con tal precio debe ser por alguna razón. Seguro que su nave posee todos los protocolos de seguridad, entiendo; y más cuando está a punto de transportar a dos jedis en ella -"miré" (o giré la cabeza hacia) mi padawan y la sonreí un instante-. ¿Qué tal las ultimas revisiones del transporte? ¿Está todo autorizado y... en regla? ¿Tú que crees, Reehna?

No es que tratara de chantajearle, pero sí hacerle ver que por ese precio totalmetne excesivo no podríamos viajar.

Reehna se cuadra como manda el protocolo, dejando hablar primero a su Maestra, sin interrumpir. Su mirada recorre la nave, su capitán e incluso el droide, buscando detalles que poder usar a su favor. La joven responde asintiendo con la cabeza cuando le dan turno de palabra.

 - Que la nave se llame Fénix puede ser coincidencia, o puede que en algún momento se hizo cenizas y resurgió de ellas -responde a su Maestra, su tono suena suave y correcto, pero con un aire divertido- En ese caso seguro que el Capitán Sulh se ha cerciorado de que todo esté en regla y no queden cenizas, las multas están duras hoy en día.

Reehna hace una pequeña pausa para ver la expresión de Sulh.

 - Por suerte para el Capitán, a diferencia de las anteriores naves que viajaban jedis para participar en el conflicto en Atzerri, en este caso que nos atañe somos enviadas como diplomáticas, sin riesgo para su nave.

El sullustano pone atención a las palabras de la maestra jedi sin embargo cuando esta le da la palabra a la joven padawan su rictus comienza a notarse un poco incómodo, carraspea un poco al escuchar terminar de hablar a Reehna.

-Ejem, ejem...- se acomoda el cuello de su traje. -Si bien la tarifa ordinaria para transporte es relativamente baja en el borde interior, no se compara con los peligros que acarrean los "guardianes de la paz" como se autodenomina su orden...- el capitán del Fénix queda pensativo por unos instantes, de pronto al interior se escucha un sonido electrónico y  luego desde el fondo una voz  grave sisea algo en Dosh.

-¡HORONT INK  CRÉDITOS HOWSK!, ¡SHAM BA LU MI JA!.-

-Mmmmhhh, por ahora estamos bien.- El capitán regresa la mirada al par de jedis y se hace a un lado para dejarlas pasar. -Nos arriesgaremos con ustedes dos... al final puedo aceptar el androide como parte del pago, me hace falta uno en la tripulación.-

El androide gira la cabeza rápidamente hacia el capitán al detectar que aquella tripulación le ha echado el ojo como mercancía de intercambio, por lo que enseguida se gira hacia la maestra jedi. -Inaceptable, mi programación está al servicio de la Républica y la orden jedi...- sin decir más es el primero en abordar al Fénix.