Partida Rol por web

Vlad observa como sus compañeros siguen acabando con los caminantes. No tiene otra cosa que hacer, por lo que decide adentrarse el solo para acabar de investigar el lugar.

Véis como Vlad se interna en el edificio de las oficinas, en vez de entrar por el agujero que dejó el coche de Rosario al estrellarse, abre la puerta que está medio descolgada y se desliza al interior a través de ella.

Mientras tanto, el resto observa como Jack y Philip acaban con el resto de podridos usando los machetes. El sangriento trabajo sólo les lleva media decena de minutos más.

Finalmente, no queda ningún podrido en pie, podéis respirar aliviados pues tampoco se escucha ninguno a lo lejos ni parece haber indicios de que pueda haber más.

Aunque como veteranos en la supervivencia que sóis, sabéis que SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE aparecen más zombies si te quedas quieto en un mismo sitio, es inevitable...

- Bien hay que moverse... - comencé. - Deberíamos dividirnos y examinar más rápido el edificio de oficinas por un lado y el edificio de seguridad por otro. -

Miré a León y le hice un gesto: - León y yo podemos encargarnos de revisar el edificio de seguridad. Alguno de vosotros debería acompañar a Vlad, no me gusta que ande ninguno de los nuestros sólo en un edificio de estos. -

Esperaba que Philip estuviera de acuerdo... - Hay que darse prisa antes de que lleguen más podridos. Si restablecemos la electricidad tendremos más posibilidades de que los nuestros aguanten en el centro comercial. -

Acabamos aquí y volvemos cuanto antes, os parece? dijo Jim en voz alta para todos mientras miraba en busca de nuevos caminantes...

El ruso limpio como pudo el machete mientras se dirigia a apoyar a Vlad. 

-"Debemos asegurar ciento por ciento el lugar mientras intentamos restablecer el fluido electrico. Jim, vigila que no vengan mas podridos, ten los ojos bien abiertos"- Con el machete en la mano izquierda y el subfusil en la derecha, Boris se acerca a la entrada donde acaba de desaparecer Vlad.

-"¿Muchacho?"- Preguntò tratando de localizarlo. 

Asiento ante las palabras de Jack y le pido el machete que le dejé. Tenemos que salir de este lugar cuanto antes. Vamos, antes de que los caminantes se acumulen por cientos en este lugar y no podamos salir. Yo iré con Jackson al edificio de seguridad, el resto con Vlad. Y haced el favor de vigilar a la mujer.

Aqui, aqui- grita al oír la voz de Philip- esta todo en orden, tranquilos.

Tranquilos, me quedo aquí al lado de los coches echando un ojo... comenta Jim, apoyándose algo más relajado en el lateral de uno de los coches

Vlad abre la puerta de las oficinas, en lugar de entrar por el boquete creado por el coche de Rosario , sin esfuerzo ninguno, parece que el marco de la puerta ha quedado desencajado. Seguido por Philip muy de cerca, ambos se internan en el edificio que más que un edificio se trata de una especie de loft diáfano en el que hubieran colocado de mala manera un conjunto de cubículos de oficinas en forma de boxes.

La habitación se dispone de la siguiente manera:

Frente a la puerta  a poca distancia hay una pared de contrachapado pintada de blanco que llega hasta la pared derecha del loft, a la izquierda de esta pared (donde acaba) hay un pasillo que recorre desde la entrada hasta la pared norte del loft en el que véis al menos tres boxes en la parte derecha del pasillo.

A la izquierda del pasillo se ve una larga pared de contrachapado blanca que llega también hasta la pared norta del loft, a la izquierda de la entrada está el boquete, y a la izquierda de éste, un pasillo que conecta con otro pasillo en el que se ven dos largos boxes de contrachapado, igual que los de la parte derecha pero muchísimo más grandes.

Abrís la puerta de doble hoja que lleva a la caseta de seguridad, paradójicamente, el edificio es bastante más grande que el de oficinas. Lo cual os llama poderosamente la atención cuando abrís la puerta.

Al penetrar la luz en el interior de la estancia os dáis cuenta de que lo creíais una caseta de seguridad no es tal, sino más bien parece una especie de sala de mandos de proporciones gigantescas.

Al principio escucháis ruidos de diversa índole, succiones, ruidos líquidos, de algo resbalando o deslizándose sobre el suelo y una serie de gemidos concatenados que os ponen los pelos de punta...

Cuando la estancia se ilumina completamente, véis en efecto un cuardo diáfano con multitud de cables y bobinas de hilos de cobre y otros materiales diseminados por la habitación, a pocos pasos de vosotros y en el centro de la estancia, véis ante vosotros como una decena de zombies (hombres y mujeres adultos todos) se dan un festín con al menos media docena de sujetos que yacen destripados sobre el suelo.

Los podridos muerden manos, pies , dedos, trozos de carne identificables, cuerdas sanguinolentas que no son otra cosa sino los intestinos y una masa oscura que parece un hígado o algo parecido.

Os quedáis petrificados sin poder reaccionar...

Abro la puerta de la sala de seguridad, revelando una amplia habitación llena de cables y aparatos. Perfecto, es justo lo que necesitamos. Sin embargo los ruidos de la maquinaria no son los únicos que escucho.

Miro asustado la terrible imagen de una decena de zombis alimentándose con los cuerpos de los fallecidos. Una serie de imágenes vuelven a mi mente, haciendome temblar de terror. Mi familia devorada entre sí, mis amigos tratando de huir y siendo acorralados y descuartizados por esas bestias, yo mismo corriendo por la ciudad buscando algún lugar donde cobijarme. Mi cuerpo tiembla momentaneamente por el pavor que siento. El frío soldado se ha ido por unos segundos y ha vuelto el chico inseguro que ha perdido a todos sus seres queridos.

En cuanto escuché los sonidos me puse en guardia... vi por el rabillo del ojo cómo León parecía titubear y todos mis años de entrenamiento y mis nervios de acero hicieron aparición...

Me acerqué silenciosamente a mi compañero y le tapé la boca para que no emitiera ningún sonido y lentamente nos fuimos alejando paso a paso y en silencio del lugar...

En cuanto estuvimos fuera hice gestos a León para que mantuviera el silencio y me ayudara a cerrar de nuevo la puerta.

Como siempre, a Boris le da mala espina la situacion. Mira a todos lados y se interpone en el camino de Vlad, obligandolo a detenerse.  

Aunque el escandalo que montaron afuera seguramente debio atraer a todos los zombies a la redonda, el ruso no se fiaba.

Desde la entrada, donde podian divisar los cubiculos hablò en voz alta.

-"¿Hay alguien aqui?- Tenia el machete en la mano derecha y el subfusil en la otra. Esperaria unos cinco minutos antes de moverse.

Vlad se detiene, cuando Philip se coloca en medio. Casi lo prefiere así. Lleva su arma preparada y lista en caso de actuar. Por mucho que dijera Philip, no iba acercarse a un zombie para pelear cuerpo a cuerpo. 

Mira con atención por la zona. Si hay zombies, la llamada de su compañero les atraería sin dudarlo.

Jack no parece inmutarse ante la visión, al margen de ponerse bastante más nervioso de lo habitual (es lo menos lógicamente) , por el contrario, León pierde el control de sí mismo, la histeria se apodera de él y empieza a dar gritos y echa a correr hacia una de las paredes mientras una riada de saliva se desliza por su mentón.

De momento, los podridos siguen a lo suyo.

Nadie parece responder a los gritos de Philip, tampoco se escucha ningún sonido, los boxes permanecen en un silencio... mortal.

Entonces Philip agudiza el oído justo antes del momento en el que escucháis una serie concatenada de gritos que provinenen de algún lugar lejano, no acertáis a distinguir a quién pertenece la voz ni de dónde proceden los gritos, dos cosas son seguras: es una voz masculina y no provinen de las oficinas.

Mientras permanecéis en el exterior llevando cuidado de que ningún podrido se acerque al perímetro y en un momento de aparente tranquilidad, escucháis gritos de León del interior del edificio de seguridad. No entendéis lo que dicen.