Partida Rol por web

Al final todo se disuelve como anteriores veces y cuando abrís los ojos os encontráis tumbados en lo que parece ser hierba, con varios niños pequeños mirándoos desde arriba y diciendo:- Vaya hombres más raros, has visto sus ropas, parecen muñecos...- Al ver que estáis despiertos, los chicos se alejan unos pasos. Podéis ver a vuestro alrededor, un castillo y una pequeña ciudad a sus pies, que parecen de cuento de hadas.

La realidad, el pasado de Horizon no era sino un camino de espinas, de dolor y de sangre. Todos tenemos la voluntad de cambiar nuestro camino si es que estabamos en una mala situación, pero no todos somos capaces de reunirla. A veces, las circunstancias nos pueden y nos conducen por caminos oscuros.

Al menos era paliado por aquel escenario paradisíaco en el que estaban. Un prado verde casi infinito, bañado por el escenario de un castillo y una ciudad. Se acerca a sus compañeros para levantarlos a alzarse e investigar. Mira con recelo a los niños, que parece que estuvieron curioseando. Se cerciora de que lo lleva todo consigo

Escucho a los niños y sin abrir los ojos exclamo:

- No me fastidiéis que aún seguimos en un maldito sueño...

Abro los ojos para comprobar el entorno y esperar ver el barco. Pero no tengo tanta suerte.

- ¿Están ustedes bien? - pregunto a mis compañeros aunque tras esta aventura los considerare amigos.

-Mucho mejor este sueño que los mundos de pesadilla por los que hemos deambulado, mon ami -respondo a Thomas mientras trato de incorporarme acompañado de serios quejidos.

Tanto viaje, tanto ir de mundo en mundo, tanto correr, huir, luchar acaban por dejarle a uno la espalda baldada. Y además rodeados de ¿niños? Tanto podrían ser verdaderos infantes como, ya que estamos -y que conste que es de lo menos descabellado que nos ha sucedido-, las imágenes inocentes de aquellos a quienes hemos visitado oníricamente. Tal vez si antes vimos sus pesadillas, ahora veamos sus sueños. Aunque lo mismo me equivoco.

En realidad lo que desearía es despertar y pasar un par de noches con lady Chrystalle.

- Este es el sueño más pacífico en el que hemos estado... - dice Cromwell, extrañado por la situación - y eso me hace sentir más incómodo que nunca...

Se aproxima a los niños a una distancia prudencial, para mirarlos de cerca pero que no lo alcancen con facilidad. Ya no podían confiar en nada ni en nadie en aquel lugar

- ¿Podéis decirnos dónde estamos?

Los niños os miran extrañados y uno se ríe diciendo:- ¡No saben donde están!-Y los otros empiezan a corearlo antes de marcharse, excepto una niña que se os ha quedado mirando con el dedo metido en la boca y os dice:- Estáis en el reino de Horizón, donde todos los sueños se cumplen y todos somos felices... Eso es lo que dice mi mama... Me voy con los demás, ¡Que lo paséis bien!- Se va con el resto que se dirigen hacía el pueblo, que parece de postal o de cuento, todo hermoso y limpio...

-¿El Reino de Horizon? -pregunto con sorpresa... y no puedo evitar dejar escapar una queja-. ¿Es que esto no se acaba nunca? -suspiro-. Mil perdones, caballeros. Me ha podido la frustración. Bien... ¿les seguimos -señalo a los infantes- o nos acercamos al castillo a confrontar de una vez a nuestro querido monsieur Horizon? Porque deduzco que alguien como él -continúo- no escogerá otro lugar para residir que no fuera ese magnífico palacio...

- Acabemos con esto de una vez. Vayamos ver a Horizon y charlemos a la manera irlandesa con él. - digo con cierto enfado. 

Si lo matamos volveremos a casa y prometo no dormir en unos cuantos días. Cuanto antes lo matemos antes saldremos. 

En aquel lugar idílico, sí que parecían buenos sus propósitos, en sus orígenes al menos. Estaban por destruir este pacífico mundo al querer destruir a Horizon. ¿Merecería la pena?

Comienza a caminar hacia el castillo, maravillandose en aquellos parajes de ensueño, pudiendo convertirse en su prisión por la eternidad

El camino hasta el castillo que se levanta encima de una pequeña colina, es bastante bucólico, los campos son hermosos, la gente es muy amable, todos saludan al pasar, eso si, de medievo esto no tiene nada. Parece más de cuento que otra cosa. Cuando llegáis a las calles no hay suciedad, tampoco guardas, mendigos o nada que parezca desentonar en un poblado hermoso, donde la gente hace sus quehaceres sin temer a nada. 

Al final llegáis a la puerta del castillo, donde un único guardia un muchacho vestido con un colorido traje y con una alabarda demasiado brillante para haber sido usada nunca os da el alto:- Buenos días viajeros, no se me ha notificado vuestra llegada, ¿Para que quereis entrar en el castillo?-

Pongo mi mejor cara de galán y le indico al guardián:

- Queríamos ver a Mister Horizon, fuimos invitados suyos en cierto crucero y querríamos tratar con él ciertos temas sobre ese viaje...

No le iba a decir la verdad, de que venimos a escribirle la biblia en código morse con los puños.

Observa todo lo que le rodea con la menor cara de pasmo posible que es capaz, para no denotar ante todos los pacíficos habitantes del lugar que no pertenecía al lugar. Aquello sería fácilmente discernible. Observa también, curioso y con una sonrisa, al guarda que les detenía al paso

- Esperamos no importunar - dice, sonriendo suavemente, siguiendo el hilo que había comenzado MacGuffin

El soldado se rasca la cabeza y os dice:- Espero que sea un malentendido y no una burla. Porque aquí, no vive nadie con ese apellido, además que esta prohibido por ley. En cuanto a la propiedad es de la respetable Lily Lechman, que es a la vez nuestra señora y alcaldesa, que muchos años dure.- Parece que se emociona al decir el nombre, por lo que después tose y pregunta ligeramente molesto:- ¿Os puedo ayudar a algo más?-

- Si hace el favor anuncie nuestra presencia ante la dama, dígale que somos extranjeros en este país y que nos gustaría tratar con ella. - digo amablemente aunque con gusto ahora mismo le daría una lección a este botarate.

-Si la dama tiene a bien recibirnos, por supuesto -añado con untuosa educación-. No queremos ser una molestia... Aunque es muy posible que milady desee entrevistarse con nosotros, pues somos viajeros de tierras lejanas que le traen noticias importantes. Es muy seguro que milady no desee que tales noticias se vean retrasadas por algún tipo de malentendido con la guardia de su castillo... -dejo caer el comentario como si nada.

El guardia se queda un poco aturullado ante la verborrea de Jean  Claude y al final asiente:- Ohhh si, creo que en ese caso no deberían ser molestados... estooo, entren por favor, vayan todo al frente, no hay perdida.- Y sin más dilación se aparta de vuestro paso. El enorme pasillo por el que entráis, esta muy ornamentado, cubierto de estatuas y cuadros a cual más hermoso, rodeado de columnas para soportar las plantas altas del castillo, al final del mismo hay dos guardias, pero parecen más cooperativos que el primer guardia y os dejan pasar.

Allí, en una pequeña sala que parece de una pintora amateur, más que de una señora de la realeza, veis a una muchacha que está pintando otro cuadro, al escuchar los pasos se gira un poco sorprendida, para poco después sonreíros:- Vaya, no esperaba volver a veros... ¿Me podréis liberar del sueño?- Pues enfrente vuestra está la chica en silla de ruedas que habíais conocido en el pasaje, el mundo de los sueños de Horizon es un pañuelo y parece que habeis dado con otro bordado suyo.

Las palabras de Renoir les habían abierto las puertas. Eran increíbles las capacidades del carisma, si se sabía usar de forma adecuada. Cromwell carecía de ello en los últimos tiempos, se había centrado más en sobrevivir. Y en no parecer en exceso sorprendido por lo que encontraba.

La imagen de la muchacha antes recluida en su silla de ruedas, de pie y dando rienda suelta a su arte, era otro fuerte golpe. Allí podían cumplir sus sueños. El mal absoluto se está volviendo de un gris cada vez más claro

- La prioridad es salir, y si podemos, saldremos todos

- Por lo menos este sueño tiene mejor aspecto que los últimos que nos hemos encontrado. - miro a la chica y veo que en este mundo puede andar por lo que supongo que será feliz. Está dispuesta a regresar sabiendo que está condenada a una silla de ruedas. Yo no tendría su voluntad seguramente. - Sí, a eso hemos venido. 

-No todos han tenido vuestra fortaleza para darse cuenta de que es mejor la realidad que un sueño -le comento a la muchacha.

¿Necesitaremos también un atrapasueños para conseguirlo?

-Por otra parte, buscamos a Horizon. ¿Sabéis dónde puede encontrarse?