Partida Rol por web

El gólem había conseguido lo que quería... Parecía que el ogro se había cabreado de verdad, y no estaba pensando demasiado. El muro se reía levemente mientras le golpeaban. No podía sentir ningún tipo de dolor, no le construyeron para ello, pero aún así disfrutaba toreando a su adversario.

-Venga, al gólem le han pegado abuelitas mucho más fuerte. ¿Es todo lo que sabes hacer?

Y aunque éso iba bien, había algo que no iba tan bien. A estas alturas, ya debería estar recomponiéndose... Pero aquello iba demasiado lento. 

¿Eso es todo lo que sabes hacer? No era la mejor de las provocaciones, pero para un tipo cabreado y un rival que aparentemente no sangraba ni sentía ni dolía valía y de sobras.

-Cierra la puta boca -dijo, y miró alrededor con calma. Alzó la mirada- Hombre, me pregunto si...

El gólem podría no sentir dolor y todo lo que tú quieras, pero se estaba llevando la del milenio. Le estampó la bota para dirigirlo hasta el rincón otra vez, consiguiéndolo. Pero lo de ahora iba a ser más complicado, porque ni se había fijado bien en las alturas. Ahora su turno era subirse al poste y tratar de agarrarlo como si fuese la cena del día.

El gólem reía desde sus cavernosas profundidades. Sabía que estaba cobrando como hacía mucho que no lo hacía. Pero sabía también que su existencia era absolutamente vacía, y más aún... Que daba igual si moría. Pero sobre todo, lo que sabía era que se estaba divirtiendo mucho.

-¡Venga, hombre grande! El gólem quiere ver que vas a hacerle ahora. Le recuerdas al cantero que lo esculpió, aunque eres más feo, y seguro que si te pego no gritas como una niña.

Y volvió a soltar una carcajada, mientras esperaba el golpe del ogro. 

"Joder, que se ríe"

El Ogro se preocupó un poco de tener que tocar con las manos desnudas a un pervertido; no, si al final todas esas cosas que dicen de los judíos, cuando el agua suena...

-Seeeep -dijo, ignorándole y alzándole sin demasiados problemas- Me lo dicen mucho.

Le dio una palmada en el hombro mientras levantaba el pulgar para calcular el tiro, y levantó al Gólem por encima de los hombros. Los ventiladores eran enormes y potentes para poder airear a la mayoría de monstruos, en que el que más el que menos exudaba gases letales o hedía por milenios de tumba. Seguro que lo bastante como para poder triturar al berraco aquel de piedra durante un rato. Conque le trastocara se conformaba. En serio, se estaba poniendo muy pesado.

-Anda, tira a darte una vueltecita.

Y efectivamente, lo encanó allí, con las hélices estrellándose contra su cuerpo y empezando a esparcir un poco del Gólem por todas partes. Esperó a que cayera por su propio pie o que saltase o bajase de allí mientras se desabrochaba el gabán y empezaba a arremangarse.

El gólem voló de nuevo, hacia unos ventiladores que no estaba muy seguro de donde habían salido.

-El gólem no suele volar. ¿Has pensado en montar unas aerolíneas? Parece que no haces otra cosa que lanzar por ahí al gólem...

Y efectivamente, chocó contra los ventiladores, dejando piedra por todos lados. Pero ni siquiera las máquinas eran capaces de aguantar demasiado el peso de la mole, que acabó cayendo de nuevo al suelo. Se incorporó como pudo, mirando al ogro. 

-¿Qué más?

¿Qué más?

Esa respuesta era muy sencilla, mientras el gólem caía y el ogro hacía crujir su hombro, girándolo. No había ninguna duda de lo que venía después si no era uno alguien que estaba descendiendo hacia abajo y tuviera por tanto el sentido atrofiado.

-Yo.

Y con la "o" de la frase el puño se estampó en el Gólem, produciendo si no dolor otro temblor en su cuerpo, como una montaña estremeciéndose, y volviendo a mandarlo al mismo muro, esta vez un par de palmos más allá. Ogro reprimió un pfffff de disgusto mientras veía aquello; la gente que no sentía dolor eran lo más aburrido del mundo, y el combate desde su punto de vista era como ver crecer la hierba. Con más viajes letales, pero como ver crecer la hierba.

-Anda, sal de ahí, tipo duro. A ver qué sabes hacer tú...

El gólem salió de la pared, resquebrajándose a cada paso que daba. Parecía que estaba en las últimas. Cayó de rodillas, y empezó a vomitar sobre la lona papeles con distintas órdenes que le habían dado a lo largo de su existencia. Recogió uno y lo leyó.

-Hacer la colada... Con razón el gólem le mató...

Miró al ogro y se rió levemente, aún estando en las últimas.

-Otro como yo vendrá. Al fin y al cabo, el gólem es sólo roca...

El gólem está finiquitado, Sid. No parece que vaya a poder levantarse. ¿Qué te ha parecido la pelea?

Nos ha dado lo que prometia, brutalidad fisica a tope. Tanto uno como otro se han esforzado al maximo para que tanto nosotros como los espectadores echaramos un buen rato, pero hay que decir que el Ogro ha estada intratable. No le ha dado opcion al Golem de darle la vuelta a esto en ningun momento.

El arbitro se acerca y le dice dandole una palmadita en la espalda al ogro

Hijo, levanta el brazo. El ganador de esta pelea es el Ogro!

WOW!! Vaya pelea que hemos visto! El Golem ha quedado para hacer un castillo de arena como en la playa. Y ahora que pienso en la playa, chicas, ¿a alguna le apetece revolcarse un poquito?

Ogro se sacudió la arenilla de la chaqueta y levantó el brazo. Entre el público, había gente que gritaba en su nombre y chillaba miles de cosas, un baño de multitudes. Tuvo la idea de permitir un pequeño backstage privado; esas chicas parecían jóvenes y tiernas, y el ejercicio siempre le había dado hambre...

-¿Quién es el siguiente?