Partida Rol por web

"Si yo quisiera conservar esta zona controlaría las bandas.... y los de las bandas sabrán donde no hay que ir"

Sin duda y de cara a un futuro si seria una buena forma de ingresos e influencia para Le Rats eso si no están controladas de algun modo por algún cainita ya. 

En cualquier caso no hemos venido a eso esta noche, trataremos de pasar lo mas desapercibidas posible y vayamos al objetivo, Ah y ten cuidado, las manifestaciones y tumultos son la tapadera por excelencia de los nuestros para las peleas a la vista de todos.

Comenzó a andar con las manos en los bolsillos en dirección de la vieja casa de Sangris atravesando la manifestación

Tras explicarle lo que recordaba de aquella zona de la ciudad se encaminó a través de la manifestación tras Aurora, imaginaba que le interesaban los Haitianos, pero a saber cómo los recibirían.
Tras las palabras de Aurora , imaginó que estaban en terreno de ezequiel, los antiguos dominios de su padre de sangre serían ahora los suyos, sus siervos mortales también por que esa era su ambición, ser su heredero y aquello sele antojaba de lo más lógico. Probablemente se encontraran ano mucho taradr con algún que otro ghoul.
Somos demasiado blancas como para no llamar la atención le recordó destacando de ese modo el hecho de que los haitianos no eran de su misma raza. Quería que fuera consciente que era improbable que no hubiera movida, como en el museo o peor.

Sonrió y negó con la cabeza mientra la miraba de costado un instante. 

-Me refería mas bien a usar tu nuevo juguete en público o cosas relacionadas con tu nueva condición. Me apuesto lo que quieras a que Ezequiel tiene influencia aqui, no quiero tener problemas personales con el a menos que empiecen ellos la pelea.

Sam bufó
-Viniendo de donde venimos, que seguro que habrá traidores y ojeadores tanto en la fiesta como en los alrededores, probablemente él tenga problemas con nosotros.- protestó. -Pero no, no seamos nosotros quienes iniciemos hostilidades. Conocía a un par de camellos por aquí, uno de ellos era Haitiano... ¿Como se llamaba? - preguntó Sam estrujándose la cabeza

Pasar entre la protesta caminando no era demasiado dificil, si bien de vez en cuendo recibian empujones y debian esquivar a un humano entusiasmado. Ninguno de los protestantes les impedia el paso por la calle, mas bien parecian fijados en detener a los autos e insultar a la policia que empezo a aparecer aunque ninguno parecia con la idea de pasar a un enfrentamiento fisico.

Por fin cuando pasaron la marea, se dieron cuenta que el alumbra en esa parte de la ciudad era mas bien poco y el que estaba no estaba en condiciones. Lo mismo con las calles y casas que no parecian estar de primera. Pero tampoco era de extrañar en este tipo de barrios.

Pensando un poco Sam se le ocurrio un haitiano y reviso las direcciones. La casa de este no quedaba demasiado lejos a un par de cuadras mas al interior del barrio. Su nombre Leandre y tenia entrada en los haitianos. Aunque tambien en su cabeza aparecio una posible idea de donde podria estar la banda de los haitianos, uno de sus antros que usaban para reunirse y vender droga.

Mas alla de algun individuo con cara de sospecho que las miraba el recorrido hasta la casa de Leandre fue sencilla, aunque ahi no encontraron a nadie o al menos ninguno que respondiera al timbre de la casa.

Sam, una vez pasada la protesta miró a Aurora.
No tengo claro que objetivo tenemos o que perseguimos, si te soy sincera.... dijo de golpe, pues sino tenía claras esas dos cosas no iba a poder ser de ayuda o si acaso dar bandazos a diestro y siniestro.

Pues íbamos a la vieja casa de Sangris, a encontrar algo que se les haya podido a los que investigaron antes que nosotras y ahora que lo mencionas, juraria que esta no es la dirección.

-Ni el mas zarrapastroso de los gangrel querría vivir en lugar como este, seguro. Quizá Albert, pero no era el momento de chiste.

Se cruza de brazos y pregunta. -¿Te has puesto a pensar en el Haitiano en el que pensabas y hemos acabado aqui?

- Sam sonrío a Aurora, como vamos a acabar en la casa del Haitiano que conocía si guiabas tú... creo... - pero estaban en la puerta de el camello, así que debía haber sido eso lo que había pasado. -
- Algo que se les pasara por alto... eso sonaba tan genérico como desesperado.
- Ya que estamos aquí preguntamos, mi colega es un interesado, si podemos convencer le de que puede sacar tajada, sería bueno tener un ojeador por aquí.- sugirió -Y nos puede decir con quien debemos hablar para conseguir paso franco, en el caso de que queramos ser diplomáticas, como has destacado antes estamos en territorio enemigo y el territorio será de otra persona que nos apretará las tuercas de liar la sin previa provocación. -
Miró la puerta.
- Espero que no le deba pasta - pensó.
- ¿Entones picamos o pasamos de ir por las buenas y sino pillan lo que sea que pase pasó?

Tras una discucion sobre el rumbo que tomarian, ambas mujeres decidieron ir directo hacia el lugar que les habia indicado Carolina. Al llegar se encontraron frente a lo que seguramente fue una hermosa mansion antigua., pero ahora por el tiempo y el abandono se habia convertido en una pocilga. Su pintura estaba perdida y arruinada, se encontraba rodeada por rejas que ambas con algo de trabajo podrian escalar pero viendo un poco encontraron varios agujeros donde podian pasar sin agacharse mucho. Las ventanas del edificio estaban tapadas por completo con maderas sin dejarle la posibilidad de espiar lo que pasaba dentro.

La calle ahora estaba vacia demasiado tranquila, incluso les parecia que ni las ratas se pasaban por ahi. Las luces como en el resto del barrio eran casi inesistentes, sirviendo mas la luna brillantes que estas. Si cruzaban las rejas se encontrarian con varias entradas una enfrente y otra en los costados, ambas entradas con dos puertas. A pesar de estar abandonado el lugar estaban cerradas con llave, aunque algunas cerraduras estaban mas debiles que otras.

Sam se dirigió a las puertas, no dudo un segundo en mirarlas, no parecían demasiado complicadas de abrir.

- Avisame si viene alguien. - dijo Sam a Aurora mientras sacaba unas ganzúas de uno de los bolsillos del pantalón, pego la oreja a la puerta a ver si escuchaba algo al otro lado y cuando se cercionó que no oía a nadie al otro lado de la puerta ni que nadie miraba por la calle se arrodilló para intentar abrir la puerta.

De pequeña siemrpe le había encantado meterse donde se suponía que no tenía que meterse, en los túneles auxiliares del metro, en los pasillos de mantenimiento de los edificios comerciales, en las azoteas de los edificios, en las casas de los demás.... había un sin fin de cosas que la gente normal no hacía y eran tan sencillas de hacer... era como si estuvieran encadenados por cadenas invisibles y romper esas cadenas le sentaba muy bien.

Del otro lado solo habia silencio, al igual que lo habia afuera por la inexistente compañia que tenian ambas cainitas. Mientras Aurora vigilaba no se encontro a nadie. Mientras Sam no tuvo que maniobrar demasiado con la ganzua antes de escuchar como la cerradura se destrababa por su habilidad.

Tras abrir se encontraron con un gran salon para recibir invitados y las demas puertas en las otras paredes. En el medio del lugar habian unas escaleras que llevaban al primer piso. Estas tenian pasamanos pero por su estado suponian que seria mas peligroso sostenerse de ahi que no hacerlo, aunque tampoco las escaleras estaban en su mejor estado. Habian dos pasillos detras de las escaleras que parecia llevar al fondo. Por ultimo habian algunas puertas que no iban a afuera, una era un armario mediano con las perchas de acero siendo lo unico ahi colgado y otro era una puerta al sotano.

Todo el lugar estaba bastante oscuro y los lugares donde debian estar las luces se encontraban vacias o con lamparas rotas.

Sam entró con prudencia haciendo un gesto a Aurora para que la siguiera. "Menudo caserón se gastaba el tío." pensó Sam mientras giraba sobre si misma para ver la estancia.
- Bueno vamos a fisgar...- dijo sin demasiada ilusión y en un susurro, le parecía una de esas casas que usan los yonkis para ponerse ciegos y morirse en una esquina, pero también era una vieja guarida de vampiros... había que estar alerta.
Quizá debiera dejar que Aurora buscara con su magia y ella hacer guardia pro lo que pudiera pasar.

La tremere siguio a la brujah hacia dentro con su misma cautela, aunque en su interior iba sintiendo algo que no muchos percibian. "Hay magia aqui. No estoy segura si se uso hace poco o esta siendo usada. Cuidado." le advirtio a su menos sensible compañera.

Veias a la rubia mirando todos los caminos oscuros de los pasillos, buscando un origen a esa magia pero no parecia tener una fuente exacta de ella. "Tal vez en el sotano. Siempre es en el sotano." expreso con el tono usual de ella.

Mientras Sam hacia su parte, antes de entrar hizo un llamada al Ductus*

Aurora asintió complacida al ver como su pupila abría las puertas con ganzúas. Dejó casi cerradas las puertas tras de si con suavidad y extendió las manos suavemente mientras caminaba como si eso le permitiese sentir mas de lo que le rodeaba.

Pero no terminaba de localizar la naturaleza ni el foco.

Se armó con su escopeta y le retiró el seguro, hizo un gesto a Sam para que hiciese lo mismo. -Vamos al sótano, buscamos cosas ocultas, como algo que sirva de palanca para un pasillo secreto como en las películas, glifos o marcas extrañas en suelo, paredes, techo... o algún indicio de que aqui haya habido gente recientemente.

La próxima vez debería traerse una linterna. Lo siguiente lo dijo en voz muy baja, apenas susurros.
- Te sigo, jefa - le dijo - ¿Como en las películas, eh? - sonrió al decir aquello. - Entonces nada de irnos por nuestra cuenta, ni tener sexo hasta que esto acabe, tal como decían en scream. - su buen humor iba volviendo poco a poco.

La falta de linterna empezaba a ser un problema para ambas cainitas que se internaban en la profundida de la oscuridad. Si bien habia varanda para bajar las escaleras, los pies de ambas sentian como de vez en cuando sus pasos daban con partes rotar o deruidas de la escalera.

Fue en el sotano donde encontraron nada mas que oscuridad y ruidos de susurros. Aurora ahora podia sentir un poco mejor la magia pero era en todo su alrededor. Con faltas de otras señales solo les quedaba seguir a los susurros que escuchaban. Haciendolas ir para la derecha en ese gran sotano, cruzando una puerta llegaron a un pasillo. De un lado tenian una muy pequeña ventana que daba hacia afuera e iluminaba el pasillo y al otro una puerta que daba una habitacion iluminada.

Apunte mental: Linternas -Pensó malhumorada al ver que se adentraban en la oscuridad. 

Voy a aumentar mis sentidos... -Dijo antes de bajar al sótano. -Nada de gritos ni disparos o me aturdirás, agárrate a mi hombro.

Bajó las escaleras con el mejor silencio que pudo a pesar del mal estado de algunos peldaños* y varios pensamientos le asaltaron, por un lado el hecho de que se estaban internando en la tierra y tenían muchos motivos para no ir al subsuelo que parecia la fuente de poder del enemigo y el hecho de que todo a su alrededor emanase magia le crispaba los nervios.

¿Está fue la casa de un infernalista, que esperabas Aurora, incienso o azufre? -Cuando terminaron de bajar las escaleras activó auspex** para orientarse tanto de vista como de oído.

Señaló la ventana como un modo de escape si la situación lo requería y luego se acercó a la puerta de habitación iluminada.

Se sentía algo idiota deambulando por ahí a ciegas detrás de Aurora. QUé iba a encontrar así, no obstante trato de seguirla sin perderse. Bajó las escaleras y en la oscuridad se vislumbraban sombras, del mismo modo cuando no puedes dormir y miras al techo y te parecen ver siluetas cambiantes de diferentes tonos de oscuridad. No veía ni para cantar, confiaba en que Aurora si viera algo. Estaban en el más absoluto silencio y se sentía cómoda así.
- Te imaginas que nos perdiéramos y nos separáramos en este sitio - pensó para si misma siguiendo su avance concentrada en no hacer ruido.

Ambas mujeres bajaron al sotano con mucho cuidado, recorriendolo en el mayor de los silencio. Aunque era complicado ver algo en esa oscuridad, Sam noto la figura de un individuo detras de ellas en plena oscuridad aunque el problema mayor era que aunque fuera raro podia distinguir una mirada y sonrisa aterradora en este. Ademas parecia acercarseles, la brujah no pudo evitar agitar como loca a su compañera para avisarle de esto. Pero detras de ellas no habia nada mas que oscuridad.

Silencio tambien es lo que habia en ese lugar. Demasiado silencio incluso ahora que ambas lograron disimular sus pasos, lo que daba una sensacion de que si no andaban pegadas la una de la otra, le tardaria mucho a una de ellas notar que la otra habia desaparecido.

Pero ya con la paranoia en flor de la piel de la brujah ingresaron al lugar. Ahi se encontraron varias velas puestas en una posición esoterica, puestas en un circulo rodeando una estrella de cinco puntas. En el centro habian cenizas.

Al mirarla Sam se daba cuenta que era como las estrellas satanicas de las películas, algo que tambien Aurora notaba pero a la vez se daba cuenta que era una forma bastante burda de realizar la supuesta invocación. Parecía mas la forma de un niño gotico con una tiza blanca que de un vampiro ocultista.

Por lo demas en el resto de la habitacion no habia nada mas que sillas y muebles puestos a un costado para dejarle espacio a la estrella. Habian sabans tiradas en el piso, con nada debajo excepto polvo. Habian mas puertas para explorar al final del cuarto, algunas que se veian como cuartos chicos con ventanas hacia el interior en sus puertas.

Sam miró desconcertada a Aurora ¿Estaban en mitad de una escena de una película de los 90 de adolescentes que se dedicaban a hacer Ouijas? No esperaba esto, la verdad.
¿No se suponía que esto estaba abandonado? Quiso preguntar, pero no quiso romper el silencio. Las velas ya decían que no, que no estaba abandonado, aunque el polvo le indicaba que no había demasiado movimiento. Miró a Aurora y se encogió de hombros, como diciendo ¿Y ahora qué?
En ausencia de más indicaciones se fue hacia esas puertas con ventanas para inspeccionar el interior de cada habitación desde afuera.