Partida Rol por web

 Después de escupir algo de vino ranció y con ciertas lagrimas de nostalgia por un potage en condiciones me intereso por las barricas que al parecer suenan a hueco. dando golpecitos con la falange del dedo indice e intentando encontrar algún tipo de pestillo o mecanismo escondido que puediera de algún modo separar la barrica de la pared o que permita abrir la barrica 

Entro en la pequeña salita, y suspiro de imaginar en alguna trampilla o puerta secreta, por lo que sentándome sobre una barrica de vino espero que sea Moses, pequeño y escurridizo quien entre a husmear, sus pequeñas manos se cuelan facilmente por todos los resquicios en busca de palancas o puertas, además, creo que tiene mayor práctica, resultaría del todo inútil que me pusiera yo a ello, por lo que espero que entre para mostrarle el panorama esperando entienda su cometido, mientras, yo juego con el mango del espadón esperando

Tiene que haber algo...

Me repito mentalmente una y otra vez mientras busco algun sitio por el que se hubiera escurrido el sacerdote.

Quizás alguna de las barricas no sea lo que parece...

Medito mientras empiezo a golpearlas, intentando escuchar algo extraño.

Ya que estoy arriba, reviso todo lo de arriba por si algo se nos ha escapado.

Seguramente habrá algo abajo para que se esconda, pero no estoy seguro de que se dejaron algo con las prisas aquí arriba. A veeeer.... Ummmm....

Pues no sé, la verdad.

Busco algo, está claro. Me rasco la barba y eso lo hago siempre que busco algo, aunque si me preguntaras qué estoy buscando, no sabría contestarte. Ummm, algo de fuego para la pipa? Por cierto, dónde he dejado la pipa? Ah, claro, debo estar buscando una pipa. Dónde podría haber una?

Me entretengo en mi odisea personal hasta que me canso y algo extrañado me siento en los escalones que bajan por la trampilla.

Eh, chicos cómo váis?

 Oigo a Míneas hablar des de las escaleras.

- No sabría decirte, parece que tendriamos que hallar alguna puerta pero solo he topado con vino ranció y desengaños.

Dentro de una barrica ves unas bisagras por dentro, encuentras un pestillo oculto en un lateral.

Señores, con total sinceridad, no se que hariais sin mi.

Moses descorrió el pestillo y abrió la astutamente oculta puerta, mientras hacia una genuflexion para permitir el paso a sus compañeros, con una sonrisa socarrona en los labios.

Abyl da un salto de la barrica y realiza una presa a la cabeza del mediano haciendo una dolorosa y repetitiva cerilla en su cabeza

¡ Este es nuestro Moses ! ¡ El Poderoso !

Jejeje

Cojo el espadón apoyado en la pared y me meto por la portezuela, si faltara luz, esperaría que Mineas hiciera la tan esperada magia que ando esperando ver desde que montáramos de tripulantes en aquella barcaza, y avanzando por el estrecho pasillo, camino hasta el final.

Un puerta secreta se abre, dadon paso a un pasillo estrecho con escaleras que bajan para terminar abriendose en un corredor de piedra labrada de unos 10 pies de ancho, que se dirige hacia el norte durante 25 pies, y acaba en una interseccion en forma de T. Lo único destacable que hay en esta intersección son dos puertas de madera, una en la pared norte y otra en la pared al este.

Voy con Rurik en vanguardia, y como si de nada se tratara, abro ambas puertas, ni corta ni perezosa, Abyl no tiene miedo, ni tiene precaución, no son necesarias todas esas estupideces para la Princesa Lormyriana, cuya mayor estrategia en un lugar cerrado como este, en el que esconderse o maniobrar es imposible, es avanzar como un alud inundando los pasillos y acabando con todo aquel que se cruce en el camino. Simple, fácil de recordar.