Partida Rol por web

Definitivamente habia alguien y no algo dentro del archivador, seguramente otro estupido cobarde que no atendio el llamado que hicimos al entrar. Se disponia a ver que tanto se habia lastimado cuando sintio primero el impulso invisible que lo puso a volar, seguido inmediatamente del ruido inequivoco de una gran explosión.

Como si se tratase de un muñeco de trapo voló por los aires chocando con todo, se aferro al subfusil pero el impulso le arranco el machete de la mano menos segura. Se sintio vivo nuevamente cuando el crujir de las costillas contra el solido muro le inundo de dolor. Parecio terminar un vuelo iniciado en otro lugar del mundo y que en realidad duró un segundo.

Estaba maltrecho, confuso, adolorido, pero vivo. Al menos asi lo parecia. Lleno de escombros trató de incorporarse y se demoro casi un minuto en lograrlo, tenia una mano sobre el costado y con la otra el subfusil... miraba a todos lados como poseso, ¿Que rayos habia ocurrido?. 

Joder, pues ya os podéis dar prisa- dice Vlad, mientras lleva a Rosario hacia el coche- o de lo contrario este lugar se va a llenar de podridos cagando leches. 

El edificio de oficinas (el interior) estaba hecho una puta mierda. Todo había quedado diáfano, trozos de cascotes y madera yacían desparramados por el suelo.

No había ni un sólo muro de los boxes en pie. Mientras te levantabas pudiste comprobar que no había ningún podrido ni ningún ser viviente, al menos a la vista. Entonces pensaste que quizás en el archivador podía haber alguien. Al acercarte viste que había reventado por varios sitios, miraste en su interior y quedaste horrorizado... dentro había un cuerpo semi-carbonizado y mutilado, hecho trocitos. El cuerpo era de una mujer aunque apenas se podía distinguir, en el abdomen tenía un agujero del tamaño de un balón de baloncesto y los intestinos que eran visibles, olían a pollo frito.

Todavía estábais ayudando a Rosario y a León en ponerse de pie, cuando el gozne superior de la puerta saltó hacia afuera, la puerta quedó abierta hasta la mitad de su recorrido, por el hueco que había se asomaban varias cabezas y una amalgama de brazos y piernas que intentaban cogeros, a la puerta le quedaban segundos.

JODER, JODER, JODER- en buena hora se rompía la puerta. Pero todo el mundo sabía que si la cosa anda mal, siempre puede ir a peor. Pues bien, ahora iba a peor.

O salimos de aquí o morimos aqui- dice Vlad que se dirige al coche- y yo no tengo intención de morir aquí.

Boris retrocedio horrorizado ante la vision. Luego levantó la cabeza y miró a todos lados con visible desespero. dio dos paso mas hacia atras y tropezó callendo de espalda aunque consiguio medio amoritugar la caida con la mano libre. Las costillas le dieron una fuerte punzada. Se levantó aún sin poder creer lo que habia pasado.

-"¿Привет?"*- Gritó en ruso.

Mientras estaba dentro del coche comprobando que todo estuviese listo para salir pitando, Jim vio como los goznes de la puerta tras la que los zombies gemían, cedía con un sonido sordo. Sin dudar ni un instante, arrancó el coche y maniobrando como solía hacer en sus muchos años de taxista, colocó el coche bloqueando la puerta, lo que la apuntalaba a la par que impedía la salida de los caminantes.

Sin darte apenas cuenta, en lugar de vomitar o salir corriendo o temblar de miedo, notas un afojamiento de esfínteres y notas un peso enorme en los pantalones: TE HAS CAGADO ENCIMA !

Lentamente empiezas a dar pasitos para atrás, hacia la salida del complejo...

Despierto del sueño o, más bien, de la pesadilla en la que me había sumido. Me levanto como puedo, preso del dolor de la metralla clavada en mi pierna. Maldita sea, ¿no es bastante ver morir a tus padres una vez? ¿ver como devoran a tu familia? ¿como tus amigos son errantes? ¿cómo caen presos de la locura? ¿perder la cordura y la humanidad no es suficiente? Si me viera mi padre ahora, sobreviviendo junto a moros y mujéres como si fueran iguales.

Aún confundido por mi nueva posición y situación, fuera del reciento y herido, apenas tengo tiempo para pararme a pensar ya que los zombis irrumpen por la puerta y se preparan para lanzarse sobre nosotros. Ya poco me importa -me digo a mi mismo con mi voluntad reafirmada tras la dolorosa experiencia -se que no soy el más adecuado para decir esto pero no os dejeis llevar por el miedo, estamos armados en un sitio abierto y amplio y ellos son muy lentos. Podemos exterminarlos uno a uno -comento alzando la voz mientras me limpio de sangre la cara, guardo la pistola sucia y estropeada y me ajusto el rifle, listo para matar una vez más.

Quien lo hubiera dicho, eso le pasa por no hacer del cuerpo en las mañanas como le habia enseñado mamá. 

El ruso simplemente se quita la camisa y los pantalones, se limpia lo mejor que puede. Toma el morral con las cosas mas basicas y se lo cuelga a la espalda y sale completamente desnudo, mirando a todos lados, con el subfusil preparado. 

Jim coloca el morro del coche del agente Downie empujando la puerta, de tal manera que los podridos no puedan salir a menos que empujen la puerta de tal manera y con tal fuerza que logren empujar el coche hacia detrás. Así que por el momento, los podridos han quedado contenidos.

En el momento en el que Jim coloca uno de los coches frente a la puerta de la caseta de seguridad taponando las puertas, del interior del edificio de oficinas apare Philip completamente desnudo, hecho un despojo, sangrando por varios cortes, con un hematoma en el pecho y un hatillo con sus bártulos a la espalda.

Jackson, tu y yo defenderemos la puerta tapada por el coche con nuestras armas -le digo al político -Vlad, corre a ayudar al ruso, parece estar herido. Khaled, prepara un coche para irnos. ¡Rápido! Si no nos damos prisa... Miro a la oleada de zombis que tratan de lanzarse a por nuestra carne y que sólo se mantienen recluidos gracias a los reflejos del moro.

- ¡Echad una mano a Philip para que llegue hasta el coche! ¡En cuanto estemos todos nos vamos! - grité al resto mientras pensaba para mí que tendría suerte si no me abandonaban con León debido a sus comentarios... Por favor que no me abandonaran...

Cogí el subfusil y con tranquilidad me acerqué al hueco de la puerta por el que empujaban los podridos y fui disparando un tiro a la cabeza de cada uno que se asomaba... de uno en uno, sin prisa pero sin pausa.

Mal herida rengueo acercandome a Jim para que me sacara de allí.

Meto primera, pongo el freno de mano muy fuerte, quito el contacto y salgo del coche mientras los golpes tras la puerta siguen retumbando en nuestros oidos.

Respiro aliviado cuando veo aparecer a Boris por el otro lado, y no puedo evitar una sonrisa cuando veo aparecer al ruso completamente desnudo, mientras agarra su ropa como puede. A pesar de la situación, me veo incapaz de resistirme y le pregunto jocoso Ey Boris, dónde es la fiesta??.

Sin perder un segundo, me dirijo al otro coche para preparlo y estar listo para salir pitando en cuanto todos estemos dentro. Por el camino, ayudo a levantarse a Rosario y la acomodo en el asiento de atrás, no tumbada porque vamos a ser 6 en el coche, pero si recostada lo mejor posible dadas las circunstancias.

Vamos señores, que nos vamos...comento en voz alta para que todos se vayan preparando, a la vez que me pregunto si al final Boris habrá conseguido activar los controles de la Central.

Tras la explosión , la visión del cuerpo y tu defecación involuntaria, te dirigiste tambalenante tras cambiarte hasta la puerta, al salir al exterior, al patio, viste cómo Jim había aparcado uno de los coches (el de Downie) frente a la puerta del otro edificio del complejo, la casa de seguridad. La puerta de la misma estaba medio destrozada y por una abertura asomaba una amalgama de podridos. Jim había hecho lo correcto, pues había conseguido bloquear la puerta y evitar así que los podridos saliesen al exterior.

Posaste tu mirada en el resto del grupo: tanto Vlad como Rosario y León parecían heridos de diversa consideración, siendo Jack (aparte de Jim) el único que parecía estar "entero". Además observaste en León una extraña mirada que te preocupó, parecía como si el paramilitar hubiera perdido la cabeza.

Pensaste que deberías guardarte de él en el futuro...

El edificio de oficinas del que salías, toda la pared sur (casi toda en realidad menos la parte oeste) se había venido abajo y había chatarra del coche, que estaba medio carbonizado formando un amasijo de hierros, por todas partes. Sólo quedaba un coche útil para escapar, el que estaba aparcado frente a la verja de entrada, el coche de Jack y León.

-"Estoy bien, estoy bien"- Decia Boris mas para asegurarse a si mismo que seguia con vida que para tranquilidad de los demas. -"¿De donde demonios salio esa explosion?"- Pregunto a Jim mientras corria hacia donde los podridos trataban de escapar y disparaba contra sus cabezas.  Era algo comico y siniestro ver a ese hombre desnudo disparando con sangre fria. 

Agradecí con la cabeza la ayuda de Philip para acabar con los podridos mientras le ponía al día: - El coche empotrado contra el edificio reventó... León y yo entramos en la sala de seguridad pero había demasiados podridos... unos diez, y otros seis con pinta de convertirse pronto. Tuvimos que salir por patas. -

Di un rapido vistazo alrededor... - Todos los podridos de la zona se acercarán después de esta explosión... ¿lograste encontrar los generadores? -

-"16"- Pensó en voz alta. -"¿Cuantos hemos matado ya?"- Pregunto al politico sin dejar de disparar.