Partida Rol por web

Las semifinales ya están aquí!! Y la primera de las peleas va a enfrentar al rey de los vampiros, Dracula, contra el muñeco viviente, Chucky. ¿Que tienes que decir de estos dos luchadores, Sid?

Pues que ninguno de los dos me emociona especialmente. Uno solo sabe hacer jueguecitos magicos y el otro es un puto juguete...

Estás demasiado chapado a la antigua, Sid. Tienes que modernizarte.

¿Moderno? Para "moderno" ya tenemos a Gregorio en la otra pelea...

Quiero una pelea todo lo salvaje y entretenida que podais. Aquel que me aburra será penalizado y el que me parezca divertido premiado. Esa es la única regla, ¿de acuerdo?

El rey de los vampiros se manifestó esta vez con una escena, como mínimo, teatral.

Los murciélagos se arremolinaban sobre la arena para comenzar a impactar contra el suelo con gran violencia, reventando en sangre la cual comenzaba a formar un gran charco de color negro y carmesí.

Este charco comenzó a brillar mientras se escuchaba un latido de corazón, primero lento...luego mas fuerte y rápido, cada vez mas.

Finalmente el latido se acelero y se detuvo y la sangre comenzó a surgir como cascada hacia arriba.

Alargando mas el charco para que finalmente este fuese del tamaño de una capa extendida.

La misma capa que el conde llevaba encima, la misma capa que se fue estirando hacia arriba, para luego ser apartada de un rápido movimiento de la mano del conde, quien se había formado, haciendo que miles de murciélagos salieran desde sus costados, comenzando a volar por los cielos.

El conde llevaba una rosa roja en la boca, era roja o era blanca? Quizás había sido blanca, pero ahora estaba roja como la sangre, la arrojo hacia una de las chicas de la audiencia, la mas bonita.

-"Después de este combate de seguro tendré hambre..."- dijo sonriendo, haciéndole una reverencia al arbitro y a su rival... 

Chucky hizo una entrada en escena... bueno, con su tamaño más bien apareció por algún lado y se plantó delante de Drácula.

- Perdóneme usted, señor Conde, pero ya tenía ganas de conocer a un monstruo de su alcurnia. Yo soy un simple muñeco Good Guy que se ha visto involucrado en extraños sucesos hasta aparecer aquí.

Parece que, de pronto, hay una pequeña trifulca entre las féminas del público que se disputan la rosa lanzada por Drácula, momento que aprovecha Chucky para escurrirse y colocarse en la espalda del vampiro con una estaca en la mano.

- Mi mamá siempre me dijo que a los señores muertos hay que clavarles una estaca en el corazón por si las moscas, que luego alguno se levanta y la lía.

Mi rival había aparecido y no lo había notado hasta escucharlo, pero en ese momento note como las damas se ponían a pelear por la rosa arrojada.
No las culpaba y sonreí, sin embargo esa distracción me costo cara, el enano había desaparecido, estaba a mis espaldas? Vi venir el golpe e intente usar mi sangre para protegerme pero el ataque del pequeño muñeco fue demasiado rápido... 

Aprovechando el ímpetu del ataque, y la distracción del vampiro, Chucky trepó por la espalda de su rival hasta llegar a su cabeza pero con un solo movimiento Drácula pudo desacerse de él.

Caído en el suelo, Chucky se levantó con fingida dificultad. Tal vez es hora que piense en otra manera de atacar al muerto este. Menos mal que me leí la "Guía Van Hellsing de Vampiros" antes comenzar la batalla. No entendí la mitad de lo que ponía pero tenía unos dibujos muy bonitos.

De pronto sacó una cantimplora y le dio un trago, que refrescante parecía el líquido.

- ¿Por qué pelearnos cuando podemos ser amigos? ¿No quieres un trago? - dijo acercando la cantimplora a Drácula - !Es agua bendita de primera! No me digas que tienes alergia... - finalizó lanzando un chorro al vampiro.

Mi capa procuro transformarse en un monstruo que ahuyentara al enano, pero recibió el agua bendita de lleno, de done había sacado esas cosas el pequeño muñeco?
Realmente no me esperaba esto y me estaba preocupado... 

Parecía que Drácula si era alérgico al agua bendita o algo así por lo que Chucky, para congraciarse con su rival, saco una tarta casera.

- Bueno, pues si no podemos beber juntos al menos podemos comer una de las famosas tartas caseras de mi madre. Su receta es secreta pero se que tiene muchos ajos y picante. Es mi favorita, ¿quieres un poco?

Me había ido para atrás, sacando humo por el agua bendita y ahora el enano venia con una tarta de ajos.

Pero es que este maldito se estudio la Guia Van Hellsing de Vampiros?

Estire mi mano hacia el y la tarta se prendió fuego.

-"Jugaste bastante conmigo pequeño amigo"-dije mientras las flamas de la torta crecían y comenzaban a subir por la mano del muñeco, buscando hacerlo arder...

-"Se que te gusta la gasolina y el fuego, porque no te hechas un poco encima?"- 

De pronto la tarta estalló en llamas. Menos mal que aquí tengo una cantimplora llena de agua bendita. Tal vez sea un desperdicio pero es mejor que quemarse, pensó mientras apagaba el fuego. Además fijo que luego puedo devolverle la gracieta.

Lo que estaba claro es que el vampiro no era precisamente tonto y no iba a caer en trucos tan elementales. De todas formas era hora de pasar a la acción. Se colocó un collar de dientes de ajos (supuestamente ideal para el cutir y los mordiscos de vampiro) y desenfundó una nueva estaca en vez de su añorado cuchillo.

- ¡Mira, alguien se ha dejado unas bolsas de plasma sanguíneo en el suelo! - gritó mientras cargaba intentando acertar con la estaca en le corazón del vampiro.

El muñeco era hábil, tenia muchas estrategias pensadas para este combate.
Pero apenas lo vi venir las sombras me absorbieron para aparecer volando por encima de el, saliendo de la oscuridad de la noche.

Apunte mis manos hacia el mientras se escuchaba el chirrido en mi capa y esta comenzaba a latir nuevamente en rojo y negro.

Los murciélagos se arremolinaron alrededor  mío para luego comenzar a caer contra el diabólico enano, si bien este no tenia sangre, los mordiscos debían de ser dolorosos... 

Chucky vio venir hacia si a los murciélagos y los ignoró su cuerpo no tenía nada que pudiera interesarles pero no contó con que estaban comandados por Drácula y este les incito a morderle

Los murciélagos comenzaron a morder el plástico y la ropa del muñeco, lastimándolo un poco en el proceso, pero Chucky era duro, muy duro.

A mi orden los murciélagos estallaron en sangre y esta misma sangre comenzó a formar las tan famosas estacas, pero de pequeño tamaño y muchas, como si fuesen clavos de un rojo carmesí.

Con un movimiento de mi mano lance todos contra el muñeco, teniendo la esperanza de que pudieran darle, aunque en un blanco tan pequeño nunca se sabia... 

Las estacas de sangre volaron hacia Chucky y atravesaron su cuerpo dejando unos agujeros enormes en su cuerpo de cartón. ¿De cartón? Parece que Chucky logró poner en su lugar una figura de cartón cuando los murciélagos estallaron en sangre y aprovechó la distracción para colocarse detrás del vampiro.

- ¡Cucu! Parece que el señor vampiro no vigila su espalda, ¿no te importará que juegue con otra estaca, verdad?