Partida Rol por web

Milos tras librarse por los pelos del ataque del enano guerrero, se acerca su esbirro que permanece dormido y lo golpea en la espalda para asi poder despertarlo - Despierta inutil!!!! - seguidamente el hombre serpiente se despierta.

Escuchais el abrir de una puerta, en la parte noroeste de la sala muy cerca del monje y veis aparecer a dos hombres serpiente mas, pero estos son igual que los que derrotasteis en la ultima habiatación.

El cabronazo del Milos quiere quitarme la gloria de haber dormido a uno de sus secuaces.

Será espútido y guarrúcido!

Enrabietado saca su ballesta y dispara al puñetero hombre-serpiente que aún está en el suelo tumbado y en estado comatoso.

No te preocupes Milos, le voy a despertar yo!

El virote se clava en los ropajes amplios del reptiliano y no acabo de saber si le he dado o no, pero está claro que si le he dado, no le debo haber hecho mucho.

Por Mystra!

Uno de los hombres serpientes que sale de la puerta secreta ataca al monje clavandole la lanza corta en el hombro derecho, al sacar la lanza un chorro de sangre baña la cara de la bestia.

La otra criatura que acompañaba a esta última, consigue asestar también con éxito una punzada en el pecho izquierdo el cual produce otra herida mas grave a este dejando Rurik tocado.

Seguidamente uno de los sirvientes de milo, intenta golpear con el alfajon al monje, del cual parecian haberse ensañado las bestias, pero este falla el golpe.

Mas suerte tiene el hombre serpiente civilizado que estaba dormido, tras su despertar, ataca con furia a Jenkins provocandole una gran herida en el estomago.

Abyl profiere un grito de guerra y se lanza hacia adelante, Milos está justo delante suyo y no va a dejarle escapar, se lanza hacia adelante con el espadón lanzando una estocada y justo cuando cree que va a matarlo se tropieza en su camino uno de esos inmundos hombres serpiente. La espada le atraviesa de lado a lado, y casi casi le da a Milos, el hombre serpiente habre los ojos desorbitadamente observando a la bestia que acaba de atacarle y hasta Milos profiere un quejidito de horror ante la brutalidad que acaba de presenciar.

El hombre serpiente cae a los pies de Abyl que con una mueca demencial gira la cabeza como un animal observando a Milos, ahora desprotegido delante suyo. Aprovecha mago, se acaba tu tiempo muajajaja

Abyl parece totalmente fuera de si, y ahora da más miedo que cualquier legión de hombres serpiente que pueda aparecer

 Cuan bochornosa situación para Rurik, pero el enano no se daba por vencido por un simple traspié. Hábilmente giro sobre si mismo para separarse un poco de dos de sus agresores y concentrar sus golpes en un solo enemigo.

- Lamentareis haber nacido sabandijas!!!!

 master, la vida o la quitas tu o la quito yo pero decidete k si no me pierdo, 

"¿Se puede saber de dónde narices han salido todos esos viperinos?" gruñe Moses al ver a otros aparecer

Moses ve como Lona sale disparada al centro del combate "No Lona, al punto crítico no...Yo te defenderé" y con un gran espíritu de lucha moses apunta al hombre serpiente...Calcula la distancia, el disparo es perfecto, limpio...

Justo en el momento en el que va a disparar, un agudo dolor le recorre todo el cuerpo haciendole...que desgraciadamente tenga que soltar la ballesta por no ser capaz de sujetarla, en pocos momentos el peso se había incrementado.

Al caer la ballesta al suelo, la cuerda se rompe por el impacto, quedando inservible..."¿Se puede saber qué narices me pasa ahora?" Moses empieza a darle a la cabeza "Bien ya que no me puedo poner a arreglar la ballesta en pleno aaque tendré que meterme directamente a la batalla"

El enano obsecado con Milos intenta un nuevo ataque, pues el anterior lo pudo esquivar por los pelos, esta vez Jenkins intentó un movimiento nuevo, pero de igual manera Milos consiguió safarse en el último instante...

 - Maldita lagartija escurridiza. - "Tanta serpiente a su alrededro habrá echo que se escurra como ellas"

Demasiado rápido todo, en cuanto me doy cuenta tengo un hombre serpiente peleando con Rurik justo a mi espalda y apenas consigo encontrar un hueco entre los dos enanos donde colarme y pedir un poco de ayuda a Pelor para sanar alguna de las heridas del monje.

Milos se separa de su esbirro buscando a la que parece mas débil y incrusta su media lanza en la barriga de Lona, perforando esta y provocandole una grave herida, de la cual empiza a brotar sangre y en poco tiempo un charco un color rojizo bañan los pies de la clerigo. - Nunca entenderé por qué estáis tan interesados en ese bibliotecario. Es un ser insignificante en el orden global de las cosas; sin embargo, he de confesar que me divierte que vayáis a morir por él. JAAAJAJAJAJAJA!!!! - Os dice Milos mientras saca la media lanza de la barriga de Lona.

Mineas ve que tres de sus compañeros están recibiendo heridas y se siente algo importente porque ya no le queda poder para el combate.

Pues no dejaré de intentar ser útil a mis compañeros.

Apunta su ballesta a la espalda del hombre serpiente que lucha contra el monje. Y zuuuuph! se clava en mitad de la espalda de parte a parte. Como un tronco escamoso el reptiliano, segada su vida, cae a los pies de Rurik.

Siiií! He sido yo, yo le he dado, mirad, mirad, le he dado yo! Jajaja. Rurik, lo has visto? Me debes una copa de vino en la taberna! Dice entusiasmado como un niño.

Los hombres serpiente intenta atacar una y otra vez a Rurik, pero este con un alarde de destreza equiva todos y cada uno de los golpes.