Partida Rol por web

La accion en el museo habia ocurrido tal vez no como se habian imaginado pero sin duda con un éxito en su deseo de tener al Padre Jerome con ustedes. Dios y proximante ustedes sabrian que tenia en mente aquel hombre con toda esa misa y sus demas acciones.

El primero en llegar al estacionamiento fue Sean con Kupuka, atrás a una distancia estuvo Sam con un rompehuesos estacado. Por ultimo pero no mas importante estaba Leonardo con el camion trasportando a los humanos y a los hermanos cainitas.

Como habian quedado volvian al estacionamiento donde habian empezado la reunion con un guardia que no hizo preguntas y los dejo entrar como si nada. Ya en el tercer piso de este se encontraron en un espacio abierto, con algunos autos estacionados pero mas importante con la mayoria de los que habian ido en la mision volviendo, algunos mas heridos que otros.

Sam tenía una sonrisa feróz que decía que su bestia estaba contenta a la par que excitada, una sonrisa que no parecía desencajar en su rostro, así que se podría decir que no solo su bestia había disfrutado aquella pelea, por poco que se hubiera metido en la melee.

-¿Habéis perdido esto? - Dijo provocando a los rompehuesos dejando caer el cadáver entre ellos. - Que descuidados....  Se iba con unos colegas que de haberle tirado de la lengua... Bueno, no me gustaría conocer a sus amigos, seguro que osn de los que se presentan en tu refugio a una hora inapropiada.- Dijo con un tono sarcástico y un guiño dedicado al jefe, como siempre sonriendo. Dejaba claro que no era pca cosa del lio que les había librado.

Luego preguntó a Sean

- Del pistolero viejo nada por lo que veo. - Preguntó con una cierta resignación. - Nos han dado un sustillo bastante gordo a todos, no te preocupes - Añadió para no hacer parecer aquello una regañina.

Pero mientras decía eso no dejaba de caminar hacia Aurora al llegar allí la miró con preocupación

- ¿Estás bien? - Preguntó a media voz para que aquello quedara entre ellas dos, no quería que los demás la cuestionaran. No podía componer una frase más larga, si empezaba a preguntar no pararía ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Por qué? Así que se centro en lo primordial y lo que más le importaba

Tras llegar al aparcamiento dejó la motocicleta junto a una de las columnas para que no fuera un estorbo, pese a los años que acarreaba se había portado de lujo, tenía total confianza en ella. Había sido una buena pelea, con bastante emoción y era algo que le agradaba, se había activado algo así como una naturaleza cazadora en él y la había podido satisfacer. Ahora era un hombre que no estaba restringido por las normas que seguía en vida, cambió por completo al trascender a la inmortalidad y siendo tan joven le faltaba mucho por aprender.

Primero bajó Kupuka de la moto y luego él. Revisó en su brazo la herida de estaca, era poco profunda por lo que dirigiendo algo de vitae hasta ella se cerró sin consecuencias, dejándolo en buen estado. - Debería estar todo el mundo aquí ya que el punto de encuentro de la furgoneta estaba vacío - razón por la habían venido al punto de origen en busca de los demás, en eso empezaron a llegar otros vehículos congregándose de nuevo. Levantó la mano para saludar a Leonardo que era el primero al que pudo ver tras el cristal.

- Me alegro de veros, hermanos. - Esperó con paciencia a que se reunieran otra vez, sonrió de manera socarrona a Sam cuando le hablaba del viejo. - Hay un regalo para ti en la furgoneta. - No sabía porqué era importante el pistolero pero había logrado dejarlo inconsciente. Le intrigaba que estuviera apartado del resto de cazadores, quizás significara algo.

Después se acercó a Lars para saludarle - ¿qué tal con el gordo? - le preguntó interesado por cómo le había ido en la pelea.

Sam se detuvo en su camino cuando escuchó a Sean " - Hay un regalo para ti en la furgoneta. - " Y con una sonrisa se acercó a él para abrazarse a su cintura y besarle.¹

- Por fin un hombre que hace regalos como es debido - Dijo con un ronroneo (a escasos cm su cara de la suya²) cuando se separaron. - Una se aburre de todos esos caballeros en peligro a los que salvar. - Provocó, aquellas palabras tenían una razón de ser, pero no quiso hacerlas mas evidentes. - Hablo solo por mi , claro, pero: "Bienvenido a la manada" - Dijo antes de seguir su camino a Aurora.

- El gordo como todo, como pegar a un neumático viejo, cansino y agotador y con pocos resultados, lo traen ellos. - Señalo a los demás con el pulgar.

Cuando abriera la camioneta Sam no solo notaria al viejo padre esposado, sino que tanto ella como Sean notarian que el regalo que le daban a ella se estaba desangrando. Lo podian oler ambos y sus bestias empezaban a rugir con algo de hambre.

Otro detalle que notaron era que de los rompehuesos solo estaba uno, que era el que habia traido Sam. Los demas no estaban presentes. No habian llegado o no llegarian.

Kupua bajo con algo de cuidado de la moto mirando a todos y sonriendo un poco antes de tirarse contra una de las columnas del estacionamiento y sentarse. Cerrando los ojos, cualquiera pensaria que habia caido muerto. Pero En realidad parecia estar meditando.

- Es un jodido fanático - respondo a Sean.

Desciendo de la furgoneta para así estirar las piernas.

- El otro no tiene muy buen aspecto - digo señalándolo con un gesto de la cabeza -. ¿Quién es?.

Al ver a la Brujah antitribu acercarse imaginó que quería darle un beso, Sean lo recibió con agrado y la observó mientras le daba una pequeña explicación tras la que el vástago sonrió con suavidad. - Disfruta del regalo y gracias por el apoyo. - Le decía a la mujer caminando a su lado y al abrir la furgoneta el viejo estaba un poco mal, le había dado una buena cuchillada antes de apalearlo y no se les ocurrió revisar la herida, por suerte seguía vivo. - Necesita primeros auxilios. - Dijo esperando que alguien tuviera nociones, miró entonces a su compañero describir al cura y asintió pues había notado lo mismo en todos los oponentes de esa noche. - No sé quién es este viejo, Sam me dijo de atraparlo, me acerqué con la moto y no dudó en dispararme. - Terminó por explicar, también con interés en saber más.

La sangre que teñía las ropas del hombre se le antojaba deliciosa, querría satisfacer su ánsia, el pander hubo de contenerse mientras a la vez esperaba que pudieran alimentarse de alguien al terminar el interrogatorio.

La Tremere no se molestó por acercar ase a todos ellos, vió que estaban bien, pero si le preocupaba Kupuka, y por esa razón se acercó a hablar con él, pues le interesaba y mucho ver cómo se encontraba. 

*Ey Kupuka, ¿Estás bien? Se te ve terrible amigo mío*

Preguntó en el natural español de ambos. 

Loto bajo del caion mirando a todos los presentes, faltaban algunos pero tampoco la veian armar mucho problema por ello. Observo con curiosidad al hombre herido. "Bueno voy a tener que hacer una llamada a la ductus. mientras tratemos de ordenar todo." dicho eso se acerco al rompehuesos sacandole la estaca, haciendo que el cainita se mueva de nuevo y insulte y grite con rabia. Loto con un gesto le pidio silencio, lo que hizo caso aunque siguio murmurando.

"Dejen de besarse o inviten a los demas hermanos." comento Loto viendo el beso que se daban entre Sam y Sean.

"Ahora tenemos al que bucabamos y a otro mas que esta herido. Alguno quiere curar al pistolero? Yo no fui doctora en mi vida pasada y no deseo un ghoul asi de viejo." comento mientras veian que Leonardo bajaba a cada uno de ellos con una gentileza escasa.

Kupuka no parecia bien, ni de aspecto ni en su emociones. Parecio alterarse un poco cuando Aurora se acerco. "Estoy bien, gracias por preguntar. Solo necesito relajarme, casi libero mi bestia alla en la mision." respondio en un español de latinoameria que no terminabas de encontrar de quien era. "No me acuerdo haber visto a humanos asi de locos. Casi parece como si un malkavian estuviera detras de ellos." siguio hablando en español y con los ojos cerrados.

Asintió a las palabras de Loto

- Me noto hambrienta, pero alguien que no note el aguijón del hambre podría darle sangre para que se cure - Sugirió Sam a sus compañeros - Quien sabe, puede que se transforme, un caza vampiros - vampiro Eso sería divertido ¿Verdad? - Rió.

Miró a Aurora y a Martin

- Creo que es el que se nos adelanto en el hospital - Explicó - Sus respuestas pueden ser útiles.

Se inclinó sobre el cuerpo del homrbe herido y examinó sus heridas. Sacó un cartucho de escopeta y lo abrió, puso la polvora sobre sus heridas y luego con un mechero prendió la polvora, un fogonazo surgió de donde pusiera la polvora, cauterizando sus heridas con el fogonazo y dejando un olor a barbacoa en el ambiente.

Los fogonazos no parecieron provocar nada más que Sam se echara levemente hacia atrás en un alarde de gallardía.

- Ya no sangra, parece estable. Esposemos le.

Se incorporó dejando al tipo en el suelo.

- Ahí fuera la cosa se ha descontrolado un poco para ser mortales....- Dijo sacando el tema de una vez - ¿Solo ha llegado el rompehuesos que he traído yo?

El hombre se desperto de golpe cuando sintio ardiendo su herida, un grito de este se dejo sentir mientras sus ojos mostraban una mezcla de miedo e ira hacia Sam. Se agito en el lugar tratando de alejarse de ella pero cualquiera podria detenerlo en el camino. "Maldita. que pasa? me estas torturando?" pregunto mirando alrededor buscando cualquier salida y de paso viendo a sus captores.

Mientras eso pasaba algunos lo notaron como los dos miembros de las viudas (Loto y Leonardo) retrocedian tras el chipazo creado por Sam. No pudiendo evitar mostrar rostros de enojo y molestia contra ella. Sus colmillos mostrandose.

- Te desangrabas capullo. - Dijo sacando la escopeta y encañonando lo. - Y ahora quiero que dejes hacer eso mamón, no quiero que me obligues a matarte. - 

- Estamos cazando satanistas, adoradores de satan, infernalistas, hacedores de pactos con demonios y no sabemos en que puto bando estáis ¿Vas a ser un puto problema? - Le dijo con agresividad - Si me pones a prueba vas a perder hijo de puta.

Yo estaba en silencio muy cerca del durmiente Jerome, al cual esperaba no se despertara, cuando veo el intercambio de besos y los comentarios jocosos de los demás me quedo en silencio. Me alegraba ver que Kapuka estuviera bien, y realmente me importaba mucho mi manada, mis hermanos y todos los que habian logrado esto.

Habia cambiado mi apariencia nuevamente a lo que era,  las ropas de policia en mi habian desaparecido, y ahora soy como soy.

- Así que este es uno de esas basuras- desde lejos mientras miro al sacerdote  inconciente-    el vínculo cura a esos desgraciados, yo... tengo algo pensado para la otra parte,  maquillaje dirian algunos.

Y al decir esto mirando de reojo a los demás y un poco ajeno de las acciones del  hombre que tambien era cazador saco mi daga y la paso por el cuello del sujeto inconciente pero lejos de cortarle la garganta,  giro la punta a mi muñeca , mientras con la otra mano le quito la mordaza. Me corto y   dejo suficiente sangre en su boca, luego vuelvo a poner la mordaza con fuerza. No quería fracturarle la mandibula, nececitaba  que hablara, y esa sangre me iba a facilitar mucho esa acción. Que estuviera inconciente  facilitaba mucho esto.

Con mi lengua me cierro la herida

- Loto, es hora de llamar a Rosa, y mirar que hacemos con nuestros invitados...- sonrio

Sacando la  bolsa de droga se la lanzo  a Sam...

- Puede ser de ayuda... quizas...

Permanezco sentado al borde de la parte trasera de la furgoneta en la que hemos vuelto. Desde aquí puedo ver todo lo que sucede. La forma de curar, o al menos estabilizar, con fuego, al otro cuerpo que hemos traído, es tosca y peliculera pero efectiva. Al menos la hemorragia se detiene. Aunque a saber cuánto dura sin infectarse.

Aunque no estoy cerca del viejo y de Sam, la llama que provoca me hace entornar los ojos por puro reflejo.

- No da la sensación de ser un satanista - comento en voz alta para mi mismo refiriéndome al sacerdote inconsciente.

Registro los bolsillos del padre Jerome en busca de algo sobre él. ¿No llevaba algún tipo de libro, algo parecido a una Biblia que pueda ojear?. Mientras rebusco presto atención a lo que sucede con el otro viejo y Sam. Al menos así podré enterarme de quién es.

Si la misión había y todos los de su manada estaban bien, su gente estaba a salvo y eso era bueno, aún qué se sentía que había fallado pues no pudo dar todo de sí en el trabajo y eso la ofuscaba y bastante, el deseo de salir de ahí, el deseo de bus CD ar una emoción que llene su muerto corazón estaría bien para ella.

Pero ahora tenía que tolerar esta situación que para ella era molesta, por suerte, estando con él gangrel eso se le pasaba.

"De eso no tengo idea Kupuka, pues no conozco a esos psicópatas amantes de las drogas, solo se que la misión fue un éxito, pero no para mi, para mi fue un rotundo fracaso, no poder darlo todo y tener una buena dosis de adrenalina... Ugh, me molestó de solo pensarlo"

Escuchando el griterío y las órdenes que daba Sam, y las palabras de Martin, le hicieron preguntarse que era lo que pasaba, pero aún así no se acercó pues estaba cómoda ahí sentada junto a su amigo. 

"Tal parece que se están divirtiendo o están muy enojados, deberíamos ver que ocurre" 

Observó el proceso de sanación del viejo, Sam tenía sus recursos aunque recurría a una técnica peligrosa para los más cercanos a ella. Gruñó al ver la llamarada alimentarse de la munición, pudo mantenerse en el lugar hasta que el viejo despertó y al ver que no actuaba como un chalado prefirió no intervenir. Observó que los otros dos vampiros perdían un poco los nervios por lo que les observó confiando en que se les pasara la agresividad.

Estando cerca de Lars escucho su comentario en voz alta y le digo:

Pareciera, hasta que te das cuenta del poder que tiene no muy propio de los cazadores, y porque es un pedofilo conocido, pero bueno, supongo que siendo sacerdote no es condición para  no serlo, lo averiguaremos...

Miro con atención cuando le busca en los bolsillos y mira sus cosas, me interesaba mucho lo que fuera a encontrar.

Sam, si tienes que vincular al otro, sé que podras sacarle más info.

Vuelvo hacia  Lars y le digo:

-Se que ustedes dos son los últimos de vuestra manada, ¿qué le paso a los otros?

Miro a Sean tambien, porque deseaba hablar con ambos.

El hombre no pudo levantarse aunque se arrastro un poco a pesar de su dolor en el hombro, alejandose de Sam que sin duda lo habia intimidado. Buscaba de nuevo algun aliado o salida pero eso seria bien dificil rodeado de cainitas.

“Satanistas? Me estas jodiendo ustedes son los demonios, sino miralo a ese...” dice y señala con la vista a Martin que habia vuelto a su normalidad de nosferatu aunque tambien mira mal a Sean. “Yo estoy con dios y con el gobierno!” le grita aunque es de forma enojada es mas una forma de esconder el miedo que tenia ahora.

Por otro lado el padre Jerome no la tenia mas facil siendo vinculado por martin por un lado que le cubria la boca y regisreado por el lasombra.

El Lasombra no encontro mucho, una cruz de hirro que parecia vieja, un papel que al leerlo llevaba el discurso que dijo con algunas partes tachadas dificil de ver, su documento de enrolamiento en el ejercito y su pequeña biblia.

Mientras el nosferatu hacia lo suyo cerrando su boca noto que aunque hacia mucho esfuerzo para taparle la boca esta seguia algo abierta o al menos eso parecia porque su sangre se salio sin mucho problema donde habia entrado. Lo llamativo que noto Martin es que le parecia que habia espulsado exactamente la misma sangre que habia metido.

De paso despierto como estaba miro con miedo a Martin y empezo a decir unas palabras. No mucho despues Lars sintio como la cruz que tenia le quemo la mano como si hubiera tomado una olla caliente. Sin poder evitarlo tuvo que tirarla al piso.