Partida Rol por web

- Escapar debe ser la última opción...estamos lejos de la costa y bajando del barco estaríamos a la deriva...el oleaje puede llegar a ser fuerza y dudo que una embarcación logre aguantar mucho tiempo en esas condiciones...

La única opción viable es acabar con esos seres y si es preciso matar a Mr Horizon.

- Debemos encontrar a organizador de este evento...y ajustar cuentas...

¿Y si no está convirtiendo a la gente? Y si en realidad está sustituyéndola...había gente influyente en nuestro mundo...gente con poder...personas que pueden controlar a otras...un buen problema si la sustituyen.

-Encontrar la cabina... -musito, apretando los labios y enarcando una ceja-. Un plan osado, pero yo tampoco creo que haya más alternativa. Las únicas respuestas que necesitamos las tiene quien nos invitó a esta peculiar singladura y, como mademoiselle, opino que será en la cabina, o cerca de ella, donde le encontraremos. Así, pues, cuenten conmigo.

Lo que parecía iba a tratarse de un crucero lujoso y disipado se ha convertido en una aventura extraña y altamente peligrosa. Criados mecánicos, apariciones e ilusiones... nada de esto es lo que esperaba.

El plan estaba trazado: encontrar a Mr Horizon y ajustar cuentas. Un plan que me encanta, seguramente un psicoanalista diría algo sobre mis desmedidas ganas de aventuras pero en este caso la aventura me encontró a mí, bueno a nosotros. Miro para la doctora y le pregunto:

- ¿Sabría indicarnos con exactitud cómo controla a estas máquinas?...si podemos cortar esa conexión no serán un problema en un futuro...el barco es demasiado grande y puede haber cientos de ellos sueltos.

El periodista asiente y dice:- Nada mejor que hacer un cara a cara con tan peculiar personaje, además si detenemos las maquinas podriamos rescatar al resto del pasaje que han dejado inconscientes y descubrir que está tratando de hacer con tan insignes personajes.- Recordais de vuestra vista en la maqueta que se podia llegar facilmente a la cabina de mando, pues al parecer era como una especie de curiosidad para el pasaje el poder ver como se podia conducir con toda facilidad este barco sin necesidad de carbón u otros materiales combustibles.
El camino por los pasillos es tranquilo, quizás demasiado. No hay guardias, no hay sombras sigilosas detrás vuestro a pesar de las amenazas que se profirierón trás la muerte de los suyos por parte de Thomas. En realidad la puerta de la cabina esta invitadoramente desprovista de seguridad, y se oye un canturreo en su interior desde la escalera que lleva hasta ella.

Hago un gesto para que mantengan silencio y echo un rápido vistazo acercándome a la puerta para ver quién está dentro. Me acerco sigilosamente hacia la puerta mientras saco el revólver y me preparo para disparar si es menester.

Intento no pisar el centro de las escaleras ya que es donde más chirría la madera, y camino por el borde de ellas con la espalda pegada a la pared. Cada pocos pasos hago un gesto para que el resto me siga y cubran mi caminar.

Hyeronimus espera la señal del cazador junto al resto del grupo con sus armas desenfundadas por si hay algún elemento agresivo en el interior de la cabina.

Thomas avanza silenciosamente escaleras arriba como si fuera un felino en busca de su presa, abre la puerta todo lo suavemente posible para no hacer ruido y mira en el interior. En el centro de la habitación se encuentra un gran asiento vuelto de espaldas del que provienen sonidos de alguien amordazado, por lo demás la cabina es como una de esas imagenes de un futuro lejano, todo lleno de cachivaches y lucecitas de incomprensible utilización, aunque hay algunos elementos que si se parecen a los que existen en barcos normales, quizás para ayudar a los marineros que tenian que manejarlo en un principio.

Thomas encabezaba en ese momento al grupo y todos se mostraron de acuerdo... pero aquello estaba por cambiar. El murmullo similar al de una voz ahogada llegó a oídos de la doctora provocando que ésta frunciera el ceño y bien fuera movida por la curiosidad, su afán de saber o el convencimiento de que existía alguien que podía requerir de atención médica, procedió de un modo bastante osado y carente de toda prudencia.

Cuatro, cinco pasos cortos y rápidos y pasó de estar por detrás del asiento a estar justo frente a el...

Hago un gesto para que el resto me siga, y vuelvo a repetir el gesto de que mantengan silencio llevándome el índice sobre los labios.

Antes de entrar del todo inspecciono con detalle la sala, ya que espero que no haya nadie más escondido. Miro el techo especialmente ya que nuestros "amiguitos" tienen la capacidad de trepar como las arañas.

En cuanto veo que no hay nadie más en la sala les hago un gesto para que vengan rápido. La doctora se lanza hacia la silla y yo me ocupo de apuntar al cautivo mientras le digo a Hyeronimus.

- No permitas que la puerta se cierre del todo. Mantente ahí...

Si es una trampa mejor tener una salida abierta y no bloqueada.

El cazador profesional se percata de que no haya emboscadas de tan molestos enemigos como son los guardias de Horizon, y tras unos minutos les hace la señal para que entren, dejando al periodista en la retaguardia con la puerta abierta a su lado para que no se cierre o lleguen gente ajena.

Hyeronimus le hace una seña para indicar a Thomas de que estará atento a que no se cierre la puerta. Seguido de Jean Claude que ha sacado su estoque de su vaina y de Emily que pronto os adelanta para ayudar a quien este en el asiento, rodeándolo lo ve de cara y entonces no puede más que pegar un grito. En el asiento hay un hombre completamente entubado que tiene cierto parecido a Mr Horizón, pero antes de que podais hacer nada escucháis el sonido del gas entrando en la sala,  la puerta de la sala se cierra automaticamente, Hyeronimus que intenta sin éxito sujetarla y que para no perder el brazo ha sido dejado fuera, se le escucha gritar intentando saber que ocurre. Las ventanas de la cabina son cerradas por una cortina metálica, pero no podéis pensar con claridad, pues poco a poco se os esta llevando a la insconciencia.