Partida Rol por web

Bien entonces vamos!

Se dirigieron todos a los muelles nuevamente. Likos y su amigo se separaron del grupo para llegar al barco. Y comensaron a aproximarce.

Eh al barco! Saludos, soy Likos y deceo pagar un tributo para que me escuchen un momento.

Acintio con la mirada baja extendiendo su mano con un puñado de 6 mo, haciendo que sean vicibles a los orcos.

Tengo interes en entrevistarme con su capitan, al cual pagariamos por su tiempo tambien. Podemos encontrarlo dentro de la nabe? o fuera de ella ? Mis amigos y yo tenemos interes en saber si puede sernos de ayuda o comerciar por el favor. Que se peude hacer para esto?

Como mientras estoy primero negociando con ustedes acepten esto para congraciarnos.

Hacen una colecta poniendo una pieza de oro cada integrante del grupo haciendo un total de 5 piezas de oro, un buen precio por una simple entrevista con el capitán.

Mientras Khal, Ulfgar y Lioquiles se esconden entre las cajas del muelle cercano para seguir de cerca el desenlace de su plan, Likos y Smendric van a ofrecer el dinero a cambio de la entrevista con el capitán. Al llegar al barco Likos saluda a los dos guardias y expone con cortesía su pedido acompañado por el mago.

Uno de los guardias al ver a Smendric dice de mala manera sin darle mucha importancia a las palabras de Likos:

Otra vez tu! ya te dijimos que el capitán no verá a nadie, vamos fuera de aquí!

Pero al ver las monedas que ahora le ofrece Likos, los ojos del orco se abren bien grandes, y dice:

Un momento, quizás haya una posibilidad.

Al mismo tiempo el otro guardia vigila los alrededores por si acaso y entonces ve al resto del grupo intentando ocultarse a la distancia, esto alerta al guardia quien le hace una seña a su compañero y dice:

Espera, será mejor que Aggro se encargue de esto, llámalo. Y ustedes esperen aquí, hablarán con el primer oficial de abordo.

Acto seguido el orco llama a gritos a su primer oficial. Pocos instantes después el tal, “Aggro” desciende del castillo de proa luciendo un cuerpo enorme y se acerca a ustedes preguntando que es lo que pasa. El orco toma el dinero y les dice:

Nadie puede ver al capitan pero pueden hablar con migo, hablen, ¿Que es los quieren?

Mientras le preguntan por Lucius, el orco carraspea, emite sonoros bufidos y escupe sobre cubierta, inquieto. Cuando acaban les dice:

Sí, ese tipo estuvo aquí la semana pasada, lloriqueando y suplicando que le dejemos ver al capitán. Le dije lo mismo que les digo ahora a ustedes dos y a sus tres amigos que intentan ocultarse allá; ¡Lárguense!

Ven que el vigía de la cofa ha colocado una flecha en su arco, mientras que Aggro y los dos guardias de la pasarela acarician los pomos de sus cimitarras. Claramente están preparándose para apoyar sus palabras con sus armas. Resulta obvio que estos orcos tienen algo que esconder a bordo de su barco; pero… ¿será Lucius?

Observo a los piratas apostados en el barco, con sus armas preparadas, y sonrío al enorme orco asintiendo como muestra de agradecimiento.

- Bien, entonces eso haremos

Retrocedo un par de pasos antes de darme la vuelta y encaminar mis pasos hacia el resto de compañeros. Antes de irme, cojo del brazo a Likos, por si se le ocurre seguir con aquella peligrosa conversación.

El primer oficial del barco, un enorme y horrendo orco llamado Aggro, los despide con la delicadeza típica de los orcos.

Likos algo molesto está por abrir la boca listos para meterlos en un muy probable lio, cuando Smendric sabiamente intercede y tomando a Likos del brazo, se despide del orco y juntos vuelven sobre sus pasos para contarle al resto lo sucedido. 

Rápidamente le cuentan al grupo lo que ha pasado, algo han averiguado, pero no demasiado, han pagado 1 po cada uno por muy poco información.

El grupo se queda pensativo deliberando cual será el próximo paso a seguir.

Expectante ante el regreso de sus compañeros, inquieto no puede reprimir preguntar.

- ¿Y bien?¿Que ha pasado? - Pregunta antes de dejarles siquiera hablar, esperando después de la pregunta con ojos llenos de curiosidad.

Escucha la historia de lo sucedido con poca sorpresa pero más pesar y decepción, esperaba que esto funcionase aunque parece que lo que ocurre ahí es más preocupante de lo que parecía en un principio.

- Entiendo, entonces no es que sean muy precavidos ante extraños sino que más bien parece que algo están ocultando en ese barco. No veo forma de averiguarlo por los implicados así que, visto lo visto, nuestra única opción parece que es averiguarlo nosotros, aunque es algo descabellado. - Hace una pausa intentando escuchar alguna opinión de sus compañeros, su idea aunque efectiva es demasiado temeraria como para llevarla acabo, por lo que preferiría tener otras opciones.

- Sabemos que Lucius estuvo aquí, pero me temo que no vamos a sacar nada de esos orcos - arrugo la nariz y echo un vistazo al barco desde lejos - No tienen mucha intención de colaborar, pero me quedo con la duda de si Lucius todavía está a bordo. Creo que por las buenas no vamos a conseguir nada, pero menos aún por las malas. Ese oficial era enorme, y acabaría con nosotros él solo. Creo que el siguiente paso es buscar información en el templo

Es cierto...

Responde Lioquiles a Smendric, con una cara de decepsión con bronca por no obtener lo que se buscaba.

Supongo que si seguimos en estas condiciones lo unico que ganaremos es luchar una pelea no muy justa con un grupo de orcos. Coincido en ir al templo. En el peor de los casos podemos volver al barco de los orcos.

...aunque sabe muy dentro suyo que no cree que la segunda posible visita al barco de Scarbelly sea para charlar...

Asiento a las últimas palabras de Lioquiles pero no dejo de darle vueltas a la posibilidad de que Scarbelly esté reteniendo a Lucius en contra de su voluntad. Si así fuese, habrían dado con lo que buscaban antes de tiempo, pero conseguir rescatar al amigo de Egil no iba a ser nada fácil. Los orcos parecían bastante más preparados que ellos.

- Bien, vamos al templo entonces.

Todos están algo cansados y molestos por los escasos resultados de toda la vigilia y el intento de soborno al primer oficial, cuyo único resultado fue alivianar un poco sus bolsillos, ya que cada uno aportó una pieza de oro para nada.

Resuelven volver a la taberna de mala muerte en la que tomaran el desayuno recientemente para planear su paso cuando estén en el templo y ver que le dirán al sumo sacerdote.

Entran y ven que hay varios marineros cantando y lanzándose debes en cuando algún puño perdido a la cara acompañado de alguna que otra maldición.

Se sientan, llaman al tabernero y piden una pinta de cerveza cada uno, cuando desde la barra un marino con fiero aspecto y por lo que deducen de su paso también algo borracho se acerca a su mesa mirando a Smendric y tocándolo con unos dedos gordos y ásperos en el hombro le dice a los gritos:

Eh tú, mariquita! este no es lugar para ti, mis amigos y yo creemos que los maguitos como tu son unas niñitas, seguramente los vestidos te quedan muy bien no? JAAAA JAJAJA!

Luego de burlarse del mago el borracho marinero mira hacia sus amigos en la barra sonriendo como buscando su aprobación a la ocurrente irreverencia que acaba de escupirle a Smendric, ustedes siguen la mirada del hombre y ven que son unos ocho marineros grandes y fornidos, todos ebrios que ríen a carcajadas al ver como su compañero se burla del mago.

Por lo que ven el marinero está buscando camorra, pero no lleva armas a la vista, sólo va armado con sus puños grandes y peludos.

Ahora que tu madre está fuera de peligro y estas de vuelta en Freeport, decidís, volver con tus amigos, pero no Tenés idea de donde pueden estar, así que para aclarar tus ideas entras en la primer taberna que encontrás para sentarte y con una cerveza en la mano pensar mejor, entonces, los gritos burlones de una marino llaman tu atención:

Eh tu, mariquita! este no es lugar para ti, mis amigos y yo creemos que los maguitos como tu son unas niñitas, seguramente los vestidos te quedan muy bien no? JAAAA

Miras a las personas sentadas a la mesa y ves con sorpresa y satisfacción que se trata de tus compañeros, la suerte está de tu lado, los encontraste mucho más rápido de lo que creías.

Lo que también ves, es que el enorme y ebrio marinero, se ve que está con ganas de buscar pelea y ha decidido buscarla con tus amigos, especialmente con Smendric. Por lo que se ve el hombre tiene unos ocho amigos sentados a la barra, también ebrios, que festejan los improperios del marino contra Smendric.

Analizas la situación y ves que el marino no está armado más que con sus dos grandes y velludos puños, al igual que sus compañeros, por lo que te relajas un poco y mirás divertida la situación, esto puede convertirse en una agradable pelea de taberna, buena oportunidad para descontracturar tus puños, peor por el momento no haces nada, queres ver como se desenvuelve el buen mago.

Miro a mis compañeros y hago un gesto para que no intervengan de momento. Estamos cansados y si podemos evitar una nueva pelea nuestros maltrechos cuerpos lo agradecerán. Sin pensarlo demasiado, muevo ligeramente las manos y pronuncio unas palabras casi susurrando. Espero que esta vez la magia sí me sirva para evitar ser apaleado.

- Fascinare homo

Esta bebiendo y cansado, y frustrado porque su idea no funcionó como él esperaba.

entonces ve llegar a un borracho, integrante de un grupo de borrachos, como molesta a Smendric, el cual hace gestos de no intervenir.

Mi martillo está sediento, tengo ganas de incrustarselo a alguien en su melon...

coge el martillo y lo pone violentamente en la mesa, pero no lo suelta.

A la que mueva el minimo musculo, le dejo sin dientes... y no nos olvidemos de sus amigos...

Yo me llevaba a vuestro amigo, a ver si le van a sentar mal las copas....dice sarcasticamente.

Defraudado y cansado, avanza hacia la posada a tomar un merecido refrigerio y descansar un poco antes de continuar con la investigación.

Una vez allí, una distendida conversación sin importancia los entretiene mientras ahoga su frustración con cada sorbo de su cerveza.

Un inesperado acontecimiento se avecina, un maloliente grumete se acerca a Smedric dedicándole unas insolentes palabras. Su primera reacción es mirar fijamente al individuo demostrando lo poco bienvenido que es a esa mesa. A punto de hacerle tragar sus palabras al individuo con algo de "carne" pero un ligero gesto de Smedric refrena su intención. Sabe que seguramente pueda valerse por si mismo pero le molestan los matones.

Tranquilamente sigue tomando su cerveza mientras observa como se resuelve la situación.

Luego de la freustración del plan del puerto, al llegar al bar de antes, estar recomponiendo fuerzas y alguna idea que clarifique los pasos a seguir en la investigación, un borracho corta el inicio de paz interiror que Lioquiles habia empezado a construir en su cabeza. Y encima a costillas de su compañero Smendric. Algo ya cansado de tanto borracho dando vuelta, una mano de Lioquiles, por debajo de la mesa, sujeta el mango de su espada bastarda, listo para sacarla en caso de que sea necesario. Mientras observa que su amigo Smendric parece cuidarse solo, el no deja de beber su cerveza pero apretando fuertemente su espada. 

El marinero siente que su mente se nubla por un segundo y se tambalea levemente, luego sacude su cabeza culpando a toda la cerveza que ha tomado, y sin recatar que el resto de los integrantes de la mesa se preparan a partirle la cabeza continua ajeno al peligro que corre:

¿Qué? no te entiendo mariquita, habla claro, o ¿acaso me has insultado en algún idioma que sólo conocen los mariquitas? JAJAJA!

El tosco hombre de mar se vuelve y mirando a sus amigos dice:

Ven, les dije que era un cobarde, le dije marica como cinco veces y el mariquita no hace nada, sólo se queda ahí sentado murmurando tonterias por lo bajo. ¿Es que quizás le estas rezando a algun dios porque te orinas los pantalones al verme? jajaja!

El borracho vuelve a levantar su mano y nuevamente toca el hombro de Smendric, pero con más fuerza, asegurándose de que el mago sienta la fuerza de una mano que hace décadas ata nudos en alta mar. y a decir verdad Smendric, puede sentir la remenda fuerza de este borracho que ahora se parece se ha obsecionado con el.

¿Es que no vas a hacer nada MARIQUITA!? ¿o tengo que darte un poco más fuerte para que reacciones? JAAAjajaja!

Myrnn se estaba divirtiendo con la escena, hasta que esta comienza a ponerse más tensa. Por lo visto, aquel ebrio no tenía intenciones de dejar tranquilo a Smendric y, al sospechar que podría haber una trifulca, la semiorco no quería ser ajena a ella.

"¿De verdad quieres que así sea?"

Pregunta Myrnn al borracho, poniendo la mano sobre su hombro, con mucha más fuerza que él hiciera con Smendric.

"Ni tu ni todos tus ebrios compañeros son rivales indicados para mi amigo mago, pero es que yo también quisiera divertirme un poco"

Myrnn mira al mago y al resto de sus compañeros y les dedica una sonrisa un tanto improvisada. No es que sea reconocida por su simpatía, pero lo intenta.

Para sorpresa de todos Myrnn, la enorme semiorca había podido regresa mucho antes de lo previsto, y casualmente observaba todo desde una esquina de la taberna, al ver que la cosa de pónía más seria intervino, aprobechando para saludar a sus amigos al estilo semiorco.

El borracho sintió de repente como una gran mano, presinaba su hombro hasta haceselo crujir, el hombre se giró para ver quien era el dueño de esa mano, y para su nada agradable sorpresa vio ahí parada, justo detrás de el a pocos centímetros a Myrnn que lo miraba y seguía apretando su hombro, inmediatamente, como suele ocurrir cuando uno de estos hombres ve a alguien más grande que el, el marino dijo confundiendo a Myrnn con un hombre, error no poco frecuente:

Aaaa, no señor, no es lo que usted creer, solo vine a saludar a este buen hombre, pero ya me iba, es más, como muestra de amistad estaba a punto de invitarles a todos una ronda a mi cuenta, jejeje..., eso eso, tabernero una ronda para mis amigos de esta mesa y para este señor de aqui!

Le dice el borracho al tabernero señalando a Myrnn, mientras aprobecha que la semiorca afloja la mano para volver con sus compañeros en la barra, al mismo tiempo que todos en el lugar comienzan a reir a costas dle cobarde marinero.

JAJAJAJ! JAJAJAJA!

El borracho se va lo más rápido que puede acobardado por el tamañoa y fuerza de la semiorca y vuelve con los suyos que lo reciben coib burlas y carcajadas. Mientras tanto Mrynn les sonrie lo mejor que puede, que no es mucho, y les informa que ha vuelto para quedarse.