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Morir en el Rif: El Escuadrón de la Locura (Annual 1921)

El Escuadrón de la Locura (julio-agosto 1921)

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12/02/2020, 18:42
Teniente Coronel Primo de Rivera Orbaneja

El toque de los clarines retumba a los sones de diana en el Campamento de Dar Driuss. La columna empieza a formar, los cornetines y clarines tocan llamada y tropa. El Teniente Coronel, jefe accidental del regimiento, recorre la línea distribuyendo a los escuadrones y dando instrucciones a los oficiales, a veces se para y saluda a algunos de los suboficiales o soldados veteranos, hasta reunirse con el capitán al mando del 3º Escuadrón. Vuestro capitán se gira hacía vosotros a caballo y con una voz ronca y afónica llama:

Laccaci, venga aquí

Sin embargo, el Teniente Coronel interrumpe.

Que venga la sección en pleno. De la treintena de hombres que componían la sección, apenas quedan seis presentes, doce de ellos partieron con la columna del Alférez Maroto hacía Melilla, otros salieron a apoyar una descubierta con la 1º sección, la unidad está mermada, pero es una constante. De los 684 hombres que componen el regimiento, 80 están destacados en posiciones intermedias, dos decenas cayeron escoltando al Coronel Manella para intentar sostener Izumar y algunos han partido para reforzar el aeródromo de Zeluán. En ese momento suena de fondo una descarga de fusilería, se escuchan vítores en el parapeto, El comandante de la unidad gira levemente la cabeza y sonríe con un aire cansado y triste. El 1º escuadrón está limpiando la ruta de evacuación... Bien...

Su mirada delata el leve consuelo que supone ver a los infantes, artilleros e ingenieros levantar el ánimo ante la penosa jornada que se presenta ante ellos. Serán una veintena de kilómetros a pie por territorio hostil y árido, acosados por el enemigo. Fernando Primo de Rivera, hermano de Miguel Primo de Rivera e hijo del General Primo de Rivera, vuelve la mirada hacía vosotros recorriendo vuestras miradas.

Se nos requiere un esfuerzo máximo, que exigirá la última gota de nuestra fortaleza. Lo que he de pediros, lo hago consciente del alto precio que implica y que os pido un sacrificio definitivo, pero no hay otro remedio. Tomó un respiro La columna mandada por el General Navarro se va a replegar hacía Monte Arruit, el regimiento cubrirá esta retirada. La misión que les encomiendo es de vital importancia para esta retirada.

El batidor del TCol le alcanzó un plano de la zona, que este os muestra y señala un punto, la Meseta del Gareb. 

Algunos de los rifeños de confianza han informado que sobre estas peñas que rodean el cauce del Uad1 Agan, su misión será hacer una descubierta por las alturas del desfiladero y evitar que puedan usar los cañones que nos han capturado contra nosotros... su fusilería no nos preocupa, estarán fuera de alcance, pero si colocan un 75 en aquellos cortados, habrán muchas bajas.

El oficial plegó el plano, entregándolo al Alférez.

Se reunirán con nosotros en el Campamento de Tistutin.    

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12/02/2020, 22:01
Alférez Lacacci De la Cruz

Fue a atender la orden de su inmediato superior, pero el Teniente Coronel interrumpió antes de que el alferecillo, recién estampillado, pudiera reaccionar. Con paso confiado se acercó y con los brazos animó a que toda la tropa se acercaran. No quiso decir palabra alguna, no fuera a empezar la arenga, que fue más corta de lo esperado.

Sabía que el moro se movía como el mar, en mareas y en olas. En masas que empujaban por su propio peso. Seguro que esos cañones tenía una de esas "olas" a su arrededor, para arrastrarlos y posicionarlos, y también para su munición. La ventaja que tenían era caer sobre ellos, antes de que se dieran cuenta que estábamos allí. Esa era una de las ventajas de la caballería y por eso el 14º de Alcantara estaba allí.

Tras la explicación táctica, que había sido breve y concisa, tocaba moverse: - Venga muchachos. Recogemos el equipo, ensillamos y nos vamos, que nos esperan allí abajo. Añadió señalando hacia el campamento. Tras eso buscó al sargento que le ayudaría con los escasos hombres que formaban la columna. Ya su mirada lo decía todo: - Venga aquí. 

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12/02/2020, 23:01
Soldado Hijuela

Todavía tenía una carta a medio escribir para Marcelina cuando nos llamo el teniente coronel, por lo que acudo raudo a presentarme, y tras la información del teniente, parecía que los rifeños tenían armamento pesado que iban a usar en cosas para atacar a nuestras tropas, pero podíamos evitarlo, por lo que a la orden de recoger el equipo tras la explicación, "enseguida señor" digo y voy a recoger mi equipo para poder estar listo para el combate, aunque tenía que terminar la carta eso podría esperar, ahora tenía un misión.

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13/02/2020, 21:23
Sargento Dorado

—¡Ya habéis oído al oficial! —gritó el Sargento Dorado subrayando las órdenes del alférez. La verdad es que la explicación dada por el Teniente Coronel era de las que le gustaban, breve y directa.

—¡Todo el mundo a por el equipo necesario e indispensable, formamos de nuevo en cinco minutos! ¡Vamos, vamos corred cabrones si no queréis que os ponga a cavar letrinas a la vuelta!

Después de un par de segundos en los que comprobó que ahora la marcha era rápida, se cuadró ante sus superiores y les saludó respetuosamente:

—Con su permiso.

Con un leve gesto que le dedicaron, consideró que le daban permiso para descansar y se marchó preparar el equipamiento que había estado limpiando el día anterior antes de acostarse, después con ello a los hombros y una silla corrió a preparar a su caballo.

Notas de juego

@Máster, pon que los mensajes marquen por defecto a todos. Al menos ahora parece que la idea es que estemos todos en copia.

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14/02/2020, 00:51
Soldado Lendínez

Llevaba tantos días sin limpiar la carabina que una película de polvo y sangre reseca había ido acumulándose alrededor de la base del gatillo consiguiendo casi inutilizarlo. Arreglado el problema, terminé de montar el arma y me colgué el sable a la cintura, al lado de la bota de vino.

Desaliñado y con falta de sueño quedé listo para marchar, una vez más, rumbo a lo que sin duda sería una maldita emboscada. Sería una de tantas, pero esta vez tenía un presentimiento extraño, casi premonitorio, de un destino completamente suicida. Desafortunadamente, el vino que bebí con ansia hace unas pocas horas estaba ya picado, y mis tripas comenzaban a dar buena cuenta de ello. Ni siquiera una estocada en el estómago lograría terminar con esta acidez.

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14/02/2020, 17:44
Soldado Valle

Pep ajustaba las cinchas de la montura, cuando el Teniente Coronel llegó, ató las riendas de su caballo Gavina a un poste cercano y se acercó a escuchar las ordenes del oficial al mando. Su mirada pasó estupefacta del jefe del regimiento al Sargento y del Sargento al Alférez... Mare de Déu, d'aquesta no sortim... Sin embargo se limitó a asentir, contaba en su cabeza los días para que el servicio militar acabase y pudiera volver a casa y olvidarse de todo esto, aunque para ser sinceros ahora mismo no creía que fuera posible, iba a morir en Marruecos.

Los gritos del Sargento lo sacaron de sus pensamientos, salió corriendo hacía el caballo que el ejercito le entregase. Aunque se llamaba Gaviota, el decía Gavina que es lo mismo, pero le sonaba mejor, más a casa. Revisó su sable y buscó la piedra de afilar entre las alforjas con gesto torcido... parenostre qui esteu en el cel... 

Notas de juego

PNJ

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17/02/2020, 10:52
Soldado Fuentes

La voz del sargento me despertó del letargo. Me puse en pie y me organicé lo justo para no llevarme ninguna reprimenda para empezar la marcha. A cada paso volví a contar mentalmente cada una de las monedas que llevaba ahorradas para la tasca que pretendía abrir. Una y otra vez volvía a repetir la operación. Cada paso, era un paso más a ese sueño, al menos eso me gustaba decirme. Parecía que así el petate me pesase menos. 

Miro alrededor y veo algo extraño en las miradas de mis compañeros. Será el cansancio, pero diría que hay algo en el aire no nos da buena espina.

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17/02/2020, 16:45

Al cabo de unos minutos, mientras preparabais vuestro equipo, un cabo de infantería se acercó con una mula. Esta llevaba sobre su lomo un atalaje con alforjas para cargar material. El cabo se acercó al Sargento tirando de la terca mula de mala gana, equino e infante parecían compartir estado de ánimo.

¡Susordenes mi Sargento!- Saludaba con un aire resignado y cansado. Era un soldado del regimiento de San Fernando, del que guarnecía Driuss y que ahora se afanaban en recoger para escoltar a la columna. Me envía el Capitán Ordaz con la mula de carga.

Rebuscaba entre su polvorienta guerrera hasta sacar un papelillo amarillento, escrito a maquina, donde bajo el sello del regimiento y con el visto bueno de la furrielería, figuraba un estadillo de materiales entre los que figuraban:

1 Heliógrafo
100 cartuchos 7mm 
50 cartuchos 9mm largo
8 uds dinamita
6 bombas de mano
5 máscara gas m1915
2kg pan
1kg conservas pescado

Si me firma la copia, mi sargento- Dijo mientras extendía otra copia del papel.

 

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17/02/2020, 18:02
Alférez Lacacci De la Cruz

No tardó el capitán en percatarse de que había llegado la escasa logística que les ofrecían.

- Malditos tacaños. Pensó para si mismo, mientras arrebataba de las manos el papelito al mulero.

Con una voz más amable de lo que sus sentimientos pensaban ordenó al sargento: - Hay que inventariar lo que queda de este viaje en mula. Sus ojos acusadores se ceñían sobre el soldado que les traía aquella minucia. - Destaque a dos hombres y que cuenten hasta las balas. La verdad es que no se fiaba del muchacho. Ya las raciones eran exiguas, pero para el "paseo" que les habían encomendado, esperaba un poco más que un mísero bocata de salazón. Sus hombres se merecían algo más que eso, y pensaba que podían haber escamoteado algo.

- Si está bien lo firmaré yo mismo.

Al ver el papel y pensar que sólo hacía 100 cartuchos de fusilería y la mitad de pistola le hacía echarse las manos a la cabeza.

- Y ¿Por qué no nos dan un par de tirachinas, que piedras si hay?

Se enfadó más si cabe. Había que salir ya hacia donde les esperaban, y muchos hombres aún estaban recogiendo sus bártulos. Levantó la vista, y si las miradas matasen, la primera víctima de esta misión … hubiera ocurrido ahora mismo.

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17/02/2020, 22:33
Sargento Dorado

Hizo el sargento el amago de tomar el impreso más su superior se le adelantó con más fastidio que otra cosa. Se tomó entonces la libertad de analizar lo que les traían con ojo clínico, a primera ojeada aquello no brillaba por abundancia, más de una mula tendrían que haber traído cuatro o cinco como aquella.

—¡Éramos pocos y parió la auela! —pensó para sus adentros mientras el Alférez daba buena cuenta de lo que tenía lugar. La observación que había hecho era desde luego acertada:

—¡Sí señor! —contestó cuadrándose mientras echó a andar un par de pasos hacia la mula, tomó el cordel con el que improvisaron una brida y habiendo tomado posesión se dirigió a dos de sus hombres tal y como le habían indicado:

—¡Fuentes, Valle! ¡Gracias por presentaro voluntarios! —dijo ya en un disimulado acento granaíno, era iletrado cuando se alistó más con los años fue sustituyendo su ignorancia por buen saber, conocimientos de escritura y lectura a la par que se le había ido parte del acento por juntarse en aquella tierra abandonada por Dios con buenos españoles de todas las áreas del país —vamos a proceder con la inventariado, si lo que aquí pone es cierto va a ser rápido así que pongámonos manos a la obra para partir cuanto antes.

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17/02/2020, 22:47
Soldado Fuentes

Con algo de desgana me acerqué a mirar. Vino no había, así que debería rellenar bien la cantimplora. No soy mucho de hablar, y tampoco el primer en presentarme voluntario. Pero sabía que, aunque el camino fuese difícil, llegado el momento siempre era mejor ser el que llevaba las cosas.

¿Sí, Señor? ¿Qué manda? - pregunté al Sargento.

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18/02/2020, 09:05
Alférez Lacacci De la Cruz

Tras soltarle la mula a los dos soldados el oficial entregó la nota al sargento: - En cuanto esté el inventario, lo firmo yo. Comentó discretamente.

No quería que sus hombres se metieran en problemas porque los datos no coincidían. Habían habido demasiados casos de despilfarro, escamoteo y robos a diferentes niveles. Este no tendría porque ser uno de ellos, pero, vete a saber. Tras eso revisó su montura, para dejarla lista, antes de partir hacia la zona de campamento, donde les esperaban. Ya montado, revisó su pistola. Había que estar prevenido. Mientras lo hacía, y sin dirigirle la mirada a la tropa, sino sus ojos atentos al arma y lo que hacía añadió: - Y hay que darle jarilla, que nos esperan allí abajo. Entonces usó un trato que se solía dejar a la familiaridad y lo usaban mucho los "de la Marina". - Don Salvador, deles 3 minutos a los del soldados, para la revisión. en 5 minutos partimos.

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18/02/2020, 09:26
Sargento Dorado

Asintió con suavidad al tiempo que le susurraba la consabida respuesta. Se adelantó un par de pasos para echar una mano a sus soldados, gustaba de implicarles para hacerles valer la disciplina, pero no creía en que por ello él debiera lavarse las manos. Al contrario, debía formar parte de ello para animarlos a hacer mejor su tarea (no en vano era “el anarquista”, no hacerlo supondría una decepción para los otros sargentos si se enterasen).

–¡Ya habéis oío! –gritó tomando las cajas con las balas y repartiéndolas de manera equitativa entre los dos–. ¡Tenemos treh minutoh así que vamoh a hacerlo en doh! Contá las balas que me encargo de lo demá.

Notas de juego

Qué no se me ofenda ningún andaluz que tengo amigos de por allí y es mi pobre intento de asemejar su acento que los de graná les gusta esto de comerse letras

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18/02/2020, 21:19
Soldado Fuentes

Hasta tres veces hice las cuentas, y por tres veces me salieron distintos resultados. Disimulaba esperando que respondiese mi compañero para decir otro tanto.

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19/02/2020, 12:53
Soldado Lendínez

A mi parecer, era obvio que alguien había metido la mano en las alforjas. En primer lugar, el abastecimiento de comida era tan ridículo que hasta a un Ordaz en sus más bajas horas le habría dado vergüenza enviar semejante miseria. Alguien se había puesto hasta las trancas durante el traslado. Y por otro lado, aunque no dudo que la reserva de munición en el regimiento San Fernando fuese a estas alturas bastante limitada, tampoco sería de extrañar que alguien hubiera hecho negocio con la munición de fusilería o las bombas de mano… ¡A papá mono le vas a dar plátanos verdes!

Mi cometido ahora sería averiguar cómo hacerme acopio de parte de ese material para cuando vinieran mal dadas, o en todo caso de cualquier material que encontrase por el camino. ¿Quizás sobornando a Valle? ese muchacho no parece muy espabilado, y no lleva uno ya vividas unas cuantas buenas escabechinas para acabar con más hambre que los caballos.

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19/02/2020, 17:56
Soldado Valle

Valle se puso a contar la cartuchería con concentración y usando los dedos ocasionalmente. Hacía montones de diez cartuchos y hacía una rayita en el suelo por cada montón.

Mi sargento, las comptes cuadran. Dijo guardando los cartuchos en la caja.

Notas de juego

PNJ

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19/02/2020, 18:26
Sargento Dorado

Asintió conforme el sargento y se dirigió a su superior:

Mi señor, parece que está tó. No era mucho –sentenció con voz resignada. Parecía que alguien allá arriba no les quería mucho más se guardó su opinión porque por sus salidas ya le habían puesto de sindicalista para arriba. No quería ganarse el rol de traidor.

Se cuadró una vez más y de dispuso a ocupar su lugar en la compañía.

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19/02/2020, 18:47
Soldado Hijuela

ya nos habián dado el equipo, aunque no sabía si eso sería muy bueno, por lo que podía entender del rostro del teniente, las cantidades no eran las suficientes, "Alférez, ¿a cuantas balas tenemos cada uno?" le pregunto a Lacacci, sin abandonar mi puesto, no sabía como se la iban a apañar si de verdad tenían tan poca munición y suministros, si no fuera porque el regimiento es mi familia, ahora mismo desearía estar lo mas lejos posible de esta maldita guerra.

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20/02/2020, 12:13
Alférez Lacacci De la Cruz

- Es sencillo soldado. Comentó con paciencia, como la que un padre supremo tiene con un hijo curioso. - Cuenta las que tienes en las cartucheras y demás, y sabrás lo que te queda. Dejó un momento a que sus palabras calasen, y antes de que empezaran a reírse, que seguro lo haría, continuó: - Pero si te refieres a cuantas caen a cada uno, para repartirlas, son 5 de fusilería, y 10 los cuadros de mando.

Notas de juego

DJ, creo que eso lo tendrás que comentar tú. (La munición que posee cada uno)

Entiendo que suboficiales están armados o con pistola y sable o con subfusil, al igual que yo, que imagino que subfusil no, pistola nada más.

Si somos 25, y entre ellos 5 somos cuadros de mando, serán 20 de clases de tropa, dando los 5 cartuchos de fusilería para cada uno. (Los subfusiles y pistolas suelen tener el mismo tipo de munición, así que entiendo que todos portamos/usamos ese mismo tipo).

Desmiénteme DJ si estoy errado.

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21/02/2020, 17:59

Notas de juego

Si la unidad estuviera al completo de su plantilla sería lo correcto. Pero ya habéis sufrido bajas cruzando el desfiladero de Izumar, algunos efectivos han sido destacados (Zeluán) o reforzando al primer escuadrón en las cargas que hay en el exterior ahora mismo. Así que de los dos pelotones que podrían componer la sección, apenas queda la mitad de uno (las plantillas incompletas parece que, salvo durante la guerra civil donde hubo reclutamiento masivo de las quintas, es un mal endémico de las fuerzas armadas). Así que munición se reparte entre vosotros. 

Armamento; el alférez lleva de serie su pistola (no recuerdo ahora mismo si lleva una orbea nº7 o la campogiro m1919) y su sable. El sargento dispone de revolver y sable, aunque podría tomar una tercerola (si encuentra una, parte del armamento ha sido abandonado en Annual y algunos soldados del Ceriñola, de Ingenieros o los artilleros, han abandonado su armamento personal para correr más rápido). Los subfusiles aún no se han empezado a adquirir de forma masiva, es más los fusiles siguen siendo los mismos de la guerra de Cuba (por cierto, el armamento de los rifeños es más moderno incluye fusiles franceses y algunos rifles de origen ruso) así que es dificil que encontréis uno.

Munición de dotación: Al salir de Driuss hacía Annual se llevaban dos cartucheras y el armamento cargado (15 cartuchos) de los cuales quedan 5 cartuchos. De armas del 9mm largo (el revolver y la pistola campogiro) la mayoría de oficiales se proveía por contrabando de munición de alta calidad y los sargentos tres cuartos de lo mismo, no era raro que llevasen más munición que la que proveía el ejercito ( y más viendo que las juntas solían mercadear con la munición con los rifeños). De serie, podéis tener 30 cartuchos el alférez y 24 el sargento.