Partida Rol por web

Montreal: La ciudad de los milagros negros +18

Caceria

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07/02/2020, 02:22
Martin Alcide Feraud

Hice una señal a las chicas de que nos encontrabamos en  un punto, la responsabilidad de la caza era de cada quien, pero nos apoyariamos si habría problemas.

Me desapareci de las chicas de repente,  use mi ofuscación y me aleje.

No tenía muchas ganas de lio y por eso  pensé en una victima fácil,  me gustaban usualmente los retos y mostrar mi violencia, pero hoy  sentia que debia ser prudente. Fue entonces que vi a esta mujer,  una prostituta sin lugar a dudas que estaba con un cliente en una esquina, el sujeto se levantó los pantalones luego de la mamada de turno y se alejó de ella tras pagarle.   Ella se resagó un poco,  justo lo que yo estaba buscando.  Cuando ella volvia a las calles me aproxime a su espalda, tratando de no hacer ruido y fue entonces que la agarre tapandole la boca y mordiendola, llevandola  de un empujón a una esquina.  Aprete  con mis garras su pecho mientras bebia de ella.

El latir de su corazón se iba apagando mientras bebia de ella hasta que su respiración se hizo nula y su corazón dejo de latir. Deje su cuerpo en un basurero en ese lugar oscuro seguro que lo encontrarian al otro día.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Puse dificultad 5, pero me equivoque, era 6, sea como sea saque  3 éxitos no 4

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07/02/2020, 15:59
Samantha "Sam" Roy

Sam entró y salió de un bar a otro, buscando algo muy concreto. Conocía la zona y tenía ciertas nociones de donde encontrar lo que buscaba. No tardo en hacerlo.

Entró en el bar y dedicó unos minutos a aclimatarse, a conseguir que un par de tios le invitaran a algo, mientras con presencia atraía la atención de su verdadero objetivo, como esperaba, ese tío confundió aquella forma de mirarla con deseo e iba bastante acelerado, por lo que acabó por acercarse, tratando de reclamar su premio. Pobre necio pensaba que era él quien lo había decidido.

Tras dejar que hubiera un poco de pelea de gallos, después de que el escogido demostrara que era grande y tonto y que estaba ciclado, cuando los otros dos se esfumaron, le convenció de que debían irse de allí antes de que el segurata vendría pro aquel escándalo y que era mejor irse antes de que hubiera más problemas.

"Además, puedo hacer cosas que no creerías con un hombre tan grande y fuerte como tú" - Le susurró al oído melosa y juguetona, mientras se acercaba mucho a el y le dejaba tocarla de formas que habitualmente ocasionarían que le rompiera el brazo de una forma que jamás volviera a soldarse el hueso de su modo original.

Se separó mientras aún le era posible, pero no antes de que empezara a coger carrerilla, tenía que dejarle morder el anzuelo antes. Noto como estaba excitado, su pulso se aceleraba bombeando sangre caliente. Aquello la hizo sentir ansia , así que ella imprimió ritmo besdandolo, atrayendolo hacia si, para que el sintiera su cuerpo, para que supiera lo que le prometía. Entonces él dijo lo que decían todos.

"Estas muy fría" y ella contestó lo que les contestaba siempre "Tu tienes lo que necesito para entrar en calor..."

No tardaron en estar en la calle, el la seguía como un lobo mientras ella jugaba a estar fuera de su alcance(pero siempre a punto de que la pudiera coger), haciendo su ansia(la de él) y su deseo más pronunciado. Él no miraba a donde iba, solo miraba lo cerca que estaba de Sam, y Sam no le dejo cogerla hasta que a ella le convino, hasta que estuvieron en un lugar privado. El juego acabó con un abrazo y una risa triunfal por parte de él.

Cuando él se avalanzó sobre ella con impetu no le costó aprovechar dicho impetu para agarrarse a él, abrazarle con las piernas y sujetar sus brazos con los suyos, mientras le besaba. El la sostuvo en el aire en un primer instante, extasiado por el beso, por haber conseguido cogerla y por lo que creía que iba a pasar, sus planes se torcieron, pero Sam creyó que ni se dio cuenta.

Cuando hundió su cara en el cuello del hombre, probablemente, éste, pensaría que era una caricia más, parte de ese juego que se llevaban, pero Sam ya había hundido los colmillos y el extasis lo invadió y lo anuló. Tras unos segundos más se derrumbó con Sam encima aún sujetando lo. Siguió bebiendo y bebiendo hasta que sintió una sensación de plenitud(quizá hubiera podido parar antes, pero lo cierto era que no quería). Tras lamer la herida dejó al cadáver como si estuviera sentado durmiendo la mona contra una esquina. Un festín para las ratas.

"Al final he entrado en calor..." Le dijo en tono cariñoso,  pero él se había enfriado y no contestó. 

Tomo el dinero de su cartera, rebusco si llevaba mas dosis encima y si tenía algo de utilidad, luego dejó el cadáver en aquel callejón y volvió con los suyos deteniéndose únicamente a comprobar(mirándo se en el primer espejo que encontró) que efectivamente no se había manchado en aquel proceso.

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10/02/2020, 13:24
Aurora Salazar
Sólo para el director

Notas de juego

En proceso